Partida Rol por web

Entro al almacén con el grupo, está oscuro y abarrotado, casi me parece tener un dèjá vu, la verdad es que no me extraña todas las misiones empiezan con la visita a uno de estos. Escucho atentamente al Sargento y me acerco al arsenal con el fin de elegir mi arma. Veo un rifle de pulso que no parece muy pesado, lo tomo y me cuelgo la mochila en la espalda, compruebo que puedo con todo. Supongo que la mochila es una técnica estándar tendré que revisarla más tarde cuando tenga algo de tiempo. Tomo el resto del equipo, y al ver que le entregan una bonita Espada Ropera a Don Diego digo:

--La tecnología es un punto a nuestro favor no deben de tener tanto apego a las armas tradicionales--

Contemplo a la gente con cierta resignación - Parecen un grupo de infantes en una tienda de chucherías... 

 Enya, no tendréis un par de estos láser ¿verdad?

Miro a la pelirroja y niego con la cabeza -  No, pugios láser no hay... Esto son armas de supervivencia... Vamos, un pugio multiusos... - Coge uno y empieza a mostrar sus utilidades, enseña una brújula, hilo de alta resistencia, herramientas pequeñas en plan palillos y cosas así, abrelatas, una hoja serrada, cortador de claves.

Miro a Eva - Recuerda que si te pasas de equipo terminarás por ir sobrecargada y podrías ralentizar al grupo... Intentar llevar el equipo adecuado a vuestras capacidades y a la comodidad del trayecto, no sabemos qué tipo de terreno podemos encontrar... Las cosas de más que llevéis habrá que dejarlas en el helitransporte y una vez en zona ya escogeríais qué vais a llevar...

Sargento Vulkan, debo de meterme dentro de una armadura de esas? Esas Lórigas o como lo llamen ustedes, parecen resistentes, ciertamente, pero no serán muy engorrosas para alguien como yo? Y el Mono? eso va encima, debajo o en lugar de?, Pardiéz que estoy confuso...

Miro a Don Diego y suspiro con una risa. Empiezo a quitarme el uniforme que llevaba puesto, quedándome totalmente desnuda - Para quienes no hayan visto o no conozcan cómo utilizar el equipamiento de protección... El mono de flexi-acero es lo primero que deben ponerse - Empieza a colocarse y subirse el mono con total calma, curiosamente su cuerpo sólo presenta una cicatriz en el lado izquierdo del pecho, como si le hubieran arrancado algo de la zona y después hubiera sido quemado. Al mismo tiempo en el lado derecho se puede observar un tatuaje con el símbolo del casco de Atenea. Por lo demás su piel es tersa y sin ninguna marca ni cicatriz. - Posteriormente ya pueden escoger si desean ponerse la lóriga o, por el contrario, llevar encima su ropa habitual. Quienes decidan esto último que no se preocupen, el mono seguirá ofreciéndoles protección, la única diferencia es que con la lóriga tendrán bastante más de protección, al fin y al cabo se trata de una armadura - Termina de ponerse el resto de la armadura y de colocar sus armas, así como coger un par de cada tipo de granadas y colocarlas en un cinturón para granadas. 

Donde está el vehículo que nos trasladará al lugar?

Comandante, disculpad... hay algo entre todo este material que sea un recipiente cerrado y mantenga el calor o unas brasas? algo pequeño, tipo CALIENTAMANOS?

- El vehículo se encuentra en el helipuerto, en cuanto terminemos aquí nos trasladaremos hasta allí... No se preocupe Don Diego las armaduras incluyen la protección térmica, no pasará frío... Además, en las mochilas de supervivencia encontrará un hornillo para calentar comida, o sus manos si así lo prefiere... 

Observo a Don Diego acercarse y susurrarme algo - Fácil, puede comparar el material con aquel que usan y forjan en su Tierra los magos, Don Diego... - Vuelvo a acercarme a él - Acero, Má-gi-co... 

La gente sigue cogiendo las cosas que más útiles pueden resultarles

La tecnología es un punto a nuestro favor no deben de tener tanto apego a las armas tradicionales

- No debería sobrevalorar tanto esta tecnología, Agente Aamale... Después de todo no es tan avanzada como quieren creer... Y son las armas tradicionales las que se han usado como guías para las armas "modernas" - dice esto con cierto todo irónico - Además, puede creerme cuando le digo que la ropera que le acabamos de ofrecer a Don Diego y la espada que porto yo en mi cinto no tienen nada que envidiar a las que aquí tienen... Es más, me atrevería a afirmar que les sería cuasi imposible quebrarlas con dichas armas... 

