Partida Rol por web

Alice sonrió

Sí, fueron palabras casi proféticas Murmuró, evidenciando que ella también recordaba las palabras exactas, incluso después de todo ese tiempo Aunque supongo que esto dista mucho de ser un escenario... Al menos, no un escenario de música

Recuperó su seriedad habitual antes de seguir

Yo... Preferiría verlo ahora. Si no te importa, claro

-El libro...

Aaron pareció dudar unos segundos. Al fin y al cabo aquel hombre podría ser cualquier cosa y la presencia de la inquisición en el grupo había sido sugerida. Lo último que quería era ver su cara en un palo para disuadir a posibles brujos de perfeccionar sus artes. Por otro lado, Faliar había echo magia delante de sus narices y no le veía ninguna cruz por el cuerpo. Se podría decir que él estaba en peores condiciones.

-¿Ese libro que supuestamente encontré en Corvinus? Si existiera de verdad podríamos decir que si, lo tengo. ¿Para qué lo querrías?

El tono de Aaron viajaba entre lo divertido y lo prudente.

Faliar sonrió

- Para nada. Solo quería darte una prueba más de que no te estamos tomando el pelo. Pero... por precaución, mantenlo apartado de la vista de Quint. La última vez que lo vio no le hizo mucha gracia. 

Aaron levantó las cejas.

-Quint es el rubio, el que se supone que tiene tratos con la inquisición, ¿No?

Miró hacia las escaleras para asegurarse de que no subía nadie.

-¿Trabaja con ellos?

Faliar suspiró

- Quint es un cazador de brujos. Nuestro primer encuentro no fue muy agradable, pero es bastante más abierto de mente que otros de su categoría y conseguí convencerle de que no éramos magos demoníacos ni nada por el estilo -aunque Liana no tuvo la misma suerte- Al menos este pregunta y observa, antes de acuchillar... la mayor parte de las veces.

Hizo una pausa, pensando en las implicaciones; Quint no mencionó pertenecer a la Inquisición en ningún momento. Era un cazador itinerante.

- Cuando lo conocimos en Corvinus no mencionó que tuviese vínculos con la Inquisición; creo que era un cazador itinerante. Quizás en estos tres años haya hecho algún contacto, pero no creo que sea miembro de la orden como tal. Su maestro es un hechicero, según me dijo, y me apuesto lo que quieras a que Julius también sabe hacer magia. De hecho, mencionó que su maestro desaprobaría a sus "amigos". Creo que quería decir que la Inquisición no se andaría con contemplaciones con ellos; los ejecutarían sin más. Así que no creo que Quint se arriesgase a ponerlos en peligro.

Sabía que Quint, en cierta manera, los quería alejar de Ark para protegerlos no solo de lo que había allí, sino también de la Inquisición. No tenía ninguna razón para sospechar de él.

- No te preocupes. Puede ser muy testarudo e insufrible a veces, pero es una persona leal. Le confiaría mi vida. Aunque debo decir que tu no le caías muy bien, así que si te increpa o algo, puedo interceder por ti.

-¿No le caigo bien?-Aaron bajó la mirada y sacudió la cabeza antes de contestar-En cualquier caso, si tiene contactos con la  inquisición es posible que no le quiten el ojo de encima, así que tendríamos que tener cuidado.

El chico se había relajado un poco, podía notarse en sus músculos y en su mirada pensativa y distraída, sin embargo todavía guardaba las distancias con el guerrero.

Puedo interceder por ti

Se aclaró la garganta.

-¿Cómo aprendiste a hacer magia?-Soltó de sopetón.

Faliar se encogió de hombros

- No lo sé. Recuperé parte de mis recuerdos en Corvinus, pero solo los relacionados con la isla. Todavía hay casi veinte años de mi pasado que permanecen ausentes, y de eso solo tengo retazos con los que... a veces sueño, por lo que no sé como aprendí a usar la magia; desde que tengo memoria, simplemente sé usarla, como si fuera algo instintivo. Sin embargo, estos tres años he estado progresando un poco, gracias a las enseñanzas de un maestro, y yo he tutelado a mi hija y a mi esposa para que progresen también. Creo que se puede ser autodidacta, pero es muy difícil; lo normal es que alguien te enseñe, lo que me lleva a preguntarme quien me enseñó a mi... Además, a la magia también se le llama el Don; o naces con él, o no lo tienes y no puedes usarla.  

