Partida Rol por web

Estrecha la mano del aquilonio con fuerza mientras con la otra golpea su espalda de manera exagerada.

- Pues ha estado cerca! Esos dos charlatanes querían un poco de espectáculo, y han estado a punto de tenerlo.

Avancemos pues, el día pasa y no parece que nos encontremos más cerca de conseguir nuestro objetivo. dijo sin alzar excesivamente la voz el delgado hombre de túnica verde, ajustándose la capucha sobre la cabeza.

Bien, parece que ya habéis acabado la conversación.

Cuando empezáis a caminar hacia algún sitio que no conocéis, pasados unos minutos, los restos de edificios ahora parecen mas antiguos.

De aparentemente la nada, una silueta encapuchada se acerca hacia vosotros.

Con una voz grave y muy gastada y acento Zíngaro muy sonoro os dice.

-Por favor, unas monedas...

Sus ojos son de un azul muy claro que destacan bajo su sombría cara.

Domingo se lleva la mano instintivamente a la empuñadura de su arma, aunque no aparta la mirada del mendigo en ningún momento.

Sereno, aguanta unos instantes la profunda mirada del encapuchado. Finalmente, desiste y se saca un par de pesos del interior de su ropa.

-Toma... Extiendo su brazo, con el dinero encima de la palma.

Por su cabeza había pasado la remota idea de que fuera peligroso, pero no se notaba para nada en su rostro ni en su cuerpo...

-Gracias...

dirigiéndose al resto

-Ustedes señores, Demen unas monedas... Por favor

sus ojos azules brillas profundos y claros vajo la capucha de una forma casi hipnótica

Tauren se mantenía en medio del grupo, buscando la protección de los grandotes Aesires, cuando apareció el mendigo.

¿Estais pidiendo una limosna y pedís más de lo que os ha entregado nuestro compañero o estais pidiendo un tributo de paso? pregunta el viajero.

Frunce el ceño ante la aparición del mendigo y observa sus movimienos con atención. No parece muy lógico encontrar a alguien pidiendo limosna en lugar como ese.

- Toma - Saca un par de monedas y se las tiende esperando que las coja con rapidez - Y te daré alguna más si nos echas una mano. Estamos buscando a alguien. Tal vez puedas darnos información...

Examino al extraño en profundidad , desde una cierta distancia, y dispuseto a actuar al menor indicio.

Toma tiradas...

El hombre no tiene intencion de marcharse antes de conseguir todas vuestras monedas,

A parte, ves a un tipo que se intenta esconder, detras de unas ruinas.

Gracias... dice con su voz raspada. Bueno, eso lo negociaremos luego...

Ustedes, dos señores, extrangeros hyborios..., denme algo, Ustedes parecen tener bastante dinero... Unas limosnas no os serán difil de dar...

1- La tirada de sabiduría  era de SABIDURÍA específicamente, es para otra cosa, diferente al avistar y averiguar (las pruebas de sabiduría se hacen para que tu PJ se "se de cuenta" de algo, aunque el jugador no haya caído en ello. Así que no te hagas el perezoso y tira...

2- Distancia del hombre: 30' con cobertura parcial, hay terreno difícil, así que no se puede cargar. Hay algunos muros ruinosos cerca.

3- Tengo una pequeña cruzada personal con los mapas. Así que de momenot no voy a poner ninguno.

Te repito mi pregunta, desconocido, ¿estais pidiendo una limosna y pedís más de lo que os ha entregado nuestro compañero o estais pidiendo un tributo de paso? repitió Tauren.

Bien, te das cuenta que el brillo de los ojos de el mendigo es exactamente igual que el color que tiene Domingo (revisa su ficha)

-Bueno, yo no creo que quieras averiguarlo, Nemedio... por qué no te ahorras problemas y me das la plata que lleves?

no parece que ahora tenga problemas con Domingo ni los bárbaros, apenas los mira.

"Mi buen mendigo, apuesto lo que quieras a que llevas más oro y plata encima que yo, es más seguro que tu amigo el que esta oculto tras el muro derruido a unos 30 pasos de aquí también tiene más oro que yo.

Tus ojos, del mismo color que los de nuestro ufano acompañante el caballero Domingo Fernandez, eres uno de los pocos zingaros con ese color de ojos , déjate de juegos no somos alfeñiques novatos ni tu eres un mendigo, a una sola orden mis animales saldrán a toda velocidad a despedazar a tu oculto amigo y el resto del grupo hará lo mismo contigo.

Ahórranos la sangre, a todos, habla claro y se sensato, todos podemos salir ganando de este encuentro, y si actúas de forma errónea, es posible que yo o alguno de los del grupo caiga pero tu y tu amigo caeréis seguro, piénsalo"

Alfeñiques... Demuéstralo....

Dice desenvainando dos  afiladas hojas de debajo de su túnica

COMBATE!

Muy sutil, domador. dice el hombre de túnica verde a Severius mientras ve cómo sus palabras han surtido el efecto contrario.