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Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 7. Deberes filiales

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24/11/2017, 03:05
Ciudad Alta, día

Con las indicaciones de Halesta en la cabeza, tú, Zhork, te diriges a la mansión de los Castrovello. Tu camino te lleva a través de la Ciudad Alta, que puedes contemplar en todo su esplendor: la riqueza de sus edificios, los vivos colores, las bellas fuentes, las flores, el ambiente tranquilo, las calles amplias y limpias, la ausencia de olores… Esto último quizás se deba a unos agujeros que ves en varios lugares del pavimentado, por los que imaginas que el agua arrastra la suciedad. También te fijas en unas grandes esferas de cristal blanco nublado, que anoche viste iluminados con luz mágica, como faroles.

Dos cosas brillan por su ausencia en esta mitad de la ciudad. La primera, las tabernas: en las pocas que te encuentras, criados emperifollados hacen guardia en sus puertas y te miran con desdén y hostilidad cuando pasas por delante de ellos. La segunda es el Puño. En lugar de los mercenarios de capas marrones y tabardos blancos que patrullan la Ciudad Baja, aquí son omnipresentes los hombres de la Guardia, fácilmente identificables por sus ropajes acuartelados de rojo y negro. Por lo demás, por las calles caminan siervos, trabajadores y paseantes de clase alta.

No tienes problemas en llegar a la mansión de los Castrovello, en el barrio de Mansiones, en el extremo suroeste de la Ciudad Alta, como te dijo Halesta. En este barrio están las casonas más grandes y opulentas de la ciudad, como la que ahora tienes frente a ti, un enorme y antiguo palacio de tres plantas. Sus soportales albergan una gran actividad: los trabajadores, humanos y enanos por igual, se afanan de un lado a otro para cumplir las tareas que sus señores les han encomendado. En la puerta principal, dos guardias humanos, vestidos de uniforme, controlan el trasiego de personas y mercancías. Mientras les observas, ves como prohíben la entrada a una pareja de ancianos enanos.

Sólo pueden entrar quienes tengan asuntos con lord Castrovello o con el embajador Gilak —explica uno de ellos, firme.

A tu derecha, un par de tus congéneres hace rodar un gran tonel de cerveza enana por un portón de la mansión. A tu espalda, al otro lado de la calle, una larguísima y alta tapia guarda la quinta del duque Escudoargénteo, tu patrón.

Notas de juego

¡Aún no me has dicho el nombre del clan de Gilak!

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26/11/2017, 21:51
Zhork

Ni aún por todo el oro del mundo viviría en este sitio. No había ni una sola taberna como los dioses mandan... ¿qué es una taberna sin borrachos? ¿Desde cuando en la entrada de las tabernas te miran de arriba a abajo? No, no, y no... mucha sed tenía que tener para aguantar eso.

Se notaba, por tanto, que era un sitio de "alto nivel"; bueno, o eso que los ricos llaman alto nivel... porque para mí era peor que el peor de los suburbios. Quizás porque me había criado más en ambientes cercanos a estos segundo que a los que tenía ahora frente a mis ojos.

En cualquier caso, había venido por asuntos que me obligaban a guardar la compostura...

—Ejem — carraspeé acercándome a la pareja de ancianos y a los guardias que custodiaban la puerta —. En ese caso, a mí sí que se me permite el paso. Vengo a hablar con el embajador Gilak. Pueden decirle que el hijo de un viejo amigo desea hablar con él en privado.

No pensaba decir el nombre de mi padre, pues lo último que quería era meterle en problemas. ¿Quién sabe quién podía estar escuchando? Hasta que no estuviera en un lugar seguro no revelaría del todo mi identidad.

Notas de juego

El nombre del clan sería "Roca Ystol". No soy muy bueno poniendo nombres, xD . Si ves que habría otro nombre mejor, soy todo oídos.

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27/11/2017, 17:40
Ciudad Alta, día

Mientras uno de los guardias pone los ojos en blanco al escucharte y los dos enanos ancianos te observan y se observan entre ellos, el otro te mira de arriba abajo antes de responderte:

¿Y quién es ese «hijo de un viejo amigo»? —te dice en un tono algo burlón, mientras sigue analizándote con la mirada—. No se me ha avisado de ninguna visita así.

