Partida Rol por web

Allí arriba no esperabas encontrar a nadie, pero se encontró con Miu Iku, una chica de pelo blanco, era bastane conocida en el instituto, y se sabía bien que salía con un chico bastante mayor que ella.

Oh... Hola Masamune, no esperaba que nadie subiera.- Le saluda al verle subir a la azotea, tras mirar hacia Masamune vuelve a mirar al horizonte.- Es triste, ¿verdad?- Miu es conocida también por tener pensamientos bastante abstractos.- Todo lo que vemos, existe... Siempre se encuentra sólo en algún momento, incluso nosotros mismos... ¿Nunca te paraste a pensar en que la casa tiene vida y se entristece al dejarla sóla? ¿O que al tirar un peluche este llora en silencio? Es realmente deprimente...- La chica se da la vuelta, le sonríe con una lágrima en el ojo derecho.

Corriendo por los pasillo llego a la azotea. Una espaciosa y bien cuidada esplanada se encuentra en ella, al igual que Miu. Es bastante bella pero un tanto rara de más. Masamune llega con lágrimas en los ojos y una de sus manos tapando su rotro. La ropa se arruga bastante con el movimiento. La muchacha estaba mirando hacia el horizonte, como pensativa de más. Siempre es asi, no sé porqué me extraño. El ver a la chica le alegró un poco pero seguía triste.

- Ho-hola Mui-san - dice algo sonrojado y avergonzado - Si, es un po-poco triste - tartamudea mientras mira hacia el suelo frente a ella. Cuando la chica le mira y sonríe con una lágrima en el ojo derecho, se pone más colorado y se acerca a ella. Lleva su mano hasta su rostro y le quita la lágrima con el dorso - No llores po-por ello. Si no-nos preocupásemos por to-todo no tendrí-tendríamos posi-posibilidades de vi-vivir sin re-remor-remordimientos - tartamudea avergonzado, sonrojado y mirándola a los ojos.

No lloro por ello.- Su voz era batante débil, e intentaba no llorar, comenzo a pasearse por la azotea.- ... Es por otra.... Cosa.- Lleva sus dos manos al pecho y mira al cielo, con la mirada perdida.

Sin casi enfado por lo que la directora le hizo la mira a la cara y se relaja. Parece que lo de la inifnidad del universo no le parece suficiente como para sentirse sola.

- Sino es mucho preguntar ¿Porqué llora pues? - preunta curioso y sin mala intención - Es que no creo que llorar sea la mejor alternativa para los problemas aunque sí un buen deshaogo - dice mirando al cielo.

¿Y si pierdes a la persona que más quieres?- La chica se dio la vuelta y le miró con media sonrisa.- Las lágrimas al menos... Al menos alivian algo el dolor.- Una pequeña lágrima de Miu se deslizó delicadamente por su mejilla, hasta caer de su cara y llegar al suelo.

May May se sentó de golpe en su pupitre, golpeando su cabeza voluntariamente contra la mesa. La imagen de Jay Yaeger persiguiendo a todos los chicos que corriesen detrás de su hija en gimnasia con el puño en alto y alegando que la estaban mirando el culo se repetía una y otra vez en su mente. Mistuko le habló intentado sacarle el lado bueno al asunto, pero no era el caso de la joven americana. Sólo no tenía a su padre delante cuando iba a trabajar a la cafetería. 

- Bueno... Sólo espero que no me trate diferente. He he. - Respondió con una sonrisa vergonzosa a su amiga, sin tan siquiera levantar la cabeza de la mesa. Entonces el agresor de Naoko soltó lo que May May se temía en voz alta. La chica levantó rápidamente la cocorota y le dedicó una mirada asesina al rubio.

- Aunque hiciese eso seguiría siendo mejor que tú, cerdo. - Le dijo, dejando a un lado su simpatía habitual.

Impresionado por lo que le acaba de decir se calla y mira al suelo. He metido la pata. Seré bocazas. Maldita sea. Está sonrojado y bastante avergonzado por lo que hizo.

- E-eso me pasó ha-hace mucho, cu-cuando mi madre murió - sigue con la cabeza gacha - siempre la recuerdo, aunque sea por unas horas en mi día. Siempre me alivia pensar ésto: "Dime, ¿qué crees tú que es la muerte? ¿Un balazo en mitad del corazón? No. ¿Una enfermedad que consuma el cuerpo? Tampoco. ¿Un veneno que corrompa la sangre? No, señor. La muerte es cuando el mundo te olvida" es una frase de un doctor muy prestigioso. Por eso para mí ella aún no está muerta. Vive en mi corazón. Debería hacer lo mismo ud con su pérdida. Si necesita cualquier cosa, puede llamarme ya sea para hablar, comer o lo que precise. Estaré encantado de ayudarla - mientras sigue mirando al suelo.
 

Veo el ataque que ha hecho el chico a mi amiga y me siento en la obligación de defenderla, le lanzo una mirada de desprecio y frunzo mi ceño.

Que sepas que May May te ganaría incluso con una mano atada a su espalda. Y su padre seguro que es un hombre de honor que no tiene favoritismos con nadie, ¿te enteras?

Oh, vaya... Lo siento.- Dice mirando nuevamente al suelo.- Pero.... No sé si sabes que soy adoptada... Nunca conocí a mis padres.- Entonces cae al suelo de rodillas, se tapa la cara con las manos llorando.- No quiero llorar... No debo llorar.- Dice secándose las lagrimas, sin dejar de llorar.- L-Lo prometí...- Continúa llorando sin parar.

