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Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 5. El mercader y la tabernera

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27/03/2017, 00:03
Rotryn

Finalmente, y ante un poco la mala cara de Samarak, Rotryn se despidió cortésmente, mientras se dirigía a por sus amigos.

No sin antes guardar con precaución el viejo mapa en algún compartimiento asegurado de su bolso.

Se juntó con sus compañeros, quienes se veían con prisa y ya avanzaban.

-Bien, que tenemos? -preguntó el tiflino.

Se fijó en las caras de todos. ¿Lo estaba soñando o tal vez se veían mas esperanzados?

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27/03/2017, 14:47
El Amplio, día

Ante el gesto cariñoso de Rees, la niña se aparta por puro instinto, evitando el contacto, y sus dos compañeros se ponen en alerta, como dispuestos a saltaros encima, o a correr, o a ambas cosas. No sucede nada más: en cuanto el halfling muestra el cobre, la chiquilla lo toma y lo guarda en un pestañeo. Luego, sin mediar más palabra, cruza la arcada de piedra y comienza a descender. Los otros dos niños se quedan arriba.

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27/03/2017, 14:48
El Amplio, día

Samarak se despide de ti también con cortesía, dándote las gracias por el trato y deseándote toda la suerte del mundo y que os volváis a ver, pero también -lo notas- algo intrigado por tus preguntas. Cuando llegas a donde estaban tus amigos, no hace mucho que los tres varones han desaparecido entre la multitud. Aishël te está esperando.

No hay nada nuevo, salvo la certeza de que el tipo gordo del puesto es el tal Duskler —te contesta con su habitual desdén—. Los demás han ido a buscar a unos chicos para que le vigilen y sigan. —Te los señala, moviéndose entre los puestos.— Vamos.

Cuando les alcanzáis en uno de los límites del Amplio, junto a las escaleras de entrada de una taberna subterránea, tus compañeros recién han terminado de hablar con tres niños de la calle y siguen a una de ellos -parece una niña- al interior del viejo edificio. No tardas en caer en la cuenta de dónde estáis entrando: es el Infrasótano, una antigua taberna con cierta fama en la Costa de la Espada. Sus principales peculiaridades (a las que debe su fama y nombre) son su emplazamiento y sus dimensiones, pues se extiende por los sótanos conectados de numerosos edificios de la Ciudad Alta, muchas veces sin que los dueños actuales de esos locales sean del todo conscientes de lo que ocurre bajo sus pies. El paralelismo con la Infraoscuridad, el subterráneo mundo de drows y monstruos, que se extiende bajo la superficie de Faerûn como las oquedades de un árbol devorado por los hongos, es más que evidente. Igual que ocurre con la «Antípoda Oscura», en el Infrasótano se reúne la peor calaña, que de otro modo se vería muy fuera de lugar en el corazón de Puerta de Baldur, en uno de sus barrios más pudientes. Sabes todo esto porque tus antiguos camaradas -cuyas muertes algún día vengarás- mencionaron el lugar alguna vez.

Notas de juego

(Información sobre el Amplio en la escena de ambientación.)

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27/03/2017, 14:52
El Infrasótano

Cuando los tres varones empiezan a bajar, Rotryn y Aishël llegan a paso rápido y unen a la comitiva.*

Un primer vistazo al final de las escaleras de piedra os hace pensar a todos que estáis en un tugurio normal, en un sótano cualquiera: mesas, bancos, banquetas, toneles, lámparas, candelabros de pie, varones y hembras comiendo y bebiendo, voces, risas, un violín sonando al fondo… Pero, al cabo de unos instantes, cuando creéis ya que lo tenéis controlado, empezáis a descubrir -aquí y allá, en este y en ese muro- umbrales, mayores o menores, arqueados o adintelados, a pares o aislados, tras los que veis más de lo mismo: más mesas, más personas y más umbrales con más salas con más mesas, más personas y más umbrales con más salas. Casi parece un juego de espejos y, de hecho, al ver qué las pintas de los comensales son cada vez peores, y al notar sus miradas, quizás alguno de vosotros recuerda la frase de Borginos, el famoso poeta de la antigüedad: «Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de las personas». La clientela parece un muestrario de los pueblos y las naciones de Faerûn.

