Partida Rol por web

Asamblea de Bestias

Última Noche - La Llegada

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05/11/2014, 00:47
Víktor

- Me temo que ese es un error común de la filosofía moderna, Señor Wilson.-  Su vista se posó en Logan, con una tranquilidad poco usual en un ser humano. La sonrisa se dibujó en su rostro, mientras sus ojos estudiaban las facciones del chaval ante las palabras que había pronunciado. Los presentes no solo pudieron ver aquel estudio, que no dejaba claro si era lo que realmente pensaba el hombre, o por contra simplemente estaba arrojando una piedra al lago para ver la forma de las ondas. 

- Falta de perspectiva. - Añadió, descruzando las manos que hasta el momento habían permanecido a la altura de la parte baja del vientre. - La mayoría de gente parte de A para llegar a B. - Repitió sus mismas palabras, señalando primero un punto imaginario en el aire, y después otro. - Olvidando todos los puntos intermedios. - Hizo una pausa, volviendo a cruzar sus manos, en un gesto calculado, elegante. Estaba claro que nada había sido dejado a la casualidad.

- Pero se equivocan. Uno debe partir de A, y hacer de B todo lo demás. Todos los puntos en todas las direcciones de forma ilimitada. Solo así uno puede sentirse vivo. Realmente vivo. - Sus ojos pasaron a los tres presentes, comenzando por Thomas, siguiendo por Isabella y acabando por Logan. - Por que no es el conocimiento lo que enriquece el alma, si no la sed de conocimiento. - Acabó por decir, perfilando aquella perfecta sonrisa, rematando aquel discurso que tan bien parecía ensayado.

- Temo y odio repetirme, pero estoy seguro que encontrará mucho más interesante el foro de debate en la novena planta. - Comentó, mirando de reojo al ascensor, solo un segundo. Solo una fugaz mirada, con una diminuta sonrisa.

Algunas personas presentes comenzaron a moverse, en reducidos grupos, hacia diferentes escaleras, ascensores o salas contiguas al hall principal. Un ojo experto y atento podría percibir que parecían estar separándolos por algún tipo de clasificación difícil de comprender, pero que mantenía una pauta sutil y extraña. 

Incluso aquellos, los recién llegados. Un padre, un hijo y una embajadora. Todos habían sido seleccionados por un motivo, por una razón. Y aquella razón hizo que el hombre sonriera de una forma extraña, misteriosa. Ocultando algo que sabía, y los demás desconocían. Una verdad escondida a sus ojos.

- Por otro lado, estoy seguro que a la Señorita Black y al Señor Wilson padre les gustará una pequeña visita de mi propia mano por diferentes puntos de este edificio. A ver si así... podemos encontrar que busca con tanto anhelo. - Su mirada acabó por clavarse en el padre de Wilson, sin decir palabra alguna.

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05/11/2014, 01:29
Thomas Wilson

- Que no me vea dentro del segundo grupo, lejos de lo que pueda parecer o pensar, es un honor viniendo de alguien como usted. No existe mayor verdad que el hecho de tomar lo que uno desea de la forma más directa y rápida posible. - Un depredador. Pero por desgracia, un depredador que ansiaba algo, y eso era claramente perceptible.

Su tiempo se acababa.

No había dejado de tener esa seguridad, esa fuerza en la voz. Pero había perdido aquel Don especial que lo posicionaba por encima del resto de mortales. Y dejaba en evidencia que ahora era un depredador herido, ansioso por hacerse con el control de aquello que deseaba, aquello que necesitaba.

Y parecía que toda aquella parafernalia sobre filosofía le iba grande. El no creía en aquello. Creía en el deseo y en la consecución de sus pasos hasta alcanzar su objetivo, destruyendo cuanto se interpusiera. Negó con la cabeza, sin borrar aquella sonrisa, propia de alguien que estaba acostumbrando a sentirse superior, pero que ahora se sentía no solo abrumado, también superado por sus iguales.

Y por su hijo.

- No importa desde qué punto se mire la moneda, hijo mío. Siempre será una moneda. - Y tu siempre serás igual que yo, aunque mires a otro lado, aunque no lo creas. Aunque no lo quieras. Acabó por mirarlo, sin borrar aquella sonrisilla. Al menos hasta que Víktor volvió a hablar, ofreciendo a Wilson un mejor lugar, donde saciar su curiosidad, su conocimiento.

