Partida Rol por web

Antichrist

Capítulo I: Amén

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27/04/2020, 16:16
Narrador

Lentamente caminó fuera de la cocina, escuchando detrás de ella los tacones de Charlotte.

El comedor había sido limpiado, o más bien todavía estaba con los últimos detalles antes de poder decir que estaba todo listo. No había rastro alguno de los cadáveres, ni siquiera rastro de que allí hubiera habido hace un par de minutos una auténtica carnicería, dejando como único recuerdo un pequeño charco de sangre en un lateral bajo la mesa que estaba limpiando con la fregona Tatiana. El suelo por lo tanto estaba húmedo, y la mesa que habían preparado volvía a estar deshabitada de cadáveres de bebés o telas, dejando unos platos con cubiertos para cada comensal, llegando a contar hasta doce.

Joseph, el hombre que había matado a gran parte, estaba cogiendo una silla para colocarla junto a la mesa, ayudando también a que todo estuviera perfecto.

Tatiana alzó la mirada, sorprendida de la aparición de Cat aunque al ver detrás suya a Charlotte no pudo más que bajarla, avergonzada y con cierta timidez, mostrando una completa sumisión mientras seguía limpiando. Parecía que allí la que mandaba era ella.

Tráelos a todos, la cena está lista.

Volviste a escuchar en tu cabeza mientras cruzabas la habitación, apoyando una mano en el pomo y abriendo la puerta, recibiendo así al frío exterior y varias gratas sorpresas.

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27/04/2020, 16:32
Narrador

Ambos lloraban frente al difunto cadáver de su amiga mientras Lars estaba paralizado, observando la escena sin saber qué había pasado. La única compañía que tenían era la de la nieve y los restos de aquellos que habían perecido esa noche, la que técnicamente iba a suponer un simple descanso para el grupo antes de continuar su gira hacia el siguiente bolo… uno que Lys no podría realizar.

La tormenta crecía, pero el frío ya no les importaba a ninguno de los presentes, ni siquiera los copos de nieve que caían sobre ellos. La silueta de las casas o farolas que habían pasado por la carretera ya se habían desvanecido, dejando únicamente un rastro blanco, como si estuvieran en mitad de la nada.

Sin embargo puede que fuera un movimiento o una intuición, pero uno de ellos alzó la mirada hacia la calle para ver primero una silueta oscura quieta, en mitad de la nada, justo en la entrada del motel junto al cartel con la letra caída. No podíais verle bien la cara pero estabais seguro de que se trataba de alguien de estatura baja y que podía ser un adulto, quien metía la manos en sus bolsillos antes de sacar algo y llevárselo a los labios. A su lado apareció otra figura, esta vez una femenina por sus curvas, apoyando un brazo en el hombro del primero y quedándose igual de quieta, observando a los músicos.

Así aparecieron hasta casi quince figuras. Todas permanecían pacientes en la entrada, la única salida que llevaba a la carretera, sin moverse ni articular sonido, sólo esperando.

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27/04/2020, 16:59
Narrador

Aquello cada vez se estaba complicado más: Primero disparos, alguien que decían que había herido, desapariciones, gritos, ahora un cadáver… La policía Sutermeister agarró el mango de su pistola dispuesta a poner un mínimo de orden y descubrir qué estaba pasando, dando la espalda al cadáver y la habitación para asomarse por fin a la barandilla y ver quién había debajo. Creía que sería una persona, pero para su sorpresa ese misterioso desconocido no estaba solo.

Pudo ver una pequeña aglomeración cerca de la entrada del restaurante. Un hombre con mirada seria y un abrigo estaba frente a la puerta, impidiendo el paso. A su lado una mujer cansada y algo preocupada cuya tensión se palpaba en las arrugas de su frente, impidiendo así la entrada al resto.

Y no era para menos, puesto que un joven intentaba por todos los medios pasar por encima de ellos y entrar al restaurante, mientras que otras dos personas, un poco más apartadas, observaban en silencio. Detrás del hombre más adulto estaba la pequeña Jenna, quien miraba hacia atrás, dirección a la puerta de entrada, ya que ella también escuchó el ruido.

