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Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 3. La propuesta ducal

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27/09/2016, 19:05
Rotryn

Caida del Duque o no, el tal Skoond parecía un imbécil a los ojos de Rotryn, y a los ojos de los demás igual.

Con rostro serio, sin mostrar ninguna emoción, se sentó el tiflino a la mesa, apoyó sus codo derecho sobre la mesa parsimoniosamente y, con la mano al mentón, apoyó el brazo izquierdo sobre la misma mesa* y su rostro, impasible, escrutó a aquel que tenían delante.

Luego de un par de segundos incómodos, miró a la niña que aun esperaba su pedido, y dijo con voz profunda: "Un vaso de agua para mi, gracias".

"Que necesita" - fueron las secas palabras del Tiflin, aún intentando escrutar al humano.

Aunque parecía concentrado en el humano, su visión periférica estaba revisando los alrededores.

Algo olía mal, y no era precisamente su cuerpo, con varios días sin bañarse.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Algo así, pero con cara de Tiflin :D

Dejo tirada de percepción pues no encontré averiguar intenciones.

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28/09/2016, 00:25
Los Tres Viejos Barriles

Cuando Rotryn ha pedido un vaso de agua, Skoond ha enarcado una ceja, intrigado, y la camarera ha preguntado, titubeante:

Uh… ¿Un vaso de agua de hielo, señor?

Lo ha preguntado lanzando alguna que otra miradas de duda hacia Skoond, que al cabo de unos segundos de reflexión, ha intervenido.

El agua de hielo es una auténtica maravilla. Y cara.

Entonces, Rotryn ha concretado su pedido.

Notas de juego

Ya que Caedwyr es el único que ha mencionado el tema, que parece que está a favor y que los demás no habéis protestado, pagáis a Lorna. -2 pp a Caedwyr (ya anotado).

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28/09/2016, 00:33
Imbralym Skoond

Volviendo a la conversación presente, es obvio que los modales de Zhork -afables y alegres, pero decididamente poco distinguidos- no entusiasman a Skoond, que permanece callado y serio mientras el enano ríe. Sin responder nada, atiende a Caedwyr y Rotryn.

No sé qué es la elfa, pero no es un drow —interviene finalmente, quitándole importancia al tema con un gesto, pero también con seguridad—. Lamento escuchar que tomó su camino. En cuanto al otro tipo… —Veis que trata de recordar algo (¿sabe su nombre?) sin éxito.— En fin: confío en que vuelvan a verlo.

Entonces, para vuestra sorpresa, Skoond parece relajarse y... ¡Comienza a charlar con vosotros! Os pregunta si habéis podido ver mucho de la ciudad y sus lugares más emblemáticos, por ejemplo, o comenta sus impresiones sobre el combate en el Amplio.

Ese rayo que lanzó usted —dice en cierto momento a Rotryn— fue bastante impresionante. Tiene que contarme cómo lo hizo. ¿Ha estudiado magia o es algo un talento natural?

Vuestras bebidas y la comida llegan mientras conversáis (o mientras le dejáis hablar). El vino de Caedwyr y el agua de Rotryn llegan en sendas copas de metal, mientras que a Zhork le traen una jarra de hidromiel -con una elegante pero fina capa de espuma, a la manera enana-. La comida es el guiso de pescado y legumbres que ya habíais visto en las otras mesas. Empezáis a comer. Al cabo de un poco, Skoond se pone algo más serio.

No sé si están al tanto de cómo se gobierna la Puerta —comenta, sobre todo para Rotryn y Zhork—Aquí no tenemos un rey: quien decide es el Consejo de los Cuatro, formado por nuestros cuatro duques. Su excelencia el gran duque Portyr -que Gond le conserve la salud- tiene el voto de calidad, de forma que su postura prevalece siempre que los otros tres no se oponga—explica—. Junto al Consejo está el Parlamento de los Pares, una noble asamblea formada por los ciudadanos más capaces, que propone las leyes al Consejo. —Fingiendo humildad, añade:— Tengo el honor de pertenecer a él. —Y también añade:— También elegimos nuevo duque si uno fallece, como trágicamente ocurrió en el Amplio.

Imbralyn Skoond os relata todas estas cosas y responde a las preguntas que le hacéis mientras coméis. Al mencionar a Abdel Adrian, dedica un rato a loar las cualidades del difunto, a recordar su larga trayectoria al servicio de la ciudad -¡más de un siglo!; se dice que tenía sangre de elfo, aunque hay quien lo atribuye a magia- y a lamentar su pérdida.