La loba empieza a olfatear cerca de la zona donde se encuentra Don Diego y poco a poco empieza a olfatearlo, como si parte de ese olor le resultara familiar. Una vez que lo ha olfateado, pone su morro en su mano a modo de gesto amistoso y vuelve junto a Enya. 

Demasiado equipo para lo que yo necesito, me gusta ir con poco peso, me gusta sentirme ágil para poder moverme sin problemas así que ignoro las granadas directamente, me acerco a la gladius mirándola con curiosidad, buena factura y parece resistente así que es lo primero que cojo.

A continuación decido coger un mono y mientras me entretengo en buscar mi talla sigo escuchando las explicaciones de Enya, hasta que se desnuda ante nosotros sin ningún tipo de vergüenza. Mis ojos se clavaron en ella, sorprendido tanto por la manera tan natural de quedarse como Dios (o la ciencia) la trajo al mundo en mitad del almacén. Era consciente de que en el ámbito militar, la camaradería, la vida entre los soldados los convertían prácticamente en hermanos y hermanas, no había pudor ninguno, pero nosotros no estábamos acostumbrados.

Pude ver aquellas cicatrices que portaba en su piel y las observé con curiosidad-qué coño- allí mismo me desvesti quedándome sólo con la ropa interior, enfundándome a continuación en el mono que había escogido. Era sorprendentemente suave y cómodo, cerré la cremallera y me puse la armadura, bien fabricada, extrañamente ligera y se ajustaba perfectamente a mi complexión, permitiéndome una gran libertad de movimientos-Sabéis hacer bien las cosas- miré a Enya elogiando el material mientras me colocaba las dagas en los antebrazos.

Di unos pasos más y me pertreché con una pistola de pulsos y un rifle de pulsos, prefería ir bien armado al principio, si era necesario, ya me lo quitaría de encima. Terminaba de ajustarme las correas de la mochila de supervivencia cuando miré a Aamale-Lo más sencillo puede ser lo más efectivo. En la antigüedad, podías llevar una armadura completa de metal, pero si una sencilla flecha era bien dirigida por el hueco de la axila te atravesaban el corazón-aseveré mirando a Enya con una suave sonrisa de aprobación al ver que estaba de acuerdo conmigo.

Cita:

Miré con una pequeña punzada de envidia la hoja que llevaba colgada del cinto-Si son tan buenas como dices, creo que jubilaré gustosamente mis dagas para hacerme con algo parecido a tu joya dorada- comenté con una sonrisa divertida.

Terminaras sobrecargada y podrías ralentizar al grupo

Ni contesto. Simplemente asiento con una sonrisa de perplejidad. Esta tía o piensa que soy tonta o cree que esto es un juego de rol o algo..evidentemente que cargaré con lo indispensable y dejaré el resto en la base.

Cuando empieza a demostrarnos como se viste uno el mono de flexiacero no puedo evitar poner los ojos en blanco y lanzo una mirada a Ari. Ahora que los chicos ya se habían calmado un poco.  

Enya parecía sacada de un laboratorio: Era tan inocente que daba miedo.  A pesar de su cuerpo perfecto y su carácter enérgico se me antojaba muy vulnerable en algunos aspectos...digamos personales.

Me acerqué a Ari, la cogí del brazo y tras  coger un par de monos, me encaminé algún aseo o reservado donde colocarme la armadura.  Ya empezaban los tíos a ponerse en gayumbos.

Hasta ahora, guapis -dije mientras lanzaba un beso a Guzmán y avanzaba marcando tacones sobre el suelo de cemento. Dejemos algo para la imaginación 

Mire a Enya cuando se quedo en pelota picada. Apreciando las curvas y enarcando una ceja de curiosidad ante las cicatrices. Lo que me obligo a mirar a Ferro cuando "casi" hizo lo mismo. Estaba a punto de levantar el dedo y señalar a Enya mientras miraba al hombre sombrio, cuando Eva aparecio y me engancho del brazo, ante sus palabras no pude mas que reirme pero a base de bien mientras me dejaba arrastrar.

Ya lo habeis oido chicos, toca esperar... eso si... - Levante el dedo con ganas y mostrando un brillo peligroso al fondo de mi mirada. - Nada de mirar a escondidas. - Para volver a reir maliciosamente, antes de mirar a Aamale. - Te apuntas? - Estaba claro que me referia a lo de cambiarnos de ropa en privado.

Estabamos a punto de meternos en el reservado, o zona privada que habia buscado Eva cuando no pude evitarlo. - Ferroooo se supone que es sin gayumbos!!!! - Las risas se oyeron un poco mas, antes de silenciarse. Habia que admitirlo, por separado cada uno seria la hostia en lo suyo, pero juntos teniamos mucho peligro y no justamente en plan grupo de comandos o similar.

Una vez a solas con Eva y sin saber si Aamale vendria, no pude mas que mirarla mientras observaba los monos que habia cogido. - Se nota que han estado encerrados en las naves demasiado tiempo... - Sonrei levemente, pero sin maldad ninguna. - Al menos algunos de ellos.

Aparecio en ese momento Aamale, que recibio una enorme sonrisa por mi parte. - Venga, venga... que como dejes un resquicio. - Se notaba la broma y las formas, sobretodo porque aun no habia interactuado con la chica. - Por cierto bonitas gafas.

Empece desvestirme, empezando por la chupa de cuero. - Me caes bien. - Lo solte sin mas a Eva, esperando su mirada para ver que yo tambien la miraba a los ojos. - Las chicas tenemos que protegernos unas a otras. - Al quitarme la camiseta, empece a dejar mi cuerpo al aire, aunque llevaba aun el sujetador. En una piel que casi parecia impoluta, pronto aparecieron pequeñas sombras que hablaban de golpes, alguna cicatriz de arma blanca y sobretodo una pequeña cantidad de tatuajes*. Se notaba como lo de ahi fuera era real, no es que estuviera fingiendo nada, pero cualquier con ojos podia apreciar que sabia hacer mas cosas que simplemente hablar y ser simpatica.

Parece que conoces a Enya y al sargento. Llegaste hace mucho o eres de por aqui? - El sujetador acabo sobre una de las cajas del lugar, mientras comenzaba a desabrochar el pantalon.

En principio entiendo intelectualmente el sentimiento de pudor. La sociedad nos genera una relación con la ropa que claramente aliena nuestra propia lógica y la sustituye por la sensación inherente de que permanecer ante otra persona desprovisto de la ropa representa una debilidad, un momento en el que somos vulnerables. Esto solo nos permite permanecer en ese estado cuando nuestro entorno se vuelve seguro.

Sin embargo, no comparto esa clase de alienación. La ropa es un útil mas de nuestra vida, una cobertura que sirve para proteger nuestros cuerpos ante las inclemencias y apoyar la homeostasis que nos mantenga vivos. No es muy diferente a una espada en una batalla o un vehículo en un trayecto de determinada distancia. Si no estamos en una batalla o esperamos una no veo la necesidad de aferrarnos a un arma.

Me quito la ropa sin mayor problema y empiezo por el mono. Es ligero, así que no hay mucha discusión en ese caso. Paso después a las armas, en este caso una pistola de pulsos, un par de granadas aturdidoras y otras de humo. No es un gran peso, así que puedo permitirme llevar algo de previsión. Añado la computadora y tras sopesarla la dejo a un lado para recogerla después.

Por último, la protección. Pruebo a ponerme la loriga y las botas y desecho la primera si considero que es demasiado peso, aunque si es soportable me la quedo. Dado que posiblemente tenga que negociar con gente armada prefiero que no me cosan a tiros por estar en primera línea cuando empiecen las hostilidades, en el caso de que suceda. Añado una galea y vuelvo a colocarme la computadora y la mochila asignada.

Listo.

- No debería sobrevalorar tanto esta tecnología, Agente Aamale... Después de todo no es tan avanzada como quieren creer... Y son las armas tradicionales las que se han usado como guías para las armas "modernas" - dice esto con cierto todo irónico - Además, puede creerme cuando le digo que la ropera que le acabamos de ofrecer a Don Diego y la espada que porto yo en mi cinto no tienen nada que envidiar a las que aquí tienen... Es más, me atrevería a afirmar que les sería cuasi imposible quebrarlas con dichas armas... 

