Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

El Despeñapresos

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17/02/2017, 09:31
Virming "Comadreja" Davenrost

A Pain
Cuando Pain vuelve a mirarme yo sigo mirando el trasero de Elvurith. La poca tela que la cubre muestra sus exuberantes curvas y me atrae de una forma incontrolable -Ten cuidado con ella. Ten mucho cuidado con ella- le digo muy en serio antes de dejarle salir.

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17/02/2017, 09:32
-El Despeñapresos-

A Pain
Para cuando sales a cubierta adviertes que los otros presos ascienden por las escaleras. No tardarán en llegar y, para tu sorpresa, vienen acompañados en primer lugar por un ser exótico a la par que erótico. Una medusa cuyos cabellos se enroscan y contornean como sus curvas. Tras ella aparece un hombre planta descomunal y a su lado una humana bien armada con apariencia mercenaria. Detrás, entre aquellos que ya conoces, hay una pequeña gnoma de mirada nerviosa.

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17/02/2017, 09:33
-El Despeñapresos-

A Gohozor
Subes por las escaleras en compañía del resto de presos liberados (y armados) cuando, al llegar a cubierta, un sonido muy querido y familiar atrae tu atención.

Ruffus, con la potencia que le confieren sus poderosas patas, corre hacia vosotros, desbocado. Provocando reacciones diversas entre tus compañeros. Con sorprendente agilidad los esquiva para llegar hasta ti a darte la bienvenida y recibir esa rasquiña dada con tus ramas, en el cogote tras las orejas que le gusta tanto como para provocar que tamborilee en cubierta con una de sus patas traseras.

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17/02/2017, 09:37
-El Despeñapresos-

Al llegar a cubierta sentís la brisa nocturna que hace crepitar las antorchas al ritmo de las notas que Nickar os dedica. El primero que os da la bienvenida es Ruffus. El lobo, que cuando llegasteis se encontraba en la puerta de la celda del fondo, corre ahora hacia vosotros con una rapidez y una potencia sorprendentes. Os esquiva demostrando gran agilidad y salta para dar la bienvenida a Gohozor.

Al mirar al frente descubrís que han preparado una mesa larga, lista para ser ocupada. Algunos marineros van depositando aves y verduras asadas, frutas y queso. En el centro jarras de agua y vino son rodeadas por rústicas copas de madera.

Un grupo de marineros (los reparadores) se cruza con vosotros para bajar a arreglar lo poco que queda del boquete.

Al otro lado de la mesa, de pie sobre la cubierta, se encuentra Pain. Un hombre atlético y bien formado de mirada insana, observa a los “nuevos” que encuentra entre los ya conocidos presos de Matadero.

Cerca de la mesa veis a una elfa delgada pero fuerte, de ondulados cabellos negros como esta noche. Porta varias armas de diferentes tipos y tamaños. Ella os mira con cierto desinterés pues está más pendiente de observar al nigromante y, al hacerlo, sus ojos destilan odio. -¿Sabrá, quizá, que el que no comáis es culpa de su señor, el Rey Muerto?-

A vuestra derecha está Robillard que escucha las palabras de Lythrai se lleva un dedo a los labios en señal de silencio. Susurra -Te contestaré luego- y con solmene respeto, mira hacia donde se concentran los alimentos indicando que el caballero se encuentra allí y va a hablar.

De pie, al lado izquierdo de la mesa Crom (tras la silla de aquel lugar) os da la bienvenida. Tiene el pelo recogido y, aunque sus facciones pudieran confundirlo con un elfo, comprobáis por sus orejas que es un humano común. Bueno, quizá no tan común.

El humano muestra su sorpresa y deleite al escuchar la melodía de Nickar y aguarda hasta su final mientras permite que os acerquéis al banquete.

La mesa es rectangular con dos sillas en cada extremo, seis a babor y siete a estribor. Un total de 17 sillas. Advertís que falta una. Quizá sea la del agregado Cisco o la del Guardian discípulo de Lythrai. Que en silencio la ha acompañado hasta cubierta armado sólo con su casco.

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17/02/2017, 09:42
Crom Daral

Extiendo una mano hacia los recién llegados y la otra hacia la comida que les espera. -Os doy la bienvenida a mi mesa- Anuncia Crom y alza la mano que os apuntaba indicandoos que os detengáis. -Antes de tomar asiento...- veo como los más hambrientos miran los alimentos -...estas cuatro sillas- señala las sillas de los extremos -serán las nuestras- advierto con una sonrisa y continúo -No es que se os deba una explicación a todos vosotros, pero a los más honorables y leales a sus propios principios os la dedico con agrado- hago una pausa -Lo sé todo de vosotros, incluso quién os ha hecho venir aquí y por qué. Pero no quiero alargarme cuando aún tenéis hambre. Sentaos y coged fuerzas. Mientras tanto os lo explicaremos todo.- Dicho esto y mientras ellos se acercan, hago un gesto hacia la elfa -Mi leal Elvurith Ur'Dómine. Caballera del cáliz. Azote de infernales y muertos vivientes. Hermosa y mortal.- La presento en primer lugar. Tras ello cojo un escarabajo que trepaba hacia la mesa y lo aparto dejándolo cuidadosamente en el suelo -Ugeus, La Plaga... ya conocéis a nuestro druida- comento con una sonrisa quitando al bicho de la mesa. Escucho ahora que mi aprendiz se acerca -Y ella es Miraria Daragón, maestra con el arco con unos trucos que desconcertarán, sin duda, al enemigo.- Una vez presentados todos y cuando ya se van sentando los presos que nos acompañarán en el combate mañana, nos sentamos los tres (ya aparecerá Ugeus cuando crea conveniente).

