Partida Rol por web

Aventuras en Amn

1.2 - Noches alegres, mañanas tristes

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08/09/2010, 14:40

Durbara había esperado esa reacción de Hugash. Se quedó quieta y con la barbilla levantada, sin moverse ante la carga del bárbaro. Sus compañeros sí que se movieron, tratando de que la sangre no llegara al río.

Todos menos una. No se le pasó desapercibido el detalle que la semielfa apartara la mirada y se pusiera a rebuscar en sus cosas tranquilamente. Su actitud confirmaba sus sospecha. Desde luego no era una florecilla que necesitaba coger aire tras una situación de tensión, o hubiera reaccionado de una manera muy distinta. Lo más probable es que le robara al semiorco hasta la última pieza de cobre que llevara encima. Quizá pudiera tener una charla con el paladín más adelante sobre eso.

Aunque ahora tenía problemas más acuciantes. La carga del bárbaro se vio interrumpida cuando el explorador le metió una empenachada saeta bajo la clavícula. La enana lo miró sin dar crédito a sus ojos. Por un lado, agradecía al desconocido que la hubiera tratado de defender. Por otro la horrorizaba el hecho de que un desconocido utilizara un arma de verdad en una disputa ajena en la que nadie había desenvainado.

El bárbaro se revolvió y con sus últimas fuerzas asestó un puñetazo que derribó al escapuchado.

Durbara sabía que ahora las miradas recaerían sobre ella. Tenía la impresión de que Hugash no cejaría tan fácilmente y volvería a atacarla. Había demostrado ser violento y hacer caso omiso a lo que le decía Magnus o cualquier otro componente del grupo. Durbara dudaba de que pudiera confiar en el bárbaro mientras pelearan o mientras estuviera dormida. Al fin y al cabo, no era sólo ingenuidad, sino que rallaba la estupidez... y podía ser una estúpida en el lado equivocado de varios palmos de acero. 

Y sin embargo, tenía un hartazgo de sangre. Se había vertido demasiada. Era momento de ponerle fin a la espiral de violencia en la que habían caído.

--Confío en que podrás ocuparte de esos dos, Magnus --le dijo, simplemente, antes de echarse a andar--. Yo voy a buscar agua.

 

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08/09/2010, 14:40
Magnus Shale

Magnus bajó la cabeza, más triste que molesto. Ve, compañera... Esto tiene solución.

Dice con la voz entrecortada, y procede a intentar extirpar la flecha del bárbaro.

Sin lugar a dudas, de no ser por tratarse de un hombre de fe, habría de dejar al explorador allí agonizando hasta morir... Dado que había actuado de modo tal que casi le costaba la vida a Hugash, aùn tras su accionar en la noche anterior.

Solo los dioses saben porque le ha disparado a quemarropa... pero la pagò caro...

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08/09/2010, 14:41
Nathan Fenders

 

Observé con incredulidad cómo Samir disparó contra Hugash para detenerle. ¿Por qué no ha tenido reparos en usar su arma en una disputa ajena? Pero ahora no importa eso, ambos estan malheridos y Magnus ahora tiene el doble de trabajo, así que me acerco rápidamente para ofrecer mi ayuda.

- Dejad que os ayude... - digo con cierta tristeza y preocupación. Un paladín de tyr estaría ahora dando la murga sobre el problema de la actitud caótica y visceral que tienen algunos, pero en vez de eso me preocupaba el bienestar de ambos. ¿Es posible que sea un error que sea devoto de Tyr? - Magnus, cuando se calme la cosa y ambos estén estabilizados, me gustaría hablar con usted a solas...

 

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08/09/2010, 14:41
Magnus Shale

Magnus asintio con mirada distante mientras trataba de afanarse con la hemorragia galopante de Hugash...

Tenìan problemas... Oh sì que los tenìan. El accionar de Samir abrìa un sinfin de incognitas. Desde la veracidad de sus dichos respecto del ataque a su poblado, hasta sus verdaderas intenciones...

