Partida Rol por web

Una explosión, una columna de humo... Arde el amanecer en Nueva York.

La Llama, ya con los músculos en tensión para saltar al agua y darse un buen chapuzón, de repente repara en la aparición de SUT, nadando como si nada entre los muelles. Con un gesto intenta hacer notar su presencia y posición a la enmascarada y le pide que se acerque mientras la espera agazapada tras unos setos altos.

Parece que SUT está bien, pero me temo que no se puede decir lo mismo de su cuartel, espero que haya podido salvar a sus amigos. Y, ¿dónde andará Wolf?

SUT llega a toda velocidad hasta donde se encuentra la Llama. Tras su máscara los ojos de la mujer destilan rabia, y tristeza, todo a la vez.

-¡Llama! Joder, ¡por lo menos tú estás bien! The Wolf... ha caído. Y yo voy al ITAK. Kaliópolis... me temo...

No se detiene a hablar, sigue moviéndose en dirección a su base, haciendo un gesto a la enmascarada para que comprenda que tiene que averiguar qué le ha sucedido a su amigo y mentor.

-Hay un traidor entre los nuestros. Entre los que estuvieron en esa primera incursión que organizó Quest. El propio Quest dijo que alguien había alertado a Towers, ¿recuerdas? Pues está claro. El hijo de puta se está cargando a todos los enmascarados... caeremos todos... Wolf... ¡Maldita sea! Y sabes... no puede ser Sombra. Sombra ha estado en el UI, sabía donde está mi base. En cambio, he sido víctima de una trampa para localizarla, así que quien la ha tendido, no sabía su situación. Eso nos deja solo al Espantapájaros y a la Reina Negra...

Sigue corriendo, esperando que sus palabras se abran paso hasta la mujer, que ella entienda...

- ¿The Wolf?, la Llama tuerce el gesto, haciéndose evidente que la noticia le ha dolido realmente. - SUT, ese tipo enorme de los músculos acaba de entrar ahí dentro, dice y señala al edificio en llamas- y también hay varias decenas de esos jodidos SWAT... ¿estás segura que quieres entrar ahí dentro?, te ayudaré si me lo pides, pero creo que lo mejor es que salgamos de aquí cuanto antes....

La Llama se queda inmóvil, esperando la respuesta de la que, al parecer, es la única vigilante en la que aún puede confiar.

La enmascarada se detiene, y se gira hacia la Llama, que pone cordura al desvarío de su ansia por salvar al Doctor. Por dos veces abre la boca, buscando las palabras, una salida. Por fin, niega con la cabeza, y la abate, vencida. E, inmediatamente la levanta de nuevo, retadora. Una luz brilla en la lágrima que se ha formado en sus ojos.

-No quiero entrar ahí dentro, no creo que eso sea posible... SUT no puede. Pero Liza si... soy la única pariente del Dr. Kaliópolis, y aunque hayan descubierto el UI, y lo hayan destrozado, debo comprobar que Kal está vivo... imagino que Liza debe estar fuera de toda sospecha. Está lisiada, realmente hay informes médicos de que eso es así... nadie sabe que mis lesiones curaron por efectos tanto de la tecnología como de mi voluntad. Creo que si es necesario... actuaré de señuelo. Pero entraré. ¿Qué me dices? ¿Qué te parece?

Mientras espera la respuesta de su mucho más coherente y fría compañera, se arranca la máscara, y sacude su cabello. Es paradójico el contraste, Llama manteniendo la frialdad, Ella bajo la Marea, ardiendo...

La imagen de una vigilante desprendiéndose de su máscara no es un gesto común. Incluso a ella misma, las veces que se cambia delante de un espejo, le sorprende esa transición entre el personaje fantástico que es la Llama Negra, tan fría, tan dura, tan enigmática, y la simple Sarah Welles, una chica moderna, deportista y trabajadora, como las hay a miles en toda la ciudad. De la misma manera, la aparición de una persona normal bajo la máscara de SUT descoloca por unos momentos a la Llama. ¿Quién es la tal Liza?, ¿a qué se dedica?, ¿por qué se ha metido en este mundo de riesgo y muerte?.

Tras el shock inicial, la Llama consigue dedicar unos segundos a valorar el plan propuesto por SUT ( ¿o ha sido Liza?). Un plan peligroso, posiblemente mortal, demasiado riesgo para un objetivo final poco claro. Parece claro que ese doctor es muy importante para ella y desde luego es normal que quiera arriesgarse por él, pero es posible que ya no se pueda hacer nada por él después de la explosión o incluso que se haya puesto a salvo desde el principio. Sólo en el caso de que esté en peligro aún, valdría la pena entrar ahí, pero en ese caso SUT acabaría por revelar su identidad secreta y nunca más volvería a estar a salvo...

