Partida Rol por web

- CARGAAAAAA! - Los Irongrads exclamaron, empezando a subir las escaleras y correr hacia la entrada, levantando sus escudos de forma a protegerse contra los muy probables ataques, pero con sus armas intercaladas entre ellos para herir a quien sea que tuvieran por delante.

Y para susto del Ushino, el que tenían por delante era el. Si pudieran pasar por Ameri, seguirían hacia el interior del palacio en una ola de soldados para rescatar a Nana de aquellos peligrosos invasores.

Cita:

Apolo retrocedió mientras el suelo cedía bajo sus pies y el gran Scolopendra salía del suelo, el gran insecto se ergio y miro a Apolo, sin perder tiempo lo ataco y Apolo se preparo.

Apolo retrocedió a tiempo para esquivar al Scolopendra, su brazo que aun se encontraba listo para atacar automáticamente reacciono y Apolo giro sobre su torso para balancear todo su brazo hasta golpear el aire frente a el.

El aire al rededor del brazo de Apolo se distorsionó, asumiendo una forma semejante a una gran lámina. Apolo hizo un movimiento rápido de su brazo en el mismo momento en que saltó hacia atrás mientras la Scolopendra pasaba por el. Esta frenó a pocos metros de donde estaba, y la lamina psíquica de Apolo desapareció.

Entonces, una serie de lineas diagonales moradas surgieron por el cuerpo de la Scolopendra, y estas empezaron a chorrear sangre en todas direcciones mientras la Scolopendra era dividida en varios pedazos, así como el Irongrad que la montaba, como si hubieran sido cortados por un gran cuchillo invisible.

La otra Scolopendra chocó lateralmente con Ashen, haciendo con que este casi perdiese el equilibrio, pero siguiera corriendo en una persecución contra la profeta Nana.

Comenzaba a correr hacia adelante, no podia dejar que la profetiza escapara, pero al correr no notaba el temblar del suelo por lo que la escolpendra le golpeaba casi directamente, recibiendo un ligero corte por parte de esta

El ushino permaneció en medio de la entrada del palacio, esperando al ejército de soldados irongrands, casi dándoles la bienvenida. El terror que había causado en esos soldados en su corazones, jamás se olvidaría. Si moría, seguiría siendo inmortal en sus mentes, y almas manchadas con su recuerdo. 

Los pasos estaban cerca, ya las lanzas silbaban y pasaban cerca de su cuerpo, vio como se amontonaban aun mas, su avance era constante debido a que los temerosos de primera fila eran afectados por el aura del Ushino, los afectados buscaban detroceder pero eran empujados por los de atras. 

La bestia le sonrío a la muerte en la cara representado en ese cielo estrellado y retumbar de placas metálicas que se amontonaban delante de el le alegro, que tuvo que reír más fuerte para acallarlas, pero estaban ciegos como el, atentos a al horror que se les presentaba delante, que no habían visto el verdadero cielo estrellado. Oculto bajo esas piedras tallados por sus ancestros, el les ayudariá a mostrarles el verdadero cielo y el Asimir. 

Salto entre los  soldados y se apoyo en la única columna que mantenía la entrada en pie y salto lejos de ellos y sus armas.
La columna se mantuvo en su lugar inamovible, mientras el ushino aterrizaba y giraba donde habia una enana inconciente, cuyo cuerpo desapareció a su paso entre los restos de la otra columna.

Un grito de victoria de los irongrand se escuchó al ver que la criatura se perdía dentro del palacio.
Cuyos gritos cambiaron a gritos de alerta y pánico. La columna comenzaba a ceder bajo el peso del techo, los soldados no tubieron mas opcion que retroceder viendo que no serian capaces de pasar. Los escombros ya comenzaban a caer y trozos macizos estaban deslizándose.
Al final todo cedió bajo su paso. Y la entrada se derrumbó.
Los gritos de pesar de los enanos al otro lado, incapaces de pasar o hacer algo por su santa daba señal que habían sobrevivido. 

Se deleitaba escuchando esos gritos al otro lado de los escombros, los que escaparan contarían su historia, y envenenaría los pueblos y a los niños con cuentos de su existencia. Seria inmortal.

Esta seria la primera comidas de muchas. Su mente solo pensaba en comer. Y es lo que haría.

Volteo llegando a ver como el irongrand y el cienpies se apagaban,
trato de gritar de frustracion, pero de su boca salieron mas carcajadas. acompañados por un aullido.
Los irongrand, al otro lado de la puerta se cayaron por un momentos. Temerosos de lo que podria pasarles, si eran capaces de entrar a aquel lugar que se habia convertido en la boca del lobo.

Sentimientos desperdiciados, muertos no sufririan lo sufiente. 

