Partida Rol por web

No sabía si le sería tan fácil ver a Catherine con su padre. Era extraño, se alegraba de que su padre rehiciese su vida y fuese feliz, era lo que siempre había querido que hiciese su madre, que dejase atrás el pasado y continuase fabricándose un futuro.

Por otra parte le gustaba ver a Catherine por fin feliz del todo, sin notar el dolor que sentía por la perdida del padre Scott. Faliar había ayudado a sanar esa herida, o al menos eso es lo que se percibía.

pero el problema era la unión de esas dos ideas, si ambos estuviesen con cualquier otra persona.., exceptuando a Quint , obviamente, Les felicitaría sin duda, quizás le costase más ver a su nueva madrastra, pero es cierto que su padre ya no recordaba lo que fue su vida en Córvinus, así que no podía reprocharle nada, ¡¡Pero Catherine!!! ¡¡Porque Catherine! Era su amiga, su confidente. Pero igualmente, ¿tendría que aceptarlo, no?

Se levantó de la mesa, por su parte ya había comido suficiente.

- No estoy aún segura, pero... no dejeis la idea de contar conmigo en vuestro viaje. ¿Vale?

Las palabras intentaban sonar animadas, no con demasiado éxito, pero lo intentaban.

Le mantuvo la mirada cálida y la sonrisa

- De acuerdo. Tómate el tiempo que necesites para pensártelo

Terminó la comida y ayudo a Catherine a recoger

Esperó a que Nahia no estuviese presente para hablar con Catherine

- Catherine... no voy a negar lo que siento. No es que no lamente la pérdida de Penélope... pero... es extraño. He recordado mi vida con ella... pero no los sentimientos. Cuando pienso en ello solo siento un vacío... que deseo que tu llenes.

Ya está, lo había dicho. No podía evitarse sentirse algo mal por Penélope, pero era lo que sentía. Sin embargo, antes de escuchar la respuesta de la muchacha, tenía que decir algo más.

- Pero si tu y yo vamos a estar juntos... es normal que eso resulte muy confuso para Nahia... Perdió ayer a su madre... y tu eres su mejor amiga. Estará hecha un lío; ya la has visto. ¿Podrías hablar con ella a solas? Mientras yo me baño, por ejemplo...

-Claro... ¿por qué no? Dijo Raymond invitando a Xerine a entrar dentro del ayuntamiento.

El edificio no era nada del otro mundo. Si la música se había esperado que dentro hubiera pan de oro, terciopelo en las butacas y grandes decoraciones, se habría defraudado. Un edificio austero, un poco más lujoso, pero poco más, que la posada era la descripción del ayuntamiento. Puertas de madera, con poca elaboración, se abrían a cada lado. Tras unos segundos caminando por el pasillo, llegaron a la última puerta.

Raymond pasó primero, y se sentó en una silla que había tras un escritorio. Sin duda, su despacho. Ofreció a Xerine otra silla justo delante de él.

-¿Qué es lo que quería comentarme en privado?

-Como quieras Faliar, creo que sí estaría bien que hablara con ella. Al menos para aclarar bastantes cosas. Han ocurrido demasiadas desde que llegaste a esta isla. Habéis disparado unos acontecimientos demasiado rápido, todo ha sido muy confuso... hasta para mí. 

Cath se levantó, y se dispuso a salir de la habitación. 

-Hablaré con Nahia.

La chica rubia siguió a Nahia hasta la habitación, la pequeña estaba sola, y su amiga decidió romper el silencio.

-Nahia... ¿No te parece bien mi relación con Faliar?