A él no le interesaban aquellas cosas, pero aquel hombre, su anfitrión, parecía haberse adelantado un más a sus necesidades. Como si los conociera a todos. Y tanto a él como a Isabella les ofreció una visita por el edificio. Thomas se sintió contrariado, dudaba que le fueran a enseñar lo que quería, pero sabía que no tenía mayor opción. Miró a Wilson, esperando su opinión.

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05/11/2014, 01:54
El Libro de Nod

Aquella era la última noche del año. Treinta y uno de Diciembre de Mil nueve cientos noventa y nueve. La dirección que os habían facilitado era una torre en el centro de San Francisco, una Torre privada que según decía la gente, permanecía cerrada al público, y de la cual solo la más selecta gente podía entrar o salir.

Un lugar que por lo que habíais podido escuchar y oír, permanecía siempre en silencio, donde jamás se veía a nadie por las ventanas, donde jamás se habían visto una luz encendida.

Pero aquel día era distinto, la torre estaba iluminada como si se tratara del árbol de Navidad de Central Park, y sus puertas principales estaban abiertas de par en par. A cada lado de la puerta había dos hombres, seguridad privada, que comprobaban quien entraba y quien salía del edificio.

Aquella noche no había nevado, pero hacía frío, mucho frio. La suave brisa se traducía en un gélido frío que cortaba como si de cuchillas se tratara. Y a pesar de lo despejado del cielo, no podía verse la luna. Aquella noche era una noche oscura, solo combatida por las luces de la ciudad, luces artificiales que daban cierta sensación de calidez o seguridad. Un reloj en la esquina de la calle marcaba la hora.

Había llegado la hora.

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05/11/2014, 01:56
El Libro de Nod

31 de Diciembre de 1999.

Tu limusina acababa de detenerse ante la puerta principal de La Torre Russ. Tu chófer se bajó de esta, caminando hasta la puerta junto a la que te encontrabas y abriéndote la puerta. Al abrirse pudiste ver aquella aguja que se alzaba hasta el cielo, iluminada como jamás habías visto edificio alguno en tu vida. Al final habías acabado accediendo a asistir a aquel lugar en una limusina que tu hermana había hecho traer solo para ti.

Al bajarte de la limusina, esta se marchó, dejándote solo. En aquel momento, pensaste que mejor deberías haberte traído algo más abrigado. La brisa, aunque suave, helaba la sangre y congelaba la piel. Por la calle, pasaba todo tipo de gente, todos gente común que deseaba llegar pronto a su casa, para estar con su familia. Alzaste la mirada, observando la Torre.

Te preguntabas que relación tenía tu hermana con aquel lugar. Que había llevado a tu hermana a invitarte a un lugar así, sin motivo, y manteniendote estos días en una jaula de cristal, con todo lujo de detalles, todo lujo de comodidades, y ofreciendole a tu madre un funeral propio de reyes o ministros.

Aquello solo había pasado una semana atrás, y ya quedaba tan lejos que apenas te importaba. Y como dijo tu hermana, toda la herencia de tu madre, fue para ti. Ella no se quedó un centavo. Cumplió su palabra.... y tu la tuya. No hiciste preguntas, no acusaste y no metiste las narices en nada extraño. Te limitaste a seguir el juego, esperando un momento, esperando el momento.

Y sabías que había llegado cuando te bajaste de esa limusina y comprobaste el tamaño de aquel coloso frente a ti.

Pero nadie salió a recibirte. Allí pudiste ver como algunos se bajaban de taxis, de coches o incluso de otra limusina, caminando hacia la entrada y saludando a otras personas. En cambio, nadie se acercó a ti, y aun así, sentías que dentro de la chaqueta algo te quemaba. Aquella invitación que tu hermana te había dado.

Había llegado el momento de la verdad.

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05/11/2014, 02:10
El Libro de Nod

Aquella era la última noche del año. Treinta y uno de Diciembre de Mil nueve cientos noventa y nueve. La dirección que os habían facilitado era una torre en el centro de San Francisco, una Torre privada que según decía la gente, permanecía cerrada al público, y de la cual solo la más selecta gente podía entrar o salir.

