Partida Rol por web

Poco podíamos hacer el resto tras regresar sobre nuestros pasos hasta la encrucijada, tras ver que la sala del pozo no tenía ninguna salida... Salvo que hubiera alguna bajo el agua, cosa que nadie comprobó...

Por ahora Fosco seguiría adelantándose en la oscuridad de los túneles inexplorados, mientras el resto lo seguíamos atentos a lo que pudiera acontecer.

Allister con su arco en una mano y una flecha en la otra para poder armar el disparo lo más rápido posible si era menester, otros compañeros con sus armas en ristre, y todos atentos a los ruidos que pudieran delatar cualquier cosa...

Vigila ahí adentro pequeño gran valiente.

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   Empezáis a caminar a paso rápido y llegáis a un corto corredor, donde encontráis un excelente ejemplo de los trabajos en piedra que realizaban los enanos; un gran puente que se tiene sobre un negro abismo, no sabéis sin fondo, pero a efectos prácticos posiblemente tan profundo que no hay diferencia. El camino está hecho con sólidas piedras grises y el puente parece como si hubiera sido arrancado de la montaña en una sola pieza. Como el otro puente, no hay pretiles que lo protejan.

   Después de cruzar el puente y caminar durante algún tiempo por un estrecho corredor, llegáis a un punto en el que el pasadizo se ensancha hasta convertirse en una enorme puerta.

   Os introducís por el enorme portón abierto y veis con cierto asombro que habéis entrado en una de las legendarias fundiciones de la antigua Moria. Por lo que podéis ver desde la entrada, se trata de ese tipo de fundiciones donde la tribu de Durin construyó la famosa cota de malla de Moria. Y aunque no son tan conocidas como esa armadura, también se fabricaron en estas fraguas otras elegantes filigranas. Ahora estás fraguas están apagadas e inoperativas. El conocimiento para ponerlas en marcha es posible que se haya perdido aún entre los enanos.

   La cámara es una cueva natural, pero las formaciones de roca han sido modeladas, esculpidas y pulidas. Las piedras de luz instaladas en los muros bañan la estancia con un débil resplandor.

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Aunque llevaba su espada desenvainada ya, la tensión aumentó la presión en la empuñadura. Aquel ya no era uno de los corredores en los que habían estado antes. Se abrían a un espacio más grande y Baldred podía oler el peligro. Acercándose a Fosco se preparó para internarse en la habitación. Si había algo, defendería al mediano como pudiera.

Llegamos a una de las famosas y espectaculares fraguas de Moria, orgullo de la raza enana. Miré la sala y asentí a las palabras de mi amigo Baldred. Empecé a andar hacia la izquierda, revisando todas las cosas que había a mi alrededor.

-"Claro, por supuesto, amigo Baldred, siempre es un placer tenerte a mi lado. Los demás, si queréis, separaos e investigar la sala; así tardaremos menos tiempo en registrarla." Dije en alto.

 Observo la impresionante estancia con admiración, pero procuro no bajar la guardia y busco cualquier cosa que me llame la atención o posible amenaza contra el grupo...

Allister miro alrededor de la gran estancia. Era una de las famosas Salas de Fraguas enanas de la Raza de Durin el Grande.

Como era de esperar no estaban en funcionamiento, pero denotaban cierta majestuosidad incluso en el silencio que las rodeaba.

Baldred se erigió como escudo del mediano, mientras éste se dirigió al grupo, indicando que nos desperdigáramos por la gran sala para registrar en menor tiempo... No tenía Allister muy claro que eso fuera una gran idea, pero decidió buscar un lugar donde él y su arco pudieran defender al máximo de miembros del grupo. A ser posible un lugar en alto que le diera perspectiva y que alcanzara varias direcciones, sin olvidar protegerse un poco la espalda...

Yo voy hacia ese lado (A10). Si os parece bien, yo casi que formaría parejas de búsqueda, así mientras uno registra la zona, el otro vigila posibles emboscadas u otros problemas

Dejar que los demás revisaran mientras él montaba la guardia era la idea del joven rohirrin así que permaneció en la entrada pendiente que nada ni nadie se acercara sin ser visto.

—Montaré guardia mientras revisan la estancia —les dice a los demás.

Fosco (y Baldred):

   En el primer lugar que miras (A2) descubres un gran montón de finas chapas de metal. Muchas de estas pequeñas láminas están pulcramente ordenadas, esperando a que en el pasado el Maestro Herrero las introduzca en el horno, ahora frío y apagado.

  Lo siguiente es un montón de trapos y desechos (A3), bajo todo esto encuentras una pequeña pila de chapas de metal listas para ser introducidas en el horno, ahora frío. Parecen ser varios tipos de metales corrientes.

