Partida Rol por web

'- Serás la primera en ver ése lugar. Nadie más que yo lo conoce...' Sin duda alguna, Leen ahora estaba en una nube. no sabía que decir, se sentía verdaderamente especial por primera vez en su vida. Roja como un tomate y completamente callada se queda observando a Masamune hablar. Que estuviese callada no significaba que no le estuviera haciendo caso. 

El timbre la hizo despertar. Leen agitó la cabeza varias veces y con la mano en la nuca y el mismo tono de rojez que tenía segundos atrás, sonrió. - ¿Ésta tarde? - Corriendo se tapó la boca, no quería parecer una desesperada. - C-Cu-cuando quieras quería decir. 

¿Ésta tarde? ¿Ésta tarde? ¿Ésta tarde? ¿Ésta tarde? ¿Ésta tarde? ¿Ésta tarde? retumbaba en la cabeza de Masamune. ¡Quería quedar ésa misma tarde! Claro que quiero quedar contigo a cualquier hora y día. Incluso durmiendo pienso en ella. No debo negarme

- Claro que sí. Hoy a la tarde es una buena idea y no tengo nada que hacer - Sonrojado - ¿A qué hora? ¿Vamos después de clase y te quedas a dormir en mi casa? - Mierda, mierda, mierda, mierda la he cagado mucho mucho mucho. No creo sea buena idea, he metido la pata mucho. Pero...cómo voy a hacer con lo de casa, que vivo en un edificio abandonado. Ya sé - Iremos con unos sacos de dormir y cenamos allí. Pasaremos la noche bajo as estrellas ¿Qué te parece? - Estoy más sonrojado que otra cosa y con un gran nerviosismo - Lo único que falta es... - hace una breve pausa - la comida - dice avergoanzado.

Al oír el timbre se adelanta un poco - Parece que debemos ir a clase. Vamos - mientras le ofrece la manos totalmente rojo y desviando algo la mirada.

'- Iremos con unos sacos de dormir y cenamos allí. Pasaremos la noche bajo as estrellas ¿Qué te parece? -' El corazón parecía que se le iba a salir del pecho de un momento a otro. ¿Qué le parecía? Sin duda alguna de las mejores noche que iba a pasar en su vida, estaba segura. La rojez en sus mejillas y el brillo de sus ojos ya eran permanente.

No te preocupes por la comida, yo me encargaré de ello. - Sonríe y asiente cuando le dice que deberían ir a clase agarrando su mano con fuerza.

Me ha agarrado la mano. Ésto es todo nuevo para mí. Quiero abrazarla pero ella...quizá...no quiera. Mejor nos vamos. Agarrando fuertemente su mano nos dirigimos hacia las clases ¿De qué podemos hablar en la cita de hoy? ¿Qué será de lo que prefiera hablar? ¿Seré algo aburrido si hablamos sobre Astronomía? No quiero ser una carga para ella.

-¿Qué sitio vas a coger? Yo me sentaré a tu lado, si te parece bien - pregunta sonroojado. Siempre había estado algo alejado de ella. Nunca encontraba sitio a su vera. Éste curso debía ser distinto. Este cuerso le confesará lo que siente por ella. No pienso permitir que pase otro año igual que as otras veces.

Si ésta vez ha sido mas atrevido que otras veces no ha sido más que por haber conocido a aquel hombre en verano. No dejará que la vida ni el amor se escapen de sus manos.

Agarrado de la mano de Leen. Qué suaves, son delicadas como las flores recién nacidas y pequeñas a la par. Van al final del grupo de alumnos y, entre el alboroto típico de la entrada, van por la otra puerta y cogen sitios adyacentes si quedan.

- Parece que al final me he podido sentar a tu lado, Leen-san - dice sonriendo. Estoy nervioso porque la gente nos ha visto cogidos de la manos. Debí soltarla antes de acercarnos. Siempre la cago. Soy muy torpe en ésto.

Mientras los demás toman asiento, Masamune se prepara para la clase. Saca la libreta con unas pocas hojas, su estuche medio roído junto con sus lápices y bolígrafos de publicidad. Luego, saca el tomo de enciclopedia, lo coloca encima de la mesa y lo abre en la página en la que iba. Mira momentáneamente a Leen antes de ponerse a leer durante un rato, más que nada por si quiere que hablen, pero sobre todo, para volver a verla otra vez.

Hace mucho que no nos vemos, no recordaba su belleza.

- Nos sentaremos en la segunda fila, si te parece. - Ladeo un poco su cabeza para mirarlo sonriente. 

