Partida Rol por web

- El experimento 7413 ya acabo y  se obtuvieron todos los datos necesarios de él. - Dijo el vejestorio - Así que si me disculpan, pasad....

- ¡¡Barracuda ha vuelto!! - Dijo Lizzie de un grito desafiante. - ¡Y si crees que después de acabar con nosotros no va a ir a por ti eres imbecil perdido por muchos doctorados que tengas, gilipoyas! - Añadió con una voz crispada por la rabia mientras seguía resistiendo se a las esposas.  - Como salgas por esa puerta y no vengas con nosotros va a dar igual quienes quedemos en pie, te perseguiremos hasta matarte, mataremos a tu ex, mataremos a tu familia, es tu putisima última oportunidad de salir bien parado de ésta. Y tratar de hacer las paces con uno de los bandos, por que el arquitecto lo ha reconstruido con tu ciencia y el siguiente hijo puta a quien va a arrancar la puta cara es a ti. - Bramó consiguiendo se poner en pie.

- Así que baja aquí a desatarnos. ¡¡¡Monstruo de mierda!!!! - Inspiró tratando de calmarse pero era incapaz - O baja a acabar el puto trabajo cobarde y quédate a solas con tu franquenstein... - 

Escuchasteis la puerta, que habíais escuchado abrirse previamente, cerrarse.

El mundo se vino abajo en el interior de Tayra. - No..no..no - repetia sin parar mientras su cabeza daba golpecitos contra el suelo, sintiendo la mordedura de la dura superficie sobre su piel, hasta que dió un ultimo cabezazo que dolió de verdad mientras gritaba con toda la fuerza de sus pulmones.

- ¡¡¡¡JODEEEEEEEEEEEER!!!! -

Se sentía una fracasada, una inutil. La había cagado y le había fallado a él. Eso era lo peor. Fallarle a él. Ese dolor punzante que se había generado ella misma no era castigo suficiente para su incompetencia.

- ¿Alguno tiene puta idea de lo que se estaba refiriendo? - su tono era una evidente amenaza de que queria respuestas sinceras y si no las obtenia, los siguientes en pagar su frustración serían ellos. - Necesito un puto cigarrillo -

Lizzie denotaba una fuerza desproporcionada para su tamaño, los músculos del cuello se le notaban al incorporarse, para implorar y amenazar a la vez a el dr Heisenberg. Al hacerlo tiró de vosotros y os sirvió de punto de apoyo para incorporaros, al menos así no estuvisteis unos encima de otros con un cadáver encima.

- Tayra... ese tío que se acaba de ir fue quien fundo la banda junto con barracuda y trabaja en empresas que hacen trabajadores clónicos mejorados genéticamente. - Dijo desinflándose, dejo que aquello se filtrase entre las orejas de Tayra. - Su ciencia hizo posible que nosotros fueramos como somos hoy(experimentos ilegales, con sujetos de pruebas desechables, los últimos de una larga cadena de fracasos, de asesinatos) y cuando consiguió mejorar genéticamente a sujetos vivos, creó a Tyler, la iteracion R del proyecto sea cual sea el nº. El primer clon diseñado genéticamente y viable... - De un pisoton, que dio con los pies juntos de un salto, pues aún los tenía retenidos el uno al otro por unas esposas, como el resto y con un sonoro y desagradable crack pisó una de las manos de Abraham y de este modo tirando, saco la mano machacada de las esposas rompiendo así esa forma de corrillo tan incomoda que estabais obligados a guardar por vuestras ataduras - Tyler es mas fuerte, mas listo, mas rápido, se cura antes, encaja mejor los golpes, ve en la oscuridad... pero su vida es mas corta(pues solo tiene cuantos años ¿14?)... Se degrada más rápido. Por eso debe restaurarse, cada cierto tiempo. Y al parecer lleva mucho tiempo sin hacerlo. A saber por que Quizá ese tío sea el único que sepa como arreglarlo y este mínimamente dispuesto a hacerlo.- Pasó las manos retenidas por las esposas por debajo de las piernas en un salto que os pareció imposible.

- Tenemos que coger a ese mamón y convencer le  u obligar le a... - No dejaba de Luchar contra las ligaduras que os retenían. - ¡Jodeeer! - Gritó de forma que su voz rota rebotó en la enorme sala perdiendo la paciencia. Y empezaba a forcejear de forma herrática, tratando de derrotar a las cadenas.  Se notaba que cada segundo que Heisenberg se alejaba le agobiaba cada vez más.

Lizzi logró ponerlos en pie, pero puso el mundo de Tayra completamente boca abajo. Se quedó tan quieta, tan callada, tan impactada por lo que acababa de oir, que apenas se percató que sus esposas se habían soltado y tenía las manos libres. Cuando por fin lo hizo, sacudió ligeramente la cabeza mientras se pasaba una mano por la herida recien abierta, manchandose así el dorso, y su rostro se endureció.

