Partida Rol por web

Miro de arriba a abajo al individuo que nos ha dirigido la palabra y, mientras contesto, me voy desplazando hacia la zona mas oscura del callejón.
Vamos. Ante todo, comportemos con el grado de corrección adecuado. Pues creo con....
Y en ese preciso instante, mi láser surge en mi mano como si de un truco de magia se tratara.
Apunto al que parece al jefe de ente trio de pateticos impresentables y ahora, con un tono de voz muy diferente, añado.
Tu mismo. Que ocurra lo que tenga que ocurrir

Ya estamos empleando las armas en lugar de hablar. No se yo diría que Azor quería que mantuviéramos la tranquilidad mientras intentaba resolver las cosas pacíficamente.

Girando despacio hacía ellos. – Si somos mercenarios de Los Ases de Hierro alguno de tus jefes ya nos conoce como unidad. Estamos aguardando a nuestro jefe de lanza que esta entrevistándose con los tuyos.

Mirando a Peterson y el que parece el jefe de los yakuzas. – No creo que ninguno de los dos apruebe que por nuestra cuenta decidamos que el asunto que tienen entre manos acabe a tiros sin haber dado la orden.

Al oír a Michel, una vez mas aparece en mi rostro cierta mueca característica. Y sin dejar de apuntar a la rata de la Yakuza que tengo delante, digo.
Buena argumentación amigo mio. Si este individuo, por llamarlo de alguna manera, la acepta, no tendré inconveniente alguno en enfundar de nuevo. Pero espero que os haya quedado claro a ambos, la clase de gente que forma parte de estos clanes de tatuados.
Mi rostro cambia. Mis ojos se entrecierran mirando al Yakuza. Y sin desviar ni un milímetro mi arma de su pecho, añado.
Ya sabes quienes somos. Auténticos guerreros y no inocentes sin posibilidad de defenderse. Pero también, has oído a mi compañero.
La decisión es tuya.
Y permanezco totalmente atento a los movimientos del Yakuza y de sus compañeros.

Azor sigue al delgado Katsura a través de varias estancias. A su paso, el mechwarrior se adentra en un mundo complétamente opuesto a la estricta vida de los acólitos de ComStar.

el color rojo predomina, crando una atmósfera lujuriosa que a Alvarado se le antoja opresiva:
-es como bajar al infierno...-
Los clientes sonríen al ver al joven mafioso mientras que en las meretrices se dibuja el miedo en su rostro.

Al atravesar una puerta, Azor se encuentra que dos guardaespaldas se han situado a su espalda.

Los matones reaccionan a la sorpresa de Azor llevando sus manos a las empuñaduras de unas katanas algo mas cortas, anchas y rectas de lo que conoces.

El gesto sin embargo no se corresponde con la voz de hombre, que suena formal y respetuosa:
-No se mueva señor, tengo que registrarle y requisar sus armas- El hombre habla con un acento aún mas marcado que Katsura. consciente de ello añade:
-¿Me ha entendido?-

El hombre espera erguido la respuesta del mechwarrior.

Katsura por su parte abre las manos y añade:
-Es una mera formalidad. Le prometo que le llevaré a ver al señor Tancreo en cuanto hayamos acabado-

...Mientras en el callejón:

Cita:

El Yakuza se queda petrificado ante lo que realmente parece un truco sobrenatural. Los tres hombres escuchan nerviosos lo que estáis diciendo y paracen reconsiderar como os habían medido a primera vista.

Cita:

Tras sopesar su respuesta el hombre levanta un poco el cañón de su arma y dice:
-Si ya os conocen, no tiene sentido que andéis husmeando por aquí.- dice frunciendo el ceño.

El jefe hace una señal al de la escopeta y añade indicando la puerta metálica:
-Ahora váis a pasar ahí adentro y vamos a comprobar si lo que habéis dicho es cierto-
Después hace una seña al otro matón para que esté atento
-No quiero ningún truco más, ¿Está claro?-

Asiento satisfecho al ver como evoluciona la situación. Lentamente, bajo mi arma para enfundarla y dando un paso al frente aproximandome al yakuza, digo.
Muy bien. Veo que has optado por el camino de la prudencia. Es, indudablemente, una sabia eleccion.
Y de nuevo se arquean las comisuras de mi boca imperceptiblemente hacia arriba antes de añadir.
Te felicito por tu demostración de sabiduria.
Y tras decir esto, me aproximo a mis compañeros.
Pues bien, creo que nada se nos ha perdido en este callejón.
carraspeo levemente y añado con rapidez y bajando el tono de voz hasta apenas un susurro.
No se si es conveniente que entremos todos. Pero nunca me gusto la idea de que Azor se adelantara solo.
Y dicho esto, me encamino hacia la salida del callejón.