--En estos momento la tecnología adapta las armas y el equipo al estilo de lucha de estos tiempos, aunque no tengo todos los datos por lo que no puedo porfiar. Creo firmemente que la tecnología, suponiendo que nuestro enemigo no tenga la misma, nos da una ventaja. Por eso vestimos monos de flexi-acero y no un uniforme de algodón. Aunque si la espada es mágica no tengo nada que objetar, no me entienda mal, no dudaría en pedir ayuda a Don Diego y a su espada sea esta mágica o no. –

No suelo hablar mucho y después de soltar esta parrafada me doy cuenta de que no me escuchan, parece que hablo a las paredes, miro de un lado al otro del almacén, el grupo está atento a otra cosa, la mitad tiene cara de sorprendidos y la otra no sabría calificarlo, giro sobre mi y veo a la Comandante,– no puedo creer que tengáis unas mentes tan primitivas--

Sonrío al escuchar a Ari – por supuesto--  y me dirijo hacia donde están los cubículos de higiene.

Tu tambien me caes bien, Ariadna -Respondo pausadamente, rostro serio, cauto.  Una sombra de dolor pasa por mi rostro, tantos amigos perdidos, muertos, apartados de mi lado.  No es algo que diga a la ligera, no en estos tiempos.

Me desvisto, dubitativamente. Siempre siento cierta vergüena al mostrar mi cuerpo, aunque no por sentirme poco atractiva, ni por la presencia de chicas de cuerpo perfecto.  Mi cuerpo es moreno, delgado y espigado, como el de una corredora de fondo.  La espalda, el brazo y pierna izquierdos repletos de las sutiles marcas de carísima piel sintética de última generación.  Pequeñas decoloraciones rectangulares, el rastro de lo que tuvieron que ser heridas numerosas y terribles.  En ambos codos y un tobillo signos de operaciones correctoras ejecutadas con maestría.  

Nací en la isla - digo sonriendo ferozmente, los ojos brillantes, poniendome el mono de flexiacero con la facilidad que da la rutina - Me fuí buscando una vida mejor...y..bueno, fue mejor en su momento...por lo menos en lo económico.  Hasta que ya no lo fue tanto y tuve que renunciar a todo lo que habia conseguído.  Llegué hace un mes, con una mano delante y otra detrás -río, una risa sincera y alegre -y me he estado dedicando a hacer turismo.  Pero claro, una tiene que comer...y paso de fregar platos...jajaja.  Al final, la cabra tira al monte, dicen.

Miro a Aamale.  No se nada de ella y no tengo el mismo  feeling que con Ari..pero continuo hablando.

Por lo menos soy libre ahora, no debo nada a mis ex-jefes...y bueno..-añado ya un poco más animada, como si hablar, aunque fuese de manera vaga, me hubiese hecho relajarme. -mis enemigos están todos muertos.  Me encojo de hombros y guiño un ojo a Aamale. Ya se que no es para tanto..pero para la unica tia de San Miguel sin super poderes no está mal de todo.

Por cierto, Ariii -exclame con fingido horror Nos hemos dejado a Qimaera con los salidos!

Miro a Eva cuando suelta aquello y sonrio de forma confidente, muy diferente de como estaba haciendo delante de los demas, porque me estoy tomando muy en serio lo que dice. Ya que soy capaz de darme cuenta de que no le resulta facil decir ese tipo de cosas y la entiendo. El mundo es una mierda y tras el avance de esos cabrones, no ha mejorado para nada. Cubrirse las espaldas es lo que hace cualquier persona sensanta. Me acerco, aun sin el sujetador y sin cortarme ni tres, le doy la vuelta y le doy un tremendo abrazo, que no tiene nada de impuro, sino todo lo contrario. - No me cubriras tu solo las espaldas. - Me despego y clavo mi mirada, apra despues guiñarle un ojo.

Vuelvo con mi mono sin poder evitar mirar todo lo que el cuerpo de Eva me muestra. Tiene cicatrices, todos las tenemos, aunque las suyas hablan de algo mas que aguja y whisky para curarlas. Aun asi, cualquiera deberia desear morir por tocar semejante cuerpo, y sino son unos gilipollas. - Eres preciosa. - Si miraste, verias que no habia ni una mentira en mis ojos. Al terminar de quitarme la ropa, verias mas que sutiles heridas ya curadas. Cortes, navajazos y alguna que en su momento habia tenido mala pinta de verdad, pero que ahora son solo sombras. Aun asi ninguna esta retocada, mi cuerpo es mi cuerpo y a quien no le guste que se joda. Al darme la vuelta para coger el mono, podrias ver bajando mas alla de la tinta que cubre mi espalda hay unas finas lineas que se pierden en el entramado de rosas.