Notas de juego

*Es importante señalar dónde os vais sentando a fin de saber a quién tenéis al lado teniendo en cuenta que:

Alona: va a su bola, pero prefiere la compañía de Tizoc, Hazir y/o Serge.
Lisa: Aprieta el paso para sentarse con Lythrai e Yzlin (si puede, lo hará entre ellas), si no, preferirá tener junto a ella a los ladrones (se ha fijado en Serge) o, en su defecto, a Ruffus y Gohozor.
Krishnarj: Bof, con este tenemos un problema y, en principio, se queda en última estancia, sin tener claro dónde tomará asiento.
Cisco: Con sus salvadores en Matadero. Nickar, Hazir, Tizoc o Ishrad indistintamente.
Amok: Aún bajo la influencia del conjuro de Robillard, no le importa con quién sentarse siempre y cuando alcance a la mayor cantidad de comida y bebida que pueda (sobre todo comida).

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17/02/2017, 09:53
Miraria Daragón

Tal y como me han ordenado, traigo la armadura de placas y mallas negra con el símbolo del grupo de mercenarios Fonn'Aster, una lanza recién restaurada y una espada. Lo agrupo todo en un montón dejándolo sobre una de las sillas con delicadeza (por si acaso), pero aún no he acabado por lo que tras mirar a los presos, voy a por el Alfajón, una bolsa de componentes hecha de piel humana y no sé qué más delicias habrá en aquel cuarto...

Vuelvo con la imagen de los presos liberados -¡y armados!- sin poder discernir en qué está pensando Crom. -¿Por qué está tan seguro de que no son unos descerebrados que nos atacarán durante esta noche?- Podrían hacer descender el navío antes del alba y bajar, ser libres...

Tras ello caigo en la cuenta al ver a Comadreja. Puede que los nuevos sean libres, pero el resto de marineros no. No pueden escapar y fracasar en esta misión los mandaría bajo los dominios del Rey Muerto.

Sin entretenerme para no perderme la cena, voy a por lo demás.

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17/02/2017, 09:55
Virming "Comadreja" Davenrost

Desde la lejanía, apoyado en el marco de la puerta del camarote del capitán. Un lugar que me es prestado para esta empresa, observo cómo se desarrollan los acontecimientos... bueno, los acontecimientos y las curvas de Elvurith, Lythrai e Yzlin. La cadete deja la armadura de Lythrai y asiento. Aún debe traer las pertenencias de Yzlin e Ishrad y, tras ver que Hazir porta un bastón, deduzco que Crom le brindará uno de los alfajones de ahí abajo.

-Crom, que le aproveche. Espero que en su narración aporte algo bueno de lo que un humilde contrabandista como yo pueda sacar provecho.- Le digo aprovechando una pausa y tambaleándome en la cuerda floja que es el trato con este individuo. Miro a los presos con suspicacia -cuidado con él- pienso tan fuerte, que casi siento que puedo transmitírselo.

 

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17/02/2017, 09:56
Crom Daral

Mientras los reos se van sentando, mi mirada se fija en el guardián que siempre está cerca de Lythrai. No lo conozco pero deduzco que es el único superviviente de los jueguecitos del Rey Muerto. -¡Vos! Sois un hombre de honor. Un custodio. El guardia de alguna prisión.- Llamo su atención -Además debéis ser fuerte pues sois el único con vida.- Apunto con una sonrisa -Quizá ya sea hora de dejar el lado de los presos y unirte al de la guardia, situandoos a uno de los extremos.- Digo señalando aquel lado y este al mismo tiempo.

La seriedad y el silencio de este individuo no me pasan desapercibidos.

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17/02/2017, 09:59
Guardian

Agacho la cabeza de tal forma que el casco oculta mi rostro -Mi señor. Su oferta es muy generosa.- Digo con sinceridad sintiendo la mirada de Lythrai -no me interrumpáis, mi señora- pienso antes de continuar.