Claro, claro Nathan... Ahora... Por si acaso, necesito que me ayudes con el arquero...

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08/09/2010, 14:42
Director

La situacion habia resultado en un desenlace inesperado... el Explorador, quien habia sido el disparador de todo este embrollo, termino por asestar una flecha cerca del hombro del barbaro y este a su vez en represalia le estampo una trompada en el rostro.

Tuve que contenerme para no reir ante lo disparatado de la situacion, apenas habiamos hecho la mitad del camino y ya teniamos un miembro del grupo muerto, uno casi, y un nuevo acompañante que parecia mas un lastre que otra cosa. Las aptitudes de presencia y liderazgo de nuestro conductor estaban lejos de la altura necesaria para la situacion. Como era de esperarse el clerigo se limito a curar a los heridos, mientras que la enana se adelanto por el camino.

No creia oportuno decir nada, pero las acciones hablaban por si solas... el grupo era demasiado violento para una muchacha como yo, y tendria que tener cuidado donde pisaba si queria volver en una pieza a la ciudad. Luego de verificar que todas mis cosas seguian en su sitio y guardar todo para proseguir el camino, me levante en silencio para marchar tras la enana.

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08/09/2010, 14:42
Arshade

Arshade, absolutamente insegura de lo que ocurria, casi temerosa tras los acontecimientos de la noche anterior, parecìa de hielo rojo... Cuando Durbara salio a buscar agua, la extraña maga le dirigio la palabra Durbara, te... Te acompaño a por agua si? pero acto seguido, se quedaba en su sitio, dudando... Supongo que puedes sola...pero, ante la iniciativa de acompañarla por parte de Lorethel, hizo lo propio, y las siguio. Voy con ustedes.

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08/09/2010, 14:43
Magnus Shale

Magnus logrò finalmente extirpar la flecha, con un nivel de habilidad tal que podrìa incluso llegar a no dejar màs cicatriz que la de una pequeña brasa...

Lo hemos hecho compañero... Venga, mientras me ocupo de esto, amarra a ese malnacido. No sè què se trae entre manos... Pero esto me gusta cada vez menos.

Sin embargo, Magnus dudo un instante en pedir el favor divino para curar las heridas del aparentemente estabilizado bàrbaro... No es que no deba hacerlo... pero mi fe no es una vil moneda que pueda darse a diestra y siniestra. No es para esto que me ordenè... Tanto menos para curar a quien actua tan en caliente. No hay estrategia en cargar contra un enemigo mejor pertrechado, en mejores condiciones, y completamente saludable mientras uno està malherido... No. Quizà sea mejor que "sufra" la lecciòn, y de paso, tenga algo de tiempo para pensar y calmar sus ànimos.

Asì pues, Magnus aplico las mejores curaciones posibles, pero sin recurrir al Caballero Rojo.

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08/09/2010, 14:45
Director

Las tres caminaron en silencio, que dicho sea, se cortaba con navaja.

La luz del dìa, radiante, no parecìa surtir efecto sobre los sombrìos rostros... Sòlo Lorethel parecìa ajena a todo aquello.

Alejandose un poco del camino, un arroyo muy angosto y con casi nula profundidad transitaba en diagonal a la huella a cuyo costado acamparan por la noche...

En silencio, siguieron su curso unos metros, puesto que a lo lejos se escuchaba el ruido de otro cause algo mayor...

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08/09/2010, 14:45
Director

A lo lejos, quizà a unos veinte o treinta metros bosque denso adentro, escuchas lo que sin duda alguna son... TRASGOS! Pero, por su forma de comunicarse, pareciera como que estan en alguna tarea de rutina... molesta para ellos incluso... Casi, casi casi, podrìas apostar a que se quejan de lo que estan haciendo.

Tanto asi lo que escuchas, que pareciera que hay dos de ellos.

 

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08/09/2010, 14:46
Hugash

El bárbaro era atendido por las manos expertas de Magnus mientras este se removía y sudaba por la herida sufrida...