- SUT, digo... Liza, tu plan es muy arriesgado, pero entiendo que quieras entrar y buscar a ese doctor al que debes apreciar realmente. Yo no puedo acompañarte así, dice señalando con sus manos hacia su traje de licra plástica,- ni creo prudente revelarme por ahora, así que me temo que no podré entrar contigo. Dime cómo puedo ayudarte... no quiero que te ocurra nada...

-No lo sé. No sé cómo, ni quien en realidad, puede ayudarme. Y creo que no es justo que te arrastre en mi búsqueda, Llama. Me disfrazaré de mi misma, me pondré la máscara de Liza, y entraré en el ITAK. Mentiré, seré la Liza inocente y lisiada, vulnerable, que ha acudido a toda prisa en cuanto ha comprendido que el Instituto estaba ardiendo. Con gabardina, gafas, y botas ortopédicas, renqueando. Veremos qué encuentro ahí dentro...

La Llama revisa los micros que tenían para el plan del bufete. ¡Quedaba uno! Rápidamente ambas mujeres lo situaron entre las ropas de Liza. Por desgracia no tenían un segundo micro para poder comunicarse con la Llama, pero aquello debería valer al menos para saber que estaba pasando.

- Me quedaré aquí, atenta a lo que te ocurra y no dudaré en entrar a por ti si es que tu engaño se descubre. Puedes contar conmigo, Liza...

Liza duda un segundo. Pero sin máscara, es eso: Liza. Así que en un arranque, abraza a la Llama, y asiente contundente.

-Lo sé. Gracias. Deséame suerte, es lo que nos puede hacer decantar la balanza.

Tras lo cual, una Liza en gabardina, botas ortopédicas y recostada en su bastón para minimizar su cojera, que a pesar de eso es importante, se adelanta hacia el humeante edificio del ITAK, renqueante...

Mientras Liza se aleja hacia el ITAK la Llama regresa a su punto de ocultación, atenta a lo que sucede por el micro.

Liza se aproxima cojeando al ITAK, apoyándose en su bastón. En cuanto alcanza el patio delantero la escena la sobrecoge: parte de la cúpula del instituto se ha venido abajo por la explosión y las llamas lo devoran todo. Aún no han llegado los bomberos pero hay dos furgonetas de los SWAT enfrente y un operativo policial de media docena de coches alrededor del ITAK. Es imposible que la policía haya llegado tan rápido a la explosión. Algo va realmente mal.

No necesita fingir una cara de espanto y miedo. Liza está asustada por la suerte que pueda correr el doctor. Sabe que el UnderITAK es resistente y que la explosión no puede haber dañado las instalaciones pero... ¿qué pasará ahora?

Un policía parece percatarse de su presencia y avanza rápidamente para interceptarla. En la zona de la explosión Liza ve una figura conocida: ¡es el tipo de rojo y blanco! ¡El superhombre! ¡Acaba de entrar por un hueco dejado por la explosión seguido por una unidad de SWAT!

- Por dios,- dice el policía por el comunicador de su hombro - ¿no habéis cerrado el perímetro del parque? Tengo aquí a un civil. ¿Donde coño están los bomberos?

Después se vuelve hacia Liza:

- Señorita, por favor,- dice el policía detiéndola firme pero amablemente - no puede pasar. Vuelva a su casa... Esta es una situación de riesgo...

Como para darle razón se escucha otra explosión en el interior del instituto y parte del techo se desploma.

La Llama escucha la respiración de Liza mientras se aproxima al lugar. Por desgracia está demasiado lejos y no puede ver nada, ya que el ITAK queda más allá de una zona arbolada. En ese momento oye una voz por el micro de Liza, alguien habla a gritos aproximándose a ella:

- Por dios, ¿no habéis cerrado el perímetro del parque? Tengo aquí a un civil. ¿Donde coño están los bomberos?

Luego la voz suena más cercana y calmada:

- Señorita, por favor, no puede pasar. Vuelva a su casa... Esta es una situación de riesgo...

Se escucha un estruendo de fondo, como un edificio derrumbándose o algo similar.

-¡Soy Liza Cooper, trabajo ahí! El Doctor Kaliópolis es mi tutor, ¡Esta es mi segunda casa, agente! ¿Qué ha ocurrido? ¡Dios mío! ¿Donde está el Doctor...?

- ¿LIza Cooper? - el policía parece un tanto sorprendido - Un momento señorita. Espere aquí por favor. Voy a llamar a un superior para que pueda informarle del accidente...

El policía retrocede hacia los coches patrulla. Allí hay varias personas en ropa de calle y un par de tipos de traje. Todos permanecen atentos a lo que sucede en el ITAK.

- ¿LIza Cooper? - el policía parece un tanto sorprendido - Un momento señorita. Espere aquí por favor. Voy a llamar a un superior para que pueda informarle del accidente...

-Está bien, vaya a buscar a su superior...

Le veo alejarse, y mientras lo hace susurro como si hablara sola, por el nerviosismo.

-Varios hombres de traje en los coches patrulla, mirando hacia el ITAK. Va hacia allí. Me estaban esperando, por su reacción. Veremos...