—Su muerte ha sido un duro golpe para todos. Todo el mundo le amaba —admite con solemnidad, pero sin dejarse llevar por las emociones—. Pero sabemos quiénes son los culpables —añade de pronto, y espera unos segundos antes de continuar—. El Gremio —dice, o más bien escupe. Os mira a cada uno.— ¿Han oído hablar de ellos? Se trata de una confabulación de criminales que extorsiona, roba e incluso atenta contra la vida de las gentes de la Puerta, especialmente de las más humildes —explica con (ahora sí) visible desprecio—. Captan a sus adeptos entre lo peor de la chusma extranjera que se agolpa fuera de las murallas y el Puño no es capaz de detenerles —añade con algo de indignación. Luego, concluye:— Son escoria, y peor que una lacra: son una amenaza para nuestra gran ciudad.

Skoond está hablando con mucha seriedad, con implicación personal. En general, consigue mantener el tono, pero en algún momento ha alzado un poco la voz, lo que le ha ganado la mirada de reproche de algún que otro cliente. Sus guardaespaldas -no pueden ser otra cosa- no dejan de vigilar vuestra mesa discretamente.

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28/09/2016, 00:34
Los Tres Viejos Barriles

No te parece que Skoond os esté mintiendo ni ocultando información.

Notas de juego

He corregido mentalmente tu tirada con el bonificador apropiado.

Esto se refiere exclusivamente a lo que acabo de describir. Si ahora me dices que le preguntas algo, te diré lo que responde y si percibes otra cosa.

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28/09/2016, 01:19
Los Tres Viejos Barriles

Como nativo de Puerta de Baldur, aunque te fueras de joven, sabes muchas de las cosas que menciona Skoond.

Obviamente, ya sabías que la ciudad es gobernada por el Consejo de los Cuatro. De hecho, Portyr -un hombre mayor, según sabes- y Adrian -aún mayor, pero mejor conservado- eran ya gran duque y duque, respectivamente, cuando te fuiste. Portyr lleva mucho tiempo en el cargo: es una institución.

En cuanto a Adrian, por todo lo que hizo y hacía por la ciudad, como mariscal del Puño Ardiente y duque -e incluso antes de ser ambas cosas-, siempre fue muy querido y respetado por todos. Además Adrian era -y parece haber sido hasta su muerte- el único duque plebeyo (los demás eran patricios, y los cuatro humanos), y el más preocupado por la gente humilde, razón por la cual era especialmente querido en los arrabales, por nativos como tú y extranjeros por igual.

El Parlamento de los Pares, en cambio, es bastante impopular fuera de la Ciudad Alta, debido a que es una institución principalmente patricia y pro-patricia. Según sabes, se creó hace décadas años, a raíz del intento de golpe de estado del ex-duque Valarken y con el fin de ayudar a Portyr, único duque superviviente (¡ya duque!), a reestablecer el orden y el gobierno en la ciudad.

Finalmente, también conoces al Gremio (o «la Cofradía»: recibe ambos nombres indistintamente). Tu madre no los llamó por ese nombre, pero muchos de los criminales que se mueven por Canciones Gemelas y otros arrabales pertenecen a esta organización. Una mafia, aunque hay quien los defiende. Ya existía cuando te largaste, quizás no tan poderoso como Skoond dice. ¿Pudiera ser que realmente hubiera crecido con la llegada de extranjeros?

Skoond, por cierto, supone que sabes este tipo de cosas -en el Amplio le dijiste que eras de aquí-, pero aún así lo explica para tus compañeros.

Notas de juego

Sabes más cosas, pero no es factibles soltártelas todas de golpe. Tenemos que ir dándolas cuando es necesario. Ante la duda de si sabes algo, o qué sabes de algo, pregúntame en el off topic cuando quieras. Trataré de ser rápido en responder.

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28/09/2016, 19:06
Rotryn

Rotryn mira con mucha detención al tal Skoond.

Luego contesta - pausadamente -"... es un talento especial, como mis compañeros , quienes son altamente especialistas en lo que hacen, si, podríamos decir mágico."

Cuando el integrante del parlamento de los pares empieza a contarles cosas acerca del gobierno de la puerta de Baldur, entonces Rotryn muestra mucha mas atención, y cuando se identifica finalmente como miembro del mismo parlamento y sus pensamientos para con el Gremio ese, entonces Rotryn entiende todo.