¿Para la unica? Oye que yo no tengo poderes ni nada... aparte de mi sonrisa eso si. - Rei levemente, pero dejando claro que entendia a que se referia. - Lo de estar libre suena bien, yo aun tengo algunas cuentas por ahi... supongo que estoy tan acostumbrada a tener que cubrirme que les vere venir, sobretodo si vienen aqui. - No le doy demasiada importancia la verdad.

Mire a Aamale. - Tu apenas hablas. - No parecia echarselo en cara. Tampoco es que te hubiera dejado demasiadas oportunidades o tiempo. - Vamos animate, que aqui no hay testosterona. - Sonrisa amplia, de las que se contagian. - Yo creo que luego terminare de ponerme encima algunas de las piezas de armadura... aunque el casco pinta ser un coñazo.

Mire a Eva con los ojos abiertos por el tremendo fallo. - La ostia puta... es verdad. Mea culpa, mea culpa. - Corri a la puerta, con el mono a mitad. La abri y asomando mi cabeza con la cabellera por el hueco grite con todas mis fuerzas. - ¡¡¡¡¡QIMERA!!!!!! ¡¡¡¡¡QUE NOS FALTAS TU!!!!! - Esperaba que se diera por aludida, era dificil que no.

La puerta por donde nos habiamos colado para tener privacidad, se abrio de pronto, dejandoos ver una cabeza con su correspondiente melena roja, notandose que debajo parecia ir desnuda, aunque no vierais nada. Y de pronto, una voz que tenia poco de femenina. - ¡¡¡¡¡QIMAERA!!!!!! ¡¡¡¡¡QUE NOS FALTAS TU!!!!!

Bien, entiendo Comandante. - digo tras fijarme en como se coloca el equipo - Es cierto que en un principio muestro cierta perplejidad ante el sorprendente hecho de que Enya se desnude sin más, frente a nosotros, pero en realidad, no veo nada que no haya visto antes, y nada en lo que esté interesado en este preciso instante, así que, rápidamente me centro en lo esencial.

Empiezo a quitarme la ropa, sin prisa pero sin pausa, sin perder de vista las explicaciones de la Comandante. No quisiera acabar con el mono al revés y con alguna pieza de esas en un lugar que no corresponde. Tampoco a mi me preocupa mucho que se me vea en cueros, sencillamente, no es la primera vez que me doy un baño en un estanque bajo miradas ajenas. A quien le moleste o le impresione, que se tome una infusión para los nervios. Aquí estamos para trabajar, al menos algunos...Primero el mono, realmente parece confortable y luego el resto...

Mientras me intento poner el peto de la lóriga, cosa que me parece algo ardua, no digo nada... pero luego, mientras acomodo resto de equipo, como botas, computadora, Galea, ya que hay que ir con el respirador y el comunicador (no lo llevo por gusto), y empiezo a ajustarme el cinto de la Ropera, comento.

Mucho remilgo y y palabrería es lo que yo veo aquí. Espero que vuecencias se lleven un baño de campaña -grito- pueden ponerle un farolillo con una luz roja, en la puerta, para advertir que están dentro!!! - sigo gritando, luego bajo el tono de voz y con una leve mirada, nada lasciva pero interesada, le pregunto a Enya- Y esa cicatriz? para nada desmerece la belleza de vuestro cuerpo, mas diría, le da cierto carisma... Es algo que podáis y queráis compartir?. Me puedo imaginar como quedaría vuestro contrincante si Sombra Negra (la Loba), andaba cerca.

Mientras espero la respuesta de la Comandante, si quiere darla, me cuelgo la faltriquera, con las granadas de humo y de Flash (2 de cada) que incorporo a mi equipo, dentro de ella. El Pugio de supervivencia lo veo muy útil, pero como arma prefiero la vizcaína, así que guardo el púgio para usos de apoyo, mas que de combate. Si hay algún tipo de visores, catalejos o similares, me hago con uno. También pido un poco de lacre o una vela, con su cera me vale... Guardo mi ropa en algún lugar de la mochila, si soy capaz de meterla allí, ya que se trata de la mochila de seguridad y no creo sobre mucho espacio.

