Partida Rol por web

Manari respondió a los aventureros - Deben de ser las piedras a las que hacía referencia los escritos de las paredes. Por cierto, no os hemos contratado para que destruyáis el templo Lorgan, sino para que nos defendáis y lo dejemos limpio de peligros.

Pero no hubo tiempo a más charla. De aquellas aguas emergieron otros tres esqueletos similares a los anteriores ¿Más ladrones malogrados?

Tenso el arco y disparo al esqueleto más cercano. Al fin y al cabo no van a mediar palabra con nosotros. Luego me muevo para apuntar mejor y ver si podemos flanquear a nuestros enemigos.

- Dadles duro y limpiemos el templo...

Los esqueletos vivientes aumentaron en número, y no dudé en que mis amigos les haría frente. Decidí usar mi conjuro, pues que alguno (o los dioses quieran que todos) se durmiesen, daría gran oportunidad a acabar con ellos más fácilmente.

Seguí concentrándome, un poco más, notando el poder que emanaba por mi cuerpo antes de lanzar el conjuro. Las palabras bullían en mi mente, pero aún no era el momento.. Seguí encerrado en mí mismo un poco más.

Escucho a Manari pero pocas son las palabras que pueden decirse ante el rápido aparecer de más de los esqueletos. Los observo y les miro en las aguas, y doy unos pasos para lanzarme al ataque. Sin embargo, me detengo al instante, desconociendo si en el pozo del que han salido hay algo más, tal vez una trampa, que pueda complicar las cosas.

Esperando el movimiento de los enemigos, me detengo escudo en alto y maza en mano nuevamente, esperando que se dispersen y se alejen del agua.

Dos segundos fue lo que tardaron en aparecer otros dos esqueletos. ¿Qué tendría aquel templo que mantenía las almas de los muertos retenidas? Muchos asaltantes habían intentado saquear el lugar, pero parecía que ninguno había tenido la suerte de salir vivo de allí.

Eadar dió un paso al frente para ponerse a la altura de su compañero enano, tiró la antorcha al suelo un par de metros por delante para tener libre la otra mano y sacando el escudo quedó parapetado esperando que los esqueletos se aproximasen hacia ellos.

Mut (35): Dispara a L3 -> 132 - 15 = 117 -> 16D costillas -3PV (le quedan 9 flechas)

Eadar (20) [45 de 45]: Tira antorcha, defiende ¡No tiene escudo!

Angainor (15) [59 de 59]: ¡Tira la antorcha para poder embrazar escudo! Avanza un poco y defensa

Lorgan (10): Se concentra

Karmarac (10) [45 de 45] A: Se concentra

Manari Akaji (10) [35 de 35]: Se concentra

Lesinavi 3 (-5) [21 de 40]: Se mueve y prepara para atacar

Lesinavi 4 (-5) [40 de 40]: Se mueve y prepara para atacar

Lesinavi 5 (-5) [40 de 40]: Se mueve y prepara para atacar

Mut suelta la flecha que tenía previamente cargada buscando dar en blanco. Y lo consigue, alcanza a uno de los esqueletos y le hace saltar un par de costillas por los aires, el esqueleto se resiente un poco, pero sigue avanzando hasta que se pone enfrente del mediano blandiendo el oxidado filo de una vieja espada. Al Mut le quedan 9 fechas en el carcaj.

Eadar tira la antorcha y avanzando se prepara para luchar con la espada. Echa mano a su escudo y... ops, un momento, el montaraz no tiene escudo. Tendrá que hacer frente sin él.

En enano embraza su escudo, pero se da cuenta que su barba empieza a chamuscarse por lo que ha de soltar la antorcha entre maldiciones.

Lorgan y los otros dos humanos parecen concentrados. Los esqueletos avanzan y toman posiciones, las espadas se levantan y...

No aguardo más, y lanzo mi hechizo, murmurando las palabras necesarias para hacer brotar el sueño en nuestros enemigos. Esqueletos o no, debilitándose un poco ya nos supondría una ventaja, con lo que no lo demoro más. Lo lanzo fijando mi mirada al esqueleto que ataca a Eadar, pero confiando en que alcance a algún otro también. Angainor parece tener problemas, y siendo los dos enemigos más cercanos, centro en ellos* mi magia.

No hay un segundo que perder..