Un lugar que por lo que habíais podido escuchar y oír, permanecía siempre en silencio, donde jamás se veía a nadie por las ventanas, donde jamás se habían visto una luz encendida.

Pero aquel día era distinto, la torre estaba iluminada como si se tratara del árbol de Navidad de Central Park, y sus puertas principales estaban abiertas de par en par. A cada lado de la puerta había dos hombres, seguridad privada, que comprobaban quien entraba y quien salía del edificio.

Aquella noche no había nevado, pero hacía frío, mucho frio. La suave brisa se traducía en un gélido frío que cortaba como si de cuchillas se tratara. Y a pesar de lo despejado del cielo, no podía verse la luna. Aquella noche era una noche oscura, solo combatida por las luces de la ciudad, luces artificiales que daban cierta sensación de calidez o seguridad. Un reloj en la esquina de la calle marcaba la hora.

Había llegado la hora.

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05/11/2014, 02:13
El Libro de Nod

Saliste pronto de casa. Cuando saliste, todavía caía el sol por el horizonte, y por caprichos del destino, te habías acercado hasta el Golden Gate a contemplar la puesta de Sol en el último día del año. Habías pasado los últimos días dándole vueltas a lo ocurrido en aquel callejón, pensando en las muertes que te rodeaban, en los casos sin resolver y sin saber si aquella era una buena idea.

Estabas a tiempo. Podías volver y pasar un fin de año tranquila, sentada junto al televisor, o quizás con David. No, esta vez era distinto, esta vez algo había llamado a la puerta de tu mente y de tu corazón: La curiosidad. La necesidad de dar caza al responsable de todo aquello, de atrapar al cazador. De demostrar quién era más inteligente, quien eras tú.

Mortimer

Todo es culpa tuya, Eve

Y allí estabas tú, sin tener muy claro lo que dejabas detrás de ti, pero desconociendo totalmente lo que tenías delante. Te bajaste del taxi. Habías pasado las últimas dos horas desde que el sol había caído caminando hacia casa, pensando, y cuando llegaste a tu casa, subiste únicamente para asearte y vestirte para la ocasión, para acabar cogiendo el primer taxi que pasó para dejarte ni más ni menos que plantado delante de la Torre Russ. Una imponente Torre en medio de la ciudad, una fortaleza de acero y cemento ahora abierta para ti.

Pero nadie salió a recibirte. Allí pudiste ver como algunos se bajaban de taxis, de coches o incluso de una limusina, caminando hacia la entrada y saludando a otras personas. En cambio, nadie se acercó a ti, y aun así, sentías que dentro del bolso algo te quemaba. Aquella invitación.

Había llegado el momento de la verdad.

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05/11/2014, 10:37
Eve Williams

"Muy bien, enfermo hijo de puta, veremos quién tiene la culpa" pensaba mientras me vestía. David ha cumplido. Vaya que sí. Voy a ir de gala, como si fuera a un desfile. Pero hoy será a un tiempo mi armadura y mi camuflaje. Casi escucho música de Rambo o la Cabalgata de las Valkirias mientras camino, haciendo ruido con los tacones. Es la marcha del tambor de guerra que marca mi paso. Hoy visto como una señorita, pero tengo trabajo. Hoy Eve Williams va a la guerra. Porque el bastardo que me ha provocado lo ha convertido en algo personal.

No desentono entre toda esta gente. Perfecto. Así sabré que cualquiera que se acerque, quiere algo de mí, no simplemente contemplarme más de cerca. Preparo mis sentidos, hago unos cuantos ejercicios mentales. Hoy necesito todo mi potencial.

Sigo escuchando a Wagner en mi cabeza cuando camino, despampanante, imponente, elegancia hecha persona, hasta la puerta. Saco con desgana la entrada de mi bolso. No digo nada, como siempre. Simplemente espero que me dejen pasar. Un gesto, una cabezada...o quizá el simpático Mortimer quiera mover ficha...no, no creo, se cree un genio malvado, se quedará entre bastidores.

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06/11/2014, 14:44
Isabella Black

Y aquella filosófica discusión continuaba, y los dos hombres comenzaron a divagar sobre metas, puntos de partida y objetivos intermedios. Viktor tenía razón. Logan estaba equivocado, así me lo había demostrado mi propia vida. No había una meta, un sólo objetivo. Sólo una serie de metas, de puntos B que, en mi caso, formaban y disponían una línea infinita. Y es que, cuando una meta se completa, siempre aparece otra, mucho más inalcanzable que la anterior, un nuevo desafío que, efectivamente, era lo que nos mantenía vivos.