En un momento dado, Aishël se detiene.

Continuad —os pide la elfa cuando le preguntáis qué sucede—. Debo hablar con alguien. Nos vemos ahora.

Notas de juego

* Si queréis, obviamente podéis charlar algo mientras avanzáis.

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27/03/2017, 15:57
El Infrasótano

Mientras avanzas por los salones abovedados del Infrasótano, crees reconocer a algunos de los parroquianos. La presa más valiosa que identificas en el local, que no la única, es un rudo enano rubio cubierto de moscas y cicatrices, acompañado de otros tipos de malas pintas. Unos hombres discuten con él en una mesa, sobre la cual, cubiertas por paño, intuyes espadas, hachas, dagas. Por su aspecto, puede que sea Alfrus Fielcarbón, Muchosfilos, contrabandista de armas y asesino, por cuya cabeza pagarían bastante en la ciudad enana de Mirabar.

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27/03/2017, 16:06
El Infrasótano

Dejando a la montaraza atrás, continuáis. Vuestra guía os demuestra conocer bien el sitio y avanza sin dudar. Los camareros os ignoran y los vigilantes del local apenas os dedican un rápido vistazo. Un par de veces os cruzáis con niños como ella, pero parece que ni se ven. Tras cruzar varios sótanos y varios pasadizos, llegáis a un salón singular: en él sólo hay niños y niñas, humanos en su inmensa mayoría, de muchas edades. Charlan, beben, comen como adultos, como una parodia de una taberna. Incluso hay tres jóvenes músicos tocando. Vuestra guía, sin embargo, no se detiene aquí y os lleva a través de un último pasadizo hasta una cámara más recogida.

Numerosos chicos y chicas de la calle llenan los rincones de esta pequeña cámara: en sillas, de pie contra la pared, sentados en el suelo, etc. No pocos os observan desde elevadas hornacinas en las paredes, o desde repisas, e incluso desde la lámpara de rueda que cuelga del alto techo. Algunos visten prendas elegantes, normalmente demasiado grandes y raídas, siempre mal combinadas. Percibís el brillo del metal y el cristal en varias manos. Permanecen en silencio, quietos, observándoos. El lugar huele a sudor, mugre y una fragancia dulzona. Varios túneles salen de esta cámara.

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27/03/2017, 16:06
El Conseguidor

Tras la mesa, en una gran silla de elegante talla, un hombre increíblemente obeso os observa con ojos serenos y amables. Sus bigotes parecen dos largos y gruesos colmillos que caen sobre su barba. Su ropa es elegante, aunque sudada y arrugada. Su gran cabeza, sus enormes manos y sus hombros hacen que su prominente barriga no lo parezca tanto. Pero lo más llamativo es su cabellera: la mitad de su coronilla está cubierta de una enredada mata de cabellos rizados; la otra mitad está vacía, a excepción de la retorcida cicatriz de una quemadura. Un copón metálico con vino descansa sobre la mesa, frente a él. Una niña junto a él, sentada en la mesa, sostiene un fino bastón. Sostiene una fina y larga vara curvada: un extremo, junto a su boca; el otro, que es una cazoletita de la que sale humo, en su mano. La vara es una «pipa» y sirve para «fumar», una costumbre exótica en los países de la Costa, propia de excéntricos, marineros y otros viajeros.

Bienvenidos, caballeros —os saludo el hombre con una sonrisa amable y gestos lentos. Su voz es aflautada y sin energía.— Mis pequeños polluelos me llaman «padrino», pero muchos en la ciudad me conocen como «el Conseguidor». Claryce —dice señalando a vuestra guía, que ya se ha sentado con los demás— les ha traído hasta aquí... Muy bien, pequeña —añade guiñando un ojo y sonriendo a la niña, que se sonroja.— ...así que entiendo que desean hacer negocios. Siéntense, por favor. —Mientras hablaba, os han traído cuatro sillas. El Conseguidor toma una calada de su pipa y suelta el humo. El olor dulzón se intensifica.— ¿En qué podemos ayudarles?