Doy un paso al frente -La fuerza de un soldado es tan fuerte como la valía de los que lo acompañan. Con estas manos aplasté los rostros de mis compañeros. No... ya no soy digno de esa mención, no soy un custodio sino un verdugo y que siga vivo no ha dependido de mí sino de ella- señalo a Lythrai -Mi vida es suya y prefiero gastar el último resquicio de lealtad que queda en mi alma hacia ella.- 

La miro mientras me quito el casco y lo arrojo lejos abandonando el nombre de guardián...

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17/02/2017, 10:02
Esderian Fonn'Aster

La miro mientras me quito el casco y lo arrojo lejos abandonando el nombre de guardián. Me giro hacia ellos y sentencio con voz segura aunque con cierta tristeza -Mi nombre es Esderian Eslevs y, ahora, mi lugar está entre vosotros. No entre ellos. Anuncio convencido antes de volver a guardar silencio.

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17/02/2017, 10:35
Gohozor del Mar de Hojas

— Yo tambien te he echado de menos, bribón — le dijo al lobo — seguro que has estado haciendo carantoñas a cualquiera que te diera de comer

Se acercó a la mesa y cogió el ave más cruda que encontró. Luego miró a los anfitriones. A pesar de sus formas y sus viandas seguían siendo carceleros que aceptaban no-muertos entre ellos. Escupió sobre la cubierta y se alejó de la mesa para buscar cerca de la puerta por donde habían salido y sentarse junto a Ruffus. Ofreció el ave a Ruffus y se quedó mirando a la mesa. No iba a engañarse,  tenía hambre; pero el orgullo estaba antes y no iba a mostrar el menor signo de debilidad ante sus carceleros. 

Miró a Krishnari tratando de hacerle entender que junto a él era bienvenido al menos mientras siguiera siendo una criatura salvaje, si se civilizaba ya se vería. Iba a llamarlo cuando Crom ofreció al guardia volver al redil y éste lo rechazo. 

— Tanto honor y tan poco cerebro – con lo bien que les hubiese venido tener un hombre armado fuera de las celdas. — En fin,  otra vía de escape que acaba antes de iniciarla. 

Sin apenas subir la voz se dirigió a Crom — Aún espero un motivo para luchar por mis carceleros o al menos uno mejor que una comida. 

Notas de juego

Ruffus

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17/02/2017, 11:26
Reo 640

El ascenso se me hace muy breve llegando a cubierta demasido pronto como para poder apreciar nada de interés en el trayecto. -No importa- pienso -al menos he podido escuchar a Nickar- mientras tocaba observaba a la pequeña con admiración. La música es una maravilla de la que he podido disfrutar en muy contadas ocasiones.

Una vez en cubierta asisto con mis compañeros a la medida puesta en escena de Crom. -¿Intenta ganarse nuestra amistad con cumpidos?- Aplaudo la reacción de Gohozor aunque debería haber cogido algo de comer. Me preocupa que no haya probado bocado en todo el día.

La gran sorpresa del día ha sido la reacción del guardian, Esderian. Opino como Gohozor, nos habría venido muy bien a un espía entre sus filas. Cuando reaccionó de esa manera lanzo una mirada a Lyth y no pude evitar darle la vuelta al razonamiento. A nosotros nos interesa tenerle entre las filas de los soldados tanto como a ellos le interesa tener a un topo metido en una celda. -Su discurso está lleno de contradicciones- susurro a Lyth -Debemos tener cuidado con él- manifiesto mi preocupación.

Pese a que me gustaría andar, sentarme y comer decentemente, ya he abusado de unas muestras de autoridad que no me he ganado. Hablando y actuando más de lo que debería. Me mantengo con el grueso de compañeros, avanzando con ellos y sentándome a la vez que la mayoría.

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17/02/2017, 12:22
Nickar

Sin dudar y habiendo acabado su melodía se sentó ni más ni menos que en el asiento de Ugeus - teniendo a mis compañeros conmigo, bien podría volar lejos, pero intuyo diversión, si tengo diversión y suficiente para contener mis caprichos, no veo inconveniente en jugar,... por cierto - sujetó con cuidado el escarabajo, imitando el modo que el tal Crom lo había sujetado y siguió hablando - disculpa que me siente en tu sitio pero quisiera saber si me prestarías un par de estos jejeje si son como los han descrito puede ser divertido lanzar algunos a quienes os visiten.

Dicho eso depositó con calma el insecto, tomó plato y cubiertos y de un batir de alas tomó también un buen trozo de asado y voló a lo alto del palo mayor.

Allí se sentó a tocar una nueva melodía antes de comer, una ligera pausa entre la primera linea de notas y de nuevo avanzaba el son, permanecía en compañía del frío y las corrientes de aire contrastando con la aun humeante gran porción de carne. No acostumbrada a confiar en nadie, sabía que nadie era diferente a aquel hobgoblin, toda su vida había sido juzgada y puesta a prueba, no cambiaban más que las caras que le rodeaban.

Sabía que en esta ocasión no era igual, hasta ahora le habían rodeado personas con la necesidad de querer guardar las apariencias, humanos casi todos ellos. Este hecho le había permitido esperar paciente y servicial hasta tener todo lo necesario para ser ella quien manipulara a esas rastreras gentes.

