Partida Rol por web

Bajo la Negra Cruz

Frágiles Alianzas

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28/11/2008, 04:19
Director

EL DESFILE CORTESANO

Corre el frío invierno de 1211, y ha pasado el ciclo lunar que aguardaban. La Luna se alza llena nuevamente entre las estrellas.

La noche comenzó oscura, silenciosa, pero cargadas de tensión y pavor. Los ciudadanos rara vez salen después del anochecer, pero esta noche parece que son todavía más cautelosos. Las puertas y ventanas están cerradas a cal y canto, y las luces permanecen apagadas. Al no notar distinción entre el frío de la noche y el que se filtra de las casas, puedes pensar que todos los mortales han abandonado la ciudad.

Es una ciudad no muy grande, y los caminos de la zona se unen es una gran vía que se abre paso por 1 Km. hasta la arcada que les da la bienvenida. Este parece estar en remodelación, y varias herramientas y pedazos de hierro yacen en la tierra a un costado.

Al continuar el camino principal entráis en la ciudad, y las casas, tiendas y construcciones precarias se suceden, aumentando en cantidad y en ostentosidad. Al fondo del camino principal, se alza hacia el cielo una poderosa fortaleza, lo único levemente iluminado en la noche.

Al acercarse pueden ver el majestuoso fuerte, y dentro, una enorme mansión, con la escalinata iluminada por antorchas, y algunos caballeros teutones a modo de custodia. Esta mansión se encuentra a la derecha de la entrada al fuerte, lo que hace que desde afuera solo pueda verse un leve reflejo de lo que sucede dentro.

En la escalinata los recibe un trío, excelentemente ataviado, compuesto por una mujer de apariencia noble, aunque en muy buen estado físico. Junto a ella, dos hombres, un caballero teutón, callado, a un lado, y otro caballero, pero con un distintivo distinto: una gran cruz negra cruzando su pecho. Mientras los invitados se acercan, se los ve intercambiando algunas palabras.

 

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28/11/2008, 04:20
Director

EL DESFILE CORTESANO

Corre el frío invierno de 1211, y ha pasado el ciclo lunar que aguardaban. La Luna se alza llena nuevamente entre las estrellas.

La noche comenzó oscura, silenciosa, pero cargadas de tensión y pavor. Los ciudadanos rara vez salen después del anochecer, pero esta noche parece que son todavía más cautelosos. Las puertas y ventanas están cerradas a cal y canto, y las luces permanecen apagadas. Al no notar distinción entre el frío de la noche y el que se filtra de las casas, puedes pensar que todos los mortales han abandonado la ciudad.

Es una ciudad no muy grande, y los caminos de la zona se unen es una gran vía que se abre paso por 1 Km. hasta la arcada que les da la bienvenida. Este parece estar en remodelación, y varias herramientas y pedazos de hierro yacen en la tierra a un costado.

Al continuar el camino principal entráis en la ciudad, y las casas, tiendas y construcciones precarias se suceden, aumentando en cantidad y en ostentosidad. Al fondo del camino principal, se alza hacia el cielo una poderosa fortaleza, lo único levemente iluminado en la noche.

Al acercarse pueden ver el majestuoso fuerte, y dentro, una enorme mansión, con la escalinata iluminada por antorchas, y algunos caballeros teutones a modo de custodia. Esta mansión se encuentra a la derecha de la entrada al fuerte, lo que hace que desde afuera solo pueda verse un leve reflejo de lo que sucede dentro.

En la escalinata los recibe un trío, excelentemente ataviado, compuesto por una mujer de apariencia noble, aunque en muy buen estado físico. Junto a ella, dos hombres, un caballero teutón, callado, a un lado, y otro caballero, pero con un distintivo distinto: una gran cruz negra cruzando su pecho. Mientras los invitados se acercan, se los ve intercambiando algunas palabras.

Esto es todo lo que ven desde adentro. Apostados en el hall, pueden ver a lo lejos la arcada, y la entrada a la ciudad. En la escalinata a Lucrecia y sus acompañantes, y solo un puñado de criados, ghouls y algunos caballeros están ahora en el hall junto a ustedes.

