Partida Rol por web

Peter sonríe...

Me alegro de que estas horas de espera no se hagan muy pesadas... Una buena partida de poker en buena compañía puede ser motivadora.

Tras bajar la lampara de techo, Peter, se enciende su pipa de nuevo y sirve una copa del mueblebar.

Espero que no le moleste que le haga algunas preguntas sobre el caso...

Tras esto coge las cartas, las baraja con habilidad y reparte...

Bien Señor Cornelisz, va usted...

¿Donde conoció al señor Grant?

 Jacob, se descarta de u par de cartas a la vez que roba. Parece concentrado en sus cartas pero habla tranquilamente.

Lo conoci en un restaurante. Ya hace tiempo que no salimos demasiado, pero antes llevaba a Harriet ha cenar fuera. Eramos habituales de este local y un dia se presento el señor Grant en nuestra mesa, nos explico que era el dueño del local y que sus trabajadores le habían dicho que eramos habituales de alli. Y quiso saludarnos. Ya saben por cortesia. Despues seguimos viendonos alli y con el tiempo hablamos un pcoo mas. hasta que le pedi que nos buscara a alguien de confianza para que trabajara en nuestra casa.

Peter, sonríe ante la naturalidad del Sr. Cornelisz...

Me empieza a caer bien.

Tienen negocios juntos... Por cierto a que se dedica exactamente usted.

Peter se descarta de solo una carta y pasa.

 Trabajo en el negocio inmoviliario. Es el negocio familiar ya sabe, lo herede de mi difunto padre. Aunque para serle sincero lo he dejado un poco aparcado ya que no me hace falta el trabajo, la herencia fue suficiente para poder venir a New Jersey con harriet. y respecto a si hago negocios con el señor Grant, me temo que no, es solo un buen amigo de la familia y nos ha ayudado a encontrar a nuestras dos ultimas amas de casa, eso es todo-dijo con una sonrrisa. Bueno, ¿enseñamos las cartas?

 Un hombre grande y gordo, con un robusto bigote te vende el New york times por unos centimos. En el periodico se puede leer en la portada "El Presidente Mao incia la "Larga Marcha". Tambien se habla de algunas cosas ocurridas la semana anterior como la muerte del rey alejandro I de yugoslavia, donde el periodista encargado se dedica a crear una inrtiga politica que clarramente se ha sacado de la manga. Por supuesto no faltan las noticias sobre los golpes de la policia contra la mafia y los envios ilegales de alcohol y los resumenes de los partidos de baseball.

Hudson sonrió mientras leía los golpes de la policía a la mafia y a los contrabandistas. Buen trabajo chicos. Dobló el periódico y echó un último vistazo a la zona. Muy amplia y con fácil huida. Sin duda había pensado en el lugar adecuado.

Ya veremos qué se podrá hacer.

Una vez inspeccionado todo se dirije al coche. Se nota que no tiene ningún interés en estar aquí, no ha hecho ni un solo comentario. Mujeres, son todas iguales, o haces lo que quieren o no les interesa.

Sam parecía ausente, parecía, porque no lo estaba. Mientras Hudson compraba el periódico y posteriormente lo leía, ella se había dedicado a observar la zona fingiendo que vitrineaba. Recorrió la calle, observaba escaparates, sí, pero lo que en realidad observaba era lo que se reflejaba en éstos, centrando su atención especialmente en la zona del intercambio, procurando conservar en su mente el máximo de detalles.

Pensó en tomar fotografías, la experiencia como reportera le valdría para ello, pero fue consciente que hacerlo llamaría demasiado la atención, además se suponía era una mujer de compras. Ingresó a una cafetería que proporcionaba una excelente visibilidad, amplias cristaledas de vidrio que daban justo hacia la estación del metro.

Compró un café para llevar y un paquete de cigarrillos de la marca que Hudson fumaba, aquello le proporcionaría una buena tapadera en caso de estar siendo observada. Cuando salió de la cafetería Hudson doblaba nuevamente el periódico y caminaba hasta el coche, Sam no tardó en llegar junto a él y le entregó la cajetilla de cigarros con una sonrisa que procuró no se viera forzada a ojos de los demás, pese que ambos sabían que lo era.

-Iré a la oficina de correos, pero le agradeceré que me deje algunas calles más arriba que podría resultar sospechoso separarnos aquí nada más llegar, ya continuaré a pie o cogeré un taxi si es que la oficina está muy retirada.

