Partida Rol por web

Apocalypsis

NOX APOCALYPSIS

Cargando editor
02/06/2012, 22:45
Simplicio Ruiperez
Sólo para el director

Si, subo a lo alto de la torre, a ver que vistas tengo.

Cargando editor
03/06/2012, 11:38
Director

Te aproximas a la solitaria torre vigía, bajo la cual acordasteis reuniros el primer día todos los compañeros cuando tuviérais que hablar en secreto, dado que nadie se acerca a ella por creerla maldita. Esperando encontrar en ella alguna pista relacionada con el funesto presagio de Genoveva, asciendes por las escaleras que rodean su cuerpo cilíndrico. Una vez arriba, observas el panorama. La vista es impresionante: puedes ver varios pueblos a la redonda, incluida Llerena y tramos del camino que la une a Montemolín; incluso puedes ver la cabaña en la que Ruperto sufrió aquel extraño percance. Desde esta altura, los vigías podrían tener controlados todos los alrededores y saber si alguien se aproxima con un día de antelación.

Cuando te das las vuelta para inspeccionar la torre, ves a una persona de espaldas, asomada por el lado opuesto al tuyo. Extasiado con las espléndidas vistas, no te habías dado cuenta de que tenías compañía; cosa extraña por otro lado, puesto que nadie del castillo se acerca a la torre. Se trata de una mujer, y no te suena haberla visto antes por el castillo; o al menos, de espaldas no la reconoces.

Cargando editor
03/06/2012, 19:54
Simplicio Ruiperez
Sólo para el director

Hola mi señora, explendidas vistas desde aqueste punto, ¿ no le parece?

No esperabame  ver compaña en esta dorre por llamarla maldita.¿ suele mi señora venir por aca a menudo?

Cargando editor
04/06/2012, 00:24
Ruperto

Notas de juego

¿Puedo huir como la vil rata que soy? Si hay una almohada o algo, se la lanzo a la cara como distracción, mientras salgo de allí como alma que lleva el diablo, sin reparar en que estoy desnudo y empalmado.

En caso contrario, lo único que me ocurre es restregarme un poco, a ver si le da asco y se va. En Paranoia funcionaría seguro...

Cargando editor
04/06/2012, 00:35
Aparición

Cuando la mujer se da la vuelta, no das crédito a lo que ves. La parte derecha de su rostro está totalmente ensangrentada y desfigurada, y la sangre le chorrea por todo el vestido. Avanza hacia ti sin mover los pies y alarga los brazos, gritando como loca:

"¡Álvaro se ha tirado! ¡Salvadmeeeeeee! ¡Salvadmeeeeeeee, por caridaaaaaad!"

No te lo piensas: huyes despavorido de esa espantosa aparición escaleras abajo, saltando los escalones de dos en dos y de tres en tres, hasta que en uno de los brincos no haces pie, resbalas y caes rodando por las escleras hasta un rellano en el que te golpeas la cabeza. Poco a poco, todo se va tiñendo de negro...

- Tiradas (1)
Cargando editor
04/06/2012, 01:38
Director

Te despiertas junto al río. Te acercas para lavarte la cara con el agua fresca, y al hacerlo ves tu reflejo; tu rostro es el mismo que el de la aparición, pero no está desfigurado ni ensangrentado. Te diriges al pueblo, y allí la gente te saluda alegremente. El pueblo tiene un aspecto muy distinto al de ahora, rezuma vida: los pastores atraviesan las calzadas con sus rebaños, los campos cercanos están rebosantes de cosechas, y la gente se reúne en la única plaza del pueblo para vender y comprar en el mercadillo. Tú vas a una casa en la que hay una parturienta, y la asistes en el parto. La gente te quiere tanto como quisieron a tu madre; eres su vivo reflejo.

En el mercado hay una anciana que no deja de mirarte mientras intenta vender unos amuletos y lee las manos. ¡Es Genoveva! Pero tiene mucho peor aspecto que la Genoveva que Simplicio vio en la cabaña: esta tiene muchas arrugas, está encorvada y se sirve de un bastón para caminar. Saliendo del mercado, te encuentras a Genoveva de frente y entablas conversación con ella. Es muy amistosa, y sabe cómo camelarte, ya que empieza a hablarte de plantas medicinales, y se nota que domina el tema. Te invita a acompañarla a su casa junto al río. Allí descubres que vive con cuatro muchachas jóvenes. Charlas con ellas y encuentras muy grata su compañía. Finalmente, te marchas, quedando para otro día.