El hall es una estancia grande, con columnas, pero que no se compara con la magnificencia de otras habitaciones, y mucho menos, con el gran salón. Hay algunos cuadros en las paredes, una docena de puertas, pero nada más. Solo las velas de la gran araña pendiente y las baldosas brillosas dan vida a la estancia. Delante de ustedes, la puerta de tres placas se encuentra abierta, y parece entrar mucho frío por allí, a pesar de no haber viento.

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28/11/2008, 13:45
Barend Nolte

En silencio miro alrededor. Todo esta perfecto y desde que abrí los ojos esta noche lo estuve supervisando. Pero ahora el momento ha llegado.

Hago una venia respetuosa bajando la cabeza ante Lucrecia

Mi señora espero que esta noche sea de su complacencia, estoy orgulloso de acompañaros.

Ella sabe que puede contar con migo.  Espero su respuesta callado, mientras observo que detrás mío hay dos figuras conocidas, el consejero y la servidora.

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28/11/2008, 18:46
Marcia Agripa

Un carruaje modesto pero solemne se había situado en la entrada al lugar y del pescante había bajado un lacayo, presto a abrir la portezuela y tender su brazo firme para que del interior una mujer asiera su mano y lo utilizara de apoyo para tocar tierra.

La mujer viste ropas que denotan su nobleza, aunque no propias de aquella parte del mundo. Su vestido es de una tela gruesa color gris perla y muy bien confeccionada, con guardas y ribetes plateados en sus bordes. Lleva una túnica de un gris más oscuro que le cubre la cabeza, la espalda y que recoge a modo de gran chal rodeando sus brazos. Su rostro se halla oculto por la misma túnica de ricos bordados.

El muchacho que la lleva asida de su brazo, camina paciente hacia la entrada, mientras la dama de visible fragilidad en él se sostiene y da pasos acompasados pero al fin señoriales. Semeja una dama de alcurnia que pese a verse enclenque, no deja de sentirse una señora.

Ambos llegan a la entrada donde aquellas tres figuras permanecen. Entonces y con voz firme y de buena tonada femenina, ella les saluda.

-Saludos buena dama -inclina suavemente su cabeza de rostro oculto ante la mujer- y atentos caballeros -ahora hacia los hombres y con la misma formalidad. -Disculpad mi intromisión, pero deseo presentarme ante quien corresponda, pues he sido invitada por el señor de estas tierras.

El joven lacayo está casi tan atento como su señora y parece ser diestro en las artes de las buenas costumbres, pues al tiempo se inclina gracilmente ante la dama y los caballeros; y a pesar de saberse que es un sirviente, sus ropas también son de fina hechura y bellos colores.

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29/11/2008, 15:13
Lucrecia von Hartz

Sonrie levemente, y con la misma expresión, y los ojos levemente entornados, contesta:

Muchas gracias Barend. Sé que harán muy bien su trabajo, pero procura quedarte dentro. Comienzan a llegar los invitados.

Señala levemente el camino, cómo se acerca un carruaje.

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29/11/2008, 15:36
Lucrecia von Hartz

Se para muy erguida para presentarse, mirando directo a sus primeros invitados.

Le doy la bienvenida, emisaria, a las tierras de Lord Jurgen. Soy Lucrecia von Hartz, de la órden de la Cruz Negra, compañera de Lord Jurgen. ¿A quien tengo el gusto de presentarme?

Se inclina levemente.

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29/11/2008, 15:38
François Kaloros

 

   Llega un carruaje obstentoso en lujo,primero baja  su  criado ,que preparan una escalinata para que baje su señor,despus sus dos escoltas,dos  ninjas ,una atabiada con un kimono rojo carmesi que le ocultaba todo su cuerpo y otra con un kimono violeta oscura ,las dos portando a sus espaldadas una Katana y un shuriken(espada corta)los escoltas se colocan flanqueando el carruaje y hazto seguido se baja un noble de gran porte de prendas llamativas a la par de elgante  y bien enjollado,echa una ojeada general y ve que hay comite para recibir a los invitados,con paso firme y la cabeza alta con una mano a la espalda y otra en el pecho y flanqueado por su guardia se dirije hacia ellos y dice.

www.goear.com/listen.php

 

Soy el Conde de Paris Francois Kaloros y estoy invitado por Lord Jurgen asu ceremonia de gobierno(enseño la invitación)

Observo que antes de llegar estaban dando isntruciones a una invitada de aspecto poco agraciado.