Ese, precisamente, había sido mi problema durante los últimos días. Había llegado al cenit de mi carrera, había logrado todo lo que se podía lograr en un tiempo récord, había roto esquemas y me había granjeado la fama y la gloria eternas. Y, sin embargo, aquello seguía sin ser suficiente. No me satisfacía. Necesitaba más: algo que nadie tuviera, algo que nadie pudiera poseer. Una nueva luz, un nueva meta a la que llegar en mi camino.

Y entonces había aparecido Viktor, en medio de la noche. Viktor, con todo aquello que anhelaba, dándome una nueva esperanza, una nueva meta en esta vida.

-Estoy totalmente de acuerdo con eso último. Desde luego, es ese deseo insaciable, esas ganas de más, siempre, la que nos mantiene con vida. Resulta de lo más frustrante pensar que habrá un final, que nuestra ambición es limitada. Quiero pensar que no será asi, ¿no creen caballeros?

Entonces fue Thomas el que habló, poniendo de manifiesto algo que también había resultado ser mi día a día desde que tenía uso de razón: hacer lo que quería, cuando quería. Tomar lo que quería, cuando lo quería. Sin restricciones, sin límites.

Mi sonrisa se afiló, y miré a Thomas Wilson, con aire depredador. Sin embargo, a diferencia de él, yo no estaba herida; más bien todo lo contrario. Jamás me había sentido tan viva.

-El deseo. Aquel que todo lo mueve. Dígame, Thomas... ¿Qué es lo que desea usted? - pregunté entonces, con mi atención puesta en dos puntos diferentes: el primero, su hijo. El segundo, él mismo. Estaba claro que Thomas no era el de siempre. La cuestión era: ¿por qué?

Sin embargo, pronto Viktor dejó clara su intención de separarnos de Logan, de que nuestros caminos tomaran diferentes direcciones. Aunque, por alguna razón, parecía que su intención era la de que Thomas y yo siguiéramos, al menos de momento, en la misma dirección.

-Será un placer seguir inspeccionando este edificio en busca de ese lugar perfecto. No dudo, desde luego, que haya un as en la manga de ese elegante traje. Estoy segura de que no decepcionará. -dije, con una pequeña sonrisa, clavando mi mirada en Viktor, asintiendo lentamente.

Estaba preparada para continuar.

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06/11/2014, 18:22
Logan Wilson

-Veo que nuestros pensamientos coinciden.- Logan mostró una sonrisa encantadora, pero completamente falsa. "Solo ha repetido lo que yo con diferentes palabras." Miedo, intimidación, Logan no podía sentir esas cosas de alguien mas.La persona que tenia ante si era interesante, pero solo eso, un robot como los demás pero con diferente pintura.Por ahora, solo podía considerar a este tal Viktor como tal "Poder, dinero..no, hay algo mas, mucho mas.Una vida con sentimientos, con emociones puras.No se consigue de esa forma, se que hay algo mas, debe haber algo mas. Estoy cansado de la monotonía y el aburrimiento." Pero Viktor insistía con que debía ir a la novena planta. -Padre, Descartes ya lo dijo en sus meditaciones: La única verdad, es que somos cosas que piensan.Todo lo demás, puede ser puesto en duda. ¿Es real lo que ves, lo que sientes, lo que deseas? El final también señorita, es algo que no debería preocuparle pues mientras viva no llegara, y cuando llegue, ya no estará viva como para que le importe.- Una pose orgullosa y una sonrisa verdadera se mostraban ahora en el -Pero si es verdad que hay que ser un gran sabio para aceptar el final con tranquilidad, y mas aun, con felicidad.- En ese instante no pudo evitar mirar a su padre, como intentando darle entender algo.