En esta ocasión eran peligrosos, incluso los humanos tenían un aspecto "especial", les había escuchado hablar de ser iguales, de liderazgo, de colaborar, ya estuvo a punto de morir en alguna ocasión por estar dispuesta a colaborar. Sabía bien que las colaboraciones acababan cuando se necesitaba alguien que tropezara.

Había intentado ayudar a muchas personas, sus cada vez más útiles extorsiones le permitieron tener suficiente con lo que ser benévola, pero en cuanto pudieron incluso ellos le volvieron la espalda. Si, no creía en la amistad, o más bien, no podía permitirse creer en ella.

Acababa su melodía, y con ella se esfumaban sus pensamientos, con el nuevo día, llegaría algo de diversión, porque a ello se resumía la vida, en divertirse en cada ocasión. Un primer corte a la carne, y un primer nuevo bocado, ese día iniciaba una más de sus vidas.

Notas de juego

Sry, no encuentro buenos "solos" que me convenzan XD todo son covers XP

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17/02/2017, 17:06
Tizoc

Cuando Tizoc llegó a cubierta nada era lo que esperaba. Habían sacado unas mesas y se habían sentado allí alrededor. Como si el aviso de alguien que habla con los espíritus fuese algo que no tenía importancia. Según el Draoidh aquel barco iba a ser atacado e iba a caer a la mañana siguiente y mientras tanto los humanos tan pagados de si mismos estaban allí sentados, disfrutando de una cena con cosas que Tizoc no había visto jamás. 

El olor de la cena llegó al olfato del goblin e hizo que su boca salivase. Pero el sentimiento de que debían estar preparándose en lugar de celebrando era demasiado pesado. Caminó a la mesa preocupado de donde sentarse. Estaba claro que Amok se sentaría en medio donde sus enormes brazos llegasen a cualquier rincón de la mesa. Vio donde estaba el hombre del Rey Muerto y decidió que no quería tener nada que ver con espíritus oscuros, lo mejor era alejarse de él. Así que buscó asiento junto a la cazadora de nach marbh y se subió a él hábilmente. No se sentó pues sentado no llegaría a la mesa, en su lugar se quedó allí de pie sacando a duras penas la cabeza por encima de la mesa.   

Miró a la mujer que tenía a su lado como si dudando de si tenía que decir algo o no. Bajó la vista al plato. Volvió a mirar a las mujer y de nuevo al plato. Una, dos veces más. - Los nach marbh... Los muertos que caminan... No me gustan. - sentenció mirando al suelo. 

Notas de juego

Preparo acción, si Hazir, Cisco, Alona o Serge hacen amago de comer algo de la mesa Tizoc se apresurará a dar un susurro (un chillido agudo y desagradable que llegará a todos los presentes) "No comas, seguro que está envenenado." - Sutil y eso xD

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17/02/2017, 20:49
Hazir Al-Tamsa

Hazir, Ishrad, Lythrai, Nickar, Yzlin, Serge y Tizoc
Yzlin no tardó en demostrar su fuerte personalidad cuando intimidó al hobgoblin, impidiéndole coger las armas, atacando con aquella maraña de serpientes hipnóticas, que restallaban y mordían más de lo que parecía que podrían llegar con su alcance. Hazir quedó extasiado ante aquella exhibición, más aún cuando la medusa cogió el estoque, y, empleando la serpiente astutamente escondida entre su pelo como distracción, se lo puso en el cuello. Hazir sonrió. Yzlin, con aquella mirada intimidante, con aquella ira en los ojos, era aún más hermosa que nunca. Sus ojos ya no eran como tranquilos cenotes de la jungla, sino como simas verdes y doradas, profundamente enclavadas bajo un tempestuoso mar embravecido. Sus serpientes se hacían eco de su ira, y mordían y chasqueaban al aire. La medusa ordenó, con voz de veneno y hierro, que se arrodillara, y Hazir sostuvo la mirada del hobgoblin también, con su desasosegante fijeza, dejando que su sonrisa se convirtiera lentamente en una amenaza afilada. 

Hazir estuvo seguro de que lo haría. No podía resistirse a aquella furia, a aquél hermoso demonio de serpientes y ojos como el fuego alquímico, y estuvo seguro de que su estoque le atravesaría. Su corazón comenzó a latir más deprisa, anticipándolo. Casi podía oír la hoja entrando en la carne, el blando sonido de la sangre explotando hacia fuera, la piel rasgándose como las cuerdas de un laúd... ¿Cómo sería? ¿Caería de bruces? ¿Se desangraría lentamente o perdería el conocimiento de golpe? ¿De qué color sería su sangre? Hazir a duras penas contenía la expectación.

