Partida Rol por web

Aya correspondió y le besó en la mejilla a Aoki, en su abrazo habia apoyado sus manos sobre su espalda. Después se apartó para mirarla a los ojos mientras se arreglaba el flequillo y recogía su toalla.

- Yo también, hacía mucho que no coindiamos. Casi desde..bueno, desde aquel dia. Se ruborizo un poco al recordarlo. Sacudió sus pensamiento y sonrió de nuevo intentando cambiar de tema.

- Por cierto, quería preguntarte si averiguaste algo mas acerca de...ese pobre profesor, ya sabes. Aya no quería se muy explícita, por si habían oidos cerca. Se fué desvistiendo ya que se iba a dar una ducha. - Si quieres lo hablamos luego tomando un refresco.

Al comienzo me hice el difícil, no quería dejar de besarte la intimidad, lo disfrutaba casi tanto como tú; pero luego al escuchar tus palabras sonreír y deje mi labor, te miré fijamente antes de que nos besáramos, de nuevo mis manos fueron a tomar tu trasero mientras nos besábamos "que rica que está Soun...".

Apenas pusiste la mano encima, mi sexo respondió y sentiste, mientras nos besábamos, como todo mi ser se estremecía. 

-ah... no sabes como me gusta que hagas eso...-

Verte quitarte las bragas me pone más duro y finalmente decides liberar mi sexo, me encontraba mordiéndome el labio, ante la pasión y el deseo. Me estremecí con mayor fuerza al sentir tu mano sobre mi sexo, hasta dejé escapar un jadeo fuerte - ah! , Soun...- iba a seguir hablando, jadeando y gimiendo sobre cuan rico se sentía; pero me callaste con deliciosos besos y apasionados besos, ésta vez no tuve fuerzas de tomarte el trasero; pero no pude resistirme a poner mis manos sobre tus enormes senos, los acariciaba y apretaba, eran mis favoritos.

Apenas te separaste tiