Partida Rol por web

Llegué puntual, minutos antes de que sonara el timbre, junto a Yosaki, al cual conocía desde pequeño. Estaba muy nerviosa ya que entraba a una clase nueva en la cual no conocía practicamente a nadie, pero al saber que Yosaki iba también a la mia me tranquilizó. Ambos buscamos unos asientos cercanos a primera fila, conocíamos la clase que nos había tocado así como el rumor que corría sobre ella. Yo estaba ciertamente preocupada porque fuera verdad, nunca me gustaron las historias de fantasmas y el hecho de vivir una era más perturbador de lo que podía siquiera imaginar.

El timbre sonó y la clase entera se preparó, aún faltaban algunos alumnos por llegar que llegaron tarde, pero lo que tenía más delito era que el profesor llegara varios minutos más tarde. Aún así respiré tranquila... al principio, pues cuando empezó a hablar de la maldición apenas podía mantenerme tranquila. Por suerte que se fuera presentando cada uno, me quitó un poco de timidez para finalmente presentarme yo - Buenos días, mi... mi nombre es Daidouji Sakura, es un placer conoceros. He vivido en Yomiyama toda mi vida y... espero que solo sea un rumor eso de la maldición - Con una sonrisa quebrada me senté lentamente pensando que había metido la pata

Un nuevo día, un nuevo año, así se me presentaba el día escolar en cuanto llegué a la escuela. Fui de las primeras junto con otros compañeros, aunque por desgracia no conocía a nadie, por ahora. Me senté cerca de la ventana mirando al patio, más concretamente al campo de gimnasia, ya tenía ganas de empezar con dicha asignatura.

No pasó mucho tiempo, o a mi se me pasó volando, cuando el timbre sonó y entonces ví a alguien conocido, el cual como siempre se quedaba en última fila, tendría que darle una reprimenda después de clase. Al llegar el profesor nos explicó aquello de la maldición, yo solo creía que era un cuento de viejas que decían a los niños para que no pudieran dormir, pero por lo visto... era real. No quise darle mucha importancia para así a la hora de presentarme, hacerlo con calma - Me toca a mi, Kaguya Misaki es mi nombre, y pertenezco al club de atletismo. Encantado de conoceros, espero que podamos conocernos bien. - aunque ya hubiera alguno que conocía.

Estaba harto, primero bronca con mi padre, luego llego tarde a clase, y para colmo antes de entrar a ella solo puedo ver un grupo de niñatos y niñas moes. Con un suspiro entro a clase esperando la bronca del profesor, pero por suerte no estaba allí. Los dos primeros asientos cercanos a la puerta en última fila estaban cogidos, y me maldije por ello, así que tomé el que estaba pegado a la pared delante de la niña con el pelo de dos colores, o al menos de la mecha en el flequillo... Si bien odiaba mi pelo, que la gente quisiera hacerse esto, era horrible.

Cuando llegó el profesor, explicó lo de la maldición de Yomiyama y la clase que nos tocaba, y yo simplemente tenía ganas de que un fantasma se atreviera siquiera a tocarme. Me levanté para acabar rápido mi presentación - Reed Yotamaru - y acto seguido me senté. Pasaba completamente del resto. Si la gente quería conocerme, que se acercara a ello.

Llegaba con tiempo al colegio, pero en cambio de ir directo a clase, me entretuve un poco yendo al patio a tomar un poco el aire fresco. Estaríamos encerrados en esa maldita aula supuestamente maldita 6 horas al días, un respiro al principio no estaba de más. Miré el reloj cuando estaba a punto de dar la hora y entonces fuí derecho a clase. Al llegar allí, pude ver como el profesor, aún no estaba siquiera esperando en el pasillo a ver entrar a todos los alumnos, cosa que me extraño.

Aún quedaban sitios en última fila, lo cual era genial, aunque pude notar a Kaguya cerca de las ventanas, y sabía que aquello me iba a pasar factura. El profesor, entró, tarde, para empezar bien las clases, y habló sin tapujos de aquella maldición. Estaba harto de oir a mi abuela diciendo que cosas malas iban a suceder este año como para que ahora me lo dijera el profesor. Sin más procedí a presentarme - Mi nombre es Sakuraki Takuya, y estoy en el club de música. - Me senté acto seguido algo desganado deseando que se acabara el cuento de Poe.