Estoy en su casa me ceñire a su reglas, al menos por ahora.

Muy despacio lleva su mano izquierda hacia la pistola de enrgía y la coje por su parte posterior,igualmente hace con el cuchillo el cúal es entregado con la hoja hacia Azor y la pistola a cualqiera de los guardias. Ymientras le registran dice en un tono de voz muy calmado;

Me va permitir que le haga una observación,como usted comprendera estoy aqui para llevarme a mi compañero de vuelta a la unidad, no quiero problemas pero si fuerzan la situación le aseguro que no solo borraremos del mapa este local y a todos los que en él se hallan,sino que con el apoyo popular que contamos nos encargaremos de destruir su organización en este planeta hasta que no qude más que polvo, pero no lo tome como una amenza, jamas me atrevería a ofender de esa manera a mi amable anfitrión, tomelo como un consejo de un soldado a otro.

No se por que he hecho esa amenaza velada, pero el hecho de quedar desarmado en este sitio tan abrumador para mí y la amenaza intrínseca de los guardias han conseguido qeu me ponga a la defensiva

++Interior de la Zen-House, distrito centro de Puerto-Maw. Atria: 11 de Junio del 3028, 22:00 h . Día 4 en la superficie.

Katsura observa al mercenario cruzado de brazos mientras éste les advierte de las fatales consecuencias si él o Yoshi sufren daños.
Su rostro permanece inexcrutable y mas bien parece que no está escuchando siquiera las amenazas.

Tras requisar las armas de Azor, el soldado yakuza va directamente al microcomunicador que Milena había proporcionado a todos los mechwarriors.
-Esto no será necesario...- Dice agarrando el pequeño aparato.

Un segundo mas tarde, el audio y vídeo que el resto de la unidad recibía del jefe de lanza se desvanece

Ante tu sorpresa, uno de los guardaespaldas te aferra con fuerza del hombro mientras el otro kobun, abandonando sus cordiales formas, aplasta con dos dedos la microcámara.
A partir de ahí, su rostro permanece impsible.

Katsura parece regodearse de cada momento y lanzándote una mirada maliciosa te dice:
-¿Querias ver a Yoshi?...Lo verás.-

Permanezco frio y tranquilo

Eres trasladado sin muchos miramientos a través de los corredores de servicio del complejo hasta un sótano próximo. Por encima del entablado, escuchas la música relajante de la Zen-House y el murmullo lejano de las conversaciones de sus clientes.
llegas a un garaje oscuro y sorteando varios aerocoches lujosos, bajas otro nivel mas.
La luz apenas llega por unas grandes ventanas altas y el olor a aceite de motor se mezcla con la humedad del sótano.

El sonido que captas por encima de ti debe corresponder la la casa de citas situada tras el salon de té.
Siempre habías pensado que sería un lugar interesante donde la gente lo pasaba bien, pero los gritos de una meretriz a la que un cliante está abofeteando te revuelven el estómago.

Los guardaespaldas te empujan una vez más y sólo tu escepcional agilidad evita que caigas de rodillas.

Un fuerte y desagradable olor a quemado inunda tu nariz...Te recuerda al pollo cuando se olvida en el fuego.

Un bulto en el suelo llama tu atención. Bajo una maraña de cables elécticos, algunos colgando desde las vigas del techo reconoces el uniforme de mechwarrior de Yoshi.

Parece que lo han torturado salvajemente con descargas. El torso descubierto muestra terribles quemaduras en el estómago, los brazos compltétamente doblados hacia atrás muestran las articulaciones descoyuntadas de haber sido izado con las manos atadas a la espalda.
La electricidad ha reventado sus globos oculares dejando el rostro de tu compañero prácticamente irreconocible.

Te sientes muy solo en ese momento, tal vez como se sintió Yoshi cuando la banda lo bajó aquí abajo para interrogarlo.
Katsura y sus ayudantes te observan a un par de pasos, aparentemente inmunes a la terrible presencia del cadaver.
Mientras que los kobun permanecen con gesto grave, Katsura no oculta su sádica sonrisa.

-Te dije que podrías ver a tu compañero y aquí está...Como ves soy un hombre de palabra.
Y ahora te voy a prometer otra cosa:
Vas a lamentar haber destruido mis mech...-

El pequeño oriental se permite pasear alrededor tuyo a madida que habla:

-¿Sabes cual fué la propuesta de Yoshi?...Quería que luchasemos con los mech que aún nos quedan "por el bien del Condominio"- Explica con tono de burla.