 

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27/04/2020, 17:03
Narrador

¡Alto! ¡¿Quién va?! ¡Policía!

Del piso superior apareció la misma mujer que prácticamente todos habían visto, esta vez apuntando al grupo con una pistola mientras se asomaba a la barandilla.

¿Quién es usted? Identifíquese.

Preguntó en general, esperando encontrarse con una persona pero, para su sorpresa, había el quíntuple de lo esperado.

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27/04/2020, 17:22
Calvin Faure-Dumont

Ausente de todo lo que estaba pasando en general, Calvin salió corriendo hacia la zona de las habitaciones sin dejar de gritar el nombre de Jenna, quien no dejaba de mirar la entrada preocupada por su padre. Sin embargo al verla por fin corrió hacia ella, sin haberse percatado de la tensión que había frente a la puerta o la policía que los apuntaba con la pistola, abrazando a su hija mientras le susurraba algunas palabras que sólo ellos entendieron.

Tenemos que salir de aquí, no sé qué está pasando pero hay un tío herido con una de mis empleadas, le habían disparado, y esa chica de la banda que estaba buena está muerta en la entrada.- No era consciente de que hablaba de asuntos graves, alzando por fin la mirada para ver el arma de Vera.- ¿Eres tú quién se está cargando a la gente? – Echó a su espalda a su hija para protegerla de lo que pudiera pasar, pendiente de Vera.- No sé qué quieres, pero no saldrás de aquí si nos matas a todos.

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27/04/2020, 17:22
Luc Jouret

Luca intentó pasar hacia la entrada, pero era dura defensa que comprendía Luc y Theresa no le dejaban apenas avanzar un paso.

Aquí no está tu hermana. Búscala en otro lado chico.- Era un hombre rápido, tanto que posiblemente si intentara pasar por su lado se encontraría con una frenada inmediata, impidiendo así que pudiera cruzar la puerta. Sin embargo Luc alzó la mirada al escuchar a Vera, sobre todo teniendo en cuenta que estaba apuntando en esa dirección donde todos estaban agrupados.- Ha dicho que es policía, ¿cierto? – Preguntó directamente a Vera, haciendo que Calvin prestara atención al darse cuenta que posiblemente se confundió con ella.- ¿Han venido refuerzos? Antes escuchamos disparos, y hay dos niñas desaparecidas.- Miró a Calvin, recordando lo que había dicho.- Aparte de un asesinato y un herido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Para un crítico que saco y es en esto.. F :'v

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27/04/2020, 17:34
Narrador

Y por fin, mientras hablaban o intentaban averiguar qué pasaba, las puertas de la cafetería volvieron a abrirse, dejando una situación bastante peculiar.

En el piso de arriba, donde las habitaciones suite y apoyada en la barandilla mientras apuntaba con su pistola hacia la parte inferior se encontraba Vera.

Abajo había un grupo más grande, todos arremolinados frente a la puerta de la cafetería. Calvin estaba más apartado sin dejar de mirar la pistola de Vera mientras custodiaba a su espalda a su hija Jenna. A su lado estaban Marc y Andrea, dos huéspedes que parecían haberse quedado mudos con la situación, simplemente observando.

 

Un poco más avanzado estaba Luca, intentando entrar por todos los medios al restaurante mientras pensaba en su perdida hermana, pero la entrada estaba flanqueada por Luc y Theresa, dos personas que no tenían intención de moverse, aunque al escuchar las puertas tras de sí se giraron para ver a la desaparecida Cat.

 

Su piel estaba pálida, más de lo normal, y su mirada ausente estaba fija en un punto infinito en la nieve. Su rostro perlado tenía algunos rastros de sangre, al igual que unas huellas en su cuello aunque no hubiera heridas ni marcas. En su mano zurda llevaba un cuchillo de cocina con el filo de la hoja manchado con sangre reseca, el cual estaba apuntando al suelo.