Le daba igual que la gente le mirase por ir de la mano con él. Estaba bastante emocionada por la cita de ésta tarde, no rondaba otra cosa en la pequeña cabeza de Leen. ¿Qué llevo de cenar? ¿Y si no le gusta lo que le prepare? Por un momento se había puesto nerviosa pero volvió a mirarlo mientras caminaban por los pasillos y volvió a sonreír tontamente, desapareciendo todo lo demás. 

Entró al aula de la mano de Masamune sonrojada y una sonrisa tonta dibujada en la cara. Caminaron entre la multitud de alumnos emocionados por el primer día de curso hasta encontrar dos pupitres libres. 

- Así es, Masamune-san. - Amplía su sonrisa y comienza a sacar de su mochila las cosas para la clase dejándolas encima del pupitre. Se acomoda en la silla colocando bien la espalda en el respaldo de la silla y posa sus antebrazos en la mesa. Éste curso va a ser increíble. Piensa mientras echa una mirada rápida al chico que está sacando sus cosas. 

- ¿Cómo crees que será este año con la gente nueva? - Pregunta a Masamune girando su cabeza. Es entonces cuando se da cuenta de que éste estaba leyendo una especie de enciclopedia. - D-Disculpa, Masamune-san. 

Todavía no muy absorto en la lectura or el ruido y la gente. Además, Leen estaba a su lado, le era casi imposible no prestarle atención pasivamente.

- Pues... - queda pensativo - espero que no hagan mucho ruido, lo único a lo que se viene aquí es para estudiar y - se acerca a Leen un poco, para que sólo ella pueda oírlo - para verte, siempre es agradable tu compañía. Quizá te he incomodado con éso, lo siento - mientras se aleja y queda mirándola con una sonrisa y un poco de sonrojo en la cara. Es tan guapa que me quedo embobado si la miro.

- Por cierto, siento si te ha incomodado lo que pasó en la entrada de la clase, quizá debí soltarte la mano antes de entrar - confiesa.

Se sienta en uno de los asientos de atrás, con un buso del colegio que le prestaron, pero llevaba el cierre de éste; un poco abajo. No estaba enojado, pero tampoco estaba de humor para sentarse con sus amigos y conversar o hacer bromas de lo simpática que era la directora.

Para sorpresa de los alumnos, la directora será su profesora y tutora.

Siéntense.- Dice antes de proceder a presentarse.

Hola y bienvenidos sean los nuevos alumnos, seré su tutora, también soy la directora del centro, y mi nombre es Ai, Hinata Ai.- Entonces escribe su nombre en la pizarra.- Yo les impartiré la mayoría de sus asignaturas, pero algunas como gimnasia, música o tecnología os las impartirán otros profesores.- Ai mira a los alumnos.- ¿Alguna pregunta?

Observando que la gente se organiza mejor y que la profesora se presenta, además de ser la directora, levanta la mano algo tímido. Casi tiembla cuando lo hace pero mantiene la compostura.

- Y-y-yo tengo u-un-una - hace una breve pausa - ¿E-e-es nec-necesari-necesario atender a-a-a todas la-las cla-clas-clases? - tartamudea bastante pues es la directora - No creo que-que-que me ense-enseñen mucho más que-que una enciclopedia - responde tímidamente y rojo totalmente. Acabo de interrumpir la conversación con Leen, que insensible soy. Espero que podamos seguir hablando.

¿Que clase de pregunta es esa? ¿Intenta tomarme el pelo? Los profesores hemos estado estudiando años para poder impartiros hoy clase, así que deberías valorar ese esfuerzo y tiempo dedicado, además, una enciclopedia no atenderá a tus preguntas.- Le responde ya molesta ante tan insolente pregunta. La directora es una persona culta y bastante inteligente, además odia a los alumnos que van de sobrados, que no necesitan clase, y en cambio le encantan los que muestran pasión por aprender y atender, llegando a ofrecer ayuda extraescolar gratuita, pero nunca favoritismo en clase.

Si cree usted que no es necesario atender, cree usted que no es necesario venir al instituto, así que puede decirle a sus padres eso y tener sus clases en casa, con una enciclopedia, si usted lo prefiere.

No responde ante tal enfado. Sólo mira a su pupitre y asiente como puede, totalmente rojo y con lágrimas en los ojos. Qué sabrás tú de mis padres ni de nada, no tienes ni idea de mi vida, no sabes nada de nada sobre mi. Pone las manos en su cara de forma que nadie pueda verlo llorar. Guarda su tomo de enciclopedia en la mochila. No se mueve en absoluto, cree que así pasará inadvertido. Intenta hablar pero sólo los labios se mueven y las palabras no salen. Avergonzado todavía más, se va de clase para respirar aire puro.