¡May May! ¿Nueva y ya metiéndote en líos?- Le dice acompañado con una mirada asesina.- Al menos ten la decencia de usar eufemismos, aún que te castigaré igual no harás que esté de mal humor.- Dice la directora seria.- ¿Alguien puede ir a por Masamune?- Termina por decir.

- ¡De acuerdo!

Le responde May May sonriente a la señora directora. Acto seguido, vuelve a girar su cabeza en dirección a Denis. - Animal de bellota. - Le dice siguiendo el consejo de su tutora. A continuación, May May se levantó de su pupitre sin perder su simpática sonrisa. - Y con su permiso, ya me autocastigo yo y me ofrezco voluntaria para ir a por Masamune-san. A ver si lo encuentro, tee-hee ~

Y dicho aquello, May May salió de la clase en busca del chico triste.

Viendo como la chica cae al suelo y sin reparo alguno pues no es el momento de tenerlos se acerca rápidamente a la muchacha. La abraza fuertemente de forma que su cabeza pase por encima del hombor izquierdo de Masamune. Le da uunas friegas en la espalda mientras le susurra - No llores, estoy aquí, nos tienes a nosotros, tu amigos. Estamos aquí. Nunca nos iremos. Cuenta con nosotros para todo lo que quieras - Tiene novio, espero que no ande cerca que o sino me meteré en problemas gordos.

Señora directora, perdone usted a mi amiga. Es que el chico le saca de los nervios y es muy impulsiva, pero no lo hizo con maldad, se lo aseguro. - Digo intentando defender a May May, la pobre es incorregible.

May May llegó a la azotea, donde se encontró a una chica de pelo blanco de rodillas, llorando. Era una escena triste de ver, pues parecía un día de penas para todos.

Miu logró limpiarse los ojos y vio a May May llegar.- ¿H-Hola?- Trata de saludar como si nada hubiese sucedido e intenta volver a su característica sonrisa dulce, pero esta vez se notaba que era falsa.

¡E-Es...! Vaya, ya se ha ido... No me dio tiempo a responderle.- Cuando May May cerró la puerta una chica saltó en su defensa.- Si, ya lo veo, esa impulsividad le va a meter en muchos líos. Bueno...- Entonces suena el timbre para salir a tomar un descanso al patio.- Vaya... El tiempo pasa rápido.

Oís a lo lejos el timbre que indicaba la hora de ir al patio.

Al oír e timbre se levanta a la par que ayuda a levantar a Miu. Le seca las lágrimas con el dorso de las manos - No te preocupes, nosotros estamos contigo. Estás triste al igual que mucha gente. Yo debería estarlo más que nadie pues hoy fue cuando mi madre murió pero no lo estoy. Hay que ser fuerte en esta vida, Miu-san, y si ud no lo es, pues lo seré yo por ud ¿Vale? - pregunta con una sonrisa algo avergonzada y con la cara sonrojada.

Se da la vuelta y encuentra a May May - Ho-ho-hola - la saluda y le hace un pronunciada reverencia.

Llamémoslo destino, karma o como queramos, pero el primer sitio en el que May May buscó a Masamune fue la terraza... Bueno, en realidad por que era lo que los adolescentes tristes de los animes hacían cuando querían llorar. Allí no solo encontró a su compañero, también a una chica en el suelo y llorando. Menos mal que esta vez la americana no pensó que se trataba de otra agresión. Masamune se da cuenta de su presencia y, con bastante timidez, saluda y le hace una reverencia.

- ¡Hola Masamune-san! Sabía que te encontraría aquí... Bueno, no nos conocemos, ¿no? Soy May May Yaeger y... Me temo que la directora me ha pedido que venga por ti. - Le dijo con una pequeña sonrisa, tratando de que no resultase un golpe muy fuerte el tener este tipo de problemas el primer día. Entonces sonó el timbre. - Vaya... Pero creo que aún así deberías ir, no sería nada bueno hacerla enfadar. No te preocupes, yo te acompañaré para que no te sea tan incómodo.

- En-Enc-Encantado Ma-May May-san - dice temeroso - Graci-gracias por ven-venir a busc-buscarme. Pero no pu-puedo irme sin sa-saber si Miu-san est-está bien - explica a la nueva - ¿Qué di-dijo la dir-dire-direc-directora cuan-cuando me fui? - pregunta curioso y mirando al suelo.

Nuevo nombre y nueva persona.

Nombre: May May Yeager

Sexo: Mujer

Físico: Aparentemente algo baja y bie dotada. Pelo castaño, ojos de color azul. Primer vistazo.

Psíquico: Enérgica y alegre por lo poco que he hablado con ella. Ya veremos más en otros momentos.

- Decir no dijo nada, pero parecía bastante molesta. Jo chico... Sé que tendrás tus motivos, pero no deberías irte así de sopetón de clase, y menos el primer día y después de haberle preguntado lo que le preguntaste a la profesora. - Respondió May May, rascándose la cabeza.

- Deberías darte prisa, si no, es posible que se enfade todavía más y... En fin, tampoco quiero eso. Como mucho puedo alargarlo un poco diciendo que no te encontraba, pero poco más. - La joven comenzó a juguetear con las mangas de su sudadera azul, que le quedaba bastante grande pudiendo utilizarla casi como vestido.