- No. No podemos dejarlo marchar. Tyler le necesita - apretó los dientes intentando controlar la desesperación y la urgencia que empezaba a adueñarse de ella mientras observaba como estaban atados por los pies. Si había una cadena de cierta longitud entre tobillo y tobillo para meter un pie o si era más corta, si las esposas en sí rodeaban la caña de su bota, la cual llegaba hasta un poco más arriba del tobillo, o estaban directamente contra la piel.

- Si logramos liberar a uno, que vaya tras él y lo traiga si o si . Pero tenemos que decidirlo ya y trabajar en equipo - hablaba rápido acompañando los furiosos latidos de su corazón

El viejo forcejeaba sin mucho resultado con sus esposas* mientras veía comolas chicas se deshacían de las suyas. Asintió con aspereza a las palabras de Yayra.

Id, joder. Id. Probad de pillar al cabronazo ese. Cuidado con las niñeras. Si no lo veis claro, volved.

En su mente se estaba formando un plan para sacar al doctor de su torre de marfil, gracias a lo que les había confiado.

Todo iba lento. Muy lento. No,no,no. ¡¡No había tiempo, coño!! - ¡Lizzie, pisa aquí! - la apremió señalando la cadena que unia sus pies mientras ella se quitaba una de sus botas de punta de acero. Cuando su amiga se colocó, ella se agachó y tiró de la cadena por el otro extremo, mientras golpeaba con la zona más dura de su calzado contra el eslabón que parecia más débil.

Golpeó una y otra vez, y otra vez. Se mordía el labio con fuerza y la yugular se remarcó por el esfuerzo titánico que estaba haciendo al intentar concentrar toda la fuerza de su cuerpo en aquella tarea. Tenia que liberarse e ir detrás del chalado. No podia dejar que él muriera. Sencillamente no iba a permitirlo.

Escuchó un pequeño crack en la cadena y luego otro, y aquello le insufló de más esperanza y energia que emplear hsta que porfin, la cadena se partió. De un brinco se incorporó y le entregó la bota a Lizzie (o Lock o Forst...quien coja la bota) para que se fuera liberando el resto  y se dirigió hacia la puerta por donde le parecia que se había ido el profesor chiflado.

Eso si, intentando evitar puntos ciegos o recovecos, por si había alguien escondido por allí.

Tayra abandonó el foso saliendo por la puerta enrejada que hacia las veces de acceso al foso con ímpetu, haciendo espetarse la puerta contra la pared del otro lado, causando cierto estrépito, tras abandonar el cerco de luz estuvo cegada durante los primeros metros(a causa del cambio de iluminación) cosa que le hizo avanzar muy despacio, tras esos segundos, siguió un pasillo que dio a la parte superior, tras subir unas escaleras metálicas, se asomo con cuidado(pues no había mucho más por donde ir, ni lugar donde parapetarse) y  pudo ver a los demás abajo iluminados por focos distribuidos, al salir a las gradas pudo ver a un tío vestido elegantemente con el cuello rajado en mitad de un charco de su propia sangre. Parecía de seguridad corporativa. Tras un primer instante a otro fiambre detrás de uno de los focos.

Ambos cuerpos iban armados con subfusiles y las armas estaban al lado de los cuerpos cargadas y listas para usar. Alguien más estaba allí, pero fuera quien fuera no tenía un aparente interés en vosotros y os había ignorado tras cargarse a esos dos, dejando os allí esposados, el donde había ido no podríais saberlo.

Uno de los dos cuerpos parecía tener un llavero colgado del cinturón, algunas de las llaves eran pequeñas, como de esposas.

Unas huellas sangrientas de bota se alejaban de uno de los cuerpos gradas arriba, por donde estaba una de las salidas de emergencia del local.

Casi estallo en carcajadas cuando Tayra nos lanza la bota como si esperase que pudiésemos atraparla con las manos encadenadas a la espalda. En el fondo era algo muy propio de ellas, como lo era pirarse detrás del megalomaniaco de los cojones sin siquiera echar una mirada atrás. Le grito con fuerza mientras desaparece por la puerta: Tayra busca unas putas llaves y abre estas cadenas antes de ir tú sola a que te maten! Aún estaba asimilando todo eso de que Tayler era un jodido muñeco genético, pero había cosas más urgentes. Como salir de este maldito agujero. Coño, Lizzie, movámonos todos a la vez y arrastrémonos hacia esa puerta. Tampoco es que sea tan complicado. A ver si ahí detrás hay algo útil para liberarnos.

comienzo a avanzar hacia la puerta intentando que todos coordinemos los movimientos. . Es lento y engorroso pero consigo que todos alcancemos esa puerta en unos minutos después de un par de caídas y algunas miradas asesinas de Lizzie.

Su corazón se aceleró por las ansias de alcanzar a aquel mamón hijoputa que los había dejado allí y lo cierto es que no pensaba mucho más que en eso. Ni en lo que había contado Lizzie, ni en si habría alguien esperando para meterle un tio entre ceja y ceja, ni en los demás de su equipo. Al menos hasta que llegó ante ese foco cegador que le hizo retrasar su avance y centrarse un poco.

Cuando llegó a lo alto de las escaleras lo que vió le gustó. Se agachó para coger las llaves y el subfusil, y lanzó lo primero al foso para que cayese cerca de ellos sin responder a Lock. No podía desperdiciar ni saliva. Medio cojeando, siguió las huellas ensagrentadas, esperando que fueran de la sangre del llorica que había estado con ellos.