Tras una pausa, Katsura clava sus ojos en ti y añade con rencor:
-El condominio ha sacrificado la vida de quien ha querido sin dar nada a cambio. NO LE DEBEMOS NADA.-

Después baja el tono de voz hasta hacerlo casi inaudible y susurra en tu oido:
-Pero vosotros si nos debéis algo...Nos debéis varios mech, la carga de los autocares y los mejores hombres que Ginza y yo entrenamos...- Entonces parece caer en su esposa, como si sólo fuera un detalle secundario.
-¿Me vas a traer tú a Ginza?...No, o habrías venido con ella-. El joven respira hondo y añade mirando a una de las ventanas situada en lo alto.
-No. Tu me vas a decir donde está vuestra base y yo haré el resto.-

Tras mirar uno de los cables eléctricos que cuelgan del techo, chasquea los dedos y los dos kobun se abalanzan de nuevo para sujetarte.

Al mismo tiempo el comunicador de Katsura vibra y tras un pitido recibe un mensaje.
El limitado japonés que aprendiste en Comstar trabajando en la marca Draconis te permite entender las suficientes palabras para hacerte una idea del informe:

-Respetado Waka gashira, tenemos aquí tres extranjeros que dicen ser de Los Ases de Hierro. Al parecer su jefe se encuentra en el recinto entrevistándose con alguien de los nuestros.
He llamado al oyabún, pero se ha sorprendido...Al parecer no sabe nada.-

De fondo puedes oir los comentarios de Clark y Eckhard.

Mientras los dos ayudantes os escoltan hacia el interior del garaje, el jefe, algo rezagado se comunica con sus superiores con un pequeño comnicador situado en la muñeca:

-Respetado Waka gashira, tenemos aquí tres extranjeros que dicen ser de Los Ases de Hierro. Al parecer su jefe se encuentra en el recinto entrevistándose con alguien de los nuestros.
He llamado al oyabún, pero se ha sorprendido...Al parecer no sabe nada.-

La situacion se habia salido de control, y por un momento hasta pense que no habia mas opcion que liarnos a disapros con los yakuza... Sin embargo la mente fria de Eckhard nos habia salvado, al menos momentaneamente.... Segui las indicaciones de los yakuza, al tiempo que seguia a mis compañeros dentro de aquel lugar... LAs cosas se estaban tornando extrañas... Y en ese momento , el comunicador de Azor se apago... Todo parecia ir de mal en pero, de manera que segui a mis compañeros, y me quede en silencio, observando a los yakuza...

Rayos, pueden matarnos en cualquier momento....

Sin embargo, no podiamos hablar libremente de un plan de escape, sin alertar a los guardias que nos seguin de cerca...

Es una trampa acabad con todos

Habeis oido el intercomunicador, Katsura esta actuando sin el consentimiento de vuestro Oyabun, va conseguir que inicies una guerra qeu acabar con vuestra oranización en este planeta porque Katsura es un cobarde sin honor incapz de aceptar la derrota y un mál hombre de negocios que no ve la oportunidad que se le ofreció.

Si aceptais tendreis una carta en vuestra mano, la actuación deshonrrosa del jefe de las fuerzas del condominio de este planeta, una carta que vuestro Oyabun podra jugar cuando crea conveniente.

Si seguis aceptando las ordenes de Katsura, os arrastrará en su caida y pensad que vuestra actuación solo esta perjudicando a vuestra organización al comenzar uan guerra abierta contra los Ases de hierro, que cuentan con la protección de grandes corporaciones,la yuda de las fuerzaas del condominio y el afecto de la población local, ganeis o perdais la guerra estareis destruidos las guerras son malas para los negocios.

El primer mafioso ya está entrando por la puerta metálica del muelle de carga cuando algo extraño sucede a vuestras espaldas:

Antes de que el jefecillo mafioso acabe de hablar por el comunicador, los gritos de Azor se escuhan en respuesta por su comunicador:
-¡Es una trampa acabad con todos!-

Habeis oido el intercomunicador, Katsura esta actuando sin el consentimiento de vuestro Oyabun, va conseguir que inicies una guerra...-
Su voz se interrumpe violentamente.

El Yakuza aleja la muñeca de su cara y mira el aparato perplejo.

Los otros dos, se detienen con cara de interrogación. Mientras reciben una orden, aprestan sus armas y vuelven a encañonaros.