Partida Rol por web

Las brasas aún crepitaban cuando Xerine se acercó a ella. No, Alice... Le costaba pensar en ella con ese nuevo nombre. De alguna manera, parecía que no le pegaba, que no le hacía justicia. Pero así les había dicho que la llamaran, y parecía ser bastante estricta al respecto, así que tendría que acostumbrarse

Nahia

Se sentó junto a ella, sin decir nada más. Al otro lado de la hoguera, Aaron charlaba con Conrad. La primera guardia le correspondía al primero ese día. El resto se habían ido a dormir, o estaban preparándose para ello. Junto a su lecho, Faliar y Catherine se susurraban palabras de amor, palabras que, desde luego, no les correspondía escuchar. Y Quint... Bueno, a saber donde estaba Quint. Esa noche el cielo estaba despejado, y la poca luz que seguían dando los restos de la hoguera se disputaba el trabajo con cientos de estrellas que, perezosas, guiñaban sus ojos a los viajeros agazapados para descansar de un duro día y prepararse para el siguiente. Había cierta magia en todo aquello, algo que nadie decía en alto pero que todos sabían. Más allá del límite del campamento... La oscuridad

¿Cómo aguantas tanto azúcar? Alice cogió un palo del suelo y comenzó a remover las brasas, algo distraida Apenas llevo un par de días con ellos y ya me he empachado de tanto amor y colorines Miró de reojo al lugar donde estaban tumbados Catherine y su esposo No me malinterpretes, me alegro por ellos... Pero creo que acabaría por estrangularles si me viera obligada a ver eso año tras año

Sonrió y volvió a mirar a las brasas. Aunque lo que había dicho parecía más en broma que en serio, con Xerine nunca se podía asegurar del todo...

No, Alice. Se llamaba Alice

Nahia sonrió. 

-La verdad que a veces son demasiado melosos, y es algo extraño pensando que Faliar es mi padre y Cath mi mejor amiga desde siempre. Pero bueno, supongo que ya me he acostumbrado, y se me ha hecho más normal verles así.Además me gusta ver que la gente sonríe y es feliz, en Corvinus todo era mucho más lúgubre. Es un cambio agradable.

La joven se sacudió un poco sus ropajes, los cuales ya habían perdido cualquier atisbo de elegancia que pudiesen ostentar en el pasado.

- X...Alice, yo...Me dejaste intrigada con la conversación que  tuvimos antes de partir. No  entiendo muy bien que tienen que ver bueno.."eso" con el porque no volviste a disfrutar dela música en este tiempo. 

Mientras decía estas palabras, Nahia se preparaba por si acaso volvía a tocarle el turno de responder a tan inusual pregunta.

Alice la sonrió

Fue una pregunta algo directa, lo reconozco. Pero no espero que entiendas lo que voy a explicarte si la respuesta es sí

Dejó que pasaran unos segundos, y luego volvió a hablar

¿Y bien?

 La pequeña la miraba fijamente mientras la música hablaba. Una vez hubo terminado le volvia a tocar responder.

Su mirada se desvió hacia sus manos, las cuales jugueteaban entre ellas algo agitadas sobre su regazo.

El rubor volvió ha hacerse patente en su rostro y sus ojos volaron a un lugar a muchos kilómetros de allí, a un tiempo ya pasado.

- No,... la respuesta no sería sí. Yo... tengo novio en Du´lucart ¿Sabes?. Pero hace mucho que no se de él a causa de este viaje.

Sólo pasó una vez pero...

Volvió aquel desasosiego, ese sentimiento de que estaba traicionandole, pero..las cosas..

No era el momento. Dejó de mirar sus manos para centrar su atención en el delicado rostro de su acompañante. la luz de la hoguera mostraba a una Xerine aún mas bella. Pareciéndose a la que antaño conoció.

-Creo que ya contesté a tu pregunta. Entonces... ¿Porqué te apartaste de la música? ¿Porque te olvidaste de ella?