Al ir por el camino al colegio, me topé con Sakura, quien no quería estar sola. Estaba muy nerviosa la pobre, y como siempre traté de calmarla con alguna tontería. El camino fue un poco a risas y al llegar a la clase cogimos asientos cercanos aunque tuve que ponerme detrás de ella. El profesor llegaba tarde, algo que no era normal, y solo podía ver a Sakura preocupada por ese cuento chino de la maldición.

Al llegar el profesor, hizo lo propio comentando dicha maldición y para darle más fuerzas a Sakura me levanté para presentarme - Mi nombre es Yosaki Mitsuki, pero podeis llamarme solo Mitsuki, oh y por cierto si quereis hacer un grupo de estudio, estoy encantado de participar - Dije con una risita mientras que Sakura al verme estaba riendo, tras aquello me senté para que diera comienzo ya la clase.

El profesor, según os presentabais, estaba anotando algo en una hoja de papel. Apenas si reaccionaba ante lo que deciais, tan solo anotaba cosas fijando su mirada en la mesa. Al cabo de un rato, tras todos presentados, llevó su mano a la pizarra para coger una tiza. - Bueno, supongo que los dos únicos que no han dicho nada, son el señor Okami Shuyiro y la señorita. - Se levantó y lanzó la tiza a Nana haciendo que esta se despertara con un golpe en la cabeza - Hiragi Nana. - Miró con seriedad a esta última y tras ello suspiró.

-Por desgracia, no es una broma, y me da igual si quieren creerme o no, la maldición es real, y una vez esten elegidos el delegado y el encargado de las contramedidas, tendrán las pruebas suficientes. - Fue hasta el tablón de anuncios y colgó la nota de papel en la cual estaban colocados, todos vuestros nombres, encabezado por el nombre del profesor y terminando por una casilla en blanco titulada "El sobrante" - Esta maldición afecta a toda la clase, eso me incluye, así que soy precisamente el que menos ganas de hacer bromas tiene. Hiragi-san, gracias por presentarse voluntaria para el conteo de votos. Si es tan amable de venir a la pizarra y escribir el nombre de los cuatro candidatos que se han presentado a si mismos voluntariamente, podremos seguir con la clase. Y deje a su gato en el pupitre, ya hablaremos después sobre traer animales al colegio - Realmente el profesor parecía bastante molesto sobre que Nana se hubiera dormido y traido a su gato.

Mientras Hiragi iba haciendo lo propio, el profesor os iba dando dos papeles pequeños - Los candidatos son Koujiro Hotaru para representantes de la clase, y Osaki Hanako, Makoto Ryu y Hikari Aki para contramedidas, en un papel escribis un nombre para el representante y si no hay nadie más que quiera presentarse a representante Koujiro Hotaru lo será. Y como ya os he dicho, no os teneis que preocupar. Si se trata desde el principio, apenas habrá muertes. - Aunque trataba de decirlo con tranquilidad en su voz, el apenas dejaba mucho que desear, incluso para creerselo el mismo.

Tras escuchar las presentaciones de los que serían mis futuros compañeros miré a todos de reojo, haciendo incapié en la chica que parecía querer ocultar algo de su rostro y los dos que ya conocía, mis vecinos, la chica que se llamaba como yo y Matt. Le dediqué una amplia sonrisa al chico puesto que se había sentado cerca de mí y así al menos podríamos hablar si la clase resultaba muy aburrida, asi que me ladeé ligeramente hacia él para poder susurrarle algo.

- Ey, no te he visto al salir de casa, creo que he salido un poco temprano... ¿Qué opinas de todo lo que ha dicho el profesor de la maldición?, no sé, yo creo que es una broma para los novatos, no me lo trago. Y a todo esto, ¿a quién vas a votar?

Me quedo en esa posición y disimuladamente apoyo mi codo en la mesa, para que el profesor no note que estoy teniendo una conversación con alguien. La verdad es que estaba muy contenta, pues al principio había pensado que quizás aunque hubiese conocido a dos personas antes de ir a clase, luego se olvidarían de mí y harían nuevos amigos, pero ahí estaba él, sentándose cerca de mí, no podía evitar pensar que quizás no había sido tan malo como pensaba lo de mudarnos y dejar mi antigua y perfecta vida atrás.

Tetsuo se puso nervioso cuando Osaki Hanako le saludó desde el asiento de al lado. Pegó un pequeño brinco en el sitio porque, aunque el profesor no había llegado aún, los alumnos debían sentarse firmes mirando al frente sin hablar y sin perder la compostura. O al menos eso le había enseñado su ojisan.

