Partida Rol por web

Marchando hacia cormualles.

En dia y fecha acordada, os reunis con la expedicion de Uther. Destino el Ducado, aun de Logres, de Cornualles.

Presidiendo la marcha, esta  el rey Uther y el príncipe Madoc. No faltan al llamado los fieles, sir Brastias, el duque Ulfius  de Silchester,  sir Elad castellano de Vagon y mariscal del condado. Sir Hywel, el Condestable, se hará cargo de reunir y organizar la segunda oleada de refuerzos. Por supuesto también la comandará.

Sir Bradwen, ex castellano de Dimilog, asesora y dirige a la compañía real. Fiel al compromiso que adquiristes, localizais a sir Bradwen y cerca de él hareis todo el viaje.

La comitiva real, pues aunque numerosa no podría considerarse un ejército real, se compone de caballería y soldadesca. Los ejércitos reales son los más numerosos y movilizan a más de la mitad de los caballeros y soldados del reino. Tal vez con los refuerzos futuros de Sir Hywel, se acerquen más a ese número.

Por tanto, toda la tropa reunida para acompañar a los Pendragón en sus asuntos reales, encara el viaje hacia Tintagel. Lo hacen siempre que pueden por caminos reales y sendas buenas, pues no conviene forzar por caminos toscos pudiéndolo hacer por senderos buenos.

Ilchester e ilminister son lugares visitados por los Pendragón. De ellos algunos leales se les han unido para dar más empaque a la compañía. Otros más lo harán en los días sucesivos, pues se ha dejado bien claro que marchan hacia el castillo de Dimilog, en el condado de Cornualles, Logres, para recibir novedades del Duque Ulfius.

También pasan por el condado de Devon, y en Exeter aumenta el contingente con partidarios leales y buscadores de fortuna, que creen mejor cosa guerrear que perder la vida en tierras y campos de labranzas, del señor feudal local. Todos son bienvenidos si aceptan dar la vida por los reyes.

Tras atravesar el bosque de Morris, viajaran por las tierras de Dartmoor y encararan ligeramente hacia el norte hasta llegar a la costa, y de ahí  a las tierras de Tintagel.  

Ahora mismo estais cerca del bosque de Morris, al parecer hareis alli noche, y esperareis a alguna tropa que segun os dicen, llega rezagada. Todo lo que sume, es buena cosa.

Doy un paseo entre las tropas acampadas, tengo una sensación extraña. No somos un ejército real pero todos parecen tener muy claro que va a haber una batalla. Me pregunto por qué Uther no moviliza más tropas si da por seguro que es necesario un escarmiento al duque. Cuando atisvo a sir Brastias revisando sus tropas me acerco a él con rostro severo pero expresión humilde. Le pregunto:

Sir, ¿habrá entonces batalla en Tintagel? ¿Así están las cosas? ¿La afrenta del duque ha sido tan grave o es que su posible deslealtad compromete la seguridad de nuestras gentes?

Non es tema que yo sepa, pero non descartaria tal cosa, pues Uther se encuentra muy contrariado et herido en el su orgullo.

Parece claro, que acampará vuestra comitiva , en el bosque de Morris. No parece  Uther muy partidario de esta opción, pues parece tener prisa en llegar. Es Madoc quien aconsejó tal opción, pues parece ser un lugar recogido, desde el que hacer campamento, y no muy lejano de las tierras más cercanas al duque Gorlois.

Desde ahi, se mandaran gran cantidad de exploradores y heraldos. Unos para explorar la zona, otros para dar noticias, y conseguir más tropas.

Parece que toca descansar un tiempo, o al menos hasta que se le acabe la paciencia a Uther.

Me mantengo pendiente de las idas y las posibles venidas, a ver si hay noticias pronto. Paseo inquieto porque no me gusta esperar, y tampoco me gusta acampar en un bosque. Aquí es complicado detectar un posible ejército que nos saliese al paso. Puede parecer algo muy poco probable, pero a mí me tiene inquieto la incertidumbre de esta misión.

Me esfuerzo en conocer a las tropas que podrían acompañarme si finalmente tenemos que ir en vanguardia. Pero a parte de esperar, poco se me pasa por la cabeza hacer que pueda resultar útil...

Las últimas aventuras de Gwilherm habían trastocado su forma de ver el mundo y habían hecho mella en su natural manera de ser. De tal forma, el viaje lo hizo prácticamente en silencio, contestando o participando con escasas palabras en alguna fortuita conversación. 

Tras llegar al bosque y enterarse que esperarían allí las noticias de los exploradores, su mente se encontraba en Malderoi, en su hijo y sus gentes. Cuando casi pudo saborear el hogar, el deber le volvió a llamar a filas. Pero había algo en aquel ambientes, aquel bosque lo inquietaba y así se lo dijo a su primo.

_ Walter, no place encontrarme en tierras extrañas, acampando entre los árboles donde no podemos ver más allá de nuestras narices. Aunque hallan dispuesto vigias, creo que deberíamos organizar turnos de guardia. Sólo en ti puedo fiarme de que harás bien tu trabajo. Y sabes, que yo no te defraudaré._

Dicho lo cual, se adjudicó el turno de las horas anteriores al amanecer, y antes de retirarse a dormir. Le preguntó a Sir Bradwel si lo acompañaría a cazar al día siguiente, eso podría centrarlo en su próximo cometido, a la par de desperezar los sentido y conseguir un buen almuerzo.