-Ah, ese es el "problema" de la filosofía, las charlas se hacen eternas y el tiempo vuela.- "Se supone que esto es una fiesta, y ya me canse de estas personas." -Padre, se que puedes cuidarte de ti mismo, yo lo llevo haciendo desde que tuve la suficiente capacidad cognitiva para hacerlo.- Nuevamente un ataque escondido tras una sonrisa picara y un tono de broma -Señor Viktor, señorita Isabella, muchas gracias por tan interesante charla, investigare aquel lugar como usted sugiere.- Dicho esto dedico una impecable reverencia ante ambos, siempre mostrando respeto y una alta educación -Trata de divertirte, padre.- "Ya que me has traído hasta aquí, se que yo lo haré." Una ves se despidió, Logan se alejo de las tres personas sin pensarlo mucho mas.

"Un foro de debates, novena planta. Espero no encontrarme con viejos aburridos con bibliotecas enteras en sus cerebros. Yo también quiero una rubia como esa." Rió entonces mientras caminaba hacia el ascensor "Si, después de todo creo que soy hijo de mi padre."

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07/11/2014, 13:32
Arthur McLaurens
Sólo para el director

Agachado tras la barra Arthur sintió como su espalda se helaba de golpe, extrayéndole de la calidez de un truco bien resultado, aunque fuese uno simple. Sintió como una ráfaga de sudor frio le subía por la columna vertebral  hasta asentarse en su nuca, un frío que incluso venía acompañado de una ligera presión.

Tragó saliva e intentó convencerse de la irracionalidad de aquel mal presentimiento, lo más probable era que si de verdad había alguien allí se tratase de alguno de los camareros, pero la angustia que se había apoderado de sus entrañas oprimiéndole desde dentro con la rabia propia de una ex que se ha hecho con tu corazón no se debía al miedo de haber sido descubierto en la ejecución de un truco, uno tan tanto que simplemente con una sonrisa y un guiño de ojo bien seguro que convencía al propietario de esos ojos despiertos que fuese su cómplice,  que le guardase el secreto unos minutos antes de fardar de conocer el truco del mago.

Por resignación más que por valor giró lentamente la cabeza buscando la fuente de ese sentimiento, de su observador siniestro, buscando en el fondo la confirmación de estar solo y un camino por el que deslizarse y volver a mezclarse entre la gente, invisible de nuevo.

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07/11/2014, 23:32
Günther Prien

Aquella había sido una de las semanas mas extrañas de su vida. Los primeros días, apenas pudo dormir, debido al miedo a ser asesinado en mitad de la noche. Recordando como había muerto su madre, sus ultimas palabras. Los últimos días de aquella semana, fueron mas tranquilos para el. Estaba claro, por el trato que recibía, y mas aun, al saber que la herencia de su madre quedaría solo para el, que su hermana estaba cumpliendo su palabra. Todo aquello le tranquilizó sobremanera. Pero lo que le había inquietado era el mero hecho de cuanto tiempo tendría que estar ahí.

Ahora se encontraba fuera de la mansión de su hermana, de pie ante un rascacielos, ignorado por el resto de personas que ahí llegaban. La limusina se había ido, dejándolo plantado frente a la torre. Respiró hondo, ajustándose la americana del traje, notando una vez más la invitación que le había dado su hermana, y que guardaba en el bolsillo interior de la americana. –Esto es ridículo.- pensó, hastiado, recordando la insistencia de su hermana en que acudiera allí, al entregarle aquella invitación.

Con un chasqueo de dedos, impaciente, sacó la invitación de la americana, mirándola y dándole varias vueltas en la mano. Se planteó el irse de allí, largarse sin más, volver a Alemania…pero si algo había heredado de su padre, era el que la palabra de un hombre, debía cumplirse, y el le había dado su palabra a su hermana. Así pues, con la invitación en la mano, se acercó a la puerta, buscando a quien estaba a cargo, y presentándose.

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08/11/2014, 14:47
April Jackson

- Bueno... no conozco a nadie por lo que estoy un poco sola aquí. -Contesto al chico de al lado.- Voy a ver si hay algo interesante en los demás pisos pero sino yo también pensaba subir a la azotea. Se debe tener una vista magnifica desde ahí arriba.

Por lo que había dicho casi todos los invitados habían decidido subir a la azotea. No me sorprende ya que si vas al edificio más alto de la ciudad lo primero que te apetece es ir a la parte más alta. Contemplar la ciudad de noche iluminada tenuemente por el alumbrado nocturno. Me encantaría estar con alguien especial para verlo pero me había distanciado de todas mis personas cercanas en estas últimas semanas.