Es obvio que tus pintas no impresionan en absoluto al guardia, que te considera un pedigüeño más tratando de conseguir algún favor del embajador o de su séquito. Por mucho que te hayas bañado, tus ropas siguen siendo las ropas sucias con las que llegaste a la ciudad, peleaste en el Amplio, dormiste en Roca del Draco y te paseaste el día de ayer. Ropas bien usadas. Ropas de trote.

Notas de juego

«Roca Ystol» está perfecto.

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30/11/2017, 19:12
Zhork

Ya estamos con los guardias listillos de turno. Aún así, tenía un as en la manga...

—Pues el pequeño bastardo con hígado de acero — dije como si fuera lo más normal del mundo —. Decídselo, rápido. Esperaré aquí a que volváis con el rabo entre las piernas y pidiéndome disculpas por hacer esperar al hijo de uno de los mejores amigos del embajador.

Pequeño bastardo con hígado de acero. Eso fue lo que me dijo una vez tras verme beber cuando apenas era un crío. Fue en una cena en la que padre invitó a Gilak y a otros amigos suyos. Una cena en la que se celebraba una de sus victorias políticas antes de que surgiera toda la noticia falsa. Por aquel entonces, yo ya era un adicto a la hidromiel, como buen enano. Era el orgullo de mi padre, y... por supuesto, quiso presumir de ello con todos los presentes cuando el alcohol ya comenzaba a subírseles a la cabeza.

"Tú hijo es un pequeño bastardo con hígado de acero" fueron las palabras que le dedicó su viejo amigo a mi padre entre las carcajadas de todos los presentes. Quizá el hecho de que me bebiera una jarra enorme de un sólo trago delante de ellos y cuando apenas estaba empezando a entrar en la adolescencia motivaran estas palabras; "Sin duda, es un digno sucesor para tu familia, viejo amigo".

Notas de juego

Me he tomado algunas licencias. Si crees que no es buena idea, avísame.

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01/12/2017, 17:08
Ciudad Alta, día

En cuanto les sueltas tu bravuconada, aunque sincera, los guardias se miran entre ellos con cómplice escepticismo. Tras esto, el que está hablando contigo vuelve a encararte:

Pues me temo que no se nos ha informado de su visita, Señor Bastardo-con-Hígado-de-Acero —te contesta con burla. Luego, cambiando el tono por otro más crudo, continúa:— Los invitados de lord Castrovello son gente importante: no van a atender al primer vagabundo que se presente aquí, por muy «hijo de un viejo amigo» que diga ser. Deja una carta, si quieres, y lárgate de aquí.

No necesitas que te hagan un plano para entender lo que está pasando a ti: guardias como estos tienen la misión de no dejar pasar a nadie sin invitación o que no parezca alguien de alto estatus. Es su trabajo. Tú no tienes una cita con nadie en la mansión y, aunque te has bañado esta mañana (lo cual ayuda), tus ropas, tus armas y todo lo demás te identifican como lo que eres: un aventurero, un trotamundos, un cualquiera. Tus maneras toscas tampoco te ayudan a seducirlos. Salvo que hagas u ocurra algo, estos dos no parecen que se vayan a dejar convencer.

- Tiradas (2)
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07/12/2017, 20:24
Zhork

Fruncí el ceño mientras los miraba con mirada asesina. Luego saqué el salvoconducto que nos habían dado para la misión con el sello de Escudoargenteo... Quizás eso les diera la prueba de que era una persona importante.

—¿Os vale esto? — dije con cierto tono de estar empezando a cansarme de esta situación —. ¿No es prueba suficiente de que no soy un mero "vagabundo" en busca de limosna? Jovenzuelos, admiro vuestra tenacidad, pero os estáis equivocando conmigo.

Si esto tampoco funcionaba... sólo me quedaría intimidarles. Aunque, si era posible, quería evitar llegar a este punto.