Xerine asintió, y se sentó

Intentaré ser directa, y así no robarle demasiado tiempo. Sé que tiene demasiado que celebrar como para estar quebrándose la cabeza con estos asuntos, y tampoco quiero arruinar su felicidad... Pero me preocupa más el futuro de este pueblo que una celebración precipitada

Inspiró, dejando unos segundos entre medias para ordenar sus ideas y abordar el tema con la mayor delicadez posible

Corvinus está ahora huérfana. El Marqués ha resultado ser un impostor y un monstruo, y es probable que nadie se acuerde de la existencia de la isla, a estas alturas. Quizás en algún mapa o biblioteca haya alguna mención, pero, por ahora, estáis a salvo del resto del mundo. Sin embargo, es cuestión de tiempo que eso cambie

Dirigió una mirada algo intensa a los ojos del alcalde para reforzar sus palabras

Incluso aunque el barco que nos va a llevar a Gabriel no diga nada sobre vuestra existencia, tarde o temprano algún otro navío avistará la isla. Alguien vendrá a ver que encuentra, y se encontrará con vosotros. Si tenéis suerte, serán comerciantes o algún navío de la marina gabrielense, y no tendréis problemas. Pero el mar está infestado de piratas. E incluso en el mejor de los casos, pronto vuestra isla comenzaría a ser visitada más a menudo, y la gente comenzaría a acordarse de ella. Es cuestión de tiempo, años quizás, que algún tipejo se plantee la idea de saquearos, y más teniendo en cuenta que no contáis con ninguna defensa útil

Se detuvo unos segundos, por si el alcalde quería responder algo

Creo que tengo que quitarle la razón en algunos aspectos, querida.

El viaje hasta esta isla no está plagado de peligros, no sé si será por estar tan cerca de la isla de Tol Rauko o por lo que sea, las corrientes cercanas a Corvinus son verdaderamente difíciles de ignorar. Los barcos mercantes nos visitan tan poco debido a esto... o... debería decir... visitaban. ¿no?

No creo que un pirata se arriesgue a cruzar un mar embravecido, sólo para arrancarnos el pescado de la boca. Sinceramente, entiendo su preocupación, y claro que a partir de ahora instauraremos un cuerpo de defensa, aunque solo sea para mantener un cierto orden en el pueblo. Hay una familia que.... 

Bueno, ¿A donde quería llegar, señorita? Y... Cuando termine, ¿me podría explicar qué es ese barco que comenta?

Raymond se quedó extrañado ante el comentario del barco, si todo continuaba como pasaba con el marqués, no estaba prevista la llegada de ningún barco próximamente.

Obviamente, con el Marqués muerto, es cuestión de tiempo que nos visite un barco y nos lleve de vuelta a nuestro hogar Dijo Xerine, ceñuda Pero ahora que me dice eso de la cercanía con Tol Rauko, la verdad es que ya no lo tengo tan claro

En cuanto a lo de a donde quiero llegar A la música le irritaba tanta franqueza, pero decidió ignorarlo, dada la aparente educación de su interlocutor En realidad sólo estaba planteándole las dudas que me han surgido desde que he podido ordenar mis recuerdos de todo lo ocurrido en la isla. Sin un noble o burgués rico que os proteja, o algún incentivo para el gobierno de Gabriel mediante el cuál poder contar con la protección de su ejército... En el peor de los casos, estaríais indefensos. Y este lugar ya ha sufrido mucho, como bien he dicho antes

Hizo una pausa, y relajó un poco su expresión

Sin embargo, si lo que dice es cierto, creo que no hay por qué preocuparse

Por un lado, indefensos, cuando no hay un peligro al que hacer frente, no es tan malo. Como le he dicho, llevábamos viviendo aquí mucho tiempo antes de que el Marqués llegara, y exceptuando un pequeño contingente de guardia, que se usaba más que nada para evitar las peleas en el pueblo, y como primera mano de auxilio, nunca hemos tenido ningún problema.

Mientras Catherine se iba a hablar con Nahia, Faliar retiró el agua caliente del hogar, y subió el caldero hasta la bañera. Necesitaba ese baño caliente, y le ayudaría a relajarse y pensar. 