Aaron asintió en silencio.

-Entonces es algo genético pero que tienes que desarrollar...¿Te costó mucho trabajo? Si tuviste un maestro me imagino que habría sido más fácil pero nunca se sabe.

- Bueno, requiere estudio metódico y práctica. Y sobre todo fuerza de voluntad. ¿Por que lo preguntas? ¿Has aprendido algo de aquel libro?

Aaron negó con la cabeza.

-Me habría gustado, pero suponiendo que lo tuviese soy demasiado malo en esas cosas como para aprender. Me cuesta mucho centrar la energía en m...

Se atragantó con su propia saliva y miró a Faliar con miedo. Con esa frase había dado por echo cosas. Demasiadas cosas.

-Suponiendo también que pudiera aprenderlas, claro.

Carraspeó.

-Mejor vamos a dejar el tema.

- Como quieras. Bueno, será mejor que volvamos abajo, para que nos hagan el "salvoconducto". Si quieres, podemos continuar luego con esta conversación.

Se levantó y se dirigió a las escaleras; antes de empezar a bajar, giró la cabeza y miró al chico

- Por cierto Aaron, tu me ayudaste a recuperar parte de mis recuerdos. Estoy en deuda contigo, así que te ayudaré a recuperar los tuyos. Es lo mínimo que puedo hacer.

El ojo de Aaron se iluminaron, aunque mantuvo la compostura.

-Gracias.

Sonrió y acompañó a Faliar al piso de abajo.

Ai querido, si tu supieras...En fin, creo que me he quitado otro problema de encima. Queda Quint.

El anillo no tuvo nada que decir ante las palabras de Aaron, a pesar de que el conjuro que había convocado no había funcionado. Pero sus palabras fueron mucho más que tranquilizadoras para Faliar.

La joven aprendiz a maga miró a un lado y otro del cuarto, observando en que punto se hallaba la situación. Viendo que la cosa estaba bastante parada y que hasta su padre y Aaron habían desaparecido concluyó que habría suficiente tiempo para subir arriba un momento.

-Pues vamos, pero...no se exactamente donde está. Creí verlo antes pero no se donde, quizás fuera sólo una ilusión. Supongo que Julius tendrá más idea de donde lo puso. Así que antes tendría que preguntarle a él.

Seguía sin hacerle gracia ese muchacho y cada vez que pronunciaba su nombre se hacía evidente que el sonido era diferente al del resto de la frase, pero ahora estaban en el mismo barco, así que debía tratar con él.

Nahia esperó unos segundos por si Xerine tenía algo que decir antes de encaminarse hacía el "íntimo amigo" de Quint.

Beatrice se limitó a asentir, sin decir nada a cambio. Probablemente era demasiado pronto como para llamar la atención por un detalle tan nimio como el rintintín en la voz de su vieja compañera, y prefería guardar cierta distancia. Puede que no se hubiera dado cuenta

Faliar bajó junto a Aaron al piso de abajo. Conrad seguía escribiendo.

- ¿Necesitas que repita lo que necesito? -preguntó

En ese momento Julius bajó con una pequeña mochila de cuero. En su interior parecían asomar un puñado de velas y emitía un olor a azufre que llegaba hasta las narinas de todos los presentes. Era lógico que el rubio había recogido ya los elementos que necesitaba para el ritual.

-Lo bueno es que vosotros no necesitaréis que después os borre la memoria. Hechizar a comerciantes y nobles es a veces tan laborioso...

Y diciendo esto, comenzó a colocar las pequeñas velas formando un círculo en torno a la mesa de piedra sobre la que Quint todavía permanecía.

Quint esperó pacientemente a que Pierre terminara con su carta para coger una hoja de papel y la pluma.

-Mientras haces el ritual, escribiré algo que mantenga a los otros lejos de Ark por un tiempo. Dadme un momento.

Apoyado en la misma mesa en la que había estado muerto, el chico comenzó a escribir el documento.

Nahia dió un par de pasos hacia Julius, dispuesta a preguntarle por el paradero de su violín, pero antes de que llegase hasta él, pareció comenzar la ceremonia. Se volvió hacia Xerine  con cara de circunstancia:

-Creo que deberemos esperar a que termine todo esto.No creo que le haga mucha gracia que le pregunte mientras está con la ceremonia esa. Espero que no te moleste.