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29/11/2008, 16:08
Sigfried von Staufenberg
Sólo para el director

Notas de juego

Perdón, pero no me quedó claro una cosa: ¿uno de los caballeros teutónicos que está al lado de Lucrecia es Sigfried?

Estuve unos dias bastante complicado, ahora empiezo a postear más seguido.

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29/11/2008, 16:18
Director

Notas de juego

Si, estás junto a Lucrecia observando todo esto, y podés intervenir en lo que quieras. No hay drama.

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29/11/2008, 16:19
Lucrecia von Hartz

Cruza una mirada con Sigfried, dibuja una leve sonrisa en su rostro, que se esfuma rápidamente al comenzar a hablar. Su tono se torna autoritario.

Le doy la bienvenida Kaloros, a las tierras de Lord Jurgen. Soy Lucrecia von Hartz, de la órden de la Cruz Negra, compañera de Lord Jurgen.

Hace una leve reverencia.

Notas de juego

Un Shuriken no es una katana corta. Es una estrella de metal arrojadiza. Es obvio que si vas a una celebración como esa no puedes ingresar con armas...

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29/11/2008, 17:40
François Kaloros

 

Una sonrisa aparece en mi rostro y  con un tono cortes digo.

Un placer conocerla Señorita Lucrecia y de acudir a la celebración de su esposo Lord Jurgen

Le beso la mano como un caballero ,y llamo a mi criado.

Le he traido un pequeño presente nada sin importancia,nose si entregarselo ahora o mas adelante en la celebración,lo digo porque cuando entregue  el regalo que tengo para Lord Jurgen no ensombrezca el suyo.

Hago un ademan ami criado para que traiga el presente.

 

Notas de juego

 

 Si despues me di cuenta que no era esa arma a la que me referia ,ninjatô,no pretendia entrar con mis guardias en el salon ellos se quedarian a las puertas

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29/11/2008, 18:04
Lucrecia von Hartz

Ya habrá tiempo, mi querido Kaloros, de palabras bonitas y presentes. Por lo pronto, puede entrar, hay algunos invitados ya dentro.

Señala gracilmente hacia adentro, pero su rostro permanece serio y desapacionado.

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29/11/2008, 18:01
Marcia Agripa

En el momento en que la recién llegada iba a pronunciar su gracia para presentarse, hizo su aparición un caballero acompañado de un séquito bastante particular. Prefirió entonces guardar silencio para acompañar los respetos al ser una invitada al evento y esperó a que el caballero se presentara, luego de lo cual escuchó la forma un tanto distante con que Lady von Hartz le respondía a éste.

-Es un gusto para mí, lady von Hartz. Soy Marcia Agripa, de la antigua casta de los Agripa, de la vieja Roma. Aquí está nuestra invitación. -Y con un gesto de cortesía suave, le solicitó a su lacayo le entregara la nota, lo cual hizo al instante y de muy buena manera.  -Schwarzes Kreuz...! -Dijo entonando un alemán de buena dicción de forma interesada mientras dedicaba una sonrisa entre las vendas que ocultaban gran parte de su rostro, sólo siendo visible sus ojos aún bellos y oscuros. -¿Domus Hospitalis Sactae Mariae Teutonicorum? -Preguntó ahora en latín, tal cual se llamaba la orden Teutónica, la cual ostentaba la cruz negra.

 


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29/11/2008, 21:27
Sigfried von Staufenberg

El caballero de la cruz negra observaba a los recién llegados con gesto orgulloso pero cargado de respeto. Su regio porte y sus cuidadas pero simples vestimentas lo proclamaban claramente como miembro de la realeza, aunque su mirada escrutadora y aguda le daba un cierto aire similar al de un ave de presa.