Hicieron turno los caballeros, que fue poca cosa más que pasarse de noche entre las hogueras de los soldados, charlar con algun otro caballero insomne y ver la luna.

No vieron nada especial, salvo algun que otro jinete entrar y salir.

Lo que se hizo fue entablar conversaciones. Hablasteis con soldados inexpertos de baja cuna, a los que consolasteis y animasteis, con otros veteranos y curtidos, con los que compartistes chascarrillos y vino, e incluso con algun caballero poco aficionado a dormir.

Tirad ambos por intrigar a ver si pillais algun rumor. 1d10 por acierto y marca.

La mañana amanecio movida y no acertabais a saber por qué razón. Vuestra media noche en vela, os retrasó el sueño.

Tiradme ambos por energico, no siendo que os hayais desperato más tarde de lo que los caballeros restantes acostumbran.

Tanto me costó mantenerme despierto en el tiempo del turno que acepté hacer tal como mi primo dispuso, que de lo que poco que escuché en la noche ya lo había olvidado antes de derrumbarme en mi lecho de viaje. Con tanta devoción me entregué al sueño que pareciera que no había dormido en semanas...

Sir Walter preso de un profundo sueño no se ha enterado de nada de lo acontecido, ni de lo que vaya a acontecer, al menos de momento.

Y preso de sus sueños, plácidamente sueña con su hogar en Lickey Hill. Allí se ve rodeado de sus hijos a la mesa de su castillo junto con su hermosa esposa, viejo, y satisfecho de poder contar a los allí reunidos otra vez las hazañas de su juventud...

Si alguien lo contemplase mientras ronca diríase que sonríe bajo su poblada barba.

La mañana amanecio movida y no acertabais a saber por qué razón. Vuestra media noche en vela, os retrasó el sueño.

Tiradme ambos por energico, no siendo que os hayais desperato más tarde de lo que los caballeros restantes acostumbran.

 Ninguno de los dos caballeros se levanto en forma y hora adecuada, esto es cuando todos, quedandose sir Walter más dormido que lo cristianamente aconsejado.

Fue por tanto sus escuderos los que bien entrada la mañana, cerca de la hora de la comida, por instrucciones de otros señores acordaron en despertar a sus señores.

no pudieron pues enteararse de algunos detalles y sucedidos.

No obstante, si  q ue pudieron enterarse de algunas cuestiones, que por su importancia eran de obligado enteramiento.

Por razones que no entendeis al 100%, no se va a esperar  más a que el ejercito engorde, ( poco a poco se os van uniendo unidades y refuerzos rezagados).

Se va a  marchar hacia Tintagel, en el ducado de Cornualles,  lo antes posible, para pedir explicaciones al duque de Cornualles, 

Pocas explicaciones son tan efectivas de dar y de recibir como aquellas que se hacen con una mesnada de caballeros detras, y con ansias de lucha.

Toca pues prepararse y reanudar la marcha.

Aunque ando un poco desorientado por tanto exceso de sueño, no paso por alto el alboroto y la sorprendente urgencia por poner en marcha el ejército antes de que se nos unan más posibles refuerzos. Es por eso que aunque cumplo mi parte y me preparo con nuestros hombres, intento intercambiar opiniones con otros caballeros al respecto de lo anterior.

Mientras la tropa se prepara moviéndose de un lado para otro pertrechándose, me acerco a un caballero conocido en busca de alguna respuesta. Por causa del ruido a nuestro alrededor a penas intercambiamos unos comentarios antes de reanudar nuestras tareas y preparativos....

Mientras te vas preparando para la marcha, y tu escudero recogiendo tu tienda, has podido conversar con otros caballeros.

Por ellos sabes, que Uther, más que el principe Madoc, tiene mucho interes en declararle la guerra al duque Gorlois de Cornualles.

Parece que hay motivos más personales que politicos para tal cosa.

Enseguida otro escuchante de vuestra conversación, tambien caballero, lo niega, afirmando que hay tropas mercenarias y del mismo reyno de Cornualles aliados con los del ducado para haceros la  guerra.

Del intercambio de opiniones salgo aún más confuso que estaba. Sigo pensando que algo raro pasa pero bien puede ser sólo un presentimiento causado por el hambre de haberme perdido el desayuno por quedarme en el lecho más de lo cristianamente correcto.

Resignado termino de prepararme y reviso lo que se espera de mi responsabilidad. Tan pronto el ejército se pone en marcha ocupo mi lugar junto a Gwilherm. Pero no puedo evitar comentarle los rumores que he escuchado de labios de los caballeros.

- Esto es muy raro, primo. Caballeros que hablan de mercenarios que nos esperan, y caballeros que hablan de rencillas personales de nuestro Rey. Eso no parece propio de Uther... esto no va a ser una fácil marcha militar. Espero equivocarme, pero algo me dice que no será así...

Miro al cielo y apesadumbrado continúo cabalgando en silencio.

Se te informa que un grueso de tropas procedientes de tu Hertford, han llegado al campamento. Hay soldadesca y algun joven caballero. Supones que se pondrá a tus ordenes y se uniran todos a tu grupo.

Despues de preguntar y dar vueltas por el campamento militar, no un campamento militar cualquiera, el campamento del ejercito Real, das con alguien que te indica que ese caballero de alli, es sir Walter.

Es de tu mismo condado, es experimetado, y debes de unir tus huestes a las suyas.

 Entre ambos, representareis  al condado de Hertford.