Partida Rol por web

Memoria: No tienes la menor idea de quien es este hombre, podría ser soldado? Seh, muchos hombres llegaron y se fueron, él pudo ser uno de ellos.

Descubrir: Ese hombre salió de la nada, tal vez no estaba en una mesa... o si?

DESCUBRIR: Logras ver unas cuantas de personas mirando a su mesa, claramente cotilleando su conversación. Con la atención que llego ese hombre al sentarse en su mesa será difícil evitar a los cotillas.

EMPATÍA: El parece estar tranquilo, por que no lo estaria?

 El hombre “Druc”, ya sentado en la mesa y tomando un trago de aguamiel, los mira con una sonrisa.

—Por favor chicos, les invité más bebida, tratan así a un viejo compañero? Solo les quiero pedir un favor, vamos, por los viejos tiempos.

“Druc” muestra un rostro triste de cachorro mientras dice con la voz de un niño al cual le robaron un dulce.

—Hace dos días un rufián llamado Marcal Dorganya junto a sus compañeros me robo y estoy en la ruina. Sé que ustedes son hombres fuertes que apoyan al pueblo y no permitirá que hombres como Marcal abusen de ciudadanos modelos como yo, o si?

Ya con una voz normal termina su diálogo con un mensaje claro.

—Quiero que recuperen mi dinero esta noche, el hombre vive apenas a unas varas de aquí.

Enrique no estaba seguro de si Druc mentía, o no, pero le daba bastante igual. 

- Mira, no tengo ni tiempo, ni ganas, de meterme en tus problemas. Y mucho menos, gratis. 

¿Quién te crees que hoy en día hace algo por los demás sin esperar una compensación? 

Seguro que si te robó el dinero no lo hizo pidiéndote por favor que le entregases la bolsa, sino con fierros y hombres. 

¿Qué sacamos nosotros de meternos en este entuerto? ¿Tu gratitud? - 

Mira Druc.- dijo Jaume en un tono tajante.- ya nos conocemos y sabemos de que pie cojeas, y si te han robado, algo estarías haciendo.

como dice mi compañero, que ganamos ayudándote.- respiró un momento.- ¿qué nos ofreces por nuestros servicios?

se quedó, Jaume, mirando fijamente a Druc, esperando una respuesta.

El hombre "Druc" sonrio en una carcajada ante sus acusaciones. Con voz baja les comenta.

-Compañeros, no pienso meterlo en mas problemas de lo que ya estan, ambos sabemos los malos rumores que rondan en este lugar sobre el suberano de estas tierras... Y sus hombres. Debieron ver lo feliz que estaba al verlos con esas ropas y lo acauteloso que fueron desde que tome asiento con ustedes o no?

Otra carcajada salio de sus labios mientras se inclinaba hacia ustedes. Susurrando con un tono mas serio y un poco amenazante.

-Lo de "Druc" fue exagerar un poco... Pero seamos claros, o me ayudan con mi problema, o gritare a todos en el pueblo que estos dos hombres frente a mi son soldados que vienen a secuestrar niños para sacrificarlos en rituales paganos hechos por el señor de estas tierras... Ya si quieren algo ustedes, pueden tomar lo que quieran de la casa de ese rufian mientras recuperan MI dinero.

Al terminar cerro su boca y volvio al espaldar de su asiento, los miro con sus ojos bien abiertos esperando una respuesta.

Una sonrisa salió de los labios de Enrique.

Bajó la voz, diciendo - Druc, querido, tal vez puedas alzar la voz diciendo que somos hombres de quienquiera que digas que seamos. Pero también podemos negarlo. Y puedo hacerte un peinado nuevo, a la altura del cuello, si quieres. Al fin y al cabo, seguimos siendo dos contra uno, y tú has venido a nuestra mesa a "ganarte nuestra confianza para poder robarnos". Estoy seguro de que tu fama en estas tierras no es la de un ser angelical que trata muy bien a sus conciudadanos. ¿Me equivoco, "mi querido amigo"?

Como ya te he dicho, para que nos metamos en TÚ problema, necesitarás darnos algo a cambio. ¿O acaso te crees que nacimos ayer? -

Aquel tipo era un problema con patas, pero si podían sacar algo de valor, quizá no les fuese tan mal... siempre habría tiempo de acuchillarlo en un lugar menos público.

Jaume empezaba a impacientarse...Druc, ¿nos estás amenazando? pero quien te crees que eres, con tu fama y popularidad, no tienes credibilidad, podrás acusarnos de lo que quieras, pero no por ella la gente te creerá, mírate la mano, y recuerda, que lo que ve la gente, es recuerdo de la clase de calaña que eres. 
Jaume, suspiró, y continuó diciendo: -Haz caso a mi compañero, y dinos que nos ofreces, si quieres que te ayudemos, y si no estás dispuesto a ofrecer nada a cambio, puedes dar media vuelta e irte por donde has venido...

Aquel hombro frunció el ceño al ver una respuesta tan hostil. Con una voz seria, pero bajo tono, respondió.

—Este no es el castillo, mis artimañas pasan más inadvertidas, y que importa? Solo basta que un idiota me crea para que medio pueblo se encargue de lapidarlos... O tal vez nadie me crea, van a correr ese riesgo?

Miro a los lados dirigiendo su mirada a los cada vez más personas cotilleando su escándalo susurrante para verlos a ustedes con una ligera sonrisa.

—Sobre su parte? Ese hombre es tiene grandes fortunas, estoy seguro de que encontraran más de lo que les pido. No les gustaría dejar de ser el esclavo de ese hombre y vivir una vida acomodada? Hagan este trabajo y los bañare en oro.