Estoy listo para partir, cuando las señoritas de salón terminen de ponerse "guapas" para los insectos de ahí afuera.

– no puedo creer que tengáis unas mentes tan primitivas--

Ahora podéis leerme la mente? y decidme, que os hace pensar que es primitiva?, Quizás el hecho de no haberme arrojado sobre el cuerpo de la Comandante (tono irónico a nivel sublime), o mi indiferencia al hecho de que la naturalidad de ésta, la dejara por un momento tal y como la vida la vio nacer a ojos de aquellos que pueden ver? Iluminadme.

Por cierto, será un placer poner a vuestro servicio mi Espada y mi mente primitiva si lo precisáis, no penséis que no os he oído. Por suerte tengo 5 sentidos y se manejarlos independientemente uno de otro. Puedo ver una cosa mientras oigo otra, degusto el paladar de una buena calada de mi pipa y luego respiro el aroma del mismo, al expulsarlo... y todo ello mientras uso las manos para algo... 

- Me gusta Raven, sencillo, conciso, dispuesto, nada regalado, práctico. Por demás ignoro los comentarios infantiles de las otras dos chicas. Espero que se anden con menos rodeos si tenemos problemas en la misión. Dudo que los enemigos se pongan a mirar hacia otro lado mientras se visten adecuadamente para la lucha... 

Si son tan buenas como dices, creo que jubilaré gustosamente mis dagas para hacerme con algo parecido a tu joya dorada

Lo miro divertida, aunque en su mirada se denota cierta añoranza - Lo lamento, lamento informarle que le será prácticamente imposible encontrar una igual a ésta... Digamos que... Ya no se fabrican... 

Observo como las féminas se marchan al vestuario a cambiarse y me encojo de hombros con cierta indiferencia - Creo que poco han estado en cuerpos militares o en determinadas misiones... La desnudez es algo natural... Es sólo piel, carne, huesos y músculos... Jamás me he sentido incómoda por mostrar mi desnudez... Al fin de cuentas no es más que un cuerpo físico, nada más... 

En estos momento la tecnología adapta las armas y el equipo al estilo de lucha de estos tiempos, aunque no tengo todos los datos por lo que no puedo porfiar. Creo firmemente que la tecnología, suponiendo que nuestro enemigo no tenga la misma, nos da una ventaja. Por eso vestimos monos de flexi-acero y no un uniforme de algodón. Aunque si la espada es mágica no tengo nada que objetar, no me entienda mal, no dudaría en pedir ayuda a Don Diego y a su espada sea esta mágica o no. 

- ¿La tecnología adapta las armas y el equipo al estilo de lucha de estos tiempos? Todo lo contrario... Los tiempos son los que se adaptan a las armas y a la tecnología... Si consideráis esta tecnología superior es porque o bien no habéis salido mucho al mundo, o bien habéis olvidado a las razas alienígenas... Su tecnología es mucho más avanzada que la que tenéis en este tiempo...  

no puedo creer que tengáis unas mentes tan primitivas

Empiezo a reír divertida ante esta frase, no puede evitar llevarse las manos al estómago por la risa - ¿Mentes primitivas? ¿Cuáles? ¿Aquellas que aceptan la desnudez como algo natural y sin connotación sexual? Lo principal en un grupo es la confianza y la naturalidad... Primitivas dice... Poco sabes de mentes primitivas... - Vuelve a reír mientras seca una lágrima de su mejilla. 

Y esa cicatriz? para nada desmerece la belleza de vuestro cuerpo, mas diría, le da cierto carisma... Es algo que podáis y queráis compartir?. Me puedo imaginar como quedaría vuestro contrincante si Sombra Negra, andaba cerca.

- ¿Ésta? - señalo la cicatriz izquierda - Ares, que no le gusta que le lleven la contraria y se dedica a arrancar sus marcas... Es un gran guerrero, atractivo, impulsivo y... borracho... No se lo tengo en cuenta... - Dice divertida - ¿Sombra Negra? - La loba gira la cabeza como confundida - No, su nombre es Nix... - Dice algo divertida mientras le acaricia el lomo - No se preocupe Don Diego, la galea lleva incorporado un visor que le permitirá realizar las mismas funciones que con un catalejo... Espere, que le busco vela y lacre... - Dice divertida mientras rebusca en una caja pequeña con el símbolo de la Escuela Mágica de Toledo - Aquí tiene... Lacre. Velas no serán necesarias, la galea también incorpora un visor multióptico. 