La Profeta tambaleó cuando el techo cayó sobre la entrada, cerrándola por completo. Esto se ponía cada vez peor. Estaba tan cerca de conseguir lo que quería, y ahora lo habían echado todo a perder. Sus seguidores se reducían rápidamente, muertos o demasiado heridos para seguir luchando, y ahora, para colmo, se encontraba encerrada, con un Bastemi jugando de gato y ratón con ella, ¡en su proprio palacio!

No... Ella... ¡Ella no necesitaba de sus Irongrads, no necesitaba de los ciempiés! ¡Tenía todo lo que necesitaba justo allí, algo que el enemigo no poseía, una ventaja que al menos le haría ganar tiempo! Al menos, hasta que pudiese escapar del palacio...

Nana, aun corriendo, se volteó hacia Ashen, y puso ambas manos en sus sienes, casi tocando su corona extraña.

Ashen sintió su mente ser invadida.

- ¡SALID DE CERCA DE LA PROFETA, INMUNDOS HEREJES! - Exclamó el Irongrad que montaba el ultimo insecto restante. Este empezó a moverse a gran velocidad, pasando por Burj, Apolo, y bajando por el pasillo en dirección de Ashen y Nana.

No quedaba mucha esperanza para el, pero podía hacer un ultimo esfuerzo.

Se escucha ruidos de confusión y espanto afuera del palacio. Los Irongrads probablemente no saben que hacer, pero el grupo no tiene visión rayos X para entender bien que pasa afuera.

El juego se invirtió, la caza se volvió el cazador, y ahora, los intrusos tienen ventaja contra los nativos.

Seguia corriendo hacia la profetiza intentando alcanzarla para que no usara su ataque pero se detenia en seco al sentir el bombardeo mental que recibia, caia al suelo de rodillas haciendo que la sacerdotiza se confiara pues parecia ser que su ataque mental estaba surtiendo efecto, pero esa confianza moria cuando el felino se comenzaba a levantar mientras tenia una sonrisa de lado a lado, al ver que ya no habia peligro se ponia a caminar un poco mas lento pero de forma mas elegante, llevandose las manos a la espalda mientras la miraba con toda la confianza del mundo en su rostro.

Enserio eso es lo mejor que tienes?

¿Que?

¡¿QUE?!

¡IMPOSIBLE! ¡SIMPLEMENTE IMPOSIBLE! ¡¿COMO AQUELLO NI SIQUIERA LO HA AFECTADO?! ¡YO SOY LA PSÍQUICA MÁS PODEROSA QUE JAMÁS HABÍA EXISTIDO, Y AQUEL BASTEMI SIMPLEMENTE IGNORÓ MI ATAQUE!

¡AQUEL BASTEMI...! Oh...

Oooh...

Es verdad, es un Bastemi, Bastemis tan resistentes a alteración mental que son prácticamente inmunes a ello.

Ooooohhh...

¡¿COMO PUDE SER TAN IMBÉCIL?!

Nana tenía una expresión de terror. Para colmo, ahora el Bastemi estaba justo en frente suya.

El ushino vio a la única persona que podría interrumpir su festín en aquella sala. Dejo a los irongrand que habia capturado en el suelo, manchandolos con el icor del ciempiés que seguía supurando en el suelo. Le sonrió al desconocido, extendiendo sus largos brazos, casi invitando a que fuera con él, mientras mas avanzaba, la invitación parecía mas grotesca, pero más difícil de negar.

Soltaba pequeñas risas animalescas notando los tik y temblores que aparecian en el humano mientras más se acercaba a el.

Cuando estuvo delante de Apolo incapaz de moverse por el miedo acercó su cabeza a la suya, ambos eran capaces de sentir el aliento del otro, el ushino le olfateo parecía disfrutar el olor a miedo que repelía aquella persona. Entonces el Ushino se irguió sacandole varias cabezas de alturas, el cual atlas fue incapaz de verle devido al borde de su sombrero. La bestia tomo aire, y le soltó un alarido y risotadas en la cara, Tomando de sorpresa a Apolo con esa reaccion.

Se deleito al ver como el poco color en la piel de aquella persona palidecía, y se alejaba de el, dejándolo finalmente solo para comer.
Volvio junto con sus presas pasando su mano sobre la inconsciente irongrand de sangre, para tomar del cuello al irondgrand soldado que se hacia el muerto, aunque temblaba con cada paso que daba hacia el. Momento de cosechar lo que se siembra.

Le acarició el rostro con su mano libre, pasándole una afilada garra por  la mejilla…
Apolo volvió a escuchar los gritos del Iron Grand soldado a pesar de que ya había roto sus cuerdas vocales momentos antes, mientras hacia lo posible por huír de aquel cuarto, tratando alejárse de eso. 
 

Apolo estuvo concentrado en atacar al jinete y a su ciempiés que no noto al Ushino que se acercaba a el y se concentraba en entrar en su mente.