Pero no. Con un sonido brusco y seco, el arma se clavó en las maderas del suelo, frente al gran trasgo. Hazir sintió una ligera decepción, pero comprendió por qué lo había hecho, y sintió algo de admiración ante la fuerza de voluntad que había sido necesaria para tomar aquella decisión. Se dirigió al gran trasgo, aún con su mirada intimidante. 

-Has tenido suerte. Ten cuidado de no tentarla más, nunca se sabe cuándo se va a acabar.

A continuación ignoró al hobgoblin (ya habría tiempo de regar el barco con su sangre más adelante) y escuchó a Nickar, que preguntaba por el veneno. En cierto sentido, la hermosa mujer alada le recordaba a la propia Yzlin: ambas eran salvajes, elegantes y letales, poseían la peligrosa suavidad de una cobra arrastrándose por la arena en curvas hacia un desprevenido jerbo. 

Las palabras de Lythrai, como siempre, fueron claras, joviales y directas. Estaba claro que aquella mujer ocultaba un intelecto afilado tras sus ojos brillantes, y eso hizo sonreír de nuevo a Hazir. 

-No te preocupes, mi querida Lythrai. Si algo sé de la gente como Crom, es que borra el miedo, no la prudencia ni la razón. No me pareces el tipo de guerrero que se lanza hacia un diablo de las arenas con un abrecartas. Su influjo no altera el sentido común. 

Tras su respuesta, vio como cogía una bolsa, diciendo que era una bolsa de componentes de conjuro. Aquello sorprendió a Hazir, pensaba que Lythrai era sólo una luchadora, pero estaba claro que era más de lo que se veía a simple vista. 

-Vaya, ¿haces magia, Lythrai? Está visto que tus habilidades no tienen fin-dijo sonriéndola amplia y cálidamente-He conocido a unas cuantas magas hermosas, pero a ninguna que también fuera capaz de defenderse con las armas. 

 

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17/02/2017, 21:52
Hazir Al-Tamsa

Hazir, Ishrad, Lythrai, Nickar, Yzlin, Serge y Tizoc
Tras ello se dio cuenta de que Gohozor e Yzlin se habían ido, así que les siguió, para encontrarse con una escena que le hizo olvidar todo lo malo que le había sucedido desde que fue capturado. 

Ya había visto al lobo del hombre planta, aunque de cerca era aún más formidable. Nunca había visto un lobo albino, y resultaba impresionante con esos ojos rojos y ese pelo blanco como la leche. Hazir pensó en acercarse, ya que le encantaban los lobos, pero se lo pensó mejor. Decía un proverbio quishasi que incluso las cabras se vuelven agresivas si su amo es agresivo, y, si aquél lobo era la mitad de gruñón que su amo, probablemente le arrancara la mano de un mordisco.

Su atención pronto se dirigió hacia el resto de personas de la sala, en especial a las caras nuevas. El guardia se quitó el casco, revelando su verdadero rostro y su verdadero nombre, y Hazir pudo ver una gran fuerza en él. Se sintió contento de que alguien así estuviera de su lado.

Pero con lo que se quedó sin aliento fue con la compañía de Crom. La elfa, Elvurith, atrajo su atención como una polilla ante un candil de aceite. Era esbelta, delgada, con pronunciadas curvas, y en su mirada latía una fuerza descomunal, una seguridad y una confianza que amedrentarían a un curtido guerrero. Fluía como las aguas de un arroyo de montaña, suave y perfecta como un halcón deslizándose por el aire en rápido picado. Su belleza era destellante como las estatuas de mármol de las reinas de antaño, letal como la de la cobra real. Hazir se inclinó hacia ella en una reverencia breve, mientras le sonreía. Sí, una dama del cáliz, recta y pura, no era lo mejor para él, y eso lo hacía aún más emocionante. 

Crom habló, y les explicó que hacían allí. Hazir iba a recordarle su pregunta de antes, pero en ese momento apareció alguien llevando una gran armadura, que sin duda era la que Lythrai buscaba. En cuanto la dejó en la silla, y pudo ver quién la traía, Hazir tuvo que contener una exclamación. Crom la presentó como Miraria Daragón, y a tan hermoso nombre correspondía una belleza aún mayor. Sí, la elfa era dura y perfecta, era como una esbelta pantera del desierto: era adulta, fuerte, madura y letal. Sin embargo, Miraria era joven y suave como el rocío de la mañana, era como una flor que se acaba de abrir a la llegada de la primavera. Era pura y preciosa como las dunas del mar de arena en las que nadie ha pisado nunca. Su peligro era menos obvio, pero no menos potente. Era como una flor venenosa, de brillantes colores, pero suficiente para matar a dos caballos juntos, como un escarabajo gema de Quisan, pequeño y de colores preciosos, pero venenoso y mortal si se le amenazaba. Y, por ello, era incluso más fascinante que la elfa. 

Hazir paseó la mirada por la estancia, y contuvo una risa de júbilo. ¿Una cena y tan excepcional compañía? ¿Es que los que le habían seleccionado para estar allí se habían asegurado de mandarle a las mujeres más bellas del mundo? 