Notas de juego

He hecho de nuevo un resumen de qué pasa para Cat, así sabéis también a quién tenéis que etiquetar (los que están etiquetados en este mismo post)

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27/04/2020, 19:12
Marco Hegg

Todo lo que Matt intentó decirle, que había generado una buena andada de preguntas y caos en su mente, se perdió en la nebulosa que eran los ojos muertos de Lys. Marco intentó cerrar los ojos de Lys, lo único que atinó a hacer cuando ya todo lo demás era en vano, pero ciertamente el frio hacia que eso fuera imposible. Solo logró pasarle los dedos por sus ojos y sentir un escalofrío recorrer su espina. Miró a sus compañeros, quienes parecían estar muy lejos, como si la tormenta les alejara de alguna manera, mas era por la impresión de lo que estaba viendo.

-Tenemos… tenemos que entrar- dijo Marco intentando poner orden a su grupo, pues era el líder y eso debía hacer-. Llevemos a Lys…- algo más allá le llamó la atención, viendo una figura recortada en la nieve, luego otra y otra… Por alguna razón, sintió que se le encogía el corazón, sintiendo un frio más intenso que le reinante en ese ambiente hostil-. Adentro… ya.

Ordenó intentando que su voz sonara segura, pero notando el mismo el miedo atravesado en la garganta. Intentó levantar a Lys, llevarla con él al interior del hotel, pero ciertamente nunca fue un tipo fuerte y apenas podía arrastrarla. ¿Por qué sentía que si se quedaba un segundo más algo muy malo pasaría? Si instinto de supervivencia le decaí que dejara ese cuerpo ahí, que salvara su vida, que corriera lo más rápido que pudiera y no mirara hacia atrás.

Notas de juego

supongo que cargar a Lys con fuerza 1 seria imposible XD

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29/04/2020, 18:37
Catherine
Sólo para el director

Quería responder de forma positiva, mencionar que era mi idea desde el principio, pero que los suyos no me dejaron... No obstante de mi boca ya no salían palabras que mi razón procesara. ¿O si? Quizás era mi razón la enturviada y ahora deseaba decir eso - Lo siento señora - no obstante después de pedir perdón por no decirlo antes, su mirada penetró en mi, empezando a destruir lo que quedaba de voluntad en mi cuerpo a niveles irrisorios diciendome aquellas dulces palabras que se clavaron en mi alma... O quizás ya no era mi alma

-Doce personas y una cria... La cena está lista - repetí cual zombie ante sus ordenes agarrando con firmeza aquel cuchillo que como bien dijo, solo era para obligar a meter a la gente en el restaurante en caso de que no fueran voluntariamente

Y de aquella forma, mi cuerpo empezó a andar por si solo, llevandome afuera del restaurante...

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29/04/2020, 18:43
Catherine

Para así encontrarme allí fuera a tal cantidad de gente que no parecía racional su lugar allí, salvo quizás para los que acabaran de salir del restaurante o los que ya tuvieran hambre.

Con una sonrisa dulce e inocente me acerqué a las tres personas que había tan cerca de donde había salido sonriendo en especial al que estaban parando los otros dos. - Me harían el favor amables caballeros, y señora ¿de entrar al restaurante? La cena ya está lista para todos los residentes, y sería una pena que se enfriase - a pesar de portar el cuchillo en mi zurda, dije aquella frase como si nada, feliz y sonriente aunque mi mirada estuviera vacía.

No obstante allí no acababa todo. Me desplacé inmediatamente después al otro conjunto del grupo que había allí fuera con la misma sonrisa y vista perdida - Les rogaría que aclararan sus asuntos con una buena comida caliente en lugar de este modo. Incluso hay un menú infantil esperando a ser devorado. - mencioné incluso al ver de pasada a la cria.

Luego volví a desviarme un par de pasos en mi rumbo para mirar en geral a todos - Adelante, entren y disfruten. Nadie les va a morder - adornando aquella frase final con una pequeña risa infantil y tierna, que en compendio con mi aspecto fisico no daba la misma sensación. Una vez se fueran dentro iría a por el resto de comensales.

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30/04/2020, 05:50
Theresa Panghea

 Theresa se mantenía con fuerte impronta en frente de la puerta, buscando que el chico preocupado no pasase. Pero de la nada, una presencia acecha a sus espaldas. Al darse vuelta, una joven pálida y extrañamente sonriente les habla para invitar a los presentes a una comida en el restaurante. Theresa no oculta su pánico: la visión de aquella figura hace que lo corran gotas de sudor por la frente y los labios le tiemblen.

 Lo peor, el hecho de que tuviera sangre en el cuchillo que portaba era lo peor. Theresa quería saltar y sacarle el cuchillo, presa del pánico. Pero Dios sabe que podría pasar si hacía eso. Aquella niña no parecía normal. No era normal.

- N-niña… ¿P-pero qué estás diciendo? ¡No se puede en-entrar al restaurante! ¿Q-qué acaso no dejamos eso c-claro?

 La voz de la mujer se dividía entre el enojo y el espanto, intentando mantener la compostura de una forma u otra. Pero la verdad era que el hecho de que todas aquellas personas fueran a entrar a la cocina le molestaba. Y mucho.

 Theresa miró a Luc, buscando que el joven pudiese hacer algo para evitar que la invitación de la niña se volviese realidad.

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01/05/2020, 12:42
Felony

Felony se había quedado totalmente paralizada al observar que el sacerdote estaba muerto, sentado sobre el inodoro, con el rostro desencajado y un cuchillo clavado en el pecho. Su primer pensamiento fue intentar gritar, pero se quedó paralizada al observar a aquel intimidante hombretón de elevada estatura y aspecto siniestro que la estaba observando.

El desconocido, fuera quien fuera, había matado al padre, pero lo que de verdad hacía que Felony se sintiera asustada fue observar la forma en que miraba a Emma, con unos ojos que denotaban un auténtico deseo. Estaba trastornado, eso estaba claro, pero a un nivel que sobrepasaba con creces al de la diva prostituta. Había sido capaz de matar a un hombre y, por lo que Felony veía, no tendría impedimento alguno en hacer daño a Emma.

Felony se sintió tentada de tomar su pistola y apuntar con ella al hombre, amenazándolo a pesar de que únicamente llevaba balas de fogueo. Sin embargo, estaba aterrada y no llegó a hacer nada. Sentía sus oídos taponados y percibió con claridad un pitido, seguido de numerosas voces. Voces que hablaban sobre ella, recordándole su pasado, cómo había tratado de labrarse un futuro en un mundo al que no pertenecía ni encajaba y había terminado olvidada por todos.

-¡¡Basta!! ¡¡Basta!! ¡¡Haz que pare!! -gritó la mujer, aunque ahora no era Felony, sino Otto quien hablaba-. ¡¡Joder, haz que pare!! -Sintió que las lágrimas se agolpaban en sus ojos. No quería recordar su pasado. Un pasado que prefería mantener enterrado y que distaba mucho del que solía revelar en presencia de las personas-. ¡¡No quiero oír más voces!!

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01/05/2020, 21:08
Luca

Cuando Theresa dijo aquello no dudó en asentirle rápidamente, después de todo su prioridad era Cath, por lo que buscar a ambas en conjunto era lógico. Tampoco es que Cath fuera una cría ya, pero en comparación a la edad de la mujer, posiblemente a ella se lo pareciera por lo que decidió no rebatirle tal cosa. 
Se giró hacia la policía que comenzó a gritar y a apuntarlos con la pistola, si se pudiera uno poner más blanco, lo haría pero no era el caso pues llevaba un rato más pálido de lo normal a causa de la ansiedad. Tenía que encontrarla y la verdad aquello le estaba frenando. 

Casi había dado un paso completo hacia atrás para girarse y marchar cuando se abrieron las puertas detrás de los dos que negaban totalmente haber visto a esa chica, pero allí estaba, saliendo del mismo lugar y... Con una actitud en absoluto suya, de hecho le asustó bastante verla así, tanto que se quedó Shokeado escuchando sus palabras medio boquiabierto. No fue hasta unos segundos más tarde, cuando habló la mujer logró estabilizarse lo suficiente como para correr hacia ella y abrazarla.

-¿Cath? ¡Cath! ¿Estás bien? 

