Partida Rol por web

- Yo a ti también hijo -se despide finalmente Elaelyan, pensando inevitablemente en qué podría pasar si Hiag'Thel la perdiera... si la viera morir. No, definitivamente, no puedo permitir eso... Tengo que ganar. Y tengo que salir de aquí cuanto antes...

Por suerte para ella, el sociable montaraz la sacó rápidamente de su ensimismamiento, que indudablemente habría terminado en una espiral de miedos, dudas, remordimiento y preocupación.

- Esto... Es sólo por seguridad, amigo. Ya me entiendes... Hay que estar preparada para todo, aunque por si acaso yo no correría por delante mío -ríe, tratando de ser todo lo amable que puede para alejar de su cabeza los malos pensamientos y poder concentrarse en la carrera que le aguarda al día siguiente. Su sonrisa se congela durante unos instantes cuando observa cómo se acerca el siniestro tipo repleto de quemaduras y le pregunta sobre su cicatriz, que la hace permanecer en silencio durante un largo y tenso segundo en el que entrecruza su mirada con la del hombre- No... es de tu incumbencia, me temo. No me resulta agradable hablar de ello, y supongo que usted lo entiende perfectamente, señor...-dice, mientras arquea ligeramente las cejas y mira de arriba a abajo el cuerpo quemado del tipo despojado de su hábito para volver a mirarle a sus inquietantes ojos, a la espera de un nombre con el que poder dirigirse a él.

Ejemplo valido: Turno de Lao Tzu. Utiliza su acción de movimiento para mover y la estandar para mover tambien.

Ejemplo no valido: Lao Tzu declara que como acción de asalto completo corre x3 o x4 su movimiento táctico. Página 144 del manual.

Simplemente no se puede correr, ¿ok?

Lucian escuchó las palabras del monje, se lo veía calmado...

Pues lo cierto es que fué por descarte, no me apetecía jugarme la vida en las otras dos competiciones así que me decanté por esta... quizás llegue el último pero al meno llegaré vivo.

El montaraz se sentó y se puso a degustar la modesta merienda que les habían ofrecido, no por pensar que era la última, sino por agradecer la hospitalidad demostrada por el anfitrión.

-No soy señor de nada-chasqueo- me gusta tu cicatriz.

Me encojo de hombros al ver que no kiere hablar del asunto y me doy la vuelta para poner distancia entre los dos. me dirigo a coger una manta y acostarme en cualkier lado.

-Me llaman Assa- chasqueo, mientras tiro la manta al suelo y me siento encima con las piernas cruzadas y los ojos cerrados- Y seré el futuro campeón.

bonita cicatriz si señor... quizas un poco pequeña, pero eso se puede arreglar...

Elaelyan opta por ignorar las palabras salpicadas de ácido del inquietante hombre carbonizado y decide que debe descansar y comenzar con sus rituales y oraciones si al día siguiente quiere estar fresca.

- Bueno, creo que yo me voy a ir a descansar, que mañana tengo que estar fresca. Lao, Lucian, Assa... Buenas noches-se despide, mientras vuelve a la esquina del biombo, donde saca de su mochila un petate y unas manta de invierno que harían las veces de colchón durante aquella primera noche. Mañana tengo que hablar más seriamente con los guardias, necesito una habitación en la que poder descansar junto a Hiag'Thel...

Desde el lugar en el que han quedado el resto de competidores, se puede oír el leve susurro que producen los labios de la mujer al moverse, dejando escapar algún pasaje más alto de vez en cuando.

Fharlanghn, guía mi camino durante la carrera y haz que el sino se vuelque sobre mí, te pido tu favor, Morador del Horizonte, Señor de las Senderos [...] Toca tus dulces sonidos y protégeme con tus Vientos, mientras mis pies pisan tu Tierra sin merecerlo...

Salis por una puerta cerrada, tras descansar y desayunar poco más habeis visto de vuestra habitación. En una enorme sala se percibe claramente un entorno pensado para este evento.

