Partida Rol por web

Realmente no se marchan, se vuelven a la bancada ambas dos y se sientan a reposar el baile y a beber.

Te da la impresión que Lady Herthelyn esta excesivamente "sobria" contigo, más alla de la prudencia y el recatamiento que exige el encuentro cortes, galan, caballeresco...

Ves más cómoda y relajada a la señora Godiva.

¿ será que la señora quiere algo y la lady nada de ti?

Dejas a las damas y te aproximas a tu mesa del banquete, descubriendo animación y jolgorio.

Tras la discusión sobre la nobleza, en la que solo sir Russ y sir Pollow mantuvieron un nivel aceptable en cuanto argumentación y coherencia, los otros miembros de la mesa y de la conversación, deciden llevarse a su terreno el siguiente reto. 

Los irlandeses, y en especial sir Eccen, creen conveniente mostrar su talento natural y la supremacia irlandesa en algunos temas, instaurando una competición de resistencia a la bebida.

La ocurrencia fluye rápida por las mesas cercanas, y unos cuantos caballeros más se apuntan a la contienda, como por ejemplo Sir Murchand.

Sir Caletus se ofrece para dar legitimación a la prueba, puesto que una competición de este tipo, no seria dada como buena sin la participación al menos de un romano, y lo dice convencido de ello.

Damas y caballeros de mesas próximas, se acercan a curiosear unos, y a disfrutar con los excesos otros, de la competicion.

La prueba se hará bebiendo cerveza, que de eso saben mucho en Irlanda, y menos en Roma. Si se vomita se pierde, y si se desmaya  se pierde. Reglas sencillas.

¿ participais alguno en esta competición?

Cierta desazón sentía en mi corazón, pues no podía obviar lo evidente; lady Herthelyn no mostraba interés en mi, al menos no el suficiente ni el requerido para un encuentro tan cortés como el antes vivido. Más también percibí, aunque en menor medida, ciertas miradas y gestos por parte de la señora Godiva que daban a entender, de una manera más o menos velada, que tenía cierto interés, o al menos cierta curiosidad, por mi persona.

Con tales pensamientos andaba yo deambulando por el banquete hasta que el jolgorio y el vocerío que reinaba en una de las mesas me saco de los mismos. Andaban caballeros; irlandeses y romanos, iniciando competición a ver que participante era el más beodo. Interesante, a la par de divertido, sería aquello, no cabía duda...

-Apostaría por los Irlandeses. -digo a mis compañeros que, igual que yo, de momento se mantienen al margen. -¿Que opinades vosotros, cavalleros?.

Aunque se apercataba de que el torneo no había concluído, la promesa de una buena competición con valientes caballeros tentaba a Breunís. Allí estaba su hermano y escudero que le llevaría a la su tienda para despejar la testa hasta mañana, pero quería estar fresco por si el cornudo de cornualles le desafiaba como seguramente hiciera. 

La sola idea de ver a Sir Paibol alardeando de haberle vencido en combate singular despejó la idea de beber por completo al joven caballero.

-Yo también apostaré por los irlandeses, pero me uniré como romano a legitimar aquesta prueba en aras de la verdad.-

-Guardad tiento con la ingesta, sir Breunís, pues non conviene sobrepasarse con los bebedizos siendo mañana día de batalla et duelo. Que aquestos irlandeses beben más de lo que fablan, et aquesto mucho dexir ya est.

Le dí una palmada en el hombro: -¡En cualquier caso, vos deseo suerte!.

A la espera del timido sir Loren, esos eran los participantes del evento. Todos salvo sir Harchet, habian pasado la primera ronda. No estaban tan cargados como sir Harchet, que vomitó tras la primera jarra.

Lady Herthelyn,  al parecer se ha recogido a sus aposentos, pues no se le ve, y la señora Godiva anda parlamentando con el grupo de lady Patin. 

Ya había caído el primero de los beodos; llamado aqueste sir Harchet, quien había ya devuelto todo lo comido y bebido durante la noche y, a juzgar por el aspecto y la cantidad de la masa heterogénea que había expulsado por la nariz y boca, había también arrojado lo comido quizá en los dos o tres días anteriores. 

Y tal que así tuve suficiente de tan "digno" espectáculo, pues aunque reí viendo las chanzas y vomitonas primeras, aquello perdería la gracia a buen seguro cuando viniera, la segunda, tercera y cuarta vomitada...

...así que, a fin de no gastar demasiado tiempo y sueño aquella noche, me dirigí a la mesa de las damas. Allí se encontraba la señora Godiva. Quería intercambiar algunas palabras con ella antes que, al igual que lady Herthelyn, marchara.

En el momento que iba a abandonar la mesa en busca de mozas a las que cortejar. Pues algún tipo de recuerdo alegre me tendría que llevar de este torneo a mi país, observé que se disponían a disputar una contienda de alcohol. Me reí y la verdad es que me moría de ganas por entrar al trapo, pero había bebido  mucho y era evidente que no era rival para un irlandés. Pero a pesar de ello, me quedé allí para animar a estos caballeros ávidos de líquidos espirituales. 

- ¡Vamos! - Grité. - Los he visto más rápidos bebiendo. - Me río a carcajada. 

El comentario de Sir Breunís me hace pensar.

- Yo apuesto por Sir Pollow. ¿Que nos apostamos caballeros? - Y miro alrededor de mi por si alguien se anima a realizar una verdadera puja de tal magno evento.

Sir Gwilherm, no parece dispuesto a recojer los  desafios, ni el de beber ni el de apostar.

Solo sir Breunis se anima a participar en la contienda etílica. De momento ya pasó la primera ronda, y se le ve entero. al parecer

sir Loren si que va a tener alguien con el que apostarse.

-Non seria irlandes et bueno si non aceptará una apuesta et non sacara la cara por la mi gente.

1/2 L por el vencedor iralndes, contra todo aquel que me lo acepté. Si sois del parecer de que la apuesta es grande, puedola rebajar htas 1/4 L sin problema et con las mismas condiciones.

Separabase Sir Gwilherm de la apuesta, pensandose si era juicioso apostar 1/2 o 1/4 de L en semajente desafio.

No obstante marcho hacia lady Godiva que andaba acompañaba con un grupo de damas a las que conocia y temia por sus habladurias.

- Agradecido sir Loren, esfuerzareme por no defraudar a vuesa merced. 

El agradecimiento, por confiar en sus habilidades bebedizas, se cierra con un sentido oruto por su parte.

-Perdonad aquesta interrupción, dignas damas... -dije suave, aprovechando un momento de receso en la viva charla que las señoras mantenían -et perdonad también mi siguiente osadía; pues habré de robaros, si me permitís, a la señora Godiva del vostro lado. Más non temáis, señoras mías, pues tornaréla sana et salva sin tardar en demasía, pues en vostra compaña, sin duda grata se halla en grand medida...

- La apuesta del medio litro la veo oportuna. 

Doy una fuerte palmada a Sir Polow en la espalda.

- ¡Y apuesto a que él será el ganador! ¡Pues si pierde deberá de beberla conmigo!

El júbilo se apoderó de Breunís. -¡Siguiente rondaa!.- Tras el graznido, más que grito de ánimo, alzó la jarra y el codo tras ella vertiendo el líquido en la garganta....devolviéndolo una vez hubo acabado, parte en la jarra, parte en el suelo.

Despertó al día siguiente en la tienda sin saber como o quién le había llevado hasta allí.