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27/03/2017, 19:04
[X] Rees

Rees va andando tranquilamente durante todo el camino hasta el sótano. Las primeras veces que pasaba por lugares cómo éste se había asustado, pero actualmente, casi se sentía mas seguro aquí que en otros lados.

Al llegar, se sienta en una de las sillas.

- Gracias por recibirnos monseñor - dice en un tono galán exagerado - Ya había oído hablar de usted, muy bien por cierto! Aquí mis compañeros y yo tenemos un asunto entre manos.

- Por unos temas comerciales que no vienen al caso, estamos buscando información de Norold Dlusker, un comerciante de lana del Amplio. No es nadie importante, supongo que ni le sonará. - se toma un respiro y sigue.

- Queremos saber dónde vive, dónde tiene su almacén y si hace algo extraño. A nosotros nos tiene muy vistos así que creo alguien que no llame la atención puede vigilarlo. Supongo que un par de chavales nos servirán, tampoco requerimos nada del otro mundo - termina diciendo.

A continuación mira a sus compañeros para ver si querían añadir algo. Él se había unido tarde a la búsqueda y quizá había dicho algo que no debía o le había faltado algún detalle.

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28/03/2017, 13:45
Caedwyr

Me remuevo incómodo. ¿«El Conseguidor» eh?

Mi colega dice bien —asiento de cara a Rees—, aunque añadiría que tenemos una idea aproximada de la ubicación del almacén de ese caballero, aunque imagino que para usted será un juego de niños el saberlo —me acabo de dar cuenta de la ironía que acabo de soltar sin pretenderlo, pero me quedo serio como un palo—.  Supongo, además, que la discreción de usted y sus muchachos será absoluta ¿me equivoco? Necesitamos agilidad a la hora de informar y fiabilidad, nada más y nada menos. Les daríamos un punto de referencia para venir a informar, y además, si quedamos contentos con el servicio, es posible que hubiese otros en el futuro.

Toco el símbolo de Torm, significativamente. Miro a los otros y luego a «El Conseguidor». Estoy a punto de soltar una de las mías, pero me contengo. Pienso en los niños, pero en realidad su destino no está en mis manos en estos momentos. Seamos prácticos y busquemos el bien mayor.

—Aparte de eso, nada más. Una misión fácil. 

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28/03/2017, 22:31
Rotryn

Mientras ingresaban a las profundidades de la "Bati-Taberna", Rotryn, aun por el rabillo del ojo, vió varias caras conocidas, algunas de marinos, otras de piratas, que ya se habia visto, no estaban de humor para ser interrogados.

Prosiguió su viaje, siguiendo siempre a sus compañeros y a la pequeña niña.

Al ver pasar los rostros de aquellos niños, forzados a ser hombres dedicó una signficativa mirada a Caedwyr, cuyos ojos, por un momento se abrieron como platos, para después notar como su cara se pacificaba extrañamente.

Esperó y al ver la cara del "padrino", una cosquilla le recorrió la nuca.

No era el único ue había sobrevivido al fuego.

Sintió una punzada de compasión mezclada con simpatía, lo que le permitió serenarse y concentrarse en la conversación

Siguió silencioso.

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31/03/2017, 22:50
El Conseguidor

El Conseguidor atiende tranquilamente y con una esbozo de sonrisa a los halagos de Rees y a la descripción que le hacéis del encargo, e incluso encaja con sorpresa y humor la broma involuntaria del clérigo. No debe de estar acostumbrado a que bromeen con él. El hombre también aprovechó para echar un par de miradas hacia Rotryn. ¿Un hombre, un enano, un halfling? Cosa de todos los días. ¿Un tiflino? Eso son otros términos.