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10/12/2017, 13:54
Ciudad Alta, día

Intrigado, el guardia con el que estás hablando toma el salvoconducto de tus manos y comienza a leer. El compañero trata de ver qué sucede, pero un par de viandantes reclaman su atención. Entonces, del semblante del primer guardia desaparecen la altanería y el desinterés y en él aparece la preocupación. Tose y trata de recomponerse.

Espere aquí, señor (...)* —te dice, haciendo acopio de dignidad, y para sorpresa de su compañero. Luego, se interna en la mansión.

Al cabo de un rato, no sólo has sido atendido por el mayordomo de la casa, sino que te han conducido hasta una lujosa antesala. Un salvoconducto puede que no sea el documento más apropiado para según qué cosas, pero el sello de Escudoargénteo parece ser capaz de obrar milagros en esta ciudad. Tienes la impresión de que incluso un mojón con su sello te abriría muchas puertas.

Notas de juego

Tu salvoconducto pone tu nombre. ¿Qué nombre diste a Persen, el sirviente de Escudoargénteo, cuando os hizo los documentos? ¿Sólo tu nombre de pila? ¿Tu nombre de pila y el nombre de pila de tu padre? ¿El nombre de tu clan? Escríbemelo.

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10/12/2017, 13:56
Gilak de Roca Ystol

De repente, la puerta ornamentada de la habitación se abre sin un crujido, dejando pasar la luz de un cuarto mejor iluminado y la figura de un enano, que sale por el umbral con paso decidido y se detiene. Su mirada apenas busca por la sala antes de dar contigo. Viste ropas ricas, pero sencillas y confortables. Gilak ha envejecido notablemente, pero aún le reconoces, y él te reconoce a ti. Mientras te levantas del banco, en tres pasos rápidos y firmes el anciano se coloca frente a ti. Sus manos encallecidas te cogen por los hombros y te sonríe con cierta emoción.

El pequeño bastardo con hígado de acero.

Por la misma puerta, tras él salen un joven enano con ropas de paje y una enana algo mayor que tú. Ella viste un gambesón limpio, luce unas grandes patillas con trenzas y su mano está posada sobre el pomo de una espada, en su cinto. Observa la escena con seriedad, alerta a cualquier peligro.

Notas de juego

¿Se comunicaba tu padre con viejos conocidos de Mitrhal Hall tras el exilio? ¿Con Gilak? (Quizás no lo sabes.) ¿Sabe Gilak que tu padre murió, y cómo? (¿Lo sabes?) ¿Hace cuántos años murió tu padre? Si tuvo noticias de tu padre, ¿puede haber sabido de ti de alguna manera? Puedes inventarte además cualquier detalle físico o psicológico de Gilak que no haya sido mencionado aún.

Si manifiestas el deseo de hablar con Gilak, él te conducirá a sus aposentos, así que puedes narras que vais y habláis allí.

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15/12/2017, 10:56
Zhork

Sonreí con cierta sorna cuando el gesto de los guardias cambió por completo al ver el salvoconducto. ¡Je! Seguro que en estos momentos se estaban haciendo todas sus necesidades menores encima pensando que a partir de ahora su oficio sería limpiar letrinas durante un buen tiempo. Y eso, después de todo lo que me había costado convencerles, me agradaba en exceso.

Pese a todo, la sonrisa se esfumó cuando estaba en la sala de espera. ¿Cómo reaccionaría Gilak al verme? Había pasado mucho tiempo... además, él aún no sabía de la muerte de mi padre a mano de los orcos... debía contárselo. Sin duda, la conversación giraría en mayor medida sobre el destierro, ya lo imaginaba. A padre le había sido casi imposible mandarle cartas, e incluso cuando había tenido ocasión, siempre decía que no quería poner en riesgo a su mejor amigo...

Fue en ese momento, cuando pensaba sobre padre, que la puerta se abrió. Como acto reflejo, me levanté de mi asiento y sonreí al escuchar a Gilak.

—Hace bastante tiempo desde la última vez que nos vimos — le dije sin dejar de sonreír —. Y hay tanto que contarnos...