Presenciaba las introducciones formales de los visitantes en un mutismo absoluto, inclinando su cabeza con deferencia ante los recién llegados, aunque sin demostrar mayor excitación. Su función no quedaba del todo clara, puesto que Fraulein Lucrecia parecía llevar las presentaciones con elegancia y soltura, y por otro lado, su impronta distaba mucho de ser la de un mero guardia de palacio. Solo cuando el sujeto venido de París hizo su entrada, pudo notarse alguna actividad en el pétreo semblante del caballero. Su gesto de desconfianza era inconfundible, y la mirada que dedicó a ambos escoltas podía haberlos fulminado en el acto.

No estaba claro el motivo de su disgusto, pero era evidente que sentía una repugnancia mal disimulada por el visitante. Tal vez había sido su falta de cortesía, pues el ingreso del sujeto había sido notoriamente intempestivo, ignorando descaradamente a la otra dama que pretendía mostrar también sus respetos. O puede que las extrañas vestimentas de sus acompañantes les otorgaran un cierto halo sospechoso. En cualquier caso, el caballero no dedicó más que una seca reverencia a modo de saludo forzado, y su mirada suspicaz acompaño al grupo hasta que hubieron ingresado al castillo.

Unas palabras pronunciadas suavemente en latín lo devolvieron a la realidad. Dedicó una profunda mirada a quien las había emitido, y luego le dedicó una curiosa sonrisa. Miró por unos momentos a Lucrecia y luego volvió sus ojos a la recién llegada. Finalmente, la saludó con una reverencia bastante pronunciada, la única muestra de respeto sincero desde que había ocupado su lugar junto a la entrada.

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30/11/2008, 23:31
Guillermo de Augsburgo

Ataviado con mis mejores galas abandoné bastante temprano mi refugio para dirigirme a la mansión de lord Jurgen. Será conveniente que nos demos prisa. No quisiera hacer esperar a Jurgen. Al mismo tiempo que voy pensando eso, Suhaila a mi lado sostiene mi brazo y empieza a tirar de él mientras avanzamos rápidamente por las callejas nevadas. No querrás enfadar al señor llegando tarde, ¿verdad? -dice sin un ápice de comicidad en la expresión.

Cruzando la puerta que da acceso a la mansión los guardias nos ceden el paso sin cruzar más que una breve mirada en la que soy reconocido de forma inmediata. Echando un vistazo a ambos lados del hall veo a los criados desplazarse con presteza en múltiples direcciones. Perfecto aún están dando los retoques finales. Complacido por nuestra pronta llegada empiezo a quitarme la capa, con cuidado de que los pocos copos de nieve que han caído sobre ella no vayan al suelo. Por favor encárgate de dejarla a buen recaudo -digo haciéndole entrega de la misma a Suhaila. Comprueba si hiciera faltar ayudar en algo yo he de quedarme aquí recibiendo a los invitados.

Paseo examinando los cuadros con falso interés hasta que llegan el resto de mis acompañantes a quienes saludo cortésmente. Dama Lucrecia, estáis espléndida esta noche. Estoy convencido de que la celebración estará a la altura de las expectaciones -digo y tras lo cual añado una ligera inclinación de cabeza a los dos caballeros. Aishe, Barend. Buenas noches tengáis. A continuación les hago compañía mientras vamos recibiendo a los invitados, a quienes intento recibir de la mejor forma posible dentro de mis limitadas capacidades sociales.

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30/11/2008, 23:46
Guillermo de Augsburgo
Sólo para el director

Notas de juego

Hago un esfuerzo por despertar pronto esa noche y aprovecho el tiempo extra para preparar sangre tanto para mí como para Suhaila, de manera que vayamos bien alimentados a la celebración, en caso de que surgiera cualquier imprevisto. Antes de abandonar el refugio charlo unos instantes con ella indicándole que deambule por la celebración con los oídos y los ojos bien atentos a cualquier suceso relevante.

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30/11/2008, 23:45
Lucrecia von Hartz

Toca levemente la mano de Sigfried, mientras deja pasar a Kaloros. Queda en duda su exacta intensión.