Corrió hacia ella y le puso las manos en la cara, intentando que le mirara a los ojos pero esa no era la mirada de Cath, no eran sus gestos... Y ese cuchillo, ese cuchillo era un peligro.

-¿Qué has hecho? ¡ Vamos, debemos irnos. Están pasando cosas muy raras y no quiero que te pase nada

Intentó quitarle el cuchillo de las manos, no quería que se hiciera daño en absoluto. 

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03/05/2020, 00:14
Vera Sutermeister

Vera, al ver a toda aquella gente, intentó guardar la pistola en su cinturón, pero cayó en la cuenta de que, al coger el arma a toda prisa antes de salir, se olvidó de la funda. Titubeó, pero finalmente la sujetó con el mismo cinturón del pantalón, por detrás, a su espalda. -Si, soy policía. -Dijo, más tranquila. Maldita la hora, allí estaban sucediendo demasiadas cosas al mismo tiempo, varios cadáveres. No podía abarcarlo todo ella sola. -No quería asustarles, es solo que acabo de ver algo... extraño y pensé que tal vez el culpable estaría abajo. Acabo de pasar antes por la puerta de la cafetería y hasta ahora no había nadie. No se muevan de ahí, por favor, me gustaría hablar con ustedes. Y no, no han venido refuerzos de momento. No parece haber línea de teléfono. -Dio unos pasos hacia atrás para cerrar la puerta de la habitación Lucrecia. A su modo de ver, estaba precintada. Después empezó a andar camino a las escaleras para reunirse con las personas frente al restaurante. Sintió escalofríos por las terribles bajas temperaturas. 

Entonces salió la chica pálida con un cuchillo en la mano y aquella actitud tan rara. -Maldita sea ¡Niña, suelta el cuchillo, no hagas una tontería! -Ahora aligeró el paso para bajar corriendo las escaleras, pero no le dio tiempo a más. El otro chico se abalanzó para abrazarla. Cuando bajó hasta la nieve, comenzó a andar hacia la puerta del restaurante con las manos por delante. Tenía la intención de lanzarse sobre la muchacha para inmovilizarla, en caso de que ella hiciera un movimiento brusco ¿Sería ella la perturbada que había perpetrado la dantesca escena de la habitación Victoria? -¿Vas a darle el cuchillo a tu amigo? Dáselo y yo te acompañaré al restaurante, ¿vale? -Habló a la joven de rostro pálido en un tono sereno. -Ustedes, háganse a un lado, apártense, por favor. -Dijo al resto. -

No quería tener que ser ella la que tuviera que controlar a tanta gente, era imposible. En algún momento todo el mundo empezaría a desbandarse y Vera tan solo quedaría en ridículo de dar órdenes aquí y allá. Ella no era una policía callejera. Además, nunca había tenido que actuar sola. La fuerza de la policía reside, en gran parte, en su número. Los malditos refuerzos con los que no podía contar. 

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03/05/2020, 12:33
Joseph Vacher

Emma estaba ya a su lado cuando cogió su mano con delicadeza, tratándola como una dama mientras acercaba la libre para quitarle una lágrima que descendía de su mejilla.

¿Ves? No pasa nada, nadie te hará daño pequeña.- Le retiró un mechón de cabello para esconderlo tras su oreja al tiempo que la pequeña bajaba la mirada, intimidada por aquella presencia y sobre todo por los gritos de súplica de Felony, algo que el hombre parecía disfrutar como si de un caramelo se tratase.- Quiero que vayas a esa esquina.- Señaló la esquina cercana a la puerta, donde había un hueco lo suficientemente grande como para que cupiera alguien de medio tamaño, entre una pared y un mueble con cajones.- Pondrás tu espalda contra la pared y mirarás.- Le cogió el mentón al notar que intentaba negar con la cabeza, obligándola a cambiar la dirección de su movimiento para que asintiera.- Sí, claro que lo vas a hacer porque eres una buena chica, ¿verdad? Sí, una buena chica.- En todo momento mantenía un volumen de voz bajo, casi un susurro con una tonalidad infantil, queriendo que entendiera sus palabras. En otras circunstancias podría parecer un padre hablando con su hija con ternura, pero teniendo en cuenta la situación el ambiente dibujaba más bien un aura incómoda y espeluznante.- No apartes la mirada en ningún momento y estate callada.- Acercó más su rostro, prácticamente tocando la frente con Emma y apretando los dedos que guardaban su mentón, haciéndole daño.- ¿Entendido?