Así que la miró por el rabillo del ojo girando levemente la cabeza en un movimiento rígido que intentaba pasar inadvertido por el inexistente profesor y le dedicó una media sonrisa que resultaba amigable a pesar de las gotas de sudor que empezaban a correrle por la frente por estar infringiendo las normas. Hablo con susurros preocupados por lo que su conciencia consideraba un acto de rebeldía injustificada.

¡Hanako-san! No sabía que te habías trasladado a Yomiyama. Yo también me alegro de verte... Hablamos después de clase, ¿por favor? - Sonó suplicante porque no quería ofender a su amiga, pero tampoco seguir desafiando las normas de una clase, o lo que él creía que eran normas de una clase.

Poco después llegó Nana-chan. Con la misma rigidez en sus facciones giró el cuello en dirección contraria para saludarla con igual voz susurrada pero con un extra de preocupación.

¡Nana-chan!  - Le dijo mientras hacía señales ostentosas por lo brusco de los movimientos (señales que él interpretaba como discretas) indicando con un índice hacia arriba, como si la chica no se hubiese dado cuenta de que tenía un gato en la cabeza.

Iba a añadir algo más, pero entró el profesor por la puerta y su cabeza volvió a centrarse como movida por un resorte.

--x--x--x--

Todos los alumnos se habían presentado ya, y ahora llegaba el momento de las votaciones. Por como la clase se distendía y relajaba, Tetsuo se permitió reducir ligeramente su rigidez de movimientos y pasó de la condición estatua de mármol a la condición soldado de plomo: Seguía firme, pero se atrevía a moverse sin que la tensión de su cuello amenazase con dañarle los ligamentos.

Cumpliendo las estrictas órdenes, Tetsuo escribió rápidamente en el pequeño papel sus candidatos, los identificó con las letras mayúsculas designadas, dobló el papel y lo sujetó con los dedos índice y pulgar de la mano derecha sin tener muy claro qué hacer con él a continuación. Un huracán no habría sido capaz de arrebatarle ese pequeño papel sin llevarse volando a Tetsuo en el intento.

Dado lo distendido de los alumnos, se permitió volver a entablar conversación.

Hanako-san. He votado por ti. Si salieses elegida para el puesto de jefa de mando militar, quiero que sepas que contarás con toda mi protección y obediencia. Aunque he de advertirte que, en vista de sus expresiones, tendrás algunos reclutas insubordinados... No sé. En una situación de combate no les confiaría muchas vidas.

Después, como si un pensamiento neutro estuviese rondando su mente. Es decir, uno que no le provocaba aflicción ni alegría, tan solo un dato irrelevante más.

No sabía que en los institutos hubiera situación de fuego real sin entrenamientos previos, pero aun así, creo que podré cubrirte las espaldas. - Al parecer, había entendido la situación mortal como algo normal o habitual. En consecuencia añadió aún otro comentario igual de inerte. - Mañana vendré armado.

Aki, sentado a lados de Akane y Ika, que todos tres han tratado sin hablárselo antes de sentarse lo más cerca posible, mira primero a Akane y le susurre con una sonrisa alentadora: “Sé que odias ser el centro de atención, y que esperas que nadie se haya fijado en ti, pero yo, sí lo he hecho… Quizá….”, continúa, pero evidentemente está bromeando, “ahora mismo voy a lanzar tu candidatura de delegada. Así tendremos más elección.”

Luego, volviéndose hacia Ika y, ya conociendo sus ojos desde muy pequeño, ni siquiera notando el hecho de los colores dispares: “Hoy tu prima destella de autoconfianza. Bueno, como siempre, supongo… Me habría gustado elegir a Rie para uno de los puestos, pero en realidad no se ha declarado abiertamente, así que el sensei lo ha tenido en cuenta…”

Y a ambos: “Qué creéis, ¿para quién opináis será mejor votar? Estoy un poco perdido...”

Aki también ha escuchado muy atentamente las presentaciones de los otros oriundos de Yomiyama, pero aunque conociéndolos de pocos tratos – y, de hecho, siendo niño incluso se recuerda haber ido a una fiesta de cumpleaños de Takuya – nunca ha intimado mucho con ellos.

No sabe mucho qué pensar de la maldición, tal vez por no pensar mucho en ella. Nacido y crecido en este pueblo, es el aire de siempre que respira, Aki respira, en cierta forma, la maldición desde pequeño, no conoce otro mundo, entonces, aunque sabiendo que es terrible, y que tal vez o probablemente es verdad, no puede asustarse - ¿quién podría asustarse de respirar? Es lo que se hace sin pensar.