Retrocedo intentando alejarme del esqueleto lo máximo posible mientras decido si cargo otra flecha en el arco o desenvaino mi espada corta. No soy bueno en las distancias cortas aunque poseo una gran agilidad y mi pequeño tamaño ayuda a que no sea un blanco fácil. 

Finalmente decido cargar una flecha en el arco mientras me alejo del esqueleto para tomar una mejor posición. 

Los esqueletos se separan, buscando a quien atacar y sin detenerse, de igual modo que lo hicieron en la otra habitación. Veo acercarse a uno de ellos y lo espero hasta que la distancia se acorta lo suficiente.

A un lado, uno de los enemigos continúa su camino para atacar a Eadar y más allá veo continuar al que Mut había atacado. Me preocupan mis compañeros pero más atención debo prestar al ser que acerca a cada paso.

Finalmente, mido el espacio que nos separa a mi enemigo y a mí, considerándolo adecuado, y me lanzó al ataque con mi maza.

El montaraz esperó pacientemente junto a su compañero. Los esqueletos avanzaban y escogían objetivo. Afortunadamente se repartieron y ninguno de los compañeros tuvo que hacer frente en solitario a más de un enemigo. 

Eadar dejó que su enemigo se adelantase y cuando estuvo a poco más de un metro, el joven dunedan avanzó e intentó asestar un fuerte golpe a su enemigo.

Mut (35): Esquiva ataque y retrocede

Eadar (20) [38 de 45]: Ataca a L5 -> 19D -> pierna -5pv -2pv/as

Angainor (15) [59 de 59]: Ataca a L4 -> 127+55 -> 23E cadera -15 -75 act at3

Lorgan (10): Lanza el sortilegio y duerme al 4

Karmarac (10) [45 de 45 quedan 18PP] A: retrocede 3 y lanza rayo descarga a L3 -> 14B 

Manari Akaji (10) [35 de 35]: Se concentra, lleva3

Lesinavi 3 (-5) [7 de 40]: Se desaturde

Lesinavi 4 (-5) [2 de 40 -75 act cadera rota At2]: Aturdido

Lesinavi 5 (-5) [14 de 40 -2xas]: Ataca a Eadar -> 86-10 -> -7 pv

La acción sucede con rapidez en estos momentos. Lorgan lanza su hechizo y consigue dormir sólo a uno de los dos adversarios, al que esté enfrente de Angainor.

Mut esquiva el ataque del esqueleto por los pelos y retrocede hacia la escalera.

Eadar ataca hábilmente a su rival fracturando la tibia el esqueleto, pero este aún se mantiene el pie pese a todo y le devuelve el ataque. El oxidado filo abre un tajo no muy profundo pero largo en el brazo del montaraz.

Angainor aprovecha la oportunidad ahora que tiene a si rival inconsciente, aunque del golpe lo vuelva a despertar. La bola con pinchos surca el aire y destroza la cadera del esqueleto. Esta cae el suelo, pero aún se arrastra por el suelo intentando recuperar su espada.

Karmarac retrocede y extiende la palma de su mano de frente, un rayo de electricidad sale de él e impacta en el Lesinavi 3 que queda momentáneamente paralizado.

Tras esquivar por los pelos el ataque y moverme lejos del esqueleto me coloco en las escaleras y disparo una flecha contra el enemigo aunque mi tiro no es de los más acertados que he realizado en mi vida.

- Mierda... - mascullo enfadado conmigo mismo

Decido subir unos peldaños para tener mejor ángulo de disparo con el arco, así podré ver mejor a mi enemigo. Saco una flecha del carcaj y me preparo para ponerla en la cuerda y esperar mi momento.

El golpe hace sonar los huesos con el chocar del arma y se siente el repiquetear de aquellos que caen al suelo. Mi respiración agitada se serena de a poco al relajarse mi brazo después del ataque. De reojo observo a mis compañeros; Mut parece haberse alejado de su enemigo y Eadar, a pesar de atacar al suyo, recibe una cortada.

Creyendo mi atacante vencido, empiezo a girarme para ayudar al Dunadan. Sin embargo, mis ojos perciben al esqueleto aun moviéndose, tratando de acercarse a su arma.

Sin dudarlo, evitando que pudiese convertirse en un mal mayor, lanzo otro ataque a mi enemigo, intentando vencerlo por completo.