Emma estaba demasiado asustada para responder, saliéndole únicamente continuos sollozos incontrolados entre sus temblores que hicieron arrugar el ceño al hombre. Clavó sus uñas directamente en las mejillas de la muchacha y apretó la mano que todavía no había soltado, dejando marcas en su muñeca.

¡He preguntado que si lo has entendido, mocosa! – La zarandeó con fuerza antes de apartarla a un lateral, prácticamente estampándola contra el mobiliario. Cayó con un grito sobre una silla de madera, rompiendo dos de las patas inferiores y un reposabrazos, haciéndolo añicos.

Emma intentó levantarse, herida por el golpe y conmocionada. Tenía algunas heridas leves, pero lo más destacable eran la muñeca con una tonalidad violácea y unos pequeños arañazos en su rostro, en torno a las mejillas que no sangraban.

Esta vez no necesitó que volviera a repetírselo ni que aplicara ningún tipo de habilidad sobrenatural con ella, levantándose a duras penas mientras sus brazos temblaban, apoyándose en la mesa. Obedeció a las sugerencias por el dolor que recorría todo su cuerpo, prácticamente arrastrándose por la pared hasta llegar a la esquina que le indicó, volteándose y descansando el peso de su cuerpo al apoyar la espalda contra la pared. Tardó en alzar la mirada, clavándola en Felony mientras gesticulaba con los labios un “lo siento”, el único apoyo que podría brindarle.

Mientras tanto Joseph se incorporaba, comprobando momentáneamente que había obedecido con eficacia antes de volver a esa bobalicona sonrisa de dientes blancos.

Lamento este espectáculo, pero a los niños hay que educarlos desde pequeños, ¿no crees? – Se dirigió en esta ocasión a Felony aunque no sabía siquiera si la estaba escuchando ya que, en su cabeza, sólo había lugar para aquellas misteriosas voces.- ¿Voces? ¿Qué voces? ¿Escuchas algo? – Preguntó en esta ocasión a Emma, quien se sobresaltó sin saber si debía responder realmente o era una pregunta metafórica. Teniendo en cuenta que le dijo que estuviera callada, no quiso arriesgarse.

Lentamente, disfrutando de la melodía de los gritos como si de una pegadiza canción fuese, rodeó el cuerpo de Felony en una breve danza donde movía los pies en un vano intento de claqué, llegando incluso a voltearse inspirado en “aquella música”. Se colocó por su espalda, dejando que estuviera frente a frente con la niña para que tuviera un primer plano.

Una vez mis psiquiatras me dijeron que las voces eran fruto de tu imaginación, pero ¿sabes qué les dije? ¡Vosotros sí que sois invenciones!Sonrió, acariciando el cuello de Felony con la misma delicadeza como si tratase con una exótica flor.-  Pero son tan reales como tú, como yo… es la Bestia la que te habla querida.- Agarró su cabello con fiereza, echándolo hacia atrás para dejar su cuello desnudo desprotegido y completamente a su merced.- ¿O acaso también estoy mintiendo y soy una pesadilla? La Bestia gruñe, la Bestia se esconde, la Bestia somos todos y nadie… Y sólo hay una manera de comprobarlo.

De un rápido movimiento clavo sus dientes en su cuello, atravesando la carne y dejando que la sangre descendiera en pequeños hilos por sus omoplatos mientras succionaba. Al principio fue una experiencia dolorosa, la misma que podías sentir cuando te acuchillaban y abrían la carne para rasgar los músculos y tendones, acariciando el hueso, pero poco a poco ese dolor se transformó en una bastante conocida: Placer.

