Partida Rol por web

Que me ha dejado que????!!!! - Miro a Alejandro con cara de alucinada, y no se que responder ante la pregunta - Eh... Bueno si supongo... me llevare algo ahora no mucho, y ya ire viniendo a medida que tenga que hacer algunos pagos... " La virgen! Que tesoros encontro el viejo que yo no conocia!!"

-Mil quinientos supongo que será suficiente.- dice alejándose otra vez para ir en busca del dinero.

Alejandro te coje por la espalda, como si temiese que te fuese a caer.

-¿Estás bien?. Son muchas emociones juntas...-

-Soy rica, tengo un barco, media taberna, y estoy prometida... e un dia acabo de cumplir todos los obajetivos que suele tener la gente... - Lo miro con cara de " que miedo..."

-Bueno capitan que quiere ponerle a su barco, el dinero no sera problema... aunque tendra que recompensarme de alguna manera... - Me acerco a el rozando mi pierna sutilmente.

-Me parece que mi señora esposa será compensada durante mucho tiempo.-

Se aleja un paso de tí cuando vuelve el vendeliano. Trae una bolsa como la que te dió tu tío, pero más llena. Además, su peso es mucho mayor.

-Guárdenla en un lugar seguro, y vuelvan cuando quieran.- dice estrechándoos la mano.

Le di la bolsa Alejandro, el la cuidaria mejor que yo. Al salir lo agarre de la mano con una sonrisa enorme - Creoq eu seria bueno ir a la taberna, le voy a decir a mi tio que se quede con ella, total para que la quiero yo? Y para el es su vida.

Fuy paseando y compre algo de fruta para comer para el camino, la verdad es que el momento prometia, pero la idea de estar tan feliz gracias al fallecimiento de mi padre me hacia sentirme un poco culpable.

Mientras paseais hasta el bar de tu tío, Alejandro empieza a hablar de la boda.

-Y he estado pensando, que hay que encargarte un vestido, algo bonito. Yo tengo el uniforme de capitán. Podía casarnos Perro Loco, en el mar, sobre todo ahora que Avalon está precioso.-

Camina con seguridad, pero habla de vuestra boda con ternura. Cuando llegais al bar, tu tío por fin a conseguido librarse de los clientes gorrones, y está atendiendo a los chicos jóvenes de las tripulaciones, que se están contando las aventuras en tierra.

Te das cuenta de que has escuchado a Alejandro miles de veces haciendo lo mismo, hablando de las mujeres con las que quedaba en tierra, y te das cuenta de que esa época ha pasado.

-Lleva lo que más te guste, pero por favor, que no sea nada al estilo de la moda del continente.- dice poniendo cara de disgusto.

En los últimos tiempos de la invasión, se puso de moda entre las jóvenes nobles llevar los recargados vestidos montigneses en sus bodas.

Alejandro mira a sus compañeros y sonrie.

-Ni la mitad de lo que te echaría de menos a tí. Vamos a darle un poco más de trabajo a tu tío.-

Como siempre, los chicos del bar se giran para mirarte, pero esta vez es diferente. Ninguno se acerca a tí para intentar ligar.

Tranquilo, sabes que me gustan las cosas sencillas - Lo digo con una sonrisa de oreja a oreja, lo ultimo que necesitaba era no poder ni moverme por el peso del vestido el dia de mi boda.

-Pues yo debo estar ya marcada por ti...si se me hara raro que no se acerquen a ligar conmigo - Pongo cara de corderito degollado.

Te mira sonriendo.

-Oh, cuanto siento que todo el puerto sepa que nos vamos a casar y otros hombres dejen de intentar llevarte a la cama.- dice con ironía.

Os sentais en la barra, donde tu tío acude rápidamente para serviros unas cervezas y un plato de patatas asadas con su piel.

-Buenos días, ¿cómo ha ido el abogado?. Kate, cómetelo todo que con lo delgada que estás no vas a poder traer hijos al mundo.-

Alejandro escupe la cervaza que estaba bebiendo, mientras tu tío empieza a reirse.

Jo...Eres malvado...con lo divertido que era ver como otros hombre intentaban llevarme a la cama... - Pongo morritos y cara de "ains.."

Doy un largo trago de cerveza cuando viene mi tio y lo mmiro con una sonrisa. "hijos?" se me resbala una patata y se me caer al suelo mientras Alejandro echa la mitad de la ceverza - Por Dios! Que aun no nos hemso casado y ya estas pensando en que tenga niños.... Dejame disfrutar un poco mas...