Apolo retrocedió al ver que Ameri se acerco, centro todo su poder para evitar que el entrara en su mente pero al hacerlo volteo para ver como Ashen y La profetiza escapaban al adentrarse al palacio.

Apolo se mordió la lengua y comenzó a correr en detrás de Ashen, no permitiría que la profetiza escapara tan impunemente, mientras trataba de rastrear a la profetisa tuvo que ceder su mente brevemente lo que le dolió al ver como el ushino escarbaba e ella para aferrarse a cualquier emoción.

Para cuando Apolo se acerco lo suficiente vio como el jinete y su Scolopendra se deslizaban de rápidamente hacia Ashen, a la distancia también pudo ver a la profetisa, acelerando el paso y levantando el puño Apolo volvió a chasquear los dedos para derribar tanto a la profetisa como al Scolopendra.

Una onda expansiva de energía psíquica volvió a ser emitida por Apolo, empujando a la Socolopendra que se acercaba por detrás de Blue contra el techo, haciendo con que su jinete se cayese y el animal huyese por el pasillo descontrolado. La onda expansiva también golpeó Nana, proyectándola contra la pared detrás de ella y haciendo con que la corona que usaba saliera volando de su cabeza. 

La profeta se mantuvo aturdida por algunos segundos, su nariz sangraba un poco por el golpe. Se sacudió la cabeza mientras se levantaba y miró fijamente hacia Apolo.

- Esto acaba ahora! - Dijo, extendiendo la mano contra el humano.

Entonces, empalideció, miró hacia su mano, confundida, y entonces, su expresión cambió a horror al tocarse la cabeza y notar la ausencia de su corona.

Cita:

Apolo salto hacia atrás con los ojos abiertos, temiendo recibir el ataque psíquico de lleno. Mientras Apolo concentraba su mente para la batalla todo se en silencio, al notar como la profetisa no puedo hacerle nada.

Cita:

Apolo mira a la profetiza con confusión, no tardo en darse cuenta del porque no lo había atacado, su cara se torno en una sonrisa y comenzó a reír mientras se acercaba a Nana, se paso la mano por la cabeza y suspiro.

Nos engañaste a todos, pero de una forma que nunca creí; Tu treta se acabo, es hora de que terminemos con esto.

Camino alrededor de Nana, como si esperara que ella hiciera algo, después de unos segundos se detuvo y tomo algo del piso para después acercarse a Nana mientras jugaba con el objeto en cuestión.

Saldrás ahora y les dirás a los Irongrad que se detengan, que se reagrupen y que busquen a todos los que se ocultan en la ciudad para que se retiren y nunca vuelvan, ¿entendiste?

El ushino al fin sentía que era seguro comer, desde que había despertado y escapado de esa niña, no había pensado en otra cosa. Habían pasado muchas cosas de por medio, pero nunca se había apartado la idea de su cabeza, su cabeza lo pedía, sus tripas quemaban por eso.

Al tomar al irongrad macho, se complació ver que aun podía gritar, le miró fijamente como si quisiera ver algo en su presa, acercó su boca al rostro del guerrero y le arrancó los sentimientos a bocados. Momentos después el irongrad permanecía inexpresivo como un muñeco de trapo entre los restos del ciempiés, mientras su respiración hacía burbujas en el hicor del bicho. 

Aturdido lamento por asustarlo más de la cuenta, su mente casi al borde la catatonia o romperse, no tenia mas esa bella locura que vio cuando lo estaba arrancando de su montura y aun luchaba por su vida, ahora no era más un saco de carne. Lo había vaciado y aun la idea de tener hambre no se iba, de su mente, quería más.
Vio con ojos hambrientos a aquella irongrad rojiza inconsciente que sacia delante de el.
Se acercó con paso tambaleante, pero se detuvo, su última comida le comenzaban a embotar los sentidos. Se relamió los labios y se dejo llevar por los sentimientos que ahora revoloteaban en su cabeza, como una droga que comenzaba a hacer efecto.

Dido sintió como algo pesado se apoyaba sobre ella, y le aprisionaba contra el suelo. La respiración cálida e inolora del ushino le golpeaba en la cara. Parecía que dormía, pero sus ojos abiertos y ciertos temblores, solo daban señas de que estaba disfrutando de lo que había consumido, había sido una mala presa, pero era la primera de muchas siendo libre, viviendo de migajas cuando podía tenerlo todo, su cabeza no sabia como procesar tanto y le encantaba.

La "profeta" se pegó a la pared, sudando frío y crujiendo los dientes. Aunque Apolo le hablaba, ella ya no le escuchaba, sus ojos mirando el pasillo en que estaban en frenesi, buscando por algo, cualquier cosa.

Sus ojos se voltearon a Apolo por fin, y se mantuvo en silencio por algunos segundos.

Antes de echarse a correr otra vez, pasando por Apolo y escapando en dirección de la sala del trono, moviéndose bastante rápido para su tamaño y desapareciendo de vista.