Un placer que nunca había alcanzado, el orgasmo más profundo que recorría cada molécula de su piel en un constante cosquilleo que no parecía tener fin. Cada vez se encontraba más débil por la pérdida de sangre pero aun así el éxtasis embriagaba su miedo a morir, algo que claramente él también notaba en una cantidad más abundante, apretando sus dientes en su cuello mientras bebía, asegurándose de no dejar ninguna gota de sangre por el camino.

Llegó un momento en el que sus piernas no tenían fuerzas suficientes para cargar con su cuerpo, aunque gracias al agarre de Joseph fue un descenso delicado, incapaz de soltar a su presa antes de terminar de saciarse mientras Emma seguía mirando.

No supo cuánto tiempo pasó hasta que separó sus labios de su cuello, apartándose con cuidado del cuerpo de Felony para incorporarse y limpiarse las manchas de sus labios con la colcha de la cama.

El mundo ahora corría a una velocidad tan pequeña que creía ver con claridad el recorrido de una mosca. No había dolor, sólo la sensación de agotamiento tras una larga racha de placer, provocando que su cuerpo no pudiera responder a ninguno de sus impulsos, incluso el eso de mantener los ojos abiertos suponían un esfuerzo que dudaba podría aguantar.

Creyó escuchar la voz de Emma gritando su nombre y algo arrastrándose a su lado intentando tirar de ella, pero ese cuerpo rápidamente fue apartado. Ahora fueron otras voces, las de la chica, las únicas que quedaban en su cabeza, la misma que gritaba que la soltaran, que la había matado y era un asesino entre lágrimas, la que intentaba zafarse antes de escuchar un estruendo de muebles por la habitación, viendo incluso desde su perspectiva un trozo de madera caer a su lado antes de que la puerta se abriera, dejando que el aire helado entrase en la habitación.

Allí, en una habitación de motel perdido en el culo del mundo, con un cliente asesinado en el váter tras un problema digestivo, tirando en el suelo como si de una colilla se tratase, Felony sabía que iba a morir.

Notas de juego

Ya te expliqué el tema del "Beso" y es lo que te ha hecho básicamente, alimentarse de ti hasta dejarte seca así que... vas a morir en el próximo turno. Pero no te preocupes, ya es algo que te comenté y querías ser el primer convertido así que ahora viene la pregunta clave: CLAN.

En su momento me dijiste que el clan fuera aleatorio y, viendo lo que has jugado y demás, creo que lo que más le pega a Felony es un TOREADOR o MALKAVIAN. Te dejo escoger entre esos dos ;)

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03/05/2020, 14:31
Narrador

A pesar de estar cansado por el viaje, la tensión y lo vivido en general, obtuvo las fuerzas suficientes como para cargar con el cuerpo de Lys entre sus brazos. Lars ni siquiera podía acercarse, dolido por aquella trágica pérdida incapaz de mirar a la cantante de la banda, apartándose de ellos para caminar solo con las manos metidas en los bolsillos hacia el interior de la recepción, adelantándose al resto y perdiéndose rápidamente de sus vistas.

Igualmente en esos casos las palabras sobraban, entendiendo el silencio de Matthew quien permaneció fuera, puede que sumido en sus pensamientos o necesitando unos momentos de soledad.

Notas de juego

Bueno, como dije saco a Lars de escena para que al pobre no le salgan 30 notificaciones de aquí, y como Matthew no pudo postear al estar ocupado y no quiero moverle de manera obligada sin saber qué quiere hacer, le dejo en el mismo lugar.

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03/05/2020, 14:36
Narrador

Estabas solo con la única compañía de aquellas misteriosas presencias que simplemente observaban en una línea recta, paradas en la entrada de la única calle que conducía al motel.

En la nieve todavía quedaba la silueta que había dejado Lys cuando cayó, creyendo dibujar su cuerpo entre los puntos de sangre y sus recuerdos, atormentándole esa visión por dentro. Por suerte Marco había reaccionado rápido, retirándola de allí para que pudiera descansar, dirigiéndose posiblemente a la suite que tanto había disfrutado la cantante. Mientras tanto el último componente, Lars, había optado por marcharse en un silencio nuevo para él, distanciándose de todos.

