Partida Rol por web

Si me perdonan ladys, aqueste caballero reclamame para algo, asin que con el vuestro permiso me retiraré a parlamentar con aqueste embajador.

Las ladys, ponen cara de benevola condescendencia y agrado,  y con un sutil gesto hacen entender que recibes el permiso de ellas, que por otra parte no necesitas. En verdad les acabas de dar munición para sus parloteos e insinuaciones.

Dicho lo cual te llevas a la dama hacia un lugar apartado de la mesa lejos de las chismosas y .....

Para regocijo de algunos los irlandeses siguen adelante en la competición, al igual que sir Pollow. En verdad todos siguen salvo sir Breunis, que vomita y por tanto pierde.

Sir Breunis, intenta volver en si, tras el vomito y un puntual desmayo. Si sir Brenuis quiere hacer algo más que permanecer sentado comtemplando el espectaculo, debera pasar una tirada de energico a la mitad de porcentaje, para hacer una unica acción más, antes de recogerse a su tienda.

Sin ser apercibido por muchas personas, un joven alto y fornido, acompañado de un muchacho, entró en el salón. Sus ropas eran adecuadas para un caballero, sin ser en extremo ostentosas, y su modo de andar denotaba que estaba habituado a manejarse en la corte. 

El muchacho que le acompañaba le susurró algo y el joven caballero asintió: - Ve, Daffyd. - El muchacho se apresuró hacia la mesa de los pajes y los escuderos, a dar buena cuenta de las sobras del banquete que pudiera encontrar.

Con una fugaz sonrisa, el joven caballero vio marchar a su escudero. Examinó la sala por un momento, identificando el lugar donde las damas se lucían y la mesa desde la que se pavoneaban sus pretendientes. El Conde y sus fieles se encontraban al fondo, pero Cadwallon, pues así se llamaba el caballero, supo que no era un lugar apropiado para él. No aún.

Así pues, se dirigió hacia la mesa que juzgó más adecuada para un caballero mercenario en busca de fortuna: la mesa de los extranjeros, donde un grupo de irlandeses parecían haber comenzado un concurso de bebida. Cuando estuvo cerca de ellos, Cadwallon observó a uno de los participantes, que parecía a duras penas mantenerse en pie. 

La estampa era algo lamentable, pues el joven parecía un caballero celta como él. - ¿Os encontráis bien, mi señor? ¿Queréis que haga llamar a vuestro escudero para que os acompañe fuera a tomar el aire? - No consideró apropiado ayudarle a levantarse o buscar ayuda en su nombre si el caballero no se lo pedía. O, al menos, si no lo intentaba siquiera un poco.

Había conseguido separar a la señora Godiva de las damas. Aquello era un triunfo, más aún teniendo en cuenta que lady Patin sentaba allí. Era conocida esta por ser capaz de desarmar y destripar a cualquier caballero sin necesidad de espada, sólo con su lengua.

-Mi señora Godiva. -atiné a decir. -Al punto estaba de tornar a la mi tienda en busca de sosiego et descanso, más non podia fazer tal sin despedirme de vos et volver a fablaros en aquesta noche. Confieso que me habedes deslumbrado et intrigado en demasía. -mientras hablamos intento conducirla a un lugar tranquilo, lejos del vocerío y del jolgorio del gentío.

-Decidme pues, mi señora, ¿cual es la vostra historia e de donde venides?. Placeríame enormemente conosçer más sobre la vostra persona.

La segunda ronda había dejado una baja en la mesa, que no era otro que Sir Brreunís. Reí con ganas, pues mi apuesta seguía en pie. Doy varias palmadas a los hombros de mi hombre, felicitando su buena intervención en la competición. 

- ¡Vamos Sir Pollow! ¡Estos compatriotas tuyos no son merecedores de beber en la misma competición que tú!

Miro de soslayo a un caballero nuevo que se une a la mesa, e intenta ayudar a Sir Breunis. Lo miro desconfiando, pero veo que sus intenciones no son otras que ayudarlo. Me giro hacia él.

- Sir Loren Leblanc, - me presento, - no se preocupe por él, aguantará la bebida. Lo que no estoy seguro es si aguantará la humillación de perder contra unos irlandeses. Jajaja. - Y vuelvo a golpear a Sir Pollow.