Por supuesto, Sr. Cornelisz...

Tras esto enseña lo que viene a llamarse un farol en el argot del juego.

¿Otra partida?

Sr. Cornelisz, la mayor parte de los secuestros y este puedo incluir esta categoría, suelen ser realizados por gente cercana a la familia. Sería bueno que pensase si hay alguien cercano que puede o esté especialmente motivado a hacer esto...

Yo he acabado con esta zona. Iré con usted señorita Clarkson. No quiero que le pase nada de vuelta.

El último comentario sonó burlón, aunque no se podría saber a ciencia cierta, Hudson seguía mirando para no pasarse nada por alto antes de irse.

 Por lo visto ya han encontrado a esa persona.-dijo Jacob mirando al detective-por lo que me han dado a entender Olga tuvo algo que ver. Imagino que por el dinero...

Recogió las cartas y empezó a barajear de nuevo.

 Ambos cruzais la ciudad hasta llegar a la oficina de correos de la zona de Brooklyn. Brooklyn no es una zona lujosa ni mucho menos. Los olores y sonidos del puerto inundan las calles, asi como los marineros y trabajadores que parecen ocupados. Pasear por la noche en aquel barrio es tentar a la suerte. LA oficina es un pequeño local situado en una esquina con rejas en las ventanas y una pequeña puerta. Dentro se pueden ver a una pareja, un hombre maduro con un fino bigote y gafas y una chica joven que esta terminando de escribir lo que le dicta un hombre.

¿Cree, realmente que Olga pudo hacerlo?, ¿que le pudo motivar a esto?

Quita 3 cartas de su mano y comenta...

Su turno.

No se entretenga mucho aquí, señorita Clarkson, no es un sitio apropiado. Además, dudo mucho que puedan contarnos nada que nos interese.

Hudson miraba alrededor con desaprobación. De dónde vendrá ese olor.

 Pues por el dinero, supongo. No imagino otro motivo para que alguien secuestre a mi bebe. Pero hay personas que tienen el corazon podrido-dijo con desdén. Robo un par de cartas y subio la apuesta.

¿Cree usted en destino?

Interesante partida...

Veo su apuesta y subo dos más...

Creo que estamos donde estamos, porque una fuerza superior nos hace que sea así... El libre alvedrío es un invento...

¿Si no porque usted y yo estaríamos jugando esta partida en lugar de tomarnos un coco en alguna isla perdida de las Bahamas?

 Quizas, por que no podría tomarme un coco en una calida isla mientras mi hijo esta en manos de unos indeseables-dijo molesto. Mostró las cartas dando a entender que igualaba la apuesta y de nuevo tu mano había sido superada.

Diablos, este tío sabe jugar...

Disculpe, no quería ofenderle.

Me refería a que por desgracia esta vivincia, no ha sido elección suya. Le puedo asegurar que voy a hacer todo lo posible por recuperar a su hijo.

Las ciencias ocultas, cuentan muchos mitos y muchas mentiras, pero yo creo que tras esto hay una realidad subyacente que es cierta. Solo hay que saber separar la broza de la paja, para encontrarlo.

Digame, si no es mucha molestía, ¿cree realmente en los símbolos que ubicó en su jardín?

Tras esto, cogió las cartas y dió otra mano.

 Disculpeme usted, es que estoy nervioso. Temo por mi hijo y quedarme en una habitacion haciendo tiempo me esta volviendo loco. Respecto a las piedras, no creo realmente en ellas pero como ya vieron me gusta la mitologia. La celta en particular. Cuando lei sobre esas piedras me gustó su dibujo y bueno me pareció un buen adorno para el jardin ademas de ser simbolico.-hizo una pequeña pausa-no quiero decir que sea lo mismo, pero ya han visto en muchas casas donde la gente pone un cruzifijo encima de la entrada para evitar que entren "los demonios" digamos que esto es lo mismo pero juntandolo con mi hobby-dijo con una timida sonrrisa.

Uhmmm

Peter, dio una larga calada a su pipa y prosiguió...

Lamento, decirle que he podido observar alguna discrepancia entre lo que ustedes cuenta y lo que cuenta Olga, que hace que dudemos de lo ocurrido realmente...

¿Tiene algo más que decir...?