A pesar de que mi tono de voz mostraba un ligero sentimiento de nostalgia, traté de enmascararlo con la sonrisa del que ve a un viejo conocido. Echaba de menos mi hogar, a pesar de que había vivido más años fuera de él que dentro...

Notas de juego

Di sólo el nombre de pila. Imagino que enanos que se llamen Zhork habrán muchos, así que me pueda poner en peligro darlo. Al resto de preguntas te he contestado dentro del post, salvo los años que hace que murió el padre de Zhork. Digamos que hace varias décadas ya. ¿Aproximadamente 30 estaría bien? ¿Qué opinas?

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12/01/2018, 17:39
Gilak de Roca Ystol

Ves a Gilak sorprenderse ante tu madurez. Normal: ¡la última vez que te vio fue hace muchas décadas! Eras un chiquillo cuando tu padre fue desterrado. Pero el cambio parece una sorpresa grata para él. Al momento, se le escapa una carcajada.

¡Sí! Mucho tiempo, sin duda —coincide—. Y mucho que contarnos… ¡Pero no nos quedemos aquí fuera!

Con gestos, el viejo enano te indica que le sigas. No dice nada a sus acompañantes, visiblemente pendientes de sus necesidades y sus deseos. De este modo, pasáis a los aposentos que la familia Castrovello ha dispuesto para él y su séquito, consistentes en varias habitaciones de la mansión. La opulencia te da la medida de la riqueza de los anfitriones: oro, maderas caras, telas delicadas y exóticas… pero todo escogido para hacer que el huesped enano se sienta como en casa. Algunos sirvientes y sirvientas -enanos- detienen sus tareas cuando os ven pasar y las retoman mientra os alejáis. Finalmente, llegáis a un estudio. Sobre un escritorio adaptado a vuestras medidas puedes ver numerosos documentos.

Las presentaciónes —recuerda, mientras se deja caer en una silla noble de talla enana. Hay otra para ti.— Esta dama es Tintin de los Riscorrojo. Me cubre las espaldas en todo momento. —La enana te saluda con la cabeza, muy seria.— Él es mi escudero, Gilgor. —El enano, que debe tener tu edad, traga saliva, visiblemente inseguro de lo que debe hacer. Antes de que haga nada, Gilak añade:— Dejadnos solos.

Cuando la pareja ha salido del estudio -no sin antes un titubeo de Tintin la enana-, Gilak suspira y luego va directo al grano.

También es mi sobrino, pero no me gusta que se lo crea mucho —confiesa sonriente, cansado. Ahora que sólo tú le ves, relaja la postura y derrumba su peso sobre el respaldo de la silla.— Bien… Cuéntame que pasó —te solicita.

Si te temías que te preguntara cómo le va a tus padres, puedes estar tranquilo: sin duda, supuso hace tiempo que habían fallecido. Han pasado treinta años. Seguro que ha pensado que tú también habías muerto. Quizás lo que no sospecha fue el final infeliz de sus amigos.

Notas de juego

En el estudio: 10:00 (AM) aprox.

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15/01/2018, 21:11
Zhork

Cuando me llevó a su habitación y me presentó a sus guardaespaldas, hice una pequeña inclinación con la cabeza a modo de saludo. Sinceramente, me cogió desprevenido que fuera tan directo al grano nada más quedarnos solos en el estudio, pero lo agradecí así. No me gustaba andar por las ramas.

—Padre y madre murieron — fui conciso —. Fue algunos meses después del destierro. Vagábamos por las estepas en dirección a una ciudad humana en la que asentarnos cuando un grupo de sucios trasgos nos emboscaron al anochecer.

Hice una pequeña pausa. Aún me seguía doliendo recordar aquella noche. De hecho, la recordaba como si hubiera sido ayer... aún tenía muy presente la mirada inerte de mi madre, y padre a su lado agonizando.

—Después de darles entierro... seguí el camino que nos habíamos marcado. Me convertí en cazarrecompensas, y seguí mi vida como pude, yendo de ciudad en ciudad — miré al amigo de mi padre —. Siento darte tan malas noticias, pero eso fue todo lo que pasó. Como buen amigo que eras de él, creí que debías saberlo.