Sobre lo que nos gustaría o no, es cosa nuestra y no te incumbe, además no es el lugar ni el momento de hablar de ello. le contestó Jaume a Druc.

Vayamos al grano, que quieres que hagamos? donde hay que ir? miró a su compañero. Hacemos el encargo, obtenemos el botín y continuamos nuestro camino, y tú, dirigiéndose ahora a Druc,  te olvidas de nosotros y nos dejas en paz.

Terminó de hablar, agarró su jarra y se la bebió de un trago, se levantó de la mesa y se dirigió a la salida. Voy a echar una meada.

Enrique seguía sin estar convencido, pero parecía que no les quedaba otra.

- Bueno, ya que has pagado la ronda, al menos te escucharemos. Y bien, ¿Hacia dónde vamos? -

El hombre "Druc" dio un suspiro despreocupado quitando la sonrisa de su rostro y comenzó a hablar con un todo jovial.

—Ufff, por un momento me tenían preocupado de que despreciaran tal oferta, eso sería un gran problema para todos, no? El encargo es simple como les dije, el hombre vive en un caserón en la esquina al final de esta calle, todo el caserón es de su propiedad. Confía plenamente en la seguridad de la guardia del pueblo, así que mucha seguridad no tiene.

"Druc" mira hacia los lados con sospecha acercándose a la mesa y comienza a susurrar.

—Le quitan todo lo que tiene, me traen los 50 florines de oro* que me robo y ustedes se quedan con el resto, fácil, no?

De acuerdo, vamos al caserón de la esquina, cogemos tu dinero y lo que queramos para nosotros...¿y donde nos encontramos contigo para la entrega? dijo Jaume para intentar de ordenar y aclarar el plan.

¿que mas sabes de ese hombre? ¿quien es? ¿a que se dedica? danos toda la información posible. siguió preguntando Jaume.

El hombre "Druc" mostró una pícara sonrisa.

—Donde más? Aquí mismo, voy a pasar toda la noche bebiendo festejando toda la noche! Y no se preocupen por los detalles de ese hombre, es un rufián y estafador, no necesitan saber más nada.

"Druc" se levantó mientras terminaba de hablar.

—Ya es suficiente de tanta palabrería, es hora de ver el oro! Los espero aquí para esta noche… o ya saben lo que pasara, les deseo suerte mis amigos!

Antes de recibir cualquier respuesta, se dirige a una mesa llena de borrachos, levantando una bolsa de su cinturón y exclama en voz alta.

—Hoy beberemos toda la noche!

La multitud de bebedores presentes vitorean alegres al escucharlo. "Druc" se sienta junto a ellos a festejar mientras los mira con una sonrisa burlona.

En cuanto Druc se hubo apartado, Enrique se acercó a Jaume. 

- Bueno, Druc ya nos ha dicho lo que quiere... Creo que es hora de hablar con el buen señor. Primero, hablar con él a ver qué nos cuenta de Druc. Y después, decidir. Si tiene a todos esos borrachos con él, no estaba precisamente "sólo" para dar este golpe... - 

Pongamonos en marcha, compañeros.- dijo Jaume.- pero andemonos con cuidado, no me fio para nada de Druc.- se quedo un momento pensativo y continuó diciendo: "acuérdate de que palo es este tío, yo mismo le corté los dedos por robar a la nobleza cuando vivía en el castillo del señor".

Vayamos al caserón y acabemos esto cuanto antes.

              
Anochecer del 23 de diciembre de 1300. Inicios del invierno, Frío.

 A altas horas de la noche, en pleno invierno, las calles solo son habitadas por la oscuridad y el sonido del frío viendo de invierno.

 Saliendo de la taberna, unas calles más arriba, sé encontraros con el inconfundible y único caserón del lugar. Un caserón fortificado de dos pisos. Las ventanas cubiertas con barrotes de madera, la robusta puerta principal con refuerzos metálicos, todo cerrado a cal y canto. Claramente, la propiedad de un hombre muy acomodado. Al frente un par de guardias con antorchas en mano pasan cada pocos minutos.

 Entre las iluminadas rendijas de las ventanas, una que otra sombra delata la presencia de personas en su interior. El espacio entre una estructura cercana y el caserón crea un callejón que permite algo de privacidad de las vistas lejanas, una pena que los guardias pasen por ese callejón como parte de sus patrullas.

eh, voy a echar una ojeada por el callejón.- le dijo Jaume a su compañero.- me haré el despistado y perdido e inspeccionaré la estructura contigua al callejón y posibles accesos desde ese punto al caserón. 

¿que te parece la idea? pregunto a su compañero, esperando una respuesta afirmativa, para emprender la acción.
 

- Buena idea. -

Aquel caserón estaba fuertemente defendido, no iba a ser fácil colarse... aunque, claro, siempre podrían llamar a la puerta.

A Enrique no se le habían quitado las ganas de llamar y hablar con el "casero" directamente, y ver qué clase de persona era.

El no era muy de armar escándalo si no era necesario, y, desde luego, Druc era una de esas personas que no eran de fiar. Así que no perdía nada hablando con el tipo...

Esperaría a que Jaume le dijese algo, y luego, llamaría.

De acuerdo, compañero .-empezo diciendo Jaume.- Inspecciono el callejón y a la vuelta decidimos si nos colamos o llamamos a la puerta . Esto último no le cuadraba mucho a Jaume, pero si es lo que el compañero quería hacer, lo apoyaría.

Tras la breve conversación, Jaume empezó a andar hacia el callejón.,