Impide salir de la isla..
¿como? ¿como que impide salir de la isla? ¿eso no es posible, mi padre se fue hace 10 años, mi padre se fue..
Los ojos de la joven se abrieron de par en par, su cuerpo que momentaneamente congelado mientras su mente luchaba por reaccionar.
Sus ojos se volvieron algo vidriosos, y sin pensar se sentó imnediatamente de rodillas frente a ella e interrumpiendo la conversación :
-¿Cómo que no se puede salir de la isla!? ¡si que se puede ! hay barcos! barcos del marques que salen de aquí...
-Íbamos a bordo de una nave voladora, como ha dicho Xerine. Hubo un motín a bordo, y mientras intentábamos salvarnos la nave empezó a descender. Por lo visto un brujo bastante poderoso quería estrellarlo, y lo consiguió. Creo que estaba haciendo una especi de ritual, pero tras el combate solo recuerdo haber despertado en la playa...
Puede ser que el brujo abriera una brech... no, no lo creo. Mi poder es demasiado grande...
La niña pensó en alto antes de dirigirse a Nahia.
No, querida. No hay barcos que salen. El marqués hace una ilusión cada vez que viene un barco y "secuestra" a los que en teoría se van de la ciudad. Esos son los oscuros que llamáis vosotros. Nadie puede salir ni entrar en Corvinus.
Se les quedó mirando a todos durante un instante.
Pero... eso os convierte en personas muy especiales. Realmente especiales. Si vosotros pudisteis superar la barrera, estoy seguro de que podréis ayudarme a destruirla.
Haciendo gala de su buena memoria, Xerine añadió algo más a la historia de Quint
"La puerta de las tinieblas ha sido abierta", dijo. Pero al final algo debió de salir mal, porque se puso a gritar como un energúmeno. Decía que no era posible... Como si algo hubiera fallado. Luego salimos despedidos, como si el Zeppelín (Así se llamaba el invento) se hubiera partido en dos
Nos despertamos en la playa, y no sabemos más Se llevó una mano a la barbilla ¿Pudiera ser que chocáramos con ese campo de magia que dices que rodea la isla?
- O quizás simplemente fue cosa del Destino; a fin de cuentas, nuestros nombres estaban escritos en aquel cuadro. A veces estas cosas ocurren sin más.
Luego mira a Seline
- Sea como sea, ahora te toca responder a ti, y luego ya veremos como podemos colaborar. Si de verdad no se puede salir, entonces tendremos que ayudarte, pero antes tenemos que saber quienes sois tu y el marqués.
Seline sonrió a Faliar.
No, no hay ninguna manera de salir de aquí. Y lo malo es que este lugar está siendo arrastrado a la Vigilia. No espero que sepáis qué es, pero vais a comprender que no es bueno para vosotros. El ambiente cansado y triste del pueblo, es fruto de este "viaje". El marqués se alimenta de esos sentimientos. Se hace fuerte y con ello trata de llevar a ese reino extraño esta isla, y hacerse su propio país. Él no es más que un bufón, un siervo venido a menos que ha encontrado en esta isla la manera de sentirse poderoso. En cambio, yo soy una reina... una reina derrotada y débil, que tuve que buscar refugio en este mundo tras la guerra.
Hizo una pausa, se levantó y caminó hacia la ventana.
Tol Rauko nos capturó, y cuando nos llevaba a su isla, el barco encalló. Galael, que es el verdadero nombre de ese ser, pudo liberarse y arrastró mi celda hasta aquí. Usando mi poder gracias a un artefacto llamado Flauros, no me deja salir de aquí, y ha creado la barrera que envuelve la isla. Estáis condenados a morir aquí si no me ayudáis.
Soltó una risita extraña, como si le hiciera gracia el destino de esos hombres. Miró a los ojos a cada uno de ellos y respiró profundamente:
Si me traéis ese artefacto, podré liberaros.
Nahia calló y aunque sus ojos eran casi agua, no derramó ninguna lágrima. Todo había sido mentira, su padre nunca había salido de Córvinus, no las había abandonado. ¡Por eso nunca había regresado! Entonces...¿Seguía en la isla? Y si era una de esos oscuros...si el marques moría entonces.. ¡su padre volvería!..¿No?