- Gracias, eres muy amable. -Respondo al piropo del chico. Me empezaba a sonar de algo pero no sabía de qué. -¿Nos conocemos de al...?- Cuando me giro me doy cuenta de quien era. El mismo que había llevado al hospital a Susan. Seguramente el que me había estado amargando la vida durante las dos últimas semanas. -Tú... tú... tú...- El pulso se me acelera de repente pero me controlo para no montar una escena.- ¿Por qué? -Le susurro.- ¿Por qué todo esto?

Durante esta última semana me había hecho cientos de preguntas sobre lo que estaba pasando. Cuando había llegado a la fiesta ansiaba encontrar respuestas ¿Aunque qué me podía decir él? Debía ser algún tipo de trastornado. Alguien que disfrutando haciendo sufrir a los demás ¿Realmente quería conocer las respuestas? Pero una parte mi sentía esa curiosidad sobre todo esto. Una curiosidad que era más fuerte que el miedo.

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09/11/2014, 12:03
Sandro Rosselly

- No, si en eso tengo que darle toda la razón. No creo que haya podido usted hacer más por atraer mi atención, y, desde luego, lo ha conseguido.

También ha conseguido irritarme, no lo niego. A nadie le gusta que le invadan su intimidad y se le cuelen en su ordenador privado. Y a un experto en seguridad informática, como usted comprenderá, menos. Aunque debo mostrar mi admiración por quien lo ha logrado y ha conseguido desaparecer sin dejar rastro. Un trabajo realmente limpio. ¿También eso es obra suya? -como diga que sí, va a ser difícil ocultar la admiración que me está produciendo esta chica, por mucho que intente recuperar mi compostura. Tiene todo lo necesario como para devolverme -aunque sólo sea un poquito- mi fe en la humanidad. Tendré que recordar pedirle su número de teléfono cuando este misterioso juego se acabe.

Aunque estoy dispuesto a olvidar mi enfado si todo ha sido por... una buena causa. Aunque supongo que eso me lo explicará la propia señorita Alicia, y que no debo mostrarme impaciente ¿no, Leah?

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18/11/2014, 23:52
Patrick Dempsey
Sólo para el director

Miré a aquel grandullón con cara de pocos amigos, visiblemente enfadado. -No, no se quién mierda me ha invitado. Sólo se que el día que esta invitación apareció en mi bolsillo todo se fue a la mierda así que estoy aquí para averiguar la verdad. ¿Tu puedes ayudarme? -estaba seguro de que no podría hacerlo pero mejor quemar todos los cartuchos antes de ponerme a andar hasta que alguien decidiera hablar conmigo para explicarme las cosas.

O eso o me voy a casa y que les jodan a todos...

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25/11/2014, 15:57
Sacha Kenver

Se me hacía demasiado extraño pensar que una sóla mujer pudiera causar todo ese revuelo, que fuera la principal razón de que organizaran una fiesta así... pero bien pensado, la mayoría de esas cosas se hacían para impresionar a tal o cual chica y desde luego esa que había visto merecía la pena el esfuerzo.

Al atravesar las puertas y encontrarme en ese pasillo no supe qué hacer, me quedé quieto unos segundos mientras Rachel se colgaba de mi brazo sin saber muy bien si lanzarle los tejos de forma descarada o excusarme para salir de ahí lo más rápido que pudiera, a tiempo de hacerlo aún estaba. Tal vez fuera la curiosidad, o que me gustaba arriesgarme con las mujeres, lo que consiguió que permaneciera a su lado y optase por la primera opción, al fin y al cabo ¿qué me podía hacer? Esas sensaciones bien podían ser debidas a los nervios que estaba pasando.

Lo que no supe responder fue la siguiente pregunta, me parecía una estupidez tan grande que no sabía si pensar que se estaba riendo de mí...

-Veamos... la número siete -Dije, por responder algo y ver a donde llegaba el juego que Rachel estaba dispuesta a jugar y que bien disfrutaba -. Y ¿por qué no encontrar una mullida cama rodeada de espejos? Eso no estaría nada mal ¿no?. -Añadí, de una forma de lo más natural.