Al día siguiente sales escandalizada de la casa. ¡En realidad era una mancebía! Y Genoveva quería que te convirtieras en otra de sus putas. La anciana sale detrás de ti y te agarra fuertemente de la mano para leértela; seguidamente te dice, señalando tus líneas con su dedo sarmentoso: “No importa cuánto te alejes de mí, está escrito que volveremos a vernos, y entonces lamentarás no haber sido mi discípula, porque siéndolo conseguirás todo lo que te propongas, pero si me abandonas... terminarás triste, sola y olvidada por todos.”

Han pasado meses desde la última vez que viste a Genoveva. Al principio te asustó, pero a medida que pasaba el tiempo te olvidaste de esa vieja loca. La mujer del herrero se ha puesto de parto y te han llamado al castillo para que la asistas. Han enviado a un guardia para avisarte. Se trata de Álvaro, un muchacho huérfano que fue adoptado por José el herrero, y que se ha convertido en un hombre fuerte y apuesto. Pronto os enamoráis, y Álvaro baja al pueblo siempre que puede para verte.

Vives en una nube, tu relación con Álvaro es un sueño que esperas que nunca se acabe. Pero un día, Álvaro deja de bajar al pueblo. Aprovechando el rumor de que la esposa del comendador se queja de dolores, acudes a verla para intentar encontrarte con Álvaro. Cuando sales de la torre del homenaje le preguntas a un guardia, que te dice que Álvaro tiene turno en la torre vigía. Subes para darle una sorpresa, pero al llegar arriba la sorpresa te la da él a ti: lo encuentras a él y a Inés, la hija de Sancho el cocinero, retozando muy acaramelados. Bajas corriendo las escaleras, llorando desconsoladamente; no puedes creer que Álvaro te haya dejado por otra.

Ya no visitas a las embarazadas; ya no eres partera, ni curandera; ya nada te interesa. Ya nadie te llama, pues te has sumido en un pozo negro del que ni puedes ni quieres salir. Deambulas por el bosque como un fantasma, esperando que la noche le siga al día, el día a la noche, y así todos los días. Hay alguien cerca recogiendo hierbas; es Genoveva, que al verte se te acerca. "Pobre muchacha. Siento lo que te dije. Ven , te ayudaré." La acompañas a su casa. Qué más da. Entonces empieza a hablarte de un plan para separar a Álvaro y a Inés. Tu amor y tu ira hacia Álvaro se conjuran para que aceptes cometer una locura: Genoveva planea introducir a un hombre que seducirá a Inés y la apartará de Álvaro, pero para eso antes debes matar a Sebastián. "Ese soldado se ha reido de nosotras, siempre que viene golpea a mis ahijadas y no suelta un maravedí. Si lo matas, su puesto quedará libre." Tú no eres una asesina, pero quieres tanto a Álvaro... quieres recuperarle sea como sea. Así que un día vas al castillo, haces migas con Sebastián, esperas a que le toque su turno en la torre vigía, allí lo emborrachas... y lo empujas al vacío. Anuncias a todos su caída. Lo vieron muy borracho; nadie sospecha de ti.

A los pocos días llega un hombre al castillo. Su belleza es realmente cautivadora; dice llamarse Esteban, y quiere un puesto como soldado. Sus dotes de combate son estupendas, así que es admitido casi de inmediato, reemplazando así a Santiago. Sonríes para tus adentros...

Al poco te enteras de que Álvaro e Inés han roto. Inés se ha quedado prendada de Esteban. Ahora es tu oportunidad, debes estar cerca de Álvaro y hacerle olvidar a Inés. Pero no lo consigues. Él está desanimado, ha perdido las ganas de vivir. No come, no duerme; te das cuenta de que Álvaro quería a Inés de verdad. Entonces te das cuenta del daño que has causado. ¡Por el amor de Dios, has matado a una persona y has apartado a Álvaro del amor de su vida! Arrepentida, vas a casa de Genoveva para pedirle que saque de allí a Esteban y Álvaro pueda volver con Inés. Pero Genoveva te echa a patadas de su casa. "¡Vete de aquí, estúpida! ¡Ya no te necesito!"

Te enteras de que Inés se ha quedado embarazada de Esteban. Preocupada por Álvaro, acudes al castillo y preguntas por él. Te dicen que está haciendo su turno en la torre vigía. Te temes lo peor... subes a la carrera, y te encuentras a Álvaro contemplando el horizonte desde la torre. Al ver que te acercas a él, sin previo aviso, y con una expresión de infinito dolor en su rostro, se arroja al vacío, sin que puedas hacer nada por evitarlo. Te deshaces en llantos, y abrumada por un insoportable sentimiento de culpa y por el dolor que te ha causado presenciar el suicidio de Álvaro, te arrojas tras él.