Su madre se había suicidado sin saber que no les habían abandonado.
Nahia bajó la cabeza con el pelo tapándole la cara y se quedó ahi en el suelo, de rodillas ,mordiéndose el labio inferior mientras aguantaba las lágrimas y las imágenes e ideas iban sucediéndose en su mente. Un aura negra la envolvió. Y un odio visceral hacia el Marqués comenzó a nacer en su corazón.
Faliar revisó el diario del sacerdote
- Flauros.... ¿Un reloj que siempre lleva consigo, quizás?
Los ojos de Seline se iluminaron.
-Sí, es algo parecido, una de sus posiciones es una esfera con tres manecillas. Quizá sea a eso a lo que te refieres. Necesito que me traigáis ese artefacto. Es la llave para salir de aquí. Tanto mía, como vuestra. Con él esclaviza mi poder.
Sin él, no es nadie. Qué pena que siempre lo lleve encima, y que aún no sepa usarlo del todo...
iluminaron -> forma de hablar.
- Es decir, que sin el artefacto no será difícil derrotarlo... Pero claro, hay que quitárselo primero... ¿Algo más que debamos saber?
Derrotarlo... ese es un aspecto peliagudo. Si podéis quitárselo sería todo muy fácil, pero siempre lo lleva encima. Tendréis que derrotarlo primero para poder conseguirlo.
Y... para derrotarlo..
Seline tragó saliva.
-Su forma humana es "sencillo". Pero si no lo hacéis bien, renacerá al cabo de pocas horas.
- ¿Como que "si no lo hacemos bien"? Y en el caso de que consigamos eliminar su forma humana y nos hagamos con el artefacto, entonces el que pueda renacer no tiene importancia, ¿no? Tu misma has dicho que sin el artefacto no es nada
Quint levantó una ceja, intrigado. A fín de cuentas, esta parte de la conversación le interesaba bastante si quería cumplir la promesa que le hizo al sacerdote.
-¿Fuego?
No creo que suelte tan fácilmente el objeto. Puede que incluso aunque esté muerto seáis incapaces de conseguirlo.
La... única manera... es...
Cerró los ojos con fuerza, como si le costara mucho decir las palabras que iban a salir de su boca:
Mi...sangre.
Nahia reaccionó y sus ojos se clavaron en los de Seline.
-¿Tu sangre?
Su voz sonó tan fría como su mirada.
Se hizo un momento de silencio. Luego, la voz de la música cortó el aire con gélida precisión
Eso explica algunas cosas
Su sonrisa se había vuelto tensa. Casi se podía percibir cierto tic en su ojo izquierdo
Así que tu sangre, ¿Eh? ¿Y dices que si no se usa algo impregnado en ella, el tipejo vuelve a renacer?
Seline afirmó con la cabeza.
Exacto Xerine. Eso es precisamente lo que hay que hacer. El golpe de gracia deberá ser con un arma impregnada en mi sangre.
Dicho esto... ¿quien me deja su... arma?
Lo último no había sonado divertido, ni infantil. Ni risueño. Todo lo contrario. Le daba bastante miedo ese acto. ¿Será por el dolor?
Quint ya tenía su arma en la mano, así que la levantó.
-Esto es fácil de esconder y de usar. Además, tengo razones para querer matarlo yo mismo.
Aaron miró alternativamente a Faliar, Quint y Xerine. Puesto que él mismo no utilizaba arma alguna y que dudaba seriamente que Catherine o Nahia lo hicieran sólo quedaban ellos tres, sin embargo, le asaltó una duda.
-¿Y que pasará después, cuando te cortes o cuando impregnes el arma con tu sangre?
La seriedad del chico contrastaba bastante con el ánimo habitual que mostraba. No le gustaban especialmente aquellos momentos tensos, pero a veces eran necesarios.
De repente, Xerine tenía dos dagas en la mano. Había sido solo un parpadeo, tan breve que nadie podría haber dicho de dónde las había sacado. Se acercó hasta Seline, y extendió el brazo para dárselas
¿Prefieres que lo haga yo?
Dijo, no muy convencida de que la niña fuera a ser capaz de cortarse a sí misma