Miro a mi alrededor

- Bien, cuando las féminas salgan nos pondremos camino al helipuerto.... Además, comprobaremos las comunicaciones de las galeas. 

Coge la mochila médica de campo y se la cuelga, estando lista para cuando las demás también lo estén. 

NOTAS:

Los de este lado: Alexander es un tio, que hablaba ingles, exterminó a los dioses y se convirtió en el lider de una filosofía que con el tiempo alcanzó nivel mundial que sigue sus enseñanzas. Su venida es para la Petroterra como la de Jesucristo para la Tierra.

Los de "este lado" se refiere a todas las personas menos al pj de Diego. Sabéis que existe la otra tierra (Petroterra) y que allí hay orcos, elfos, gnomos... Y que se puede pasar de uno al otro lado a través de ciertos portales.
Sabéis también que en la Petroterra el nivel tecnológico es aleatorio pero su nivel mágico es superior, y se ha mantenido así durante toda su historia.

Entro en lugar cuando Ari y Eva ya empezaron a desvestirse, mis pensamientos giran en ese momento al rededor de las palabras de la Comandante y Don Diego. Empiezo a deshacerme del uniforme que había utilizado en la misión anterior , no tengo pudor y no me siento desnuda al quitarme la ropa para empezar a vestir el mono de flexi-acero, sobre todo porque  no muestro ni un centímetro de pie, llevo un mono termino que mantiene mi temperatura corporal en un grado optimo. En mi caso es algo imprescindible si tienes que pasar algún tiempo a la intemperie. 

- Por cierto bonitas gafas.

--Gracias, un recuerdo de la academia-- le devuelvo la sonrisa, no había cruzado ninguna palabra con las dos chicas con anterioridad, no tengo mucho en común con ellas, ellas simpáticas y dicharacheras y yo todo lo contrarió.

- ¿La tecnología adapta las armas y el equipo al estilo de lucha de estos tiempos? Todo lo contrario... Los tiempos son los que se adaptan a las armas y a la tecnología... Si consideráis esta tecnología superior es porque o bien no habéis salido mucho al mundo, o bien habéis olvidado a las razas alienígenas... Su tecnología es mucho más avanzada que la que tenéis en este tiempo...  

--Tiene razón Comandante, ya le dije que no poseo todos los datos, sólo era una reflexión en voz alta--. Dos puntos de vista diferentes sobre un tema de poca importancia y una reacción un tanto exagerada para mi gusto, algo que no merece gastar ni saliva ni tiempo.

Empiezo a reír divertida ante esta frase, no puede evitar llevarse las manos al estómago por la risa - ¿Mentes primitivas? ¿Cuáles? ¿Aquellas que aceptan la desnudez como algo natural y sin connotación sexual? Lo principal en un grupo es la confianza y la naturalidad... Primitivas dice... Poco sabes de mentes primitivas... - Vuelve a reír mientras seca una lágrima de su mejilla.

--Si se siente aludida puede que tenga algo de primitiva, pero no iba por usted.--

Ahora podéis leerme la mente? y decidme, que os hace pensar que es primitiva?, Quizás el hecho de no haberme arrojado sobre el cuerpo de la Comandante (tono irónico a nivel sublime), o mi indiferencia al hecho de que la naturalidad de ésta, la dejara por un momento tal y como la vida la vio nacer a ojos de aquellos que pueden ver? Iluminadme.

Por cierto, será un placer poner a vuestro servicio mi Espada y mi mente primitiva si lo precisáis, no penséis que no os he oído. Por suerte tengo 5 sentidos y se manejarlos independientemente uno de otro. Puedo ver una cosa mientras oigo otra, degusto el paladar de una buena calada de mi pipa y luego respiro el aroma del mismo, al expulsarlo... y todo ello mientras uso las manos para algo... 

 --No puedo leer la mente ni quiero, viendo sus caras y habiendo escuchado sus opiniones en la taberna he sacado esta conclusión-- la verdad es que estos rifirrafes me aburren -- Borre de su cabeza lo de primitivo es sólo una palabra--me esfuerzo por no sonreír, tengo que recordar no utilizar esa palabra no quiero tener a un Don Diego ofendido cerca de mi.