Poco le importaba quien saliera elegido, para unas cosas u otras, no podía tomarse en serio aquella situación y por ello tampoco las candidaturas. Desde su posición atrás del todo del lado de la puerta, susurró su decisión.

- delegada, Lara Lid, contra medidas, Lara Lid... Ale, todo hecho.

Tras ello hizo una pajarita de papel antes de levantarse con calma y entregar el papel con su voto, no buscaba secretismo, solo empezar una vida tranquila en aquel lugar.

Tras las presentaciones, es el momento de votar quién se hará cargo de cada cosa.

La verdad es que no me importa mucho, toque lo que toque, voy a investigar por mi cuenta, ahora tengo una curiosidad morbosa sobre lo que está sucediendo. Algunos hablan, pero tampoco presto atención, más bien miro mis manos por unos momentos. ¿Qué diablos escondeís...? Me pregunto.

Al ver cómo alguno rompe el hielo, tomo los papeles y escribo en ellos, con una leve sonrisa ante las palabras de Aki-san.

Miyake, Akane para delegada y... Osaki, Hanako como contramedidas.

Enuncio, tal cual ha hecho la chica que se ha autovotado para los dos puestos.

No me gusta como dijo eso que dijo el maestro de que "apenas" habra muertes, eso quiere decir que morira uno...dos de nosotros como minimo?

Espero que al final sea todo una broma.

De momento veo que la gente esta empezando a votar así que yo tambien lo haré, no conozco mucho a los demas de la clase como para fiarme demasiado en ellos por eso votare a alguno de los que se ha presentado y ya.

Despues de escribir los nombres en los papeles los doblo y lo entrego sin enunciar los nombres, no se supone que el voto era secreto?

Cuando todos se han presentado y el profesor les da los papeles para que elijan,Akane mira hacia atrás buscando a sus amigos.Sabía que ninguno de ellos creía en la maldición pero ella había leído y estudiado todo sobre ella.Hubo un año en el que la clase entera murió y otro en el que muchos familiares también pasaron a mejor vida ¿cómo no creer en ella?La pregunta que ella realmente se hacía era ¿por qué?¿Por qué esaa chica había maldecido esa clase y a todo aquel que la ocupara?¿Qué suceso tan horrible había acaecido para lanzar una maldición de tal magnitud?Y algo más inquietante aún ¿por qué el instituto seguía teniendo esa clase abierta?Si se cerrase ¿no sería mejor y más lógico o es que acaso la dirección quería hacer una criba y por eso la mantenía abierta?¿Era cosa del gobierno?Ah,las posibilidades eran infinitas,pensaba Akane sumamente emocionada

Tan sumida estaba en sus pensamientos que las palabras de un chico al que conocía de vista la sobresaltarosn ¿Estaba en serio hablándole a ella?Esto era nuevo.Se volvió,extrañada

-"¿Quizá...?¿A qué te refieres?"-pregunta mientras se coloca el pelo detrás de la oreja para que no la moleste mientras interroga al chico con la mirada

Pero Aki Goro se vuelve hacia su amiga para hablarle también por lo que ella se da media vuelta y mira los papeles que tiene ante ella.Un voto lo tiene clarísimo pero el otro ¿?Mmmm,debe pensarlo bien.

Y justo en ese momento el tonto de Hikari Aki la vota para delegada ¡Si no se ha presentado! Furibunda se da la vuelta y le lanza una bola de papel que arranca de su libreta

-"¡Yo no he dicho que me presente a delegada!"-le dice estrechando los ojos mientras le saca la lengua antes de volverse y sonreír sin que él la vea.Son amigos desde hace años y sabe que a él le encanta chincharla así que no se lo tiene demasiado en cuenta.Con un bufido coge el boli y escribe los nombres,doblando los papeles y poniendo las letras tal y como el profesor ha dicho antes de entregárselas

Escuchó atentamente todas las presentaciones de sus compañeros, a excepción de los que presentó el profesor. Le hizo mucha gracia que aquella chica pequeña se quedara dormida y le lanzara el profesor una tiza a la cabeza, si ya se dormía del aburrimiento antes de empezar las clases ¿hibernaría durante las horas lectivas? Aunque a lo mejor le gustaba dar clase y esto había sido un caso puntual, de todas formas una presentación tan única como esa se iba a quedar grabada en la mente de Ryu.