Alice asintió. Durante unos instantes, se limitó a remover las brasas con el palo, como si estuviera planteándose la mejor manera de explicarle lo que estaba intentando hacerle entender. Cuando habló, su voz sonó algo diferente a normalmente, cargada de cierta emoción

Tocar una melodía es como hacer el amor. Pasional, instintivo y hermoso, pero también bizarro y muy íntimo. El instrumento es el amante, el medio con el que alcanzamos el éxtasis que es el clímax de la canción. Interpretar una pieza, sea propia o ajena, orquestada o improvisada, nunca debería ser algo banal y pasajero. Debes sentir la música, dejar que acaricie cada uno de los poros de tu piel, que te susurre palabras al oído y te vapulee como a un junco a las orillas de un torrente enfurecido

Dejó el palo y se giró hacia Nahia, bajando el tono sin razón aparente

No te mentiré: No siempre he disfrutado de la música, al igual que tampoco he disfrutado siempre del sexo. Los dos placeres pueden ser utilizados como una simple herramienta, si sabes elegir a la persona, el momento y lugar adecuados. Pero no es placentero. No es algo que te llene realmente. Trivializar algo tan profundo lo convierte en una simple rutina cotidiana, nada más que polvo entre los dedos. Hay que saber cuándo parar

Miró hacia el cielo. Las luna, antes cubierta por un pequeño manto de nubes, comenzaba a asomarse de nuevo, tímidamente, ofreciéndoles su resplandor plateado

En tres años no he encontrado a ningún amante que mereciera mi atención. Mi último gran amor fue el violín que ahora es tuyo, y sé que no podría volver a acostarme con él sin corromper todo lo que hubo entre él y yo

A cierta distancia el cuerpo del cazabrujas dio un pequeño respingo. Tumbado en el suelo, el chico rubio dormía. Se había acostado de los primeros, no en vano su guardia era la última.

Cambiando de tema...

Su mirada volvió a posarse, esta vez de forma más disimulada, en el cazademonios

Las palabras de Xerine una vez más ahondaban en el corazón de la joven principiante. Nahia no concebía como la música podía volverse algo banal o sin importancia, quizás si era cierto que no siempre debía llevar consigo un torrente devastador de sensaciones, pero aunque sólo fuese para animar una fiesta, la música trasmitía alegría, trasmitía paz. 

¿De verdad podía llegar aquel día que todo ese sentimiento, el amor que sentía por la música se desvaneciese?

No sabía muy bien que era , pero algo perturbó su mente un segundo, ¿miedo?¿tristeza? Quizás una mezcla de ambas ante aquella idea, o de que esas palabras procediesen de la misma Xerine, quien compartía su pasión por aquel arte.

No habló, sólo podía atender a las palabras de su acompañante. 

Y mientras esos pensamientos rondaban en su cabeza, Xerine parecía querer tratar otro tema delicado para Nahia.

Miró a Quint, le gustaba más cuando dormía, porque entonces no debía ocultar sus sentimientos, podía mirarle sin miedo a que sus ojos se encontrasen. Y eso era todo un descanso.

-Debería olvidarme de ese tema, sólo que...no puedo.

Tu peor enemiga eres tú misma. Si dices que no puedes, entonces no podrás

Miró de nuevo a Quint, y suspiró

Solo encontrarás sufrimiento por ese camino. ¿Lo sabes, no?

Nahia suspiró.

-Lo sé, lo se. -Sus palabras sonaron pausadamante.- Han pasado tres años y aún a pesar de que creí que estaba muerto no pude más que llorar su recuerdo, y cuando ya se acabaron mis lágrimas, encontré a otras personas que intentaron ser parte de mí, y hacer que olvidase el pasado para poder cicatrizarlo, pero... Frecuentemente me venía su imagen a la cabeza.

Ya te conté que ahora tengo novio, un novio de piel clara y orejas puntiagudas. No se, a veces pienso que me fijé en él sólo por el gran parecido que tiene con ese inconsciente de ahí. -Dijo mirando a Quint. Luego su mano se colocó sobre su cara con los ojos cerrados y lanzó otro suspiro.

De todos los seres que existen me tengo que enamorar de un cazabrujas, ¡Manda huevos!.

Enamorar, había dicho esa palabra en alto. En apariencia no quiso darle importancia, pero aún no terminaba de admitir que, quisiera o no haría lo que fuese por no volver a perderle.

El silencio se asentó entre las dos durante un tiempo indefinido. Nahia no sabría decir si fueron segundos, minutos u horas, pero cuando Alice volvió a hablar su voz sonó como el torrente de agua en medio de un desierto ardiente

Me gustaría poder entenderlo. Algo tan profundo como ese amor... Sea trágico o no, también debe de ser algo bonito

Suspiró. Su mirada estaba perdida entre las brasas, pero no las veía. Su mente probablemente estaba lejos de allí

Nahia se recostó sobre el árbol que había a su espalda, colocó ambas manos en la nuca y observó el firmamento.

Le gustaba la noche. 

- Pues yo a veces preferiría no saber lo que es eso, ser más como tú, o como la imagen que tengo de ti más bien. Pero supongo que, aunque no sea correspondido, es bonito saber que no eres de hielo. Lo cierto, es que aunque me obstino no se si conseguiré mucho más que la ultima vez que estuvimos todos juntos.