May May estaba sentada en su pupitre con una radiante sonrisa y rodeada de sus nuevas amigas. Mistuki había estado siguiéndola desde que empezaron las clases y ya le caía bien, en cambio también se lleva bien con Naoko a pesar de que son la noche y el día. Al llegar la profesora no se alarmó lo más mínimo, pues como era una alumna nueva no sabía que también se trataba de la directora. Un chico le hizo una pregunta un tanto extraña, y la tutora le respondió con rigidez, haciendo llorar al pobre. May May no pudo evitar sentir algo de pena por el muchacho.

Sacó papel y boli y le escribió una nota, la cual tiró sigilosamente a su pupitre.

Con el mentón apoyando sobre su mano, y el codo apoyado sobre su pupitre; miraba algunas de las curvas de la directora. Pero tenía cierto recato, a ella no le agradaría nada notar sus intenciones... 

El ágil Denis toma el papel mientras vuela entre pupitre y pupitre, pues ya estaba atento a May May, no exactamente por su personalidad. Mira el papel con cierto desdén y cuidado de no ser notado por la directora y palmea la espalda de Kimura, ya que estaba sentando, justo atrás de él -tranquilo viejo... no pasa nada...- Luego alza la mano para llamar la atención de la directora y aclara un poco la garganta.

-Perdone, directora Hinata-sensei...- ahora si se permite mirarla bien y disfrutarlo - ¿cuantas horas de gimnasia tendremos al día?, ¿quien será nuestro profesor? o profesora? - un ligero brillo y una sonrisa destacan en el apuesto joven, cuando menciona la posibilidad de tener profesora de gimnasia; también se notaba un cambio de su voz. Era como una broma, para relajar el ambiente.

Denis... Siento desilusionarte, pero este año hay un profesor de gimnasia, es el padre de una nueva alumna que viene de América, May May Yaeger.- Le dice, ya sabía que el quería una profesora, le conocía... Bien. O al menos suficientemente bien.- Pero también es cierto que hay una nueva profesora de música.- Otros años había un señor mayor que tartamudeaba dando música... Muy irritante.

Pega su mano al frente de manera dramática mientras tira la cabeza para atrás y estira el cuerpo; tanto por que tendría un profesor en la materia en la que más destacaba, como que se trataba del padre de May May... y probablemente estaría siempre celoso y atento... pero luego del dolor dramático, se vuelve a sentar normal de pronto y una sonrisa que dejaba claro que andaba planeando algo se asomó "... claro podría, también, caerle muy bien al padre por sus grandes cualidades atléticas... entonces se acercaría a May May... muhahahahhaa" y lo de la profesora de música... no estaría nada mal... a ver si las tiene como May May

La felicidad de May May desaparece en el momento en que la imagen de Jay Yaeger pasa por su cabeza. La chica golpeó la mesa y se levantó de su asiento, casi como un acto reflejo.

- ¡¿QUÉEEEEEE?! - Exclamó la joven hacia su profesora. Sabía que su padre era profesor de gimnasia, sabía que iba a trabajar en un centro de la ciudad... Pero no sabía que iba a ser en su instituto. Si a su padre se le ocurría mostrar el mínimo ápice de favoritismo hacia ella, lo mataría... O simplemente no le haría el postre.

Anda qué bien. - Digo emocionada y girandome a ver la reacción de mi nueva compañera. - Estoy deseando conocer al Señor Yaeger, seguro que es muy bueno profesor.

Al hacerlo me doy cuenta de la reacción de la pobre May May, quien no parece compartir mi entusiasmo por que sea su padre quien nos de clases de gimnasia.

Piensa que vas a poder disfrutar de más tiempo con tu papá. Eso es muy bueno, el mío siempre está trabajando y casi no nos vemos.

-jajajajaja- las cosas no había salido tan bien en el primer día; pero ver a May May escandalizarse por que su padre nos daría clases me hizo reír. Imaginaba que se debía a que quería ser tratada como todos, así que quería fastidiarla un poco, llevé mis manos a mi nuca, apoyándome en el respaldar de una manera relajada. Tenía un ojo cerrado y el otro abierto, mirando a May May -vaya May May... y yo que quería competir contigo, pareces una chica atlética... pero si tendrás favoritismos.... pues no veo como ganaré...-