Partida Rol por web

Un día cualquiera del viaje, no llevaban demasiado en aquella travesía pero Nahia sentía que el camino se hacía eterno, y en el fondo, lo agradecía.

Pero sabía que el camino no era eterno, y llegaría el día en que su cuidad de destino se presentase ante ellos, grande, intimidante y seguramente mortal.

Todos tenían una razón para continuar en la compañía, algunos eran problemas propios que debían solucionar, y otros, como en el caso de Nahia y Cath, por asegurarse su tranquilidad sabiendo que las presonas que ahora eran su única familia, salían de allí con vida.

La pequeña de la familia se acercó a su padre quien hablaba con Cath sobre cosas, que en verdad, a Nahia no le interesaban. No podía dejar de mirar el vientre hinchado de Cath.

- Cath, ¿Qué tal estás? ¿quieres seguir con esto? Ya sé que lo hemos hablado pero... 

Miró a su padre y le susurró al oído.

-¿De verdad vamos a dejar que Cath luche?

Faliar hizo un hueco a su hija para que se sentase junto a ellos. Se avecinaba de nuevo aquella discusión, y Cath ya se había enfadado antes por el tema. Faliar suspiró y sonrió mirando a ambas a la vez.

- Esperemos que simplemente no tengamos que luchar, ¿vale? No estamos entrando en una ciudad sitiada llena de guardias que nos buscan. Pero iremos los tres juntos, porque así lo hemos decidido todos.

-Está bien, está bien. -Nahia seguía sin entenderlo muy bien, quizás si el momento hubiese sido otro y su amiga estuviese en plenas facultades..no es que le faltase alguna sólo que..agg, daba igual, la cabezota de ella siempre terminaba haciendo lo que quería. Y con la misma la negativa de Nahia por que Cath les acompañase no era más que una forme de expresar su preocupación por ella. 

Perdona Cath. No volverá a sacar el tema.

Quedó unos segundos callada cogiendo aliento y fuerzas para el siguiente asalto. Miraba a su padre algo indecisa, y al fin se pronunció:

-Papá. -Dejó que él tambien la mirase a ella- Siento sacar tantos temas ya zanjados pero... ¿ Que crees que es lo que encontrarás en Ark? ¿Que averiguaste de tu pasado en este tiempo?

Se preparaba para una negativa, o algun tipo de evasiva. Pero, puede que le sonriese algo más la suerte. Porque estaba casi segura, que su padre sabía mucho más de lo que les había contado cuando comenzaron ese viaje.

Faliar suspiró. Prefería evitar la conversación pero... se lo debía.

- Casi todos los datos que tengo son difusos. Genealogías, algunos retazos de recuerdos obtenidos en sueños, y el testamento aquel... Al parecer, la familia Eldwen era una familia nobiliaria menor de Moth, que... cayó en desgracia y fue borrada de los registros. Mi padre, Amadeus, fue el último Eldwen que gobernó la casa, y a todos los efectos yo soy el último heredero.

Hizo una pausa y rebuscó un poco en su monedero. Sacó una hoja que había sido doblada y desdoblada muchas veces, con el sello de un grifo al final. El testamento de su padre.

- El caso es que la familia Eldwen parece estar emparentada con la familia de la mujer que gobierna Ark...

Sujetó el testamento y lo miró fijamente, sin leerlo. Sus manos empezaron a temblar ligeramente, pero no dijo nada

Nahia se había quedado de piedra, sus ojos se habían vuelto inmensos y su torso estaba ahora totalmente estirado.

No sabía muy bien que decir. la nobleza? sí algo habían comentado, pero no se imaginaba estar...¿¿E¡¡mparentados con la gobernadora de Ark!!??

-¿Y...entonces...cual es el plan? ¿Qué piensas hacer? 

Las palabras salían a trompicones ¿De la nobleza?¿En serio?

Faliar se quedó pensativo

- En principio, mi idea era hablar con la condesa, solo para recopilar información. No tengo ninguna intención de reclamar ningún título ni tierras ni nada de eso, pero quiero saber que ocurrió con la casa Eldwen...

Suspiró nervioso

- Pero visto lo visto, no creo que sea tan fácil como llegar allí y decir: "Hola, vengo a ver si me puede contar algo de mi familia, y ya de paso si fuese tan amable de liberar a la hija de Conrad y al maestro de Quint"

-No, pero tampoco sé si, por lo que sabemos, la conversación con la condesa daría muchos frutos. 

Nahia quedó unos segundos en silencio y luego reaccionó.

Bueno, tenemos un orden de prioridades¿No? Sabiendo lo que tenemos que hacer allí supongo que podremos intentar ayudar algo más.

-Papá,¿ Porque lo llevaste todo con tanto secretismo? En nosotras podías confiar. Lo sabías. ¿Entonces?

Me habría ahorrado muchas noches con Dray siguiendote hasta perderte la pista y muchas ideas sin sentido.