Había sido un completo descaro, desde luego. Pero me estaba cansando de esos juegos previos los cuales no sabía lo que significaban, a veces el descaro estaba bien. Imaginaba que en esta situación también pues tal vez su respuesta me diera una idea de lo que hacer respecto a mis deseos hacia Rachel, si abalanzarme sobre ella o salir por piernas. Lo que tenía claro es que la intriga me estaba matando y quería saber cuales eran los propósitos de esa fascinante y misteriosa mujer.

Ella jugaba su juego mientras yo había tirado una moneda a cara o cruz para decidir lo que haría esa noche.

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04/12/2014, 02:08
Kirk

Kirk no parecio inmutarse cuando por fin te diste cuenta de quien era. Y habia dos posibles razones para ello: la primera, que no supiera de qué demonios le estabas hablando. La segunda, precisamente que lo tuviera clarisimo y fuera, eso precisamente, lo que pretendia: ser descubierto.

La respuesta te quedó bien clara cuando una media sonrisa aparecio en los labios del chico que, inmediatamente, clavo sus ojos en los tuyos. Una mirada cargada de aplomo, de seguridad, de confianza. Una mirada que pese a todo, pese a quien eras, pese a tratarse de un hombre, te hizo sentir tremendamente atraida por el, al tiempo que hacia saltar todas tus alarmas.

-¿A la azotea? Menuda coincidencia. Quizás sea mejor entonces que subamos y sigamos charlando tranquilamente. ¿No crees, April? - dijo el chico, sin inmutarse, dedicandote un educado gesto, justo en el preciso instante en el que se oia el timbre del ascensor, abriendose ante vosotros, completamente vacio.

Y, sin esperar respuesta, el tipo entro en el ascensor, girándose hacia la puerta, con una media sonrisa... y una camara de fotos colgando del cuello que no estaba ahi antes.

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15/12/2014, 13:40
April Jackson

Nada de esto puede ser real ¿Cómo puede haber alguien que pueda jugar así con mis emociones? Los extraños sucesos de estas semanas habían afectado a mi entorno pero no a mi directamente. Al menos no de esta forma ¿Por qué no puedo odiarlo? Mi corazón seguía latiendo de forma acelerada pero ya no era por la ira. Me quede absorta cuando nuestras miradas se cruzaron. Todo pareció perder importancia. Siento la misma sensación que cuando encuentras algo tan inspirador que sientes el impulso de fotografiarlo. La emoción por inmortalizar el momento pues hay imágenes que transmiten sentimientos que el vocabulario es incapaz de transmitir.

Cuando me dirige la palabra salgo del embelesamiento momentáneamente. Toda la batería de preguntas que llevaban ardiendo en mi interior durante estas semanas. Las mismas que habían abrasado mi sueño durante esas noches de insomnio parecían en estos momento insignificantes. Una parte de mi me pide que reaccione y que vuelve a la realidad. Pero el resto de mi ser no quiere escuchar la voz de la razón.

- Por supuesto. -Contesto tras una breve pausa. No entendía bien lo que pasaba pero había dejado de importarme. Cuando subo al ascensor mi vista se desvía unos segundos a la cámara fotográfica. Estaba segura de que no estaba ahí antes. Nada de esto guarda sentido ¿Qué me está pasando?

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30/12/2014, 21:42
Oliver Green

Oliver dibujo una media sonrisa que no tenia nada de inocente en sus labios cuando fue testigo de tu reaccion. -¿Estas segura? Fijate, el solo ha conseguido que le huyas... - dijo entonces, dando un par de pasos mas hacia ti, mirándote a los ojos mientras recortaba aquella distancia que os separaba- Yo, en cambio, tengo otros métodos... - añadio, ladeando aquella sonrisa con cierto aire canalla, que contrastaba con la faceta de niño bueno que acababa de mostrarte. Parecia que habia aún mucho Oliver por descubrir.

Se inclino ligeramente entonces, sobre ti, acercando su rostro peligrosamente al tuyo, aunque lo hizo con tal sutileza que ni siquiera fuiste capaz de darte cuenta de lo que estaba haciendo hasta que lo viste ahi, pegado a ti, aunque manteniendo la distancia justa como para no dejar de ser una mera provocacion.