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18/01/2018, 21:33
Gilak de Roca Ystol

Tu revelación hace aflorar una expresión triste, dolida y cansada en el rostro de Gilak. Son muchos años los que han pasado desde que tus padres se marcharon de Mithral Hall y encontraron la muerte en los caminos, y eso sin duda atenua el dolor, pero lo cruel y lo humillante de su destino final ha tenido que ser un duro golpe para el viejo enano, tan amigo de tu padre, a pesar de la diferencia de edad entre ambos.

Tordek… Olma… Mis amigos… —murmura para sí. Suspira.— Al no recibir más que aquellas dos cartas, ni encontrar pista alguna, entendí que os había pasado lo peor… Tu padre pretendía limpiar su nombre, no iba a renunciar así. —Su mirada es la de quien algún día confió en que todo se arreglaría.— Perder el reconocimiento de sus compatriotas y su buena posición fue duro, pero ver manchado su honor y el de sus antepasados, abocarte a ti y a tu madre a una vida de destierro… Eso era insoportable para él. —Niega con la cabeza.— Sólo vuestra muerte podía explicar su desaparición, su silencio. La deshonra, el destierro y la desaparición fueron dolorosos, pero no conocer su suerte me ha torturado todos estos años. —Se lleva la mano a los ojos, para aliviar la tensión.— Doy gracias a nuestros ancestros por que me la hayas revelado al fin... —dice sin abrir los ojos—. ¡Y porque estés aquí!

De repente, la fuerza parece regresar a sus viejos y cansados músculos, se levanta y se acerca a una mesa junto a la pared. Allí alarga la mano hacia una botella tallada en cristal de roca y vierte el contenido, de un color oscuro y espeso, en dos vasos de idéntico material. ¡Aguafuego de las cavernas! Un licor fuerte, valioso y muy enano.

¡Por tus padres, hijo! ¡Por Tordek y Olma, y por la amistad que nos unía! —te dice con voz temblorosa de rabia, dándote uno de los vasos y bebiéndose el contenido del suyo de un trago. Con un golpe, deja el vaso en el escritorio.— Los enemigos de tu padre, esos hijos de kobold, se encargaron de que la mancha en vuestro nombre fuera muy negra y difícil de borrar. No puedo llevarte conmigo a Mithral Hall sin traicionar mis juramentos —rumia enfadado, valorando mentalmente las opciones—. Pero puedo ayudarte. —Su mirada se vuelve hacia ti, intensa.— ¿Qué ansías en la vida, Zhork hijo de Tordek? —te pregunta cogiéndote con fuerza de los hombros—. Tengo riquezas, aliados, conocimiento. ¿Cómo puedo ayudarte?

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21/01/2018, 19:09
Zhork

Cuando me tendió el vaso de aguafuego de las cavernas, lo cogí con las dos manos y me lo llevé directamente a la boca. Era un trago amargo y dulce a partes iguales. Amargo, porque los recuerdos de mis padres siendo asesinados no dejaban de atormentarme aunque hubieran pasado los años, dulce porque era un trago en honor a ellos.

Por un segundo, sentí un pequeño alivio cuando el fuego de alcohol recorría mi garganta hasta asentarse en mi estómago. Había hecho bien en venir a ver al viejo amigo de mi padre.

—Te mentiría si te dijera que he sido capaz de olvidar el pasado — le contesté finalmente —. También lo haría si en lugar de ello te dijera que he sido capaz de perdonar a quienes traicionaron a padre. Mi sangre pide venganza, Gilak... aunque, por supuesto, no quiero causarte problemas.

Hice una pausa de unos segundos. Sabía que lo que iba a proclamar a continuación sería un tema controvertido, y no sabía hasta qué punto Gilak estaría dispuesto a darme la respuesta que venía buscando.

—Quiero saber — comencé mirándole fijamente a los ojos — quién inició todo. Quién fue el principal culpable de que el nombre de padre se viera manchado en un barro que no se merecía. Quiero su nombre, Gilak. Del resto me ocuparé yo personalmente.