Nada, una carta borrosa sobre, quien sabe qué. Además esta Dray...

La tristeza de sus ojos fue desapareciendo, volviendo a ocultarse tras una bella sonrisa. Mirando ahora a la música.

-Pero bueno, ya me decidí a que al menos esta vez lo intentaré. Sólo quiero que lo sepa y que me diga si son solo ensoñaciones mías.

La esperanza es lo último que se pierde, ¿No?

Nahia calló. Esperando una respuesta o el silencio necesario para preguntarle por algo que seguramente quedaría igual de oculto como se encontraba en esos momentos. 

Alice se acercó a Nahia y se tumbó boca arriba sobre la fría hierba, apoyando su cabeza sobre las piernas cruzadas de esta. Sus ojos pasearon por el firmamento, buscando dibujos entre las estrellas, recuerdos de vidas pasadas que nunca llegaron a ocurrir

Nadie es de hielo, Nahia. Somos personas: Soñamos, sentimos, vivimos. Quint también tiene un corazón, pero tú solo has visto su fachada. ¿Cómo puedes amar a alguien que ni siquiera conoces? ¿Cómo puedes querer a una persona que solo ha mostrado intolerancia y fanatismo?

El gesto de tumbarse sobre Nahia había surgido solo. Pero sentaba bien. Sí, así es como debía de sentirse una al tener una amiga

O una hermana

Nahia rió, un sonido seco y único.

- No se explicarlo muy bien, porque cuando estoy cerca suyo, desde la primera vez que le vi, mi cuerpo siente rechazo hacia él, mis instintos me dicen que me aleje, que desconfie. La verdad que es un candidato perfecto para olvidar o ignorar. Es prepotente, y con un caracter bastante dificil.

Pero ese rechazo se convirtió al principio en lo que yo creí mera curiosidad. Y no sé, son pequeños gestos , miradas que me hacen creer en él. Ni siquiera son para mí esos gestos, mas yo siento que vale la pena, que por muy oscuro que sea su pasado, y lo será siendo cazabrujas, quiero estar con él.

Es..-miró a su alrededor intentando buscar algo que le ayudase a expresarse, de pronto: la hoguera- como el fuego. Es peligroso, y debes mantenerte alejado de él para no quemarte, pero si te detienes un rato  y te quedas mirandolo, te hechiza. Es hipnótico. 

Volvió a romper el silencio de la noche con su risa.

-No sé, no soy muy buena con los ejemplos. Supongo que lo más fácil sería decir que el...-no era capz de volver a decir amor. Buceó en su mente intentando encontrar otra palabra-corazón no entiende de edades, ni razas ni carácteres.

Ni de sentido común

Alice sonrió

¿Has pensado ya cuándo vas a decírselo?

Miró hacia donde se encontraba Quint.

-Pues... no lo se exactamente, esperaré a que llegue el momento, puede que antes suceda algo que me aclare muchas dudas. 

No iba a decir más sobre lo que su mente pensaba, pero un joven rubio con cierta afición por el cazabrujas paseó por su mente.

-Pero lo que sé seguro es que será antes de que volvamos a separarnos.

Nahia quedó callada, observando a Xerine. 

Intenta hacerlo antes de que lleguemos a Ark. No sabemos lo que vamos a encontrarnos allí, pero probablemente tengamos que actuar como un grupo, para bien o para mal

No dijo nada más. Cerró los ojos y dejó que la brisa nocturna le acariciara el cabello

Asintió pensativa. Tenía razón pero, no iba a ser fácil cuando llegase la hora.

-Mmm... Alice.  ¿Puedo preguntarte una cosa? No tiene que ver con Quint, es sobre otro tema. 

Su voz sonaba algo nerviosa. No sabía si después de esa agradable charla, su estúpida curiosidad iba a terminar con aquel buen ambiente.

Dispara

-Bueno , se que no es de mi incumbencia, y entiendo que no tienes porque responderme pero...

¿Qué fue de ti tras la tormenta?¿donde estuviste todos estos años? Estas ...-¿como decirlo sin ofenderla?- algo distinta

La miró a los ojos, quería ver si realmente se había aventurado demasiado lejos.

Alice no abrió los ojos. Por su respiración, la chica podría llegar incluso a pensar que estaba dormida. Pero al final habló, demostrando que no era así

He estado en muchos lugares. ¿Sabes por qué me cambié el nombre otra vez, Nahia?