No tienen que decirnos sus motivos, señor… —No sabe ninguno de vuestros nombres. Atiende a la respuesta de Rees, y a cualquiera que déis los demás.— El porqué del encargo no es de nuestra incumbencia —os tranquiliza, para empezar—. Si nos inmiscuyéramos en los asuntos de nuestros clientes, no tendríamos clientes —explica sin abandonar el tono amable, y culmina el comentario con una risita—. ¡Pero claro que conocemos a Duskler! Es nuestro trabajo —añade. Da una nueva calada a su pipa.— En fin: como han dicho, no piden nada del otro mundo...

Durante un rato charláis sobre los términos. Parece haberos entendido: queréis que ellos os mantengan vigilado a Duskler y que os informen de lo que haga, y que lo hagan inmediatamente si hace algo raro. El Conseguidor no ve problema alguno en eso: lo harán con discreción y eficacia. Vosotros escucháis su propuesta: pagaréis cada día por adelantado, empezando ahora mismo; alguien os informará cada día, si no hay novedad, en torno a la quinta hora de la tarde (hora presente) y en un lugar que digáis, u os buscarán; y si el objetivo hace algo raro, os avisarán raudos. Podéis rescindir el trato cuando queráis.

Este servicio les costará dos piezas de oro al día —indica finalmente—. Pero deben decirnos: ¿sobre qué clase de cosas extrañas desean información inmediata? Un patricio hace muchas cosas a lo largo del día.

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01/04/2017, 15:41
[X] Rees

Rees se quedo de brazos cruzados.

- Básicamente queremos saber si hace cosas fuera de lo normal, o cosas simplemente sospechosas. Pero bueno, que nos informen de todo y ya decidiremos lo que sacamos de la información. - dijo Rees, refiriéndose a que quería sacar trapos sucios de aquel tipo.

- En cuanto al precio, creo que es un poco caro ¿no? El trabajo tiene 0 peligro y básicamente va a ser una travesura para los chavales que lo encargamos, lo podríamos dejar en 1 moneda ¿no te parece?

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02/04/2017, 16:38
Director

Notas de juego

Zhork PENEJOTIZADO hasta nuevo aviso.

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02/04/2017, 16:39
Zhork

Zhork, que ha estado muy callado y atento al entorno desde que el grupo ha entrado en la gigantesca taberna, observa ahora a los críos que hay por toda la habitación sin decir ni palabra. También escucha al Conseguidor, cuya risita despierta la del propio enano. Este mira entonces a sus compañeros con despreocupación pero, al verlos tan serios, contiene su sonrisa. Durante la breve discusión sobre el trato, Zhork hace algunos comentarios. Cuando Rees protesta por el precio, el enano vuelve a hablar.

¿Dos portones al día? —pregunta extrañado—. Jojojo… ¡Vaya precio! Mi compañero tiene razón. ¿Hacen magia los chavales o qué?

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04/04/2017, 11:47
Caedwyr

Dos portones diarios…¿dos portones?...¡dos portones! Pienso en si es un buen precio o en cambio es un intento de negociar. No lo tengo claro, pero antes de nada aclaro a nuestro «Conseguidor» algunas cosas de la misión.

—Es importante —enfatizo mis palabras con un dedo—, que si Duskler se reúne con alguien que esté fuera de lugar, es decir, que no parezca un mercader conocido, un cliente o un familiar o similar, se nos haga saber. Y no nos vendría mal que ese personaje (si lo hay) también fuera vigilado circunstancialmente, para conocer su procedencia o su destino tras ver a Duskler. Básicamente, queremos controlar posibles contactos extraños de éste señor, idas y venidas. 

Cuanto más detallado sea lo que tengan a qué atenerse los chiquillos, mejor. Lo del precio es secundario, mientras podamos pagarlo, claro.

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05/04/2017, 10:08
El Conseguidor

El Conseguidor asiente a las indicaciones que le dais Rees y Caedwyr y luego procede a enfrentarse a vuestras quejas sobre el precio. No parece enfadado, pero se muestra firme.

Nuestro servicio no es caro: nuestro servicio es el mejor de toda la ciudad y cuesta en consecuencia. Además… Tengo muchas bocas que alimentar. —Mira a sus niños y les sonríe con cariño. Luego, vuelve a miraros.— El precio es el que he dicho.