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24/01/2018, 14:00
Gilak de Roca Ystol

Al escucharte hablar de venganza, los ojos del viejo embajador se iluminan con alegría y una media sonrisa llena de rabia contenida aflora a su rostro barbado.

¡Sí! ¡Sí! Ah, qué orgulloso estaría tu padre ahora, joven Zhork… —exclama, entre pesaroso y esperanzado—. Pero no te será fácil, porque no fue un enano en solitario quien provocó la caída de tu padre, no: fueron tres. Tres —remarca con rabia mientras comienza a pasear de un lado a otro de la habitación como un león enjaulado—. Tres sabandijas que han medrado con los años, gracias a aquella traición, y que ahora tienen posición y riquezas. Tu venganza, o tu reparación, si algún día la consigues, te llevará tiempo y será ardua... ¡Pero te ayudaré! Te daré los nombres. ¡Atiende! —Se detiene tras su escritorio y te mira con intensidad.— Tanglar. Mundeg. Bilforr —enumera—. ¡Tanglar! ¡Mundeg! ¡Bilforr! —grita llevado por la ira, dando un puñetazo en su mesa con cada nombre—. ¡TANGLAR! ¡MUNDEG! ¡B...!

En ese momento, la guerrera, Tintin, abre la puerta y se asoma, rauda y prestas las armas, a la habitación. Gilak se interrumpe. En la antesala, ves a unos criados que miran hacia vosotros con preocupado asombro. Gilak tranquiliza a su escolta con un gesto y le ordena con otro que os deje solos de nuevo. La dama se va, no sin lanzarte una mirada severa. El embajador, cansado, se sienta en su silla.

Tu padre sabía que habían sido ellos, pero no quiso decirme por qué o cómo lo sabía. No quería implicarme hasta tener algo sólido... —Gilak te ahorra oír un «el muy idiota», aunque sabes que lo piensa. Por lo demás, aquello encaja con la forma de ser de tu padre: honorable, orgulloso, prudente, reservado.— De habérmelo contado, quizá ahora tendríamos algo más que el nombre de los culpables.

A continuación, te habla de estos tres enanos, hoy figuras prominentes en Mithral Hall. Tanglar Montondoro fue un joven consejero al servicio de tu abuelo, ahora uno de los enanos más ricos del país, un mercader respetado por su buen juicio para las empresas comerciales. Mundeg de Morheim, gran guerrero que fue amigo cercano de tus padres y del propio Gilak, es ahora un influyente general. En cuanto a Bilforr Gransalina, fue el justicia que llevó el proceso de tu padre, pero pocos años después se convirtió en lo que es hoy: Maestro Justicia de Mithral Hall. Gilak te advierte: son varones muy poderosos.

¿Qué harás con esta información, Zhork? ¿Qué deseas? ¿Cobrarte venganza o reparar el daño que le hicieron a tu nombre? ¿Cómo pretendes hacerlo? ¿Qué supone esta revelación en tu vida, centrada hasta ahora en el presente, en la supervivencia, en el día a día, y en aceptar el pasado sin más? Y, sobre todo: ¿qué supone todo esto para tu aventura actual?

Notas de juego

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27/01/2018, 23:20
Zhork

Sentí que la furia me invadía cuando escuché los nombres, no sólo por la fuerza con la que Gilak lo decía, sino porque esos nombres me sonaban demasiado. Antaño también habían sido "amigos" de padre, aunque... la sed de poder siempre corrompe a los débiles.

—Padre te quería como a un hermano — le contesté cuando me dijo que padre debió haberle mencionado  los nombres —. No quería mancharte a ti también con la mugre que desprendían esa escoria.

Así era, padre siempre anteponía a los demás a su propia seguridad. Así era él, un enano justo y honorable... aún no podía comprender como el resto habían creído a esos embaucadores. No podía creerlo...

—Necesitaré tiempo y dinero. También ganarme la confianza de aliados... pero — miré con una mirada cargada de seguridad en mí mismo —. Gilak, que mis antepasados me ahoguen en sus lágrimas si falto a mi palabra: daré justicia a esos malnacidos.

