Partida Rol por web

Butch saca su pistola y se la pone en la sien, sin decir nada a los presentes.

Ahora veremos si de verdad puede ver mis movimientos.

Marcellette mira horrorizada a Butch mientras le grita:

- ¡No! ¡Aún podemos salir de aquí, no hagas eso!

Me quedo mirando las pantallas. Confundido.
 

Undine mira a la pantalla viendo como el carnicero se apuntaba totalmente sorprendida. - Es un farol... - Dice no muy segura.
- Puedo enviarles un mensaje solo a ellos. ¿Les digo algo? ...

- Oh. - Digo un poco confundido. - Puedes decirle que hemos venido a rescatarlo... No entiendo qué quiere conseguir.

Karoi... Esto no te va a gustar. - Dice Elena desanimada y algo alterada. - Estoy intentando interceptar comunicaciones del ejército para saber si están al corriente de la situación y el canal está bastante... Activo, aunque no he conseguido desencriptar el mensaje. Es posible de que hayan dado la alarma. Sea lo que sea que vayas a hacer allí, va a tener que se rápido. - Pequeña pausa. - En cuánto a tu salida... Hay un garaje debajo del edificio, con vehículos. Si vas a intentar llevarte a tanta gente vas a tener que usar uno de esos. 

Mientras Undine y Karoi discutían la forma de proceder, Undine había conseguido quitarle la ropa al comandante, dejándolo en ropa anterior. Entre sus pertenencias se asegura de quitarle la tarjeta de identificación, sin duda podría ser de utilidad en un futuro. Ahora quedaba cambiarse, aunque no iba a hacerlo hasta que Karoi no abandonara la habitación. 

Quedaba pendiente aclarar lo que estaba haciendo que Butch se comportase de forma tan extraña, pero debían darse prisa porque parecía que el grupo de soldados por fin había llegado a un acuerdo. Se estaban dividiendo en dos grupos, uno de cuatro personas que se mantiene en su posición y tres soldados más que bajan hacía los pisos inferiores, seguramente en dirección hacía allí. 

No había tiempo para burocracias y timideces. Poniendose de pie se pone los pantalones del comandante bajo la falda y luego, tras ponerse la chaqueta del uniforme, sube el vestido poniendoselo un poco por dentro de los pantalones. La tela del vesido era ligera así que no abultaba demasiado debajo la ropa. Con el cinturón puesto al final parecía un soldado un poco gordito. Tambien se pone las botas, quizas le irian algo grandes, y mete las sandalias finas que llevaba sujetas tambien dentro del uniforme, a la espalda. Como llevaba la camisa por dentro de los pantalones y el cinturón bien apretado no había peligro de que todo saliese.

Como punto final se quita las medallas, así el uniforme no era identificable como el del comandante. Se queda con los guantes puestos que ya llevaba y se pone el casco, recogiéndose el cabello. Y para ocultar sus ojos se pone sus gafas de sol.  

Al menos ahora ya no se la podía identificar como que era ella y llamaría menos la atencion.

- ¿Que hacemos? ... - Pregunta algo asustada. No se había atrevido a tocar las armas que llevaba el comandante. - Podemos intentar decirles... Pero se acercan 3 soldados...

- Nos quedan pocas opciones. Los soldados han pedido refuerzos. Si queremos escapar con todos tenemos que ir al garaje del edificio y escapar con uno de los coches.

- El plan de acción será el siguiente. Me  encargaré de los soldados que están bajando a nuestra posición. Luego subiré a encargarme de aquellos que están cerca del carnicero. Una vez ahí guiaré al carnicero a las otras dos chicas al garaje. - Me quedo un momento en silencio. - Pero antes de empezar la operación tenemos que saber si planean cooperar con nosotros. Has dicho que puedes enviarles un mensaje. Intenta descubrir sus intenciones.

- De acuerdo... - Dice intentando mantenerse serena y se acerca al altavoz. - ¿Crees que podemos hacer algo con ellos? - Mira los dos soldados inconscientes. - ¿Encerrarlos en algún sitio o algo? ...

- Por favor no dispares... - Dice una voz femenina desde el altavoz que tenían al lado. - Somos aliados. Estamos enviando este mensaje solo a este altavoz, los soldados no lo escuchan. - Anuncia. - Podéis hablarnos, las cámaras de seguridad tienen micro. Por ahora hay 3 soldados unos pisos mas abajo y tres en dirección a la planta baja. Intentaremos despejar la zona para salir, pero necesitamos que coopereis. ¿Podemos contar con vosotros?

Tras hablar Undine vuelve a mirar a Karoi .- No se si he hablado de mas... No estoy acostumbrada a esto... - Dice llena de inseguridad. 

- Escucha... - Le mira no muy segura de si preguntar o no.-  ¿El cliente que te mandó conseguir la bolsa en la fiesta... es el mismo que te ha mandado matar al carnicero? ...

Miro a los dos soldados. - Estaremos fuera de aquí antes de que despierten. Yo iré a por el carnicero y tu deberías ir al garaje. En menos de 15 minutos deberíamos estar fuera del edificio. Imagino que estarán al menos un par de horas inconscientes. 

- Mi misión no es matar al carnicero. - Me encojo de hombros. - Poco más puedo decirte. Aunque tampoco es que tenga la información que imagino estás buscando.

Al escuchar que su misión no es matar sonrie levemente, aliviada.​ - Al principio has dicho que eras al que habían enviado para terminar con el carnicero... - Dice algo confusa.

- Mi misión no es matar al carnicero. Pero tampoco tengo que claro que venga conmigo sin oponer resistencia.

Butch retira el arma.

- ¿A qué venís? ¿Cómo se que puedo fiarme de ti?

Marcellette ahoga un gritito y tira de la manga a Butch algo nerviosa.

- ¡Ha-hazle caso! ¡Sé quién es!

Marcellette busca casi instintivamente la cámara de seguridad por la que les estarán mirando y mirando hacia la cámara dice:

- ¡Se trata de Undine, la cantante!

Realmente el hecho de que fuera Undine, de lo cual Marcellette estaba segura, no era razón para poder fiarse de ella. Pero en su mente, una artista con su talento y sensibilidad no podía estar de parte de los malos. Y además, ella había estado antes en la fiesta. ¡Quizá huía como ellos!

Undine desde la sala de comandos se lleva la mano a la cara. - Ai... No esperaba que me reconociesen la voz tan facil... No soy tan famosa... - Dice ahora más nerviosa y mira a Karoi.

- Bueno... ¿Que ordenes les doy? Perderé el control de la sala una vez vaya al garaje, así que he de dejarlo todo listo antes de ir.