Me quedo más tranquila, entonces Dijo Xerine, levantándose y esbozando una sonrisa amable No tengo nada más que hablar con usted, en principio...

La cara de Nahia er claramente de sorpresa, no se esperaba que Cath subiese a su cuarto, más bien se estaba preparando para poder irse a dar un baño.

- Am..Cath..No, no es eso, me parece bien. Claro, porque no iba a querer que ambos seais felices.

Su voz se notaba extraña.

-¿Porque soy tu mejor amiga, y Faliar ha resultado ser tu padre? Nahia, puedes ser sincera conmigo. No quiero ser tu madrastra. No es mi deseo, ni lo que pretendo. Quiero ser tu amiga, seguir siendo tu amiga, seguir tocando juntas y seguir riéndonos de las mismas tonterías.

Pero quiero estar con Faliar. Recuerda, con Faliar, no con Fredo. Yo no reconozco en él a tu padre, quizá porque tampoco me acuerdo de él... pero... tiene algo especial. Algo que me atrae y que no puedo resistir...

Y... así en confianza... ¡realmente está buenísimo!

No era lo que ella pensaba, no es que no pudiese verles juntos, sino que la idea le resultaba extraña. Empezaba a hacerse a la idea de que era su padre intentaba recuperar ese sentimiento, y cuendo creia que iba por buen camino aparece la historia con Catherine. es cierto que aún no lo reconocía interiormente coo su padre, pero ya había empezado a intentarlo, y esa nueva situacin hacía todo más dificil. ¿le sería dificil por que su madre acababa de morir? Bueno ella se los imaginaba juntos, pero al igual que esos recuerdos, el sentimiento que les acompañaba se había perdido en su memoria. 

-Yo... Catherine, eres mi amiga y realmente me siento feliz de que por fin estes a gusto con alguien, que hayas encontrado a tu posible "media naranja". Y no creas que no siento lo mismo por mi padre, también me gusta que él sea feliz. Es sólo que el concepto de vuestras dos felicidades juntas, me resulta extraña. Aunque, es cierto, que ya que dentro de que esté con alguien, es una suerte que sea contigo ,¿No? Al menos a ti ya te conozco y se que eres buena persona, se que le querrás de verdad.

Lo siento, han sido demasiadas cosas juntas. Sucede todo demasiado rápido. Tantos años con la misma rutina y en dos días toda la isla y nuestra realidad es otra. Me alegro por vosotros, sólo dejadme adaptarme.  

Y bueno...no se si mi padre esta "buenísimo" o no, pero..¿Te fijaste en Quint? Esta noche tuve un sueño extraño en el que él aparecía.  Oye, ¿Crees que podré volver a verle alguna vez? Estaría bien. Quizás cuando sea algo mayor y no me vea tanto como una niña. 

-Entonces...

La expresión del alcalde cambió de nuevo, a una amplia sonrisa.

-Le agradezco el interés que ha tenido para con mi pueblo. No se preocupe, estarmos bien. Y, si dice que se irá en ese barco que habla, nos sentiríamos muy honrados si volviera alguna vez a vernos. Siempre seréis bienvenidos en la aldea.

Sonrió ampliamente.

¿Nos vamos?

Faliar, Catherine y Nahia, se tomaron el tiempo necesario para asearse y terminar su conversación, y decidieron volver al pueblo. Al menos se encontrarían de nuevo con sus compañeros de fatigas, y comprobarían si ellos también habían descansado.

Quint, casi ignorando a Aaron, dio las gracias a Miriam por la ayuda brindada y fue a hablar con Marcus, abroncando al pobre herrero por su poca determinación. Una vez se quedó conforme, volvió a la plaza, momento en el cual Xerine salía del ayuntamiento, y la familia entraba en ella. Aaron salió de la posada, en ese momento, como llamado por un instinto extraño. Allí estaban todos de nuevo.

Faliar hizo un gesto a Quint para que le acompañase

- ¿Puedes venir un momento? Tengo algo que contarte