Abrió la puerta rápido y se cubrió a un lado, antes de echar otro vistazo a la misma velocidad. Si no había nadie esperando saldría.

Las llaves repiquetearon en el suelo, cerca de ellos. Tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Después del paseo a saltitos que había coordinado Lock, todo parecía más sencillo.

Dejémonos caer de lado, cerca de las llaves, a ver si alguno puede coger las putas llaves.

Después de dar unas cortas indicaciones se dejaron caer. El golpetazo retumbó en su cabeza y sintió un dolor agudo en el hombro con el que tocó el suelo, pero parecía que había funcionado, pues escuchaba a Lizzie forcejando. Seguramente había conseguido las llavez.

Las llaves cayeron desde el otro lado de las potentes luces que había en las gradas rodeando al foso. Habían caído cerca del gordito que tenía un agujero por cara y al tiraros al suelo para cogerlas os manchasteis de el charco que iba conformando su sangre.

Abrir las llaves fue cosa sencilla, una vez os habiais acercado, pero liberaros a todos iba a ser algo que llevara un par de minutos. Tayra, por su lado, parecía haber seguido camino dejando tras de si sencillamente una bota, como si se tratase de cenicienta, en una versión retorcida del cuento.(quizá enterarse de pro que necesitabais al doctor menguele de improviso no había sido positivo para que pudiera gestionar la sorpresa y comportarse de un modo diferente)

Conforme os ibais liberando os ibais marchando uno a uno dejando al otro con las manos libres para que se liberase de las esposas de los pies. Lizzie apagó las luces a su paso y la visteis recoger un subfusil del suelo ¿De quien sería? También la visteis salir por una puerta mirando el suelo como si siguiera un rastro evidente.

Saliste tras ese tio, o eso creías y encontraste el premio gordo, pero también encontraste algo que no esperabas encontrar, ese mamon estaba a punto de cargarse a un nativo americano.

El puto indio estaba manchado de sangre y cerca de el(en el suelo) estaba un cuchillo que te pareció enorme, casi una espada corta. Ahora mismo estaba en el suelo y Heisenberg de pie apuntandole y mirandole confundido. Cuando Heisenberg escucho la puerta de emergencia se puso tras el Indio, le obligó a levantarse y le puso el arma en la espalda de modo que quedara cubierto.

- No te acerques, hay un gas.... -  Dijo el Indio, pero el viejo doctor le clavo el arma en la espalda y le obligó a callar.

- No contaba con que tuvierais refuerzos... - Te dijo mientras retrocedía hasta un deslizador aereo que estaba en un helipuerto en la azotea a escasos dos metros.

Ciertamente no esperaba encontrarse aquello, sus pasos desiguales por la falta de calzado sobre uno de sus pies se ralentizaron hasta pararse. Seguía empuñando el arma con dos manos, pero apuntaba a un lado del suelo.

Miró un segundo al indio y asintió a modo de agradecimiento por el aviso. Luego clavó los ojos en Heisemberg.

- Lo último que quiero es matarte - su tono era serio pero calmado, aunque se notaba cierta ansiedad - Te necesito vivo, y si es posible, que vengas por propia voluntad. Acabo de enterarme de... bueno... de la importancia de que le ayudes - la intensidad de su mirada se hizo más patente

- Pero te advierto. Él es lo más importante de mi vida, si te niegas a ayudarle vacio éste puto cargador, sin importar llevarme por delante a Turok. Y te aseguro que estas balas atraviesan bastantes capas de carne - elevó ligeramente su arma para que viera lo que ella empuñaba en comparación con la de él.

- Así que tu decides. Te vienes. Nos ayudas. Y a cambio mi vida es tuya. O aquí se acaba todo para ti y para mi - inhaló el aire despacio mientras cargaba el peso de su cuerpo sobre la cadera derecha y sus dedos se cerraban más sobre el subfusil.

Cuando por fin alguien abre las esposas a mis espaldas mi camiseta antes blanca es un puto desastre de huellas de sangre. Parece que me haya escapado de un matadero... a gatas. Palpo mis pantalones militares en busca de mi tabaco pero alguien debe habérmelo quitado hace rato. Me acacho sobre el tipo corporativo buscando un jodido cigarrillo. Dejo que sean los tipos duros como Lizzie o Forst los que se encarguen de las pipas. Yo me empleo en registrar al de seguridad corporativa. Me guardo las acreditaciones que lleva encima, la holofoto de su novia y su credistick, con ella espero recuperar algo de equipo digno en algún comerciante del mercado negro de tecnología. Me pongo su chaqueta y me queda un poco grande, pero que coño, al menos no se ve la sangre a un kilómetro. Esto me lleva un tiempo, así que salgo el último o eso creo.

El doctor sonrió con cinismo

-Estoy seguro que en cualquier otra cosa usted mantiene su palabra y puede que lo hiciera ahora, pero estaban planeando secuestrarme y sus amigos no parecen tan amistosos como usted... - Dijo a Tayra