Hizo otra pequeña reverencia en dirección a Miraria, y, mientras la observaba irse, sin poder despegar la mirada de ella, Nickar cogió su plato y salió volando hacia el palo mayor de la nave. Por si tantas maravillas fueran pocas, se puso a tocar, y su melodía llegó con el viento hasta ellos, una música preciosa y sonora como las aguas de un manantial del desierto, como el aire tocando los juncos de la orilla de un río. Hacía demasiado tiempo que no escuchaba música, y dio las gracias a Nickar silenciosamente. 

El que hubiera ignorado la comida tanto rato (sólo habían sido unos minutos, pero eso era mucho para él) era indicativo de lo mucho que le había impresionado su compañía. Pero ahora, su estómago reclamaba que hiciera caso a las viandas, y un hambre hueca se instaló en su vientre, pidiendo a gritos la deliciosa carne de aquellos platos. 

Se sentó al lado de la silla reservada a Miraria, e hizo un gentil gesto a Lythrai invitándola a sentarse a su lado. A continuación, por fin, con el hambre mordiéndole voraz por dentro, cogió un plato y trozo grande de carne, y se lo acercó. 

Sin embargo, inmediatamente, el susurro chillón del trasgo le detuvo. Miró al trasgo, miró a la comida, miró al trasgo, y miró a la comida. Su mente se dividió en dos, dos terribles enemigos que comenzaron a batallar con ferocidad de leones. Uno le recordaba las pasadas experiencias con comida o bebida envenenada en su patria, donde era un método muy habitual de asesinato, y le recordaba la prudencia que le había mantenido vivo hasta entonces. Además, Tizoc le caía bien, y tenía un don para enterarse de las cosas que los demás querían mantener en secreto. 

La otra mitad de su mente sólo tenía un argumento, pero era muy poderoso: hambre. La carne tenía una pinta deliciosa, y era su primera oportunidad de probar comida de verdad en mucho tiempo. Olía tan maravillosamente que casi disolvía toda su prudencia. 

Tras unos segundos de dura lucha interna, Hazir reunió toda su fuerza de voluntad, hasta el último resquicio que le quedaba de ella, y, con un esfuerzo similar a los canteros que levantan rocas de cincuenta kilos por encima de la cabeza, dejó la carne en el plato, y se lo acercó a Crom.

-Me sentiría honrado, señor Daral-dijo, con su perpetua sonrisa iluminando sus ojos-si compartiera la comida de mi plato. Como todo el mundo sabe, la confianza se forja al compartir enemigos y al compartir la comida. 

Notas de juego

¡Mujeres y comida! ¡seeeeeeeeeh!

Perdón si me he dejado algo que decir, había un montón de posts. 

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18/02/2017, 00:40
Ishrad Corlav

Escucho las réplicas sobre el tema del liderazgo con una actitud desafiante, tendrían mucho trabajo para doblegar mi voluntad si de verdad querían que cumpliera sus ordenes, yo estaba para gobernar, no para ser gobernado.

Las palabras de la desconocida (Lythrai) me hicieron sacar una pequeña sonrisa por debajo de la capucha.

Claro... con tiempo cualquier idiota podría conseguir lo que se propusiera... la pregunta es si nos dejaríamos embaucar por eso...

El resto de presos, con los que había mantenido el mayor contacto tampoco estaban demasiado en la labor de dejarse mandar fácilmente, había demasiados egos en aquella sala, al final correría la sangre...

Rápidamente en medio de la conversación, cortándola, una gran cantidad de insectos empiezan a aparecer por la parte superior del barco, generando una criatura humanoide que realmente daba escalofríos, incluso yo, que había dominado varios poderes de nigrománcia, notaba que su presencia era contraria a la vida, aun que sus palabras dijeran lo contrario mientras agarraba a un marinero del cuello por intentar chafar uno de sus insectos.

Y de nuevo alguien más irrumpió en la sala, un hombre con un aura impresionante, eso sí era un líder, nos da una charla sobre parte de lo que realmente hacemos aquí, incluso que mañana al alba nos atacarían, lo cual hacía que mi sangre hirviera, necesitaba matar, hacía tiempo que no lo hacía, solamente habia bloqueado a aquel par de inútiles en el patio... necesitaba más, luchar de verdad.

Nos abre la celda sin miedo, su poder debería ser bastante alto para estar tan confiado, y tras eso nos ofrece nustras armas, pero al echar un vistazo no veo las mías, no podría combatir en condiciones sin ellas. Tras eso se marchan él, y la criatura de los escarabajos, dejándonos a solas en la bodega.