Al hablar los atacantes (de los que Rotryn fué víctima también) el tiflino pone una mirada seria y le dice:

"...y ahora llegamos al punto, donde supongo esa lacra ..." - hace énfasis en sus palabras, si bien no siendo irónico o sarcástico, pero remarcando un poco la frase - "...supongo, debe ser extirpada, para conservar la paz en la ciudad, no?"

Toda la podredumbre de alguien que quiere algo a toda costa golpea la conciencia de Rotryn, recordándose de los piratas y sus métodos -poco convencionales- de obtener sus bienes.

Espera un poco, y a sabiendas -al menos de la sugerencia- pregunta: "...y hay una recompensa por aquello?..."

La pequeña sonrisa de satisfacción se presenta casi imperceptible en su rostro demoníaco.

Notas de juego

PD:Editado para reflejar la información correctamente ("parlamento de los pares").

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29/09/2016, 11:53
Caedwyr

Estoy ensimismado escuchando las explicaciones, pero cuando Rotryn saca lo de la recompensa, le miro de soslayo algo incómodo, pese a que reconozco la necesidad de ganarse la vida. Y más ahora, que estamos en cueros, como quien dice.

—Ejem, sí bueno…—me dirijo a Imbralyn—. Parecen estar muy seguros de que el Gremio ha sido el culpable, espero que no sea solo por su reputación, aunque yo nunca hubiera apostado que esa pandilla de indeseables se atreviera a hacerle daño a Abdel Adrian—me encojo de hombros, un gesto que se ha convertido en una costumbre—. Pero en ese caso, ya que lo que necesitan de nosotros no es encontrar culpables, he de suponer que buscan emprender algún tipo de represalia, ¿me equivoco?

Bebo un trago de vino. A mi pesar, aunque mi opinión sobre Skoond no es la mejor por causa de su arrogancia, no puedo evitar sentirme agradecido.

—Sea lo que sea que tiene en mente, señor Skoond, si la causa la considero justa, por mi parte estoy dispuesto a hacer lo necesario en beneficio de esta ciudad. Cueste lo que cueste.

Notas de juego

Añado el conjuro Bane.

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29/09/2016, 16:14
Zhork

—Que no es una drow dice... — susurré por lo bajo.

¡Qué me saquen los ojos si ese color de piel no era el de una drow! Y no, que no me vengan diciendo que es cabezonería enana... se trataba de realidad. La orejas picuda era una drow, por mucho que nadie quisiera verlo.

En fin, que... indignado, cogí la jarra y le di un trago largo hasta el punto de no dejar ni gota. Luego suspiré, volví a apoyar la jarra en la mesa y asentí con la cabeza tras las palabras del clérigo.

—El jovencito tiene razón, jojo — solté —. La reputación puede ser un bien o un castigo, no nos dejemos llevar por ella a la hora de juzgar. ¿De verdad hay pruebas de que el Gremio está metido hasta el fondo en el asesinato del Duque?

Aunque bueno, si lo estaban o no... a mí eso me daba igual. Mientras me pagasen y no fuera un acto abominable...

—¿Por qué no nos cuenta qué quiere de nosotros? Soy todo oídos, jojo.

Notas de juego

A mí, como jugador, ya me ha quedado claro que no es una Drow; pero hacerle cambiar de parecer a un cabezón como Zhork va a ser más difícil, xD .

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01/10/2016, 02:47
Imbralym Skoond

Cuando Rotryn respondió con aquella respuesta tan evasiva a la pregunta de Skoond sobre sus poderes, éste simplemente sonrió y cambió de tema con naturalidad.

No hay signos que identifiquen a un miembro del Gremio. —responde tras escuchar vuestras últimas respuestas—. Tampoco fue posible interrogar a ninguno de los atacantes del Amplio: ustedes y la Guardia fueron muy... efectivos, en este sentido. —Bebe un trago de su copa de vino, rematándola.— Y sí: es cierto que el duque Adrian era especialmente querido entre la plebe… —añade, pero sin darle mucha importancia—. Pero no se equivoquen: la canalla del Gremio mataría a sus propias madres con tal de atacar al gobierno y traer la anarquía a esta ciudad. Por suerte, hay personas decentes que no se van a quedar de brazos cruzados mientras Puerta de Baldur cae en...

Su última frase queda en el aire. La camarera trae en ese momento una nueva ronda de bebidas -Skoond ha invitado a varias-, pero él no ha pedido nada. Entonces, aparta el plato a un lado y une las manos sobre la mesa, como cuando os recibió. Ha terminado de comer.