Cargando editor
04/06/2012, 01:48
Director

Despiertas. Te has dado un buen golpe en la cabeza, pero no es nada grave; solo tienes un pequeño chichón cerca de la nuca. ¿Qué ha pasado? ¿Qué has visto allí arriba? ¿Y ese sueño...?

Notas de juego

Haz una tirada de Irracionalidad.

Cargando editor
04/06/2012, 01:50
Director

Notas de juego

Puedes hacer lo de la almohada, pero seguramente no te saldrá bien, ya que tienes -50 a la tirada. Observando tu ficha, veo que eres muy bueno esquivando (60). Yo que tú, usaría las dos acciones para esquivar (con que saques una de las dos tiradas de esquivar ya te vale para salir ileso y podrías huir), y usaría la Suerte. Es una situación de vida o muerte.

Si quieres hacer eso, haz las dos tiradas de Esquivar (con la penalización ya aplicada, tendrías 10 puntos). Si quieres seguir con el plan anterior, tendrías que hacer una tirada de Pelea -50 (como no tienes, sería de Agilidad -50), lo cual quiere decir que solo te sirve sacar un 5 o menos (sin Suerte que valga). Si se te ocurre cualquier otra cosa, dímelo y te explico con qué tiradas se resolverían.

Cargando editor
04/06/2012, 02:05
Ruperto
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hombre, pero realmente, yo no quiero pegarle. Darle o no me da igual, sólo quiero distraerle. De todas formas, si tras esquivar puedo huir, pues sí, esquivaré.

Hago las tiradas. Gasto suerte y esas cosas, que no recuerdo como va. Supongo que será la primera tirada sin ella, y la segunda con ella, o algo así, ¿no?

Bueno, yo tiro y me dices, aunque supongo que habré muerto. Qué manera más triste de acabar la aventura, pillado por la espalda y sin posibilidad de hacer nada xD

Cargando editor
04/06/2012, 14:10
Director

Aún tumbado en la cama, intentas rodar hacia la pared para que no te alcance el golpe del intruso, pero aunque consigues proteger tus zonas más vulnerables, te alcanza en la pierna derecha, haciéndote un tajo casi a la altura del tobillo. Gritas de dolor, pero te repones rápidamente, dándote la vuelta par encarar a tu agresor.

- Tiradas (3)

Notas de juego

No seas tan negatifo, hombre. Aún tengo que hacer yo las tiradas. La clave estuvo en la pifia que has tenido en escuchar, que ha sido determinante para que el tío este te pille in fraganti. Estabas en otro mundo con la prostituta :P

La competencia de pelea no se usa solo para pegar, también se usa para ese tipo de tretas y "juego sucio".

Bueno, pues te ha hecho 3 puntos de daño en la pierna. Ahora estás Herido (lo que significa que te mueves la mitad de rápido, pero al desplazarte, no afecta a la Iniciativa), y te quedan 4 PV. Te explico la situación en el siguiente mensaje; tienes una buena posibilidad de sobrevivir.

 

Cargando editor
04/06/2012, 14:29
Director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Le vuelves a ganar la iniciativa, así que te anuncio yo sus acciones primero, pero tú te adelantarás a ellas. Obviamente, él va a hacer dos ataques, pero te explico:

- Puedes usar una de tus acciones para levantarte, y así no estarás en desventaja ni tendrás negativos.

- Con una esquiva te vale para evitar TODOS los ataques de un enemigo en un turno. Teniendo 60, no lo tienes mal. Además, si lo esquivas consideraré que consigues superarle y salir de la habitación.

- Él ya no tiene la ventaja de la sorpresa, y si te levantas, tampoco la de estar en mejor posición, por lo que su ataque se queda en 35.

Ánimo.

Cargando editor
04/06/2012, 16:40
Simplicio Ruiperez
Sólo para el director

tengo

25 en iRR

75 en RR

- Tiradas (1)
Cargando editor
04/06/2012, 18:41
Ventura Montesinos

—¡Vaya! Este lugar es una caja de sorpresas, muchacha —susurró en la oscuridad—. ¿A dónde lleva este... pasadizo?

Ventura estaba nervioso, el susurro de su voz temblaba aunque se esforzara el disimularlo. Quizá el exceso de palabras hacía patente también ese nerviosismo que contraía cada uno de sus músculos.

—¿Conoces a ese tipo? —preguntó nuevamente.

- Tiradas (1)
Cargando editor
04/06/2012, 22:43
Simplicio Ruiperez
Sólo para el director

Notas de juego

¿ he soñado que era la imagen fantasmagorica, osea que era esa tia?