 

Notas de juego

Dejo este post y mañana sigo con más para ponerme al día de la historia, que es tarde y no puedo más xD

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19/02/2017, 01:04
Lythrai Fonn'Aster

Hazir, Ishrad, Lythrai, Nickar, Yzlin, Serge y Tizoc
Las palabras de Gohozor la desconcertaron. Casi todos los que no habian hablado fundamentalmente actuarían según su naturaleza, mientras que los terriblemente temibles podrían ser justo los contrarios, los que parecían más de fiar, puesto que así es más fácil que te traicionen. Y luego estaba el asunto de Crom Daral, el más fiable y sin duda respetable general en una batalla, sí, pero... también así mismo alguien peligroso para ellos, que les conocía bien, que sabía por qué les habían llamado, que actuaba en nombre de los gobernantes, y que, a diferencia del Capitán, era capaz de desafiar las órdenes del Rey Muerto y anular la estratagema de reclutamiento de que no se les diera de comer.

Sumergida en estas y otras cabilaciones no notó que Gohozor incluso ya había salido de la celda, y Lythrai no salió de estas cabilaciones hasta que oyó la voz de Hazir, quien con una sonrisa reconfortante trató de animarla. Le dijo que no debía preocuparse puesto que ella era una persona analítica, Crom Daral podría tal vez borrar el miedo en los corazones de sus soldados, pero no la prudencia ni la razón. "Eso espero. Gracias, Hazir." le agradeció con sinceridad.

Luego de esto fue a por su bolsa de conjuros. Le agradó la reacción de sorpresa de Hazir, arrancándole una risita y una sonrisa orgullosa. "Mi mayor orgullo. Mi mayor logro." le contestó, agitando levemente la bolsa hacia arriba y volviendo a tomarla con la mano. "La fuerza combinada del puño y el conjuro. Ejercité tanto mi mente como mis músculos, estudié tanto el arte de la magia como el arte de las armas. Desde pequeña siempre me fascinaron tanto las leyendas de grandes caballeros como las de temibles hechiceros. Siempre soñé con que algún día crearía la mía propia. Y que les pasaría por encima a todos ellos, porque a nadie se le había ocurrido combinar las dos cosas. No fue fácil. No fue nada fácil. Me llamaron estúpida, débil, cobarde... Recuerdo que también dijeron que era imposible." entonces le sonrió de oreja a oreja otra vez. "Pero míra tú por donde, resultó que al final no lo era."

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19/02/2017, 04:51
Lythrai Fonn'Aster

Subió a cubierta con los demás, justo a tiempo para ver de nuevo al bello lobo de Gohozor darle la bienvenida. Era agradable ver al normalmente siempre inconformista, serio y reflexivo hombre planta sonreir y hablarle afablemente a su lobo. Aunque por supuesto aquello no le impidió al terminar volver a su personalidad normal (o personaje, tal vez) y renunciar a probar bocado y ayudar a sus captores en la lucha que se avecinaría después. Entre tanto, Lythrai saludó a Robillard y le preguntó sobre alguans cosas, entre ellas si su armadura estaba en el barco. El mago hizo un gesto de silencio y le dijo que le contestaría después, señalando hacia Crom, que estaba a punto de hablar. Pero en aquel momento Nickar tocó una bella melodía en la flauta, haciéndose el silencio para escucharla hasta terminar. Si bien era cierto que Lythrai se moría de ganas de saber dónde estaba su armadura, bien sabía que aunque Crom Daral no fuese a hablarles, Robillard le habría respondido de forma parecida. La paciencia es sin duda muy importante para aquellos que estudian la magia, y ciertamente imaginaba que Robillard querría pensarse bien su respuesta antes de contestar. Mientras tocaba, Lythrai se tomó unos momentos para relajarse y observar el horizonte. Estaban en un barco volador, ¡EN UN BARCO VOLADOR! Y qué pequeño debería de verse todo desde allí. Tal vez estuvieran sobrevolando tierra firme, o quizá sobre el mar. Podía sentir las corrientes de aire acariciarle el rostro y el cabello, qué sensación más verdaderamente maravillosa.

Cuando la melodía terminó, Crom Daral habló, presentándoles el banquete y señalándoles en qué sillas no debían sentarse. Presentó también a dos lugartenientes más, una maestra del arco y una elfa de la Orden del Cáliz, perseguidores de criaturas infernales y no muertos. No pudo evitar mirar de reojo a Nickar cuando esto fue mencionado, temía lo peligrosos y fanáticos que podían llegar a ser este tipo de gentes, ya que ella en cierto modo era parecida. Afortunadamente, parecía que estaba demasiado distraida con el nigromante como para prestarle odio y atención a la tiflin.

Fue entonces cuando la arquera trajo su más que estimada armadura, y los ojos de Lythrai brillaron de entusiasmo, acercándose de inmediato a ella. "¡No me lo creo!" exclamó llena de júbilo, sujetando su lanza, su querida y restaurada lanza. "¡La habéis reparado!" Y no solo eso, sino que además le habían traído la espada, espada que ni siquiera ella sabía dónde la había perdido. Aunque no es que fuera cómodo comer con la armadura puesta, procedió a ponérsela de inmediato. Tanto porque realmente echaba de menos ese maldito metal negro que tantos buenos momentos le había dado, como porque el resto de presos (y también Crom Daral y sus lugartenientes) estaban ya armados y pertrechados, dado que se avecinaba una batalla pronto.