 " El bárbaro se encontraba entre una niebla espesa, apenas veía a dos palmos, en su mano portaba una gran espada, su espada, no lo veía pero presentía que estaba en peligro, su instinto animal así se lo decía. Se puso en guardia por lo que pudiera venir... Escuchó un silbido de flecha la cual le rozó el brazo dejando una pequeña línea roja de sangre, le había rozado, tal vez fuera una advertencia... - Sal de tu escondite cobarde. Nadie respondía al furioso bárbaro, de repente una mano le cogió de la pierna tirándole al suelo fuertemente y a causa de la caída perdiendo su espada, ahora todo estaba oscuro...

Un olor familiar le venía al olfato... - Crotar eres tu?. Total silencio. Una voz ronca y seca se escucha. - Yo beber más. El bárbaro no se puede creer lo que escucha es él... - Crotar donde estás no te veo... De repente un pinchazo que le atraviesa, por fin puede ver, como una flecha le atraviesa y cae de rodillas mientras escupe sangre, después otra vez oscuridad y silencio...."

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08/09/2010, 14:46
Director

 

En el mundo de las cosas onìricas, en el mundo de las imaginaciones mezcladas con verdades y mentiras, Hugash sentìa como su par tomaba forma y cuerpo para luego desaparecer, al igual que en el plano material: Para siempre.

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08/09/2010, 14:48
Nathan Fenders

- Buen trabajo... - afirmo tras ver cómo Manus le extrae con gran destreza la flecha, y me incorporo para obedecer sus instrucciones. Busco entre los pertrechos una soga. Hay algo que no me encaja en todo esto... "¿Por qué Samir no dudó un instante para disparar a Hugash, sabiendo que ha estado al borde de la muerte? ¿Habrá algo en la historia del explorador que no nos haya contado?"

En el momento de girarme hacia Samir para maniatarle se me cae la soga al suelo... Suelto una maldición antes de agacharme para recoger la soga para atarle... aunque finalmente me queda un nudo muy cutre y no parece que vaya a inmovilizarle mucho.

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08/09/2010, 14:49
Magnus Shale

 

Ya terminada la faena, limpias ya las manos, puesta ya la armadura, Magnus se sienta al lado del moribundo fuego con un trozo de pan y queso, cansino.

Dime Nathan, de què querìas hablar?

Las murmuraciones del bàrbaro denotaban que, si bien ya estaba fuera de peligro real, no la estaba pasando nada bien...

 

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08/09/2010, 14:51
Director

Notas de juego

Cuando paladín y clérigo se sumergen en las teologico-religiosas cavilaciones, pasan a la escena 1.2.1 "Si sobre fes hablamos" ;)

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08/09/2010, 14:53

 

Durbara se quedó mirando durante unos instantes a Arshade.

--Puedo conseguir agua yo sola --asintió, y suavizó un poco el gesto--.  Pero no me vendrá mal un poco de compañía. ¿Vienes tú también, Lorethel?

Antes de irse con sus dos compañeras, se dirigió al resto del grupo con un gruñido.

--Cuando hayáis terminado con esos dos, deberíais ir vosotros también. No sólo a rellenar los odres, sino para lavaros un poco. No sólo es porque mi olfato os lo agradezca. El olor de la sangre y de la comida quedarán pegados a cualquier rama u hoja que toquéis, dejando un rastro claro que hasta un lobo o un oso-lechuza cortos de mollera podrían seguir. Los conduciréis directos a nuestros cuellos. Y eso por no hablar de las molestas moscas y otras especies que nos encontrarán mucho más rápido y nos seguirán con sus zumbidos a dondequiera que vayamos. 

Hizo un gesto con la cabeza a las dos mujeres para salir de buscar la corriente de agua y poder hacer lo propio.