Cargando editor
04/06/2012, 23:31
Director

Notas de juego

Has soñado parte de la explicación de todo el embrollo; y la razón por la que esas tres personas cayeron por la torre.

Como has fallado la tirada, vas a ganar Irracionalidad. Tira 1D10, se lo sumaremos a tu IRR.

Después, decide tu próximo movimiento.

Cargando editor
04/06/2012, 23:37
Elicia

"¡Sssh!", oyes chistar a Elicia. "¡Nos van a oir!"

Sigues el sonido de su voz, y logras llegar hasta donde ella está sin tropezar con nada. Conforme caminas, oyes algunos ruidos extraños a tu alrededor. A saber qué es lo que guarda la vieja allí abajo.

"Hay una escaleras", te dice Elicia cuando la alcanzas. "Non fagas ruido."

La muchacha parece otra desde el ataque del intruso. Se ha salido totalmente de su papel de niña traviesa con el que trataba de seducirte. Tocas unos salientes en la pared junto a la que ella se encuentra, y por los que empieza a trepar. La imitas, agarrándote bien para no caerte, ya que estás trepando a ciegas. Entonces, Elicia se detiene; oyes deslizarse un pestillo, y de pronto se hace la luz.

"¡Rápido!", te apremia mientras sube.

Cuando sales, ves que la trampilla daba al exterior de la casa por la parte trasera, y estaba disimulada con unas hojas. Elicia se apresura a cerrarla con la llave, la disimula como puede y, mirando a la casa, te dice:

"Mis primas están alla adentro todavía."

Te mira suplicante. ¿Qué habrá sido de Ruperto? ¿Quién era ese tipo? Genoveva dijo que los bandidos las dejaban en paz...

Cargando editor
06/06/2012, 02:58
Ruperto

¿Por qué soy tan desgraciado? ¿Será un castigo divino por mis crímines?

No hay tiempo para preguntas ahora. Tras el recibir el tajo en la pierna, y notar como la sangre fluye, me incorporo como puedo, esperando el siguiente tajo que el hombre me lance para poder esquivarle y huir de allí.

Desde luego, las profecías de la mujer eran ciertas. Llegaba el Apocalipsis... Pero para mí.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hombre, no soy negativo, pero las cosas no dejaban mucho que imaginar. Más bien soy realista. He tenido suerte y ha sido la pierna, pero si hubiese sido la cabeza... Bueno, no creo que haya que echarle imaginación xD

De todas formas, con la pedazo de pifia que me acabo de marcar, me lanzo de cabeza a por la espada xD

Cargando editor
06/06/2012, 15:08
Director

Aún no. Parece que el destino aún te reserva algo importante. Quién sabe... en el fondo sabes que tu padre está mirándote en alguna parte, esperando que el rumbo de tu vida se enderece y te conviertas en una persona honrada y valerosa como lo fue él.

Así que tal vez es él el que, armado con su escudo, detiene desde el más allá los ataques de tu oponente, que no te alcanzan a pesar de tu torpe movimiento. Intentando evitar los ataques de ese bruto, apoyas el pie izquierdo en la cama para dar un salto lateral y escapar por la puerta, pero te tuerces el tobillo y caes al suelo, dolorido. Tu caída, sin embargo, es una esquiva en sí, ya que despista a tu atacante, que hunde su bracamante en la cama, donde antes tenías el pie, y seguidamente corta el aire sin alcanzar tu cuerpo, antes de que caigas al suelo.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Joder, macho, qué mala suerte estás teniendo. Menos mal que el tío este tampoco está muy fino. Te has torcido el tobillo izquierdo (-1 PV) y has caído al suelo, ahora te quedan 3 PV y te mueves a 5 metros por asalto corriendo (para que te hagas una idea, el tío puede pillarte solo andando rápido). De nuevo tendrás usar una acción para levantarte si no quieres estar en desventaja.

De nuevo le vuelves a ganar la iniciativa. Las acciones del tipo serán cerrar la puerta y atacar.

Cargando editor
06/06/2012, 15:36
??

Consciente de lo que intentabas, y aprovechando que estás en el suelo, el tipo se apresura a cerrar la puerta, y luego levanta su arma para rematarte, pero antes dice, con una voz profunda:

"Tú, sucia rata. Me sirves más vivo que muerto. Ríndete."

Bárbara lo mira horrorizado, agazapada en un rincón. Todos sabéis que tal como estás, desnudo, desarmado, herido y encima cojo, no tienes ninguna posibilidad de sobrevivir. Parece que la vida te brinda una segunda... no, una tercera oportunidad.

Cargando editor
06/06/2012, 16:45
Simplicio Ruiperez
Sólo para el director

arrea, 9.

- Tiradas (1)