Mi hechizo, a pesar de mis esfuerzos, no logró ser tan efectivo como mi deseo de que lo fuese. Sorprendentemente, Kamarac resultó ser una gran ayuda ante los enemigos, con una magia paralizadora que dejó a merced de Mut uno de los esqueletos.

Angainor parecía arreglárselas bien con el que le estaba atacando, así que, sin tiempo para volver a concentrarme, y ante la inminencia del ataque a mi amigo desenvaino mi espada con la intención de ayudar a Eadar, que ha sido herido por su adversario.

-¡Eadar, amigo, voy a ayudarte! -le advierto, y lanzo mi ataque contra el huesudo enemigo, con ganas de verlo desintegrarse.

El montaraz consigue arremeter con cierto éxito sobre su enemigo, sin embargo el esqueleto parece ser bastante más resistente de lo que el joven hubiese pensado en un principio. De hecho es así y es capaz de devolver la embestida de Eadar y contraatacar consiguiendo abrir un tajo en el brazo izquierdo del dunadan.

Un grito de dolor hace que el joven sea consciente de que es un enemigo bastante peligroso y centrando sus esfuerzos en desembarazarse de él rápidamente, agita el filo de nuevo surcando el aire esperando encontrar los frios huesos del enemigo.

Mut (35): Falla disparo de flecha

Eadar (20) [38 de 45]: Ataca a L5 -> 13C -> Antebrazo -4 -2xas at2 -> lo mata

Angainor (15) [59 de 59]: Ataca a L4 -> 150 -> 23E Antebrazo -5 At1 -> lo mata

Lorgan (10) [11 de 40 -8xAs -10Act At4]: Lanza el sortilegio y duerme al 4

Karmarac (10) [45 de 45 quedan 16PP] A: Lanza nuevo rayo de desarga -> Sin daños, no acierta

Manari Akaji (10) [35 de 35]: Se concentra, lleva3

Lesinavi 3 (-5) [7 de 40]: Ataca a Lorgan -> 126-15= 111 -> 19D -> Abdomen -10 -8xAs -10 act At4

Lesinavi 4 (-5) [2 de 40 -75 act cadera rota At2]: Aturdido

Lesinavi 5 (-5) [14 de 40 -2xas]: Ataca a Eadar -> 86-10 -> -7 pv

Karmarac lanza otro rayo de electricidad contra el mismo adversario, pero en esta ocasión no tiene tanta punteria y el rayo golpea a la pared del fondo son más efectos adversos.

Es el turno de las flechas y Mut dispara la suta también con poca fortuna, esta pasa acariciando la espada del esqueleto.

Eadar realuza un buen giro de muñeca y asesta con su espada un buen golpe al esqueleto al que se enfrenta, el filo atraviese el homóplato y el lineas descendiente va cortando y rompiendo huesos. El esqueleto cae al suelo completamente destrozado.

La maza de combate de Angainor no tiene piedad y arrasa con el medio esqueleto que quedaba a sus pies, este se convierte en poco más que polvo blanco y astillas.

Pero de pronto la batalla da un giro radical. Lorgan que acudía en ayuda del montaraz es atacado por un esqueleto que entre todos habíais dejado sólo, además en uno de los flancos. Un error grave táctico. El esqueleto hace surcar su espada y una estocada se clava profundamente en el vientre del mago (lorgan) Este palidece y cae de rodillas. Cuando el esqueleto retira la espada un torrente de sangre sale de su víctima, la vida comienza a escapársele con rapidez por dicha herida.

Al ver como nuestro compañero es herido por el esqueleto me doy cuenta de la gravedad y suelto las armas para ir hacia él a todo lo que den mis piernas.

- ¡¡¡Cubridme chicos Lorgan está malherido!!! -  grito a mis compañeros.

Veo que sangra profusamente así que rebusco en mi zurrón y saco la nuez belan que tenía para las emergencias y se la meto en la boca a Lorgan ayudándole a tragarla si es necesario. Luego saco las hojas de draff y le hago tragar a continuación todas las que tengo para salvarlo ya que debo estabilizarlo.

En cuanto las trague intentaré vendarle la herida aunque en mi zurrón no tengo vendas así que esperaré que mis compañeros me pasen alguna.