Alejando se limpia la boca de la cerveza.

-Mejor antes de niños empezamos a hablar de la boda. Queremos que sea en alta mar. Y el abogado, mejor que te lo cuente tu sobrina.-

Te das cuenta de que tu prometido se ha puesto rojo como un tomate, como cuando érais niños y os cogíais de la mano, o cuando te robó el único beso que os dísteis en años, un día de fiesta.

Visto así, casi pierde su aire de confianza en si mismo, y vuelve a ser el niño que te tiraba de las coletas.

Sonrio mirando Alejandro y lo cojo de la mano jugando con mis dedos en los suyos - Pues el barco ira a nombre de los dos por casarnos, parece que el viejo lo tenia todo planeado... ¿Tan claro teniais que ibamos a terminar juntos?Me dejo tambien la mitad de esto, pero te lo dare todo para ti, total con la fortuna de dinero que me dejo no me hace falta un negocio y esto es tu vida...

Miro Alejandro con una sonrisa y depsues me vuelvo a mi tio - Bueno Perro Loco oficiara la boda en alta mar, y me gustaria que tu fueras el padrino querido tio.

Tu tío se queda sin palabras mientras algunos clientes aplauden. Se le llenan los ojos de lágrimas.

-Claro.. hija, como no... voy a cortar unas cebollas, vengo ahora.- dice metiéndose en la cocina. Escuchais como se suena los mocos estruendosamente, mientras le cuenta al cocinero las novedades.

Alejandro se gira un segundo para mirarte fijamente con sus ojos verdes, la misma mirada de siempre, la que aprece que te atraviesa.

-Ven conmigo.- dice mientras te coge de la mano.

Te lleva a tu cuarto, que es en el que siempre te aloja tu tío. Cierra la puerta a sus espaldas, para despues avalanzarse sobre tí, besándote con pasión.

Wou! Lo rodeo con mis piernas y lo beso apasionadamente tambien desabrochandole la camisa - No se porque pero me parece perfecto... - Al quitarle la camisa comienzo a morderle el cuello y los hombros, bajando mi mano por su abdomen, disfrutando de cada uno de sus musculos.

Alejandro te deja bajar, mientras te mira desde arriba. Te coge de las manos y te levanta. Empieza a quitarte la ropa, alejándose un poco cada vez que intentas tocarlo. Acerca sus labios a los tuyos, para luego alejarse sin llegar a tocarlos.

Cuando estás desnuda, se aleja un par de pasos para mirarte el cuerpo de arriba a abajo, empieza a caminar a tu alrededor, hasta que se queda detrás. Te abraza, empezando a juguetear con tus pechos, mientras te muerde el cuello. Sigue alejándose cada vez que intentas tocarlo.

Sonrio juguetona - No somos ya mayorcitos para juegos..- Digo girando mi cabeza para mirarlo e intentar besarlo. La situacion me excitaba mucho, no podia negarlo, echaria de menos jugar con los hombres al llegar a puerto, y ver como intentaban prendarme, pero...llevaba demasiado tiempo esperando tener Alejandro para mi.

Estais desnudos, piel contra piel. Cuando intentas besarlo, Alejandro te esquiva con una sonrisa juguetona.

-Me parece que tu y yo nunca hemos dejado de jugar.- dice bajando sus manos hasta tus caderas, acariciando la piel, arañándola y masajeándote alternativamente.

Su pega un poco más a tu cuerpo, y el vello de sus piernas te acaricia. Notas su erección y lo escuchas suspirar. Te separa las piernas y empieza a acariciarte por dentro de los muslo.

Muevo mis caderas arriba y abajo, frotandome contra el y disfrutando de su piel contra la mia. De mis labios salen gemidos ante sus caricias, y mi repiracion se aceleraba por momentos. No dejaba de intentar besarlo y arañarlo, Alejandro conseguia que mis hormonas se revolucionaran por el.

Cuando empiezas a moverte, se le acelera la respiración y empieza a gemir. Sigue esquivándote, sin dejar que lo toques.

Alejandro pone una de sus manos en la espalda, empujandote contra la pared. Te da un tierno beso en la mejilla, para despues abrirte las piernas y entrar bruscamente en ti.

-Te quiero.- te susurra sin dejar de emmpujar.

Coloco mis manos contra la pared, y echo mi cadera hacia fuera, facilitando la penetracion y disfrutando de sus movimientos - Yo tambien te quiero Capitan - Me encantaba la sensacion de saber que era el el que me poseia, de saber que era suya y que podria disfrutar de esto cuantas veces quisiera.