Quería cobrarme la venganza cuanto antes, pero sabía que eso no era sensato por mi parte. Necesitaba apoyo, también estudiar a esos tres granujas y, a ser posible, conocerles en persona. Para ello necesitaría una identidad falsa además de... volver a Mithral Hall. Nadie me reconocería, habían pasado largos años ya desde mi destierro y había cambiado bastante. Aun así, necesitaba la ayuda de Gilak para ganarme una nueva identidad... aunque al ver su reacción sabía que contaba con ella.

Pero antes... tenía que terminar con lo que había hecho aquí... Al fin y al cabo, yo, Zhork, nunca dejo una misión a medias.

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04/02/2018, 14:27
Gilak de Roca Ystol

¡Tus antepasados están ya orgullosos de ti, Zhork hijo de Tordek —te dice Gilak con el rostro congestionado de emoción—, y sé que alcanzarás tu venganza, lo veo en tus ojos! —Más calmado, añade.— Sí, necesitarás todo eso que dices, pero tienes mi ayuda, si la aceptas. Juntos, lo lograremos.

Dinero, aliados, tiempo, una nueva identidad... Al menos, lo último ya lo tienes: sin duda muy pocos en Mithral Hall serían capaces de reconocerte, y ninguno de hacerlo a primera vista. Tu identidad ya es la de un desconocido en tu antigua patria: eres Zhork, el cazarrecompensas de las tierras de los hombres, el don nadie, el que no tiene clan. No es un personaje que te vaya a abrir las puertas del Salón de Mithral -no por ahora-, pero te da libertad y tranquilidad. Toda la que puede tener un cazarrecompensas que ha metido a un buen puñado de rufianes entre rejas, claro.

Ser cazarrecompensas debe haber sido duro para ti: persiguiendo criminales de poca monta, ladronzuelos, forajidos... —te dice con tristeza, como sintiéndose culpable. No parece tener buena imagen del gremio.— Te recomendaré. Haré que entres al servicio de algún señor enano, que seas un auténtico guerrero como tu padre —añade, sentándose a su escritorio y recostándose, con las manos unidas sobre la barba—. Así ganarás el renombre, las riquezas, los aliados... ¿Dónde quieres trabajar? ¿Sundabar? ¿Adbar? ¿Felbarr? ¿Aquí, en el sur? ¿En Cormyr? Tengo muchos amigos.

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10/02/2018, 21:12
Zhork

Había hecho bien en venir a hablar con Gilak. El esfuerzo por entrar había merecido la pena... y eso que al inicio albergaba ligeras dudas de si hacía lo correcto. Pero, ahora, todas ellas se habían disipado.

—Te lo agradezco muchísimo, Gilak — contesté —. Aquí en el sur estoy bien, no me importaría seguir aquí.

Tenía, al fin y al cabo, a mis compañeros. Sí, bien es cierto que apenas les conocía aún... pero en este poco tiempo había visto ya que, a pesar de que a veces son un poco excéntricos, eran buenos luchadores. Lo suficiente como para disfrutar al luchar a su lado.

—¿Habría alguna manera de poder ponerme en contacto contigo una vez nuestros caminos se hayan separado de nuevo? — dije finalmente —. Prometo no causarle muchos problemas, pero... creo que sería lo ideal.

Notas de juego

Siento el súper retraso del post... desde el jueves quería sacar tiempo para pasarme por aquí, pero me ha sido complicado...

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11/02/2018, 20:12
Gilak de Roca Ystol

El viejo enano suspira al saber que deseas seguir buscando tu fortuna en el sur, pero finalmente asiente con aprobación.

Hmm… sí... Tengo conocidos en las Montañas del Ocaso... —murmura pensativo. Como bien sabes, las Montañas del Ocaso son dos grandes cadenas montañosas a unas quinientas millas al este. Allí nace el río Chionthar, que une Puerta de Baldur con el mar—. Sus clanes no son poderosos ni ricos, pero sus nombres son antiguos y honorables. Les escribiré.