-Me dijo que tu madre habia muerto al darte a luz y que tu padre habia muerto poco despues. Que pasaste la vida en un orfanato porque nadie de tu familia, muy poderosa, por cierto, quiso reclamarte ni hacerse cargo de ti. Que incluso llegaron a pedirte "amablemente" que renunciaras a tu apellido hace tiempo. Me hablo de Megan, y de su triste muerte... Me hablo de tus... "coqueteos" con la policia y sus celdas...De todo eso, y de mucho más, Alice... - fue susurrando entonces, acercando lentamente su rostro al tuyo, dejando que vuestras narices practicamente se rozaran.

Y entonces, cuando parecia que sus labios estaban a punto de unirse a los tuyos, sono el clinc del ascensor, y las puertas se abrieron, mostrando un pasillo oscuro: habíais llegado a la primera planta.

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30/12/2014, 22:02
René

En cuanto te diste la vuelta, pudiste ver una figura alta y esbelta, de porte caballeresco y elegante, que te observaba, en silencio, con cierto aire inquisidor.

-Ohg, Mon Dieu. ¿Y a eso lo llamags magia, jovenzuelo? - dijo, con un marcado acento francés, con una mano dentro del pantalón, y la otra haciendo aspavientos en el aire. -Ven, asergcate. Te enseñague algo. - añadio, con cierto aire vanidoso, indicandote que te acercaras a el, con un gesto.

No habias visto a aquel tipo en tu vida y, sin embargo, habia algo en el, algo familiar y, desde luego, mágico. Tenia la confianza y el aplomo de aquellos viejos magos experimentados, capaces de realizar cualquier truco de magia, sin siquiera despeinarse.

Y, como era de esperar, en cuanto lo tuviste enfrente, se remangó ligeramente las mangas de la chaqueta, para que pudieras ver sus muñecas, libres de trucos. Entonces, abrio las manos ante ti, mostrandote que estaban totalmente limpias, libres de trucos y, te miro, con esos aire enigmáticos y misteriosos de los magos de antaño.

-Está bien senorg... Oh, ¿Como le gustaba que le llamagan? Ah, si. McLauguens.... - dijo, como parte del espectaculo, aunque inmediatamente te preguntaste como sabia todo aquello- Obsergve.... Nada porg aqui... nada porg alli... ¿Vergdad? Esta clago que no guargdo nada en la manga... Aunque... cgreo que no podemos decirg lo mismo de su ogeja... ¿Que es eso que tiene ahi? Oh, veamos... Si... ya lo veo... - dijo entonces alargando su mano hasta ti, hasta tu oreja, para ser mas exactos. Una mano en la que, como mago experimentado, viste que no habia absolutamente nada, ningun truco preparado.

-¡Et, voila! Aqui esta, señorg McLauguens... ¡Migue lo que he encontgrado! - dijo entonces, abriendo su mano frente a ti. En ella habia una especie de piedra tallada, con un extraño simbolo en ella.

 

-¿Que le paguece?- acabo por decir, con una media sonrisa confiada consciente de que sabias que no habia truco en lo que acababa de hacer, que no era posible que hubiese sacado aquello de ninguna parte.

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30/12/2014, 22:50
Leah Jones

-¿Irritarle? Oh, vaya, eso si que no lo esperaba... No me diga que he tenido el honor de conseguir irritar a un hombre de su categoria... - dijo, con aire burlon, observándote con una media sonrisa, apoyada en la pared de aquel ascensor, mientras asentia lentamente ante tu pregunta- Y si, claro. Tambien fui yo. ¿No me diga que tambien he conseguido sorprenderle? - añadio, con cierto aire travieso, ganando poco a poco confianza, a medida que conversaba contigo.

Entonces, por fin, el ascensor paro. Y habrias jurado que habia subido quince o veinte pisos, pero la verdad era que solo estábais en la planta cuatro. Toda una sorpresa.

Leah se despego entonces de la pared, riendo, melodiosa, ante tu ultima frase- Muy bien, señor Roselly, veo que ha aprendido rapido. - te dijo, divertida, mientras atravesaba las puertas del ascensor, en direccion a un pasillo iluminado por la tenue luz de una especie de braseros, bastante minimalistas, en los que las llamas ardian, iluminando un oscuro pasillo verdoso, con algunos detalles en dorado. -Ya hemos llegado. Vamos, acompañeme... Alice le espera.