Ante vosotros una sucesión de pasillos y puertas. Los muros llegan hasta el techo y hay algunos sitios como las rejillas que parecen complicados de pasar (tiradas de equilibrio) y no sabeis muy bien si hay puertas que esten cerradas o abiertas.

Estais dispuestos y preparados solo esperando a la orden de salida.

Lucian accedió a la gran sala abovedada atabiado con sus ropas de montaraz, esta vez no tintineaba su armadura bajo las ropas... esperaba que no le hiciera falta. De su cinto colgaban una espada larga y unas pequeñas bolsas de cuero. En su mano mantenía una antorcha junto con un broquel anudado a su antebrazo y en la otra una pequeña bolsita de cuero.

¿Como vas a aplicar las reglas para saltar los obstáculos?, es que no viene muy claro en la habilidad de saltar.

¿la sala está bien iluminada o necesitamos llevar antorchas?

Sus hábitos seguían siendo los mismos, pero en esta ocasión se obsevaban un par de Kamas a su espalda y un bastón agarrado con ambas manos. Inundaba una extraordinaria serenidad exterior, mantenienod sus ojos del todo cerrados. El final de la carrera lo veía en su interior, dónde los sentimientos se agitaban descontrolados encerrados en una profunda meditación. Con gestos armoniosos extendió el bastón a lo largo de su brazo derecho, apoyado en ese mismo hombro por su mano izquierda. A continuación realizó una reverencia y se colocó en guardia, separando sus pies velozmente. Recogía su peso en la pierna derecha con su rodilla flexionada mientras la perina izquierda se estiraba hacia atrás como punto de apoyo. El bastón realizaba giros incomprensibles hasta quedar en una postura aburrida, su mano izquierda junto a la cadera, su mano derecha frente suya a la altura del pecho. El rápido movimiento silbó en el aire, sólo cuando se hubo extinguido abrió el monje sus ojos para enfrentarse a la carrera.

La sonrisa se ha desvanecido del rostro de Elaelyan, que ahora lanza miradas furtivas hacia los lados, examinando rápidamente a sus contrincantes mientras evalúa la situación. Con un gesto rápido, aparta la capucha y la deja caer a su espalda a la par que sacude la cabeza para acomodar sus ondulados cabellos de oro, sonriendo maliciosamente con la mirada clavada en la pared a su frente.

Viste exactamente como se preparó la noche anterior, con aquella misteriosa y pesada ballesta enganchada en los asideros del guante metálico que protegía su mano derecha. En su cinturón, pequeñas bolsas y viales tapaban toda su cintura. Su torso estaba desnudo exceptuando el corpiño de tela al que iba atada la capucha que resbalaba sobre su impoluta y rosada espalda hasta casi tocar el ancho y abombado pantalón que llegaba hasta sus tobillos, donde terminaba en un puño elástico. Sus pies, que se movían inquietos esperando la señal de la salida, estaban custodiados por las tiras de cáñamo de sus flexibles sandalias, que se enlazaban con el propio pantalón para permitir una mayor rapidez de movimientos.

- Que empiecen los juegos-dijo, escupiendo cada palabra, mientras hacía chasquear levemente su cuello inclinándolo hacia la izquierda y la derecha.

Assa se apoya en la pared en el sitio que le corresponde, mira hacia los lados a sus contrincates. Está desnudo, salvo por esos pantalones de tela negros y anchos. Con los brazos cruzados en el pecho espera la salida de la prueba.

Tira iniciativa cuando puedas

ya la tire, no se porque no sale, no la veo, sace un 3 +2 =5, no la ves? por mi si kieres tiro de nuevo, no veas q tirada mas mala xD

tirada de iniciativa.

El público enloquece cuando ambos contendientes se preparan para empezar, de pronto una voz desde lo alto dice con voz furibunda. Y una vez más... Que comiencen los juegos. Es la voz de Magnus CoinSaw el antiguo campeón. Y recordar, no importa quien pega primera sino quien lo hace el ultimo.

El público se enfervoriza a medida que empezais a moveros.