 

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08/09/2010, 14:54
Arshade

Sabía perfectamente que mi ayuda no era necesaria para Durbara y también sabía que no le haría gracia mi ofrecimiento pero ya estaba hecho y habría que aguantar; para mi sorpresa, la enana aceptó sin rechistar, bueno, sin rechistar mucho. Las imágenes de lo acontecido anteriormente aún revoloteaban en mi mente y si bien me sentía tranquila por haber conseguido sobrevivir a aquello, lo cierto era que había algo que me estaba molestando y es que mi fuerza era cada vez más obvia. Me miré las manos mientras caminaba cerca de la enana en silencio y luego tomé un mechón de mi cabello, era cada vez más rojo y lo sabía porque lo veía cada día y me preguntaba si ninguna de ellas lo notaba y al parecer no pues no habían mencionado nada.

-¿Qué diablos está pasando?

Volví a mirarme las manos, ansiosa por llegar a llenar los odres y ver mi reflejo en el agua para comprobar que seguía siendo la misma pero al mismo tiempo para asegurarme de que todo estaba en orden. Miré a la enana, era una digna combatiente pero eso ya lo sabía pues es una característica de su raza y sin embargo, me había sorprendido gratamente.

-Yo prometo bañarme, Durbara y ofender menos a tu nariz-sonreí con naturalidad, las bromas volvían, al menos.

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08/09/2010, 14:54
Lorethel Arhamis

 

Asenti en silencio ante las palabras de la enana, ya estabamos cerca de pasar la mitad del camino hacia el arrollo cercano y mis sentidos agudos captaron algo.

Estire mi mano para ponerla por delante de mis compañeras, a la vez que frene la marcha. Mis ojos concentrados en el horizonte y las orejas paradas cual perro guardian. Me tome un momento para cerciorarme de lo que estaba escuchando, luego puse mi otra mano a la altura de mi rostro y extendiendo el dedo indice perpendicularmente a la linea de mis labios le indique a mis compañeras que hicieran silencio.

Una vez captada su atencion y manteniendonos cara a cara, modulo lentamente y sin hacer ruido la siguiente palabra:

T R A S G O S

Luego saco mi arco y preparo una flecha mientras comienzo a avanzar sigilosamente buscando la cobertura de algun arbol.

 

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08/09/2010, 14:55

Durbara esbozó una sonrisa socarrona, pero toda respuesta se vio cortada cuando la semielfa llamó su atención. La enana no pudo evitar poner los ojos en blanco. ¿Es que acaso había más trasgos que árboles en este bosque?

Respondió al gesto de Lorethel señalando la dirección por la que habían venido. La intención de la enana era clara: no quería que ellas tres solas lucharan contra los trasgos, sino conseguir antes refuerzos. Sacó su hacha y su escudo y esperó a que sus compañeras empezaran a retirarse a una posición más segura.

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08/09/2010, 14:56
Director

 

 

La tensión crece rápidamente ante la palabra silenciosamente pronunciada... No, no caerìan en otra emboscada, no con tanto ceso junto... Nada de bàrbaros aullantes contra una jaurìa de enemigos...

Sin embargo, ya con la atenciòn puesta por Lorethel en el ruido en cuestiòn las tres pueden identificar tanto el sitio del que proviene como el sitio para el que ambas vocecitas se alejan.

Urdir los hechos les arroja que las bestezuelas estaban cargando agua en la parte en que el arroyo se hace màs profundo... Agua que, evidentemente estan transportando a algún sitio.

De hecho, la conversaciòn quejica de las criaturas, muy animada, les hace no escuchar siquiera vuestro andar...

Si quicieran, bien podrìan seguirlas... En silencio.

 

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08/09/2010, 14:57
Arshade

Estaba decidida a tranquilizarme y a relajarme con un poco de agua cuando Lorethel nos echó la fiesta abajo, primero con su actitud y luego con su noticia. Las miré a ambas y hice una mueca, estaba fastidiosa y esa era la verdad. Parecía que nunca nos íbamos a librar de tales seres. Pero entonces, descubrimos que no habían reparado en nosotros, hice un gesto a ambas acompañantes para continuar sin que se notara nuestra presencia, haciéndoles una seña con los dedos para que siguiéramos a aquellas cosas.

-Veamos qué se traen entre manos...-susurré.