   Al lado hay una Fragua, llena de paneles rectangulares como los que has encontrado. Hace ya mucho tiempo que el fuego se extinguió en esta fundición y la piedra que estuvo envuelta en llamas ahora está envuelta en una fría ceniza. Dentro pueden verse muchas barras de metal que nunca han sido retiradas, así como alambres largos y delgados que nunca fueron cortados.

   Estás a punto de seguir, cuando un reflejo te llama la atención entre los trapos en el montón de la izquierda (A2), tras rebuscar un poco, encuentras cuidadosamente doblado en un trapo un anillo, que parece ser de plata.

Allister:

   Al acercarte (A10) observas que es una larga mesa de piedra, un rápido vistazo te dice que no hay nada de interés en ella, está vacía. Sigues pasando la pared.

   El mueble al que te vas acercando (A11), es un banco de trabajo que debió estar en su día muy bien equipado, aunque ahora las herramientas se han echado a perder. Parece que el artesano que trabajó aquí se especializó en joyería, a juzgar por el pequeño tamaño de las herramientas. Prosigues.

   Te acercas a una amplia mesa (A12), llena de papeles esparcidos, recubierta por una espesa capa de polvo que parece llevar mucho tiempo. La mesa tiene dos cajones que no parecen tener cerradura, así mismo, los papeles parecen conservarse en buen estado.

Aegon:

   Desde donde estás, puedes observar más o menos con detalle la fragua, gracias a tu visión aguda de los primeros nacidos. Aparte de los dos montones de chapas y trapos y la fragua apagada que está examinando Fosco, puedes percibir más a la derecha un montón de carbón, más bien antracita (A5). Más allá hay un banco de trabajo (A6) y al fondo un enorme armario cubierto de runas (A9) y dos columnas o pedestales. También observas la mesa de trabajo de piedra, que en su día estaría llena de objetos del día a día pero ahora no tiene nada y los dos bancos de trabajo que examina Allister.

No se me pasa por alto el anillo, que me guardo rápidamente en uno de los bolsillos de mi colorido chaleco. Ya lo miraría mejor más tarde. Ahora debía concentrarme en rebuscar bien por si hubiera más anillos... digo... alguna cosa de importancia. Me acerco a la fragua y sigo adentrándome en la sala.

 - Desde aquí veo un enorme armario cubierto de runas. - Informé al grupo, señalando en la dirección donde se encontraba. - No distingo lo que ponen, pero podría ser interesante examinarlo. No está lejos de un banco de trabajo y una fragua.

Caleb tras ver como sus compañeros buscan por la forja, se percata de que algo llamaba la atención a Aegon, se acerca a el.

-¿Has visto algo compañero?. Te acompaño a inspeccionarlo.

Mientras Urko olisquea por la forja sin separase mucho de mi.

Veo que no hay gran cosa de interés, ya que todo se ha estropeado por el abandono, no obstante me fijo en dos cajones, aunque la prudencia me indica que aun no viendo una cerradura, esto está dentro de una fortaleza enana y pudiera ser que tuviera algo, así que pienso en llamar a Bain.

Si que me fijo en los legajos y papeles que al parecer se conservan, lo cual nos indica que la humedad aquí  a dentro es mas bien baja... Les doy un ojo por encima para fijarme si entiendo lo que ponen. A saber si es Oestron, o la rara lengua que utilizan los Enanos.

Estoy bastante atento a si veo algo que parezca una especie de testamento o contrato, aunque esté escrito en Kuzduk. He visto suficientes contratos Enanos allá en Lago y Valle. Puedo no entender que dice, pero la estructura no creo que varíe en demasía...

Maese Bain, acérquese por favor, he encontrado algo que igual puede ser importante...

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   Os acercáis al armario. De lejos las runas podían dar lugar a dudas, pero de cerca se disipan. Si tenían alguna magia, esto fue en el pasado, no sentís ningún poder mágico ni parecen ser ningún encantamiento. Es un armario grande que contiene cuatro grandes cajones y un juego de puertas. Cada uno de los cajones está decorado delicadamente con unas flores entrelazadas por un fino hilo de oro.  

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   A vuestro lado pasan Aegon y Caleb con su perro Urko y se dirigen al armario del fondo (A9). Tras dejar la fragua Fosco examina el montón de piedras (A5) que resulta ser... carbón. Te fijas, Fosco, entre los trozos de carbón hay un sucio pergamino. Lo recoges sin dificultad.

   Baldred y tú podéis observar que parece ser un proyecto de ingeniería para la construcción de un puente-trampa. Por los dibujos detallados, parece ser un gran torno y un mecanismo de acero que funciona mediante una rueda dentada sujeta el puente y le permiten girar lateralmente hacia un gran abismo en caso de peligro. Podéis quedaros con el plano o dejarlo tirado donde estaba.

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