Había llegado la hora de la votación, a pesar de que se habían presentado candidatos para los puestos, parecía que cada uno estaba votando lo que le venía en gana, sobretodo se fijó en la chica que votó después de hacer algo de origami con sus votos, ¡había votado por ella misma en las dos categorías! ¿Tendría aspiraciones de dominación mundial? ¿A caso sus malévolos planes comenzaban por tener un dominio total de la clase? 

También observó que algunos de sus compañeros no perdían el ánimo a pesar de que habían sido informados de que era muy probable que muriesen ese año, no sabía si eran muy tontos, muy valientes o si simplemente les daba igual ese hecho, pero no le pareció mal, más bien al contrario, si se hubieran deprimido todos el ambiente en clase sería muy aburrido y triste.

Era hora de votar, empezó a escribir el nombre de la única candidata a Representante de la clase, pero de repente un silencio muy grande se hizo en toda la clase mientras escribía la "H", se sorprendió, miró al rededor y la gente seguía hablando, pero por alguna razón no podía oírlos. Con un escalofrío en la espalda siguió escribiendo, la "o" la "t", sentía cada vez más y más frío. Miró a la chica cuyo nombre estaba escribiendo, podía ver que estaba sentada tranquila, tenía una sonrisa muy tierna y amigable, pero su mirada expresaba un mal que no podía describir con palabras. Con muchísimo esfuerzo, siguió escribiendo las letras que le faltaban, la "a", seguida de una "r" y cuando quería escribir la "u", su mano derecha empezó a comportarse como si no fuera suya, intentando soltar el boli, pero con su mano izquierda la dominó y la sometió a escribir la última letra.

Tras haber firmado aquél pacto con el demonio, exhausto fue a entregar sus dos votos y acto seguido se sentó. Sentía que había cometido un error, pero también tenía mucha curiosidad por ver que pasaría si aquél ser al que a partir de ese día llamaría compañera acababa siendo elegida como representante de la clase.

Una vez sentado y más relajado, pensó en lo que haría después de clase, independientemente de que saliera elegido contramedidas o no, se acercaría a las personas que llevaran viviendo aquí toda su vida, seguramente ellos tendrían información sobre dicha maldición y sobre que locales estarían bien para pasar él día. También le interesaba el club de kendo, si nadie le ofrecía unirse a ningún otro club seguramente se acercaría a la primera chica que se presentó para preguntarle como unirse, nunca está de más saber usar una katana.

Hotaru desvió la mirada a Hikari, con una adorable sonrisa que poco tenía que envidiar a la de un corderito. Sin embargo sus pensamientos sí, porque lo que pasó por la cabeza de la pequeña fue algo mucho peor que la maldición que iban a tener que enfrentar toda la clase.

¿Qué se había creído ese energúmeno? Pensó con desprecio al ver el desagradable gesto del chico. Pero ella se limitó a mantener la calma, tal y como siempre lo hacía. Entre sus manos tenía el pequeño papel que iban a usar para los votaciones, anotó dos nombres para los puestos —entre los cuales, efectivamente, se encontraba el suyo— y lo dobló para hacerlo entrega al profesor.

— S-si salgo delegada... — Titubeó, incluso se sonrojó, su actuación era realmente convincente. — ¡Da-daré lo m-mejor de mí por los demás! — Sonrió, al mismo tiempo que volvía a maldecir para sí misma la estampa de Hikari, ese desgraciado... Pero por suerte ella la única que se había ofrecido a delegada, así que no había nada de lo que preocuparse, ¿no?

Escuchar a Aki Goro nominándome para ser representante me molestó un poco pues no es que me gustase llamar especialmente la atención, aunque al menos que los demás se presentasen evitaba que haber sido la primera en ello destacase demasiado en aquel momento. Un por uno escuché los nombres de cada uno tratando de recordar todos estos, además ya había algunas personas que conocía como mi prima Ika, Tetsuo el chico que siempre actuaba raro o Nana la cual se había puesto a dormir. -Espera, ¿está durmiendo el primer día de clase? -Fruncí el ceño al ver lo relajada que ya estaba siendo solo el primer día, bastante me costó el curso anterior que estudiase para poder aprobar todo como para tener un inicio así. -Este año tendré que ponerle también las pilas.