Cuando ya dais por hecho que esa ha sido su última palabra, el hombre muestra una amplia sonrisa y añade:

—…pero no tenéis por qué pagarlo todo en moneda —Ante vuestras miradas interrogativas, se explica.— Soy una persona curiosa: si me traéis alguna información que valga la pena, os recompensaré. Quizás incluso ganéis algo de dinero.

Notas de juego

Recordad decirle un lugar a donde os vayan a informar a última hora de la tarde todos los días. En cuanto queráis iros, podéis asumir que cerráis el trato y os despedís de ellos. Recordad que tenéis a Aishël en otro salón.

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05/04/2017, 22:48
[X] Rees

Rees hace un ademán para rebatir al Conseguidor, pero se ahorra la saliva, sabiendo que no va a conseguir nada con ese hombre curtido en ese tipo de negocios.

- Bien pues, antes del anochecer, nos veremos en la puerta trasera de la posada de la Gran Casa, ahí esperaremos recibir la información.

Luego cabeceó en dirección a Caedwyr.

- Mi compañero se encargará del primer pago.

Dicho esto, estrechó la mano de aquel tipo y se dirigió hacia el camino de vuelta, comentando con sus compañeros.

- Hay que pasar a recoger a vuestra amiga elfa y a seguir con lo nuestro.

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07/04/2017, 11:41
Caedwyr

Me atuso los bigotes y pienso en si valdrá la pena regatear por el precio, sin duda elevado pero con posibilidades de ajustarse a base de intercambios de información. Finalmente decido que lo mejor es dar por zanjado el trámite.

—Está bien, entonces. Ese es el precio y cumpliremos nuestra parte —iba a estrecharle la mano, pero me lo pienso mejor y sigo atusándome el bigote—. Nos alojamos en «El Yelmo y la Capa», allí es dónde deben de llegar los informes.

Miro de soslayo a Rees y rebusco en la bolsa. Dos brillantes monedas aparecen en mi mano y se la tiendo a El Conseguidor. Más vale que obtengamos pronto progresos, o vamos a tener que pasarle una nota de gastos un tanto inflada a nuestro contratador.

—Así es, amigos —le digo a mis compañeros—. Recojamos a la elfa y sigamos con lo nuestro. Ahora que tenemos este servicio a mayores, podremos dedicar más tiempo a otros menesteres.

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07/04/2017, 18:05
Rotryn

Esta conversación lo aburría. De plano estaba absorto en cosas mas importantes que andar regateando con chavales y tios de la mafia, y se dejaba ver.

Su mente aún estaba pensativa en lo que se refería a Samarak, tenía la corazonada que aquella vuelta del destino le dejaría encontrarse otra vez con el viejo marino.

Las referencias a su pasado lo tenían claramente pensando en otras cosas, y aunque esta no era su ciudad, lo tenía asqueado como el famoso "Conseguidor" administraba el lugar.

La simple mención de su nombre ("Conseguidor") le molestaba.

Empezó a enfadarse solo y cuando Caedwyr terminó dijo, con un dejo sombrío en su voz:

"Ya vamonos de aquí, hablamos afuera..."

 

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08/04/2017, 17:51
El Infrasótano

El Conseguidor os sonríe con amabilidad cuando cerráis el trato, pero el apretón de manos de Rees le sorprende, lo que os hace pensar que quizás esté tan poco acostumbrado a eso como a que le hagan bromas. Al retirar la mano, sin saber muy bien qué hacer con ella, uno de los niños reacciona y se la «limpia» con un trapo sucio.

El Y-yelmo y la Capa… Muy bien —contesta torpemente a la indicación del clérigo mientras otro de los niños recoge el dinero.

De vuelta en el salón donde dejasteis a Aishël, ahora ya sin guía de ningún tipo, y tras unos segundos bucándola con la mirada, encontráis a la elfa sentada a una mesa, de espaldas a vosotros, conversando. Su interlocutor es un mendigo encapuchado. Al tiempo que la veis, éste os ve y la informa, y ella se gira para veros.