Miró al hombre al que había ofrecido ayuda; probablemente ni le había oído. Después, se giró para ver a la persona que le había hablado. - Sir Cadwallon de Catterick - respondió ante la presentación de su interlocutor.  Luego frunció el ceño con curiosidad - El vuestro es un nombre extraño, al menos allá donde me crié, ¿sois... occitano, por ventura? 

Giro mi cuerpo hacia Sir Cadwallon y haciendo una leve reverencia, indico mi país de origen. 

- ¡De la Galia soy! Más orgulloso estoy de pertenecer a mi país. Pues los torneos, - elevo mis manos para señalar a todos los presentes en la sala, - nacieron en mi tierra. Y aquí me tenéis, - me señalo el pecho, - dispuesto a enseñar a los caballeros novatos lo mejor de los torneos. 

Tras mi presentación, me dejo caer en el hombro de mi apuesta para seguir charlando con el presente. 

- ¿Y vos? ¿Celta por curiosidad? ¿No bebéis?

- el viaje hasta aquesta tierra fue largo et duro, al menos para mi  que non soy ducha en  caballerias.

-Habito et poseo un pequeño señorio en el condado de Hertford. Fuere otorgado a mi difunto esposo por sus mañas en el combate, pero pereció él, en agora yo soy la que mando et me guardo de sacarlo en alante.

-agradezco las vuestras galanterias et valoro tambien vuestra destreza en la lucha, pues de esa destreza fablaronme et violo yo, pero para ser la primera charla entredeambos, he fablado más de lo que una dama bien, fuere bien fablar. 

Tendreis que esperar a la próxima amanecida para que sus diga más de min, auqneu aun, en aquesta noche, aun puedo oir et saber más de vos, pues tampoco se mucho de vuesa merced.

-Pláceme oir, que además de bella señora, sodes muxer capaz et valiente, pues tarea non fácil es mantener et mandar un señorío con sus quehaceres et dificultades. Más grand pena siento de escuxar que el vostro camino hasta Vagon fue largo et duro, grand pena siento de tal por non habervos conosçido antes, pues vos hubiera brindado gratamente compaña en tal trayecto so fin de fazeroslo más fácil et sosegado.

Asentí complacido cuando la señora dijo que ya había hablado demasiado.

-Yo sode Gwilherm de Caterick, mi señora. Nascí a orillas de un hermoso lago, bajo las imponentes montañas que lo guardan. Vine a'queste mundo en una anochescida de tormenta, cual dio al traste con varias cosechas. Ansí anuncióme el relámpago, et todos miraban temerosos el cielo. Mi padre, de noble e valeroso corazón, ha dejado éste mundo hace escasos meses. Mi madre, noble y dulce dama, aún le llora.

-He marchado de mi tierra en busca de gloria et honores, pues deber de todo caballero es mantener altos sus valores ansí como de proteger al indefenso. Et agora, que vos conozco, se que buen tiento he tenido habiendo venido hasta Vagon, pues non sólo buenas justas et fechos de armas aquí se gestan, pues tan digna dama como vos non credo en otro lugar hubiera conosçido.

Tras la velada "declaración" de interés por mi parte hacia la señora Godiva, cambio de tema a fin de evitar una situación tensa que pudiera ruborizar el recatamiento de la dama:

-Mañana día duro me espera, día de batalla campal et desafíos singulares. Plasçeríame, enormemente, veros allí mañana. Et si ansí sucediera, sabed que seréis mi inspiración et a vos vos dedicaré los grandes fechos de armas que faga.

Las rondas se suceden entre los participantes. Todos parecen mantener una entereza asombrosa y a fe que son dignos contendientes.

Pero la ingesta va pasando factura y ya solo quedan 3 de los originales competidores. Murchan, caletus y eccen.

La competición ha discriminado. La selección natural ha obrado hasta dejar solo a dos. Sir Murchan y sir Eccen

Ambos irlandeses.

Cuando mas enteros parecian los contrincantes y algunos pensaban que la cosa se haria eterna, Sir Eccen ha caido desplomado. 

La vejez ha jugado en contra del loco irlandes. Tenemos un ganador, que cómo no, celebra su victoria levantando su jarra y bebiendo.

Sir Murchan.

Los escuderos, llamados y avisados para tal fin, se llevan a sus señores y participantes en el evento a tomar el aire y dormir a mona.

tomo nota de tu retirada pero antes, hazme una tirada de suspicaz, o de percepcíon la que quieras. Puedes hacerla visible.