Quieren más detalles, lo entiendo, pero no me corresponde a mí dárselosSin embargo, alguien les espera. Alguien generoso —añade, dirigiendo significativas miradas al tiflino y al enano. Por último, mira al clérigo.— Si he despertado su interés, acudan en un rato a la puerta trasera del Gran Salón y pregunten por mí. —Se levanta y coge su libro, el que leía cuando llegasteis.— Pero terminen de comer. Corre por mi cuenta.

Tan pronto dice esto, os deja solos en la mesa y se dirige al bar, en dirección a la salida. Su última frase no ha sonado a amable invitación, ni a sugerencia.

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02/10/2016, 21:23
Zhork

A veces peco de cotilla, y esta no iba a ser una excepción. Cuando Skoond agarró su libro, centré ligeramente mi atención en él. Quería saber qué clase de libros leía. Probablemente no fuera un detalle importante... la verdad, no era mi idea que lo fuera, sólo era pura curiosidad.

Aguardé hasta que se fue. Luego, ojeé que no estuvieran los gualdaespaldas. Si sí seguían allí, hablaría en voz baja con mis compañeros. Si no... bueno, también lo haría. Nunca se sabe cuántos oídos bien finos pueden haber entre cuatro paredes.

—Jojo, jovencitos, ese hombre es un auténtico idiota — así, tal cuál lo solté —. Pero no dudo de que juntarnos con él nos puede llenar los bolsillos de piezas de oro. La cuestión es saber si es de fiar... o corremos el riesgo de meternos en un buen embrollo. No sé vosotros, pero alguien que no bebe ni come cuando nos está invitando me da que sospechar. Pese a todo — cogí una buena cucharada de la comida y me la metí en la boca —... en un enano el apetito puede más que la sensatez, jojo.

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02/10/2016, 23:45
Caedwyr

Cuando escucho a Zhork, me quedo con la copa a medio camino del último trago y la vuelvo a posar.

—¿Fiarnos de ese buen hombre? —me patina un poco la lengua, habrá que frenarse un poco—. Yo no me fiaría del señor Skoond ni aunque un hechizo me nublase la mente. Es un patricio, miembro de un grupo de gente egoísta, con sus propios intereses y motivaciones...pero en eso tienes razón, amigo mío, podría llenarnos los bolsillos de oro si le conviniese hacerlo. 

Me termino la copa y saboreo el vino en mi paladar.

—¡Qué néctar tan delicioso! —apenas logro ocultar un breve eructo, y saludo con la copa vacía hacia dónde se hallaban los muchachotes de la mesa cercana. ¿Se han marchado? ¿no? Da igual.

En todo caso, por si no había quedado claro, a mí no me motiva el oro, sino el deber. Estoy dispuesto a meterme en ese embrollo al que sin duda nos invitará Imbralyn Skoond en breve, puesto que ahora mismo no veo otra opción, sobre todo después de haber quedado vilmente desahuciados como prometedores héroes locales. Eso es lo que pienso, al menos si queremos llegar a alguna parte en todo este asunto.

Miro a mis compañeros. Las motivaciones de Zhork me quedan claras, pero...¿y las de Rotryn? Eso de momento si que es un misterio para mí.

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03/10/2016, 15:05
Rotryn

El tiflino escucha a sus compañeros, sin decir una palabra.

Luego, por primera vez en un tiempo, esboza una sonrisa leve, para decir:

"... es increíble, por decir lo menos, la forma de palabrear de ese sujeto. Y basado en lo que dice nuestro buen amigo Caedwyr acá presente, dudo mucho que lo que quieran es darnos un trabajo decente, si saben a lo que me refiero. Cada vez que ese sujeto hablaba, sentía que nos metería en un problema, o trampa, o ambos..."

Espero que sus palabras hicieran efecto unos segundos-  "...Por tanto, debemos hacer lo que cualquier persona en su sano juicio haría: caer en su trampa."

Los sentidos de Rotryn no eran lo mas ajustados posibles, pero su vida como forajido le había enseñado algo: Nunca confiar en desconocidos, a menos claro, que hubieras peleado a su lado, y te hubiera agradado: punto para el clérigo/paladín Caedwyr y el bonachón guerrero Zork.

Luego de esos segundos, una sonrisa sincera se dibujó en su rostro (que a veces daba miedo solo con mirarlo), sus ojos dejaron de ser tan brillantes, levantó su copa de agua (no sin antes olerla) y dijo a sus compañeros:

"Por la trampa..."- y bebió un sorbo.