Cuando le preguntas cómo ponerte en contacto con él, dice:

Creo que mi estancia en la ciudad será larga —te explica resoplando, recordando de pronto sus asuntos—. He venido a negociar un acuerdo importante, pero lord Portyr no querrá decidir hasta que el Consejo vuelva a estar completo. La muerte del bueno de Adrian ha sido un contratiempo inesperado, además de una tragedia —añade con sincera y honda tristeza—. Espero que el Parlamento elija pronto, pero sobre todo que elija a alguien al menos igual de sensato. —Recuerda tu pregunta. Lo piensa durante unos instantes.— Más adelante, en principio, escríbeme, pero con prudencia. Si necesitamos tratar asuntos delicados, buscaremos la manera.

Notas de juego

Descuida. Pero esta cosas de ausencias hablémoslas siempre en la escena de charla.

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12/02/2018, 23:17
Zhork

—Por supuesto, guardaré la mayor de las prudencias —dije—. Cuenta con ello.

Luego medité un segundo, dudaba sobre si hablar con él de la misión que estaba llevando hasta ahora. Al fin y al cabo, no había venido aquí para eso, y cambiar de tema tan bruscamente sería demasiado raro. Sin embargo, de mi misión principal con Gilak ya estaba zanjado. Tenía lo que quería, e incluso más de lo que hubiera podido imaginar.

Quizá es hora de volver con los jovencitos...

Al fin y al cabo, si Gilak estaría una larga temporada en la ciudad, podría volver para charlar con él más a fondo una vez la misión hubiera terminado. Además, sentía que mis compañeros me estarían echando en falta. ¡A saber en qué nuevos líos se estarían metiendo ahora!

—Una vez más, te agradezco todo lo que está haciendo por mí —dije, para finalizar—. No quiero robarte más tiempo, pues estoy seguro de que tendrá asuntos importantes a los que prestar atención. Sin embargo, me gustaría concertar una nueva comparecencia para hablar nuevamente en... ¿un mes? ¿Tres semanas? ¿Mes y medio? ¿Dos decanas? ¿Un mes? ¿Mes y medio?* Cuando creas mejor para no levantar sospechas; y si no es molestia, claro.

Notas de juego

* Nota del DM: He quitado lo de "semanas" y he puesto "decanas" (10 días; un mes tiene tres), porque es lo propio en Faerûn. (Puedes verlo en la escena de ambientación.)

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14/02/2018, 21:21
Gilak de Roca Ystol

Mientras le reiteras tu gratitud, Gilak hace un leve gesto con su mano, dando a entender que la muestra de agradecimiento le parece innecesaria o le resulta incómoda. Por lo demás:

Muchacho: el hijo de Tordek nunca me es molestia —te dice levantando el índice a modo de reproche—. Ahora, sí, debo atender los asuntos de mi cargo, pero pienso escribir tu carta hoy mismo. Y no, no necesitas pedir una audiencia, hijo. —El viejo embajador manotea en el aire de nuevo y niega con la cabeza.— Ven a verme cuando quieras. Si quieres asegurarte de que tenga tiempo para ti, avisa dos días antes y yo lo encontraré.

Quizás por discreción, quizás por indiferencia, Gilak no te pregunta más por tus asuntos actuales, aunque sí se interesa por el lugar donde te alojas, por si tuviera que ponerse en contacto contigo, y te da un saco con dinero, preguntándote cuánto necesitas. Teniendo el uno que atender sus deberes políticos, y queriendo el otro reunirse con sus compañeros de empresa, la reunión finaliza con naturalidad. En la puerta de la estancia, os despedís de la más sentida de las maneras, intercambiando nuevas muestras de gratitud, amistad, alegría y buenos deseos. A continuación, una de las criadas enanas te conduce hasta el exterior, a la misma puerta por la que entraste. ¡No ha sido una larga reunión, pero por el Mordinsamman que ha sido provechosa!

Notas de juego

Dime cuánto dinero aceptas de Gilak, pero no aceptará que te vayas con menos de 30 po. Dime qué le dices cuando te pregunta sobre dónde te alojas. Si quieres añadir algo más, puedes hacerlo aquí. Simultáneamente, seguimos en otra escena.