Esta gente le había traido todas sus cosas, incluso aquellas que ella daba por perdidas. Tenía recursos, contactos, y además les conocían bien. Notó cómo hasta el capitán, Davenrost, que era un preso como ellos, también andaba con pies de plomo al hablar con Crom Daral. Vio cómo les miraba, cómo les advertía de que no debían subestimarlo. Fue entonces cuando miró hacia ella y la llamó, haciendo que su corazón pegase un respingo del susto. No tardó en ver que no la había llamado a ella, sino al guardián, pero aquello no la alivió precisamente. Especialmente cuando delante de sus narices Crom Daral instó a su vasallo a abandonarla y pasarse al bando contrario, el de los guardias de Arokham, con una oferta que no podría rechazar. Lythrai Fonn'Aster gruñó con evidente desagrado. -Mi señor. Su oferta es muy generosa.- contestó él cabizbajo. Lythrai miró al guardián enseñando los dientes, pero no le interrumpió. La expresión de ira en su rostro empezó a borrarse conforme escuchaba sus palabras, dando paso a auténtica perplejidad porqueeramuyguapo  cuando éste tiraba su casco y renunciaba a la libertad por honor y lealtad hacia ella, pues le había salvado la vida horas antes.

"Honor y lealtad." formuló Lythrai, visiblemente temblando como si tuviera frío, pero era del huracán de emociones y recuerdos que la invadía. "Honor y lealtad." repitió, y se giró lentamente hacia Esderian. Para ella, aquellas palabras lo significaban todo. Aquel gesto que Esderian había tenido, aquella oferta de libertad a la que había renunciado... Rápidamente ella le agarró entonces el antebrazo apretando con toda su fuerza, obligándole a que la mirara. "Bienvenido, Esderian. Bienvenido al grupo de los conquistadores, pero sobretodo, bienvenido de vuelta a la vida. Has renacido. Olvida tu antiguo apellido. Bórralo de la historia. Tal vez nunca podrás pagarme esa deuda, pero te has ganado mi respeto."

 

"Olvida tu antiguo apellido. Ahora eres un igual, un hermano. Ahora eres un Fonn'Aster."

 

Yz se acercó y le susurró unas palabras de advertencia sobre Crom Daral, a las que Lythrai asintió y contestó con otro susurro "Hay que tener cuidado con Daral, sí. Pero apuesto a que ni él se esperaba todo esto." exclamó sonriente, mirando a Esderian Fonn'Aster con orgullo, y soltándole finalmente el brazo. Le gruñó el estómago. "¡Venga, hermano! ¡Toma asiento donde gustes, y vamos a comer algo decente de una maldita una vez!" Nickar tomó su plato y alzó el vuelo hacia el palo mayor, alejándose sabiamente de la Caballero del Grial, y tocando otra bonita melodía.

Sí, era ya hora de sentarse y comer mientras pudieran. Miró las sillas y mesas, y sonrió al ver que Hazir la invitaba de un gesto a tomar asiento cerca de él y Miraria. Estuvieron a punto de llevarse a la boca un buen trozo de carne cuando Tizoc gritó que la comida estaba envenenada. "¿¡CÓMO!?" miró inmediatamente a Tizoc, y luego a Crom Daral y los suyos, y cuando vio la táctica de Hazir de que Daral probase el plato antes de que lo hicieran ellos, ella sonrió con malicia, encantada por la estrategia. Si rechazaba, es que les estaba envenenando. No necesariamente un veneno mortal, tal vez algún tipo de comida adulterada, drogas que les hiciesen dependientes de ellos, arrebatándoles cualquier deseo de libertad...

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19/02/2017, 10:41
Esderian Fonn'Aster

Nada sacudió mi corazón tanto como las últimas palabras de Lythrai. Crom me había propuesto unirme a ellos, quizá eso hubiera representado una mejora de mi estado pero no la libertad. Sin embargo, esa mujer, a quien creía merecedora de los barrotes y los grilletes, me ha dado la verdadera libertad: un propósito, un objetivo, una causa que defender. Con unas pocas palabras me brindó la esperanza al considerar la posibilidad de volver a ver a mi familia. -Esderian Fonn'Aster- repetí en un susurro delicioso. Efectivamente Esderian Esvel murió en el momento en que traicionó y mató a los suyos. Mi alma se rompió. Ahora tengo una nueva oportunidad y no puedo desaprovecharla. 

Seguí a Lythrai, me senté junto a ella y, por primera vez en el viaje, sonreí. Mientras ellos cogían los alimentos de los platos yo esperé paciente (y con el pecho hinchado), pero justo cuando extendí el brazo la escena se congeló por el aviso del atento y avispado trasgo. Mis ojos quedaron quietos el Crom, esperando su reacción.