 

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04/10/2016, 00:29
Zhork

No pude evitar soltar una sonora carcajada al escuchar a Rotryn. Todas las palabras que soltaba eran tan ciertas como cada uno de los pelos que formaban mi espesa barba. No era la primera vez que coincidíamos los tres en algún punto, aunque ésta era la que más irónica me resultaba, pues no nos quedaba otra que meternos en el caos... eso sí, ya precavidos y sabedores de que estábamos metiendo el pie en terreno fanganoso. Era un punto al que tener en cuenta después de todo...

—¡Por ella!

Justo después, alcé la copa de hidromiel (con lo que quedara de ella) y, tras chocarla con la de mis compañeros, me la bebí hasta no dejar gota.

—Jojojo, creo que es el brindis que más estoy disfrutando...

Notas de juego

Creo conveniente hacer un post de algo tan importante como un brindis. ¡Por favor! ¡Que hablamos de Zhork! xD

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10/10/2016, 01:31
Ciudad Alta, día

No hace mucho que llegaste a Templos, pero unas campanas cercanas y potentes están ya anunciando la primera hora de la tarde. ¡Pero si no era ni mediodía cuando dejaste Canciones Gemelas!, quizás estés pensando. Realmente, Puerta de Baldur es una gran ciudad, pero sobre todo está muy llena de gente: cruzarla es toda una odisea. Para más inri, siguiendo las indicaciones de un guardia no muy espabilado, has acabado en una calle secundaria, poco transitada, como la de aquella taberna donde bebiste con Aldafein. ¿Estarás acercándote al Gran Salón? Mientras te preguntas estas cosas, cuál es tu sorpresa cuando, a la vuelta de una esquina, te los encuentras: ¡los tres individuos que te ayudaron contra los matones y el duque embrujado en la refriega del Amplio! El tiflino, el clérigo, el enano. Te parece que han pasado por mejores momentos: su ropa está sucia y arrugada y, quitando la mochila del hombre, no llevan encima más que lo puesto y algún arma. También parecen dirigirse a algún lado. Y se han percatado de tu presencia.

Notas de juego

Salvo lo que quieras ocultar, escribe para los demás (menos Gadryck) a partir de aquí.

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10/10/2016, 01:46
Los Tres Viejos Barriles

El libro que llevaba Skoond no tenía ninguna identificación en su portada y su contraportada, ambas de cartón forrado de tela de color verde. En el lomo, en cambio, había algunas letras, pero no fuiste capaz de leer nada. El libro fue de buena calidad en sus orígenes, pero el tiempo lo ha dejado en muy mal estado.

- Tiradas (1)
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10/10/2016, 02:22
Ciudad Alta, día

En Los Tres Viejos Barriles, tres jóvenes aventureros brindáis por… ¡Por lo que sea! O cada uno por una cosa: Rotryn y Zhork, claramente por la aventura, pero Caedwyr quizás por el gran destino que sabe que le aguarda. Los guardaespaldas ya no están: se levantaron y se fueron con vuestro interlocutor no sin antes miraros con cierto desprecio. Ahora sois vosotros los que os levantáis. En el bar, la camarera os explica que Skoond -tal como dijo- ha pagado todo. Se despide amablemente de vosotros. Poco después, volvéis a la calle, de nuevo con vuestras armas.

Las campanas de la Gran Casa de las Maravillas anuncian que es la primera hora de la tarde. Llegar al palacio ducal no debe de ser difícil, pensáis, y en vuestro orgullo viril os negáis a pedir indicaciones a nadie. De este modo, pronto os veis caminando por una calle secundaria, poco transitada, y ya comenzáis a preguntaros si no será que os equivocasteis esta ciudad es un maldito laberinto para cualquiera. Cuál es vuestra sorpresa, sin embargo, cuando, a la vuelta de una esquina, os la encontráis: ¡la elfa de piel oscura! Parece que viene de viaje: lleva sus pertrechos a la espalda y viste ropas de caminata. Parecen buscar algo, como vosotros... Y os ha visto.

Notas de juego

Skoond sí bebió y comió. Disculpad si se me entendió lo contrario.

Estáis con Aishël: escribid también para ella.

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10/10/2016, 17:15
Caedwyr

Mmmm, ¡a la izquierda! No, parece que a la izquierda tenía que haber sido antes, ahora estamos en no sé dónde, por todos los infier…

—Tranquilos —les digo a mis queridos colegas—, nos hemos perdido, pero el palacio ducal está cerca (creo).