Algunos de los alumnos se presentaron para las contramedidas mientras que solamente una para ser la delegada, la cual no me hubiese importado dejarle el puesto pero parecía demasiado relajada y con cara de no haber roto un plato nunca como para algo que requería de tanto trabajo diario y esfuerzo así como reuniones y alguna que otra bronca si la clase iba mal. -Quiero presentarme candidata como delegada de este año. -Comenté en voz alta a la vez que volvía a levantarme de la silla una vez más con tal de llamar a propósito la atención y que me escuchasen. -Llevo dos años haciendo esto así que conozco el sistema y creo que estoy capacitada para volver a tomar el puesto una vez más, será un trabajo constante y duro pero con empeño y el calendario que hice el primer año podré compaginarlo con los estudios y el club. También me aseguraré de ayudar al encargado o encargada de las contramedidas a que todo se cumpla para evitar dicha maldición así como ayudar al mejoramiento de la clase para ser un grupo unido donde podamos ayudarnos entre todos. -Como te gustan los quebraderos de cabeza, hija. -Pensé a sabiendas de el trabajo que vendría con eso. Habiendo terminado de hablar volví a sentarme, escribiendo en las papeletas los nombres de ambos representantes que elegiría para después doblarlos un par de veces a la espera de que tuviésemos que entregarlas para el recuento de votos.

Ahora que había dado aquel paso a delante saqué la agenda y comencé a planificar todo lo que tendría que hacer en casa si salía elegida, menos mal que guardaba el calendario de los otros años por si las moscas. -Tendré que ajustar un poco el horario, aunque por el momento mejor espero a ver que sucede.

Tetsuo reacciona con sorpresa al ofrecimiento de Rie-San para representante de la clase.

¡Pero si ya he escrito mi voto! Rie-san y Hanako-san serían las combinación de candidatas perfectas. Nadie debería desafiarlas. Me convertiré en su sombra si es necesario. - Pensó como si conociese a alguien más allí como para poder juzgar.

Levantó el brazo como un rayo pidiendo la palabra al profesor. Cuando este le cedió la palabra se levantó en posición de firmes y expuso su petición.

¡Sensei-sama! A la vista de las últimas candidaturas, necesitaré otro papel. - Solo había habido una nueva candidatura oficial, así que era obvio el cambio que iba a hacer en su voto.

Cuando le proporcionaron un nuevo papel o una solución para el voto que debía corregir, se sentó de nuevo y destruyó su anterior voto (bien destruyendo el papel si le proporcionan un papel nuevo, bien tachando el nombre que ya no sería necesario y escribiendo el de Amane Rie) y emitió un voto nuevo.

Su rostro continuaba inexpugnable.

A propósito Aki no había tenido la voz tan baja hablando a Ika como debería haberlo hecho, así que Rie tenía que haberlo escuchado, o al menos Aki se jactaba de esto – sólo interiormente – al verla levantarse otra vez y proponerse abiertamente como candidata. Esto es la persona que necesitamos…, pensó convencido.

De hecho, con su candidatura retrasada, Rie estaba yendo un poco contra el protocolo, y había que esperar que el profesor se mostrara sobre este punto tan simpático como parecía ser en general, y que notara también el nombre de la prima de su amiga en la pizarra.

Pero, por supuesto, aún más irregular había sido la intervención de Lid Lara – qué descaro! qué insolencia! - así que la de Amane Rie apenas destacaba negativamente en comparación.

Para, de cierta forma, crear hechos y regularizar lo irregular, Aki también resolvió de levantarse de nuevo:

“Apoyo la candidatura de Amane Rie, aunque no se hubiera declarado a tiempo.” Empleó concienzudamente el subjuntivo en lugar del indicativo, dejando así abierto de cierta forma si realmente no había sido a tiempo. “La conozco desde hache mucho, y garantizo que como delegada, y como muchas cosas, es una persona altamente competente.” No pudo restringirse de añadir con una lleve sonrisa: “Su único defecto es que es demasiado consciente de su competencia. Fallo menor, opino yo. Voto por ella.”

Creando hechos. Los mismo que hacía Fujiwara Tetsuo pidiendo ya un nuevo papel tras la declaración de Rie. 

Por consiguiente, aunque aún en esperas de una respuesta de Ika y Akane a sus preguntas – pese a que Akane ya había votado – Aki se puso de inmediato a llenar la hoja, escribiendo el nombre de Amane Rie como delegada y escogiendo un poco al azar, como no tenía criterio más fiable, el del encargado de contramedidas.  Luego entregó la hoja doblada al sensei. 

Votación:

Delegada: Amane Rie

Contramedidas: Makoto Ryu