Pero ahí seguían. A pesar de las muertes, de las amenazas que habían recibido, de salvar a alguien de morir… las siluetas seguían ahí, ¿o no? Una fuerte racha de tiempo hizo que tuviera que apartar la mirada mientras pestañeaba al molestarle el aire directamente en los ojos, pero cuando volvió a mirar hacia la entrada no quedaba rastro de aquellas personas, ¿habían sido fruto de su dañada imaginación?

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03/05/2020, 15:03
Luc Jouret

Luc miraba con una mezcla de asombro y clara confusión a la joven que había salido de la cafetería, centrándose en el cuchillo y las marcas oscuras que tenía en el filo de la misma forma que lo hacía Theresa.

¿Qué has hecho, niña? – De entre todas las opciones posibles que había planteado sobre sus propios asuntos, ésta sin duda era la única que no contempló. Miró de reojo la puerta del restaurante y a Cat, alternando constantemente mientras su cabeza avanzaba más rápido que sus acciones.- ¿Dónde está Joseph? – Preguntó entre dientes mientras apretaba los puños.

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03/05/2020, 19:25
Narrador

Las puertas del pasillo que conectaban con la recepción volvieron a abrirse, esta vez saliendo de ella un joven de cabello largo con el rostro dolido y cargando entre sus brazos un cuerpo.

El hombre estaba apenado, notándose que había llorado recientemente mientras arrastraba los pies sobre la nieve, importándole poco hundirse lentamente. En su rostro había algunas manchas de sangre sin heridas al igual que en las puntas de su cabello, ahora meciéndose con el viento, y sus manos agarraban con la escasa fuerza que tenía el cadáver de su amiga.

La chica era bonita, o más bien lo había sido en vida. Tenía el cabello húmedo, como si acabara de salir del baño, destacándolo sobre todo con la toalla blanca que cubría su cuerpo, anudada a su pecho para no desnudarse delante de todos aunque no hubiera sido la primera vez que la veían sin nada. Destacaba que sobre su cabello, como si fuera un velo, había una sábana incrustada con pinzas directamente en su cráneo como si se tratase de una corona de espinas, dejándole unas filas de sangre que teñían mechones. Aparte, en su cuello había una profunda herida cubierta de sangre.

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03/05/2020, 19:25
Narrador

Matthew prefirió guardar silencio y quedarse fuera meditando mientras que Lars se apartó a otra entrada para ir a su habitación, dejándote solo y cargando con el cuerpo de Lys.

El pasillo que conectaba la recepción con la parte de las habitaciones era más gélido que nunca y, aunque podía escucharse claramente jaleo en el exterior, sólo quedaba el silencio en su corazón. Lys estaba muerta, llevándola en brazos con un cariño que puede que nunca se mostraran en vida, al menos no con palabras, simulando con sus ropas y la corona que pendía en su cabeza a la virgen María.

Sólo necesitó abrir la puerta para encontrarse la especie de fiesta que había frente a él, prácticamente en la parte más cercana al restaurante. Allí, congregados, habían varias personas.

Por un lado, la persona que más llamaba la atención era una joven en el centro, custodiando la entrada del restaurante. Su rostro pálido estaba dibujado con una agradable sonrisa y en su mano agarraba el mango de un afilado cuchillo cubierto de sangre. Junto a ella, abrazándola, un chico con el rostro descompuesto por la preocupación.

Un poco más apartados, un hombre con los puños apretados que no dejaba de mirar intermitentemente a la puerta del restaurante y al cuchillo de la chica, y justo a su lado una mujer que mostraba su nerviosismo en un continuo movimiento de manos.

Al lado contrario a la pareja, una mujer con las manos extendidas hacia la joven, pidiendo que bajara el arma. Intentaba mantener la calma pero estaba claro que el cansancio y la preocupación se dibujaba en las arrugas de su frente.

Por último, más apartados del resto, un hombre mayor al lado de un jovenzuelo que parecían ser meros espectadores de lo que sucedía. A su lado un hombre que conocía perfectamente, el gerente del motel Calvin, cubriendo en su espalda a su hija Jenna.