Iba a añadir algo acerca de mi interesantísimo pasado como jovenzuelo en las callejuelas del otro lado de las murallas, cuando inesperadamente ¡apareció ella, la elfa de la plaza!

Le doy un sutil codazo en el yelmo a mi buen amigo Zhork. ¡Ah, que le han confiscado el yelmo, al igual que mi armadura! No me acordaba, así que le he pegado con mi noble pero desprotegido codo en su dura cabezota. No tardo en notar el antebrazo entumecido por el impacto.

—Vaya vaya, de nuevo en la brecha ¿eh? Os saludo, Aishël de…Aishël. Volvemos a encontrarnos.

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11/10/2016, 22:20
Zhork

—Anda, la drow...

Solté un sonoro JOJO. Me resultaba curioso encontrárnosla en una de estas callejuelas perdidas de las manos de los dioses. ¿Qué andaría haciendo por aquí? ¡Ya tenía curiosidad! Quizá andaba tan perdida como nosotros.

—Hum — justo en ese momento noté algo posarse por unos segundos de nada en mi cabeza, a donde que me llevé mi mano casi instintivamente —. Creo que me ha picado un mosquito... Aunque, nunca me había picado un mosquito en la cabeza, ¿no es raro?

En realidad había sido el codo de Caedwyr... pero yo andaba rumiando entre la diferencia del pose de una mosca y la de un mosquito. Quizá en vez de mosquito había sido mosca, vete a saber tú. El caso es que no imaginaba que había sido el codo de Caedwyr...

—Sí que sois misteriosos vosotros, los orejas picudas — dije cuando por fin dejé de darle vueltas al trivial asunto de "la picadura de mosquito" —. Desaparecer de aquella manera cuando lo de la plaza fue curioso... Pero no lo tomes a mal, los buenos compañeros de trabajo son bien recibidos, jojojo.

Drow o no, esa era mi filosofía de vida... a excepción de los malditos trasgos, claro. Aunque, siendo sincero, ellos eran incapaces de hacer bien un trabajo, por fácil que fuera.

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12/10/2016, 04:41
Rotryn

Repentinamente los guardias se van, dejandonos terminar el brindis.

Salimos de la posada camino a la puerta trasera del gran salón, espera, gran salón de que!

Maldición - murmulló el tiflino por lo bajo - El gran salón de donde diablos tenemos que ir? - dijo al aire, a sus compañeros, por si a él se le había ido algo.

En esas cavilaciones estaba, cuando nuevamente ve aparecer a la elfa de piel oscura.

Mmm, raras circusntancias nos unen de nuevo... - pensó el tiflino mientras se alisaba y arreglaba el turbante.

Hola, de nuevo, supongo, extraño encontrarnos en estas callejuelas de nuevo no?

Su primera conversación con la elfa no había sido muy fructuosa que digamos, y pensaba enmendar de alguna forma su poco interés en las cosas de los elfos.

Te encuentras...bien? - preguntó el tiflino a la recién llegada.

 

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12/10/2016, 17:41
Aishël

Alzo una albina ceja al ver a aquellos personajes ¿que hacían aun allí? ¿y que les había pasado por encima? ¿un carruaje? Luego escucho al enano, eso empezaba a ser preocupante, ya la habían confundido en un mismo día, con la raza drow. Lo miro seria -Maese enano ¿que le hace pensar que soy una drow? ¿acaso el mi color de ojos? ¿o que nada mas verlos he tedio tendencias homicidas?- dijo sarcásticamente, enumerando diferencias significativas entre ella y un drow. Negó con la cabeza, poderosos aliados los enanos pero con poco seso, todo musculo.

Miro a Caedwyr -Aishël Dordienh... ¿y vos sois?- recordaba a la mayoría de aquella "pelea",pero no los había conocido, ni se había presentado, parecía que buscaban el mismo lugar que ella, habría pasado de largo, pues con aquellas pintas no harían mucho entone en el palacio ducal, así que seria perjudicial ir con ellos, pero suponía que eludirlos ya una segunda vez, sería muy difícil, aun más cuando la habían visto y reconocido.

Negó -no busco la fama, por lo que lo más sensato, fue una vez finalizado el peligro, volver a mis cosas- dijo como toda explicación a por que se fue, luego escuchando al tieflin, sonrió (cosa que no solía hacer), le pareció cuanto menos curiosa su pregunta -Estoy perfectamente, gracias ¿que tal con los críos?- recordaba que la ultima vez que lo vio, unos críos lo acosaban para aprender magia, rió suavemente.