El temblor de las manos de Faliar se acrecentó; aquello le provocaba cierta ansiedad, no podía evitarlo.

- Lo sé, cariño. Pero es que....

Inconscientemente, comenzó a doblar y desdoblar el testamento con los dedos

- Me da miedo.... lo que pueda descubrir... Que haya algo tan espantoso en mi pasado.... que no podáis perdonarme

En ese instante pensó en Xerine y en la conversación que habían tenido, y se estremeció. ¿Que habría ocurrido entre ambos? Era de las cosas que más le asustaba descubrir.

-Cariño.

Cath pasó su mano derecha por la espalda del guerrero, acariciandolo poco a poco, y jugueteando con los dedos.

-Lo que hicieras en el pasado no es cosa tuya. La pérdida de memoria te ha dado una segunda oportunidad. No eres ese hombre, ahora no. Sea lo que sea lo que hicieras, no puedes culparte. La responsabilidad de tus actos pasados ya no es tuya.

Faliar miró a su mujer a los ojos, con la mirada ligeramente empañada y vidriosa. Su apoyo para él era indispensable, pero ahí no podía estar de acuerdo con ella. Le cogió la otra mano y habló a trompicones

- Pero Cath.... ¿y si hay... alguien.... a quien le debo algo? ¿Personas... a las que hice daño? ¿Como puedo... no responsabilizarme de ello...?

-No las recuerdas. Tú ya no eres aquel hombre. Eres alguien nuevo. Es posible que ellos no lo entiendan... pero, han pasado ya más de 20 años... ¿no? ¿Acaso alguien puede guardar rencor tanto tiempo?

Dejó la pregunta en el aire, sinceramente, no conocía la respuesta.

Tenía que decírselo. Le quemaba la garganta.

- Xerine

Tragó saliva, buscando las palabras para explicarse

- No fue una confusión; mi pasado está relacionado con Xerine, de alguna forma. No se como sería posible; han pasado más de veinte años desde aquellos recuerdos; Xerine no parece tan mayor, y en Corvinus no me recordó, pero...

Inspiró profundamente

- Ayer, mientras buscaba leña, vino a "hablar" conmigo. Podría haberme matado; no lo hizo y no lo hará, no... puede hacerme daño. Pero creeme: me odiaba. Lo vi en sus ojos.

Nahia estaba bastante confundida. No es que esa actitud fuera inverosimil en Xerine, la verdad que era el comportamiento más lógico hablando de ella, pero..¿Hacia Faliar?¿Hacia su propio padre?

No es que nunca se hubiesen llevado especialmente bien ellos dos, pero¿odio?. Era tan opuesto a lo que sentía cuando era Nahia la que estaba con ella.

-¿La viste en tus visiones? Cuando mencionaste aquel nombre, Rose, ¿No?. ¿Es uno de sus antiguos nombres? 

No lo entiendo, ¿Que has tenido tu que ver con el pasado de Xerine para que te odie tanto como dices?¿No la conociste en la Dama?

Asintió y cerró los ojos, tratando de concentrarse en el recuerdo

- Si, Rose. Cuando la vi, yo tenía... 20 años, más o menos. Acababa de llegar a Chaville... huyendo de Moth. Ella también tendría esa edad, más o menos... Y creo que me enamoré de ella... Iba borracho por las calles, dando tumbos detrás de ella...

Miró a Catherine, y le apretó la mano

- Tranquila, es solo un recuerdo, nada más... Pero el caso es que... no se si Rose sería otro de sus nombres... o una mujer que se le pareciese mucho...

-¿Hace más de 20 años? Faliar, es imposible que fuera ella. no puede tener más de... ¿20?¿21? Es imposible querido.

Catherine sonrió. Y volvió a achucharse contra Fa.

-Y de nuevo vuelvo a decirte. Ese hombre no eres tú. Fuíste tú, pero hay una gran diferencia cariño. Una gran diferencia.

Dijo mientras le daba pequeños toquecitos en la nariz.

Faliar miró a Catherine a los ojos. Le aterraba lo que iba a decir, pero tenía que soltarlo, solo para ver que ocurría

- Por eso, Cath... ¿Y si no fuese Xerine, sino una mujer muy parecida? ¿Y si fuese... su madre?

Se quedó callado unos segundos, dejando que la pregunta se forjase en el aire. Pero no iba a tomar forma, si él no le daba voz

- ¿Y si Xerine... fuese mi....?

Cath se tapó la boca y ahogó un grito. La verdad es que no se lo había imaginado. Pero... las cosas cuadraban... las fechas tenían sentido. Estuvo un par de minutos sin contestar, absorta, perdida en sus pensamientos. Era incapaz de decir nada, las palabras no salían de su boca.

No podía ser...

Finalmente se derrumbó. Pronunciar la pregunta en voz alta le había costado más que el esfuerzo más agotador que hubiese hecho nunca. Entre lágrimas, acertó a tartamudear algo

- Por... por eso.... no puedo hacer.... como si mi vida anterior.... no hubiese... existido....