Sonríe a Marcia ampliamente, y con el semblante alto.

Un placer, Marcia Agripa, de la vieja Roma Nosferatu. La casa de Lord Jurgen, será tu refugio esta noche. Espero te sientas cómoda. Y sí, heme aquí, con el buen señor Sigfried, Schwarzes Kreuz und Domus Teutonicorum, a disposición de nuestros invitados.

Hace una respetuosa reverencia y le permite presentar sus respetos a Sigfried.

 

Notas de juego

Marcia: Recuerdas haber visto a esta mujer en otra ocasión, y notas que te recuerda.

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01/12/2008, 00:29
Sigfried von Staufenberg

- Siempre es un honor recibir a invitados tan refinados. Por favor, no vacile en hacerme llegar cualquier inquietud que le surja durante su estadía. A pesar de mis obligaciones, creo que siempre podré disponer de algún tiempo para atender a sus solicitudes... tal vez incluso personalmente. Tómelo como una atención por parte de nuestra amada Orden. Alguien que cuenta con el respeto de Fraulein Lucrecia no merece menos…

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01/12/2008, 13:14
Grisel

Durante todo el viaje Lady Rosamond a estado aleccionandome sobre las constumbres y normas de etiqueta que debo seguir en una reunion tan importante como esta. Rosamond esta radiante con un vestido color marfil y un precioso collar de pelar adornando el escote de su vestido.

Yo visto mas discretamente, solo soy una chiquilla y mi aspecto no a de ser demasiado llamativo mas entiendo que la belleza de mi vestido reside en su sencillez confeccionado con una tela de excelente calidad, en un tono azulado sin escesivo escote ni grandes alardes.

Al llegar un criado ayuda galantemente a mi sire a descender del carruaje, despues tiende su mano hacia mi y acepto su ayuda para bajar. He de mantenerme en un segundo plano para no quitar protagonisto a lady Rosamond quien saluda con extrema cortesia a la dama que aguarda nuestra llegada en la puerta.

- He tenido a bien traer a mi chiquilla.- Escucho decir a Lady Rosamund, es la frase que escogio para presentarme.- Espero no haberme extralimitado.- dice con una estudiada sonrisa.- Estaba tan ilusionada con la posibilidad de asistir y conocer al nuevo regente que no pude negarle tal placer.

Me acerco con la mirada baja y sumisa mientras lady Rosamond me presenta del modo mas forma que conoce.- Lady Lucrecia de Von Hartz, consorte del principe Jurgen, os presento a mi chiquilla, lady Grisel de Islington.

Una reberencia acompañada de una leve sonrisa y con tono convenientemente estudiado afirmo.- Es un placer para mi conoceros Lady Lucrecia y un honor el poder presenciar tan ilustre ceremonia.

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01/12/2008, 16:35
Marcia Agripa

 

-Sois muy amables. –Responde suavemente con esa voz de mujer que tanto la caracteriza. –Y estoy segura de reconocer vuestro rostro, mi lady. No cabe duda de ello. Sólo me resta recordar el momento y la ocasión. Es un placer para mí el haber sido invitada y el poder asistir. Y por supuesto que también podéis contar conmigo para lo que gustéis o dispongáis. Soy vuestra humilde servidora.

Marcia se inclina un tanto, para acompañar sus palabras en signo de agradecimiento a la hospitalidad recibida, y su joven lacayo no deja de mostrar ese semblante relajado y ameno mientras continúa asiéndola por el brazo.

-Caballero von Staufenberg, es usted igual de amable que lady von Hartz. –Agradece. –Me alegra cruzar palabras con personalidades de una orden tan noble como la vuestra. Seguramente tendremos ya tiempo de platicar en otra ocasión. No deseo importunarles con mi persona aquí en la entrada, impidiéndoles el recibir y saludar a los demás invitados. Así que si me permiten…

Ya se aproximaba una regia dama junto a una hermosa joven secundándola. Así que Marcia luego de inclinar su cabeza en forma de discreto saludo para las recién llegadas, hizo lo propio con quienes la recibieran y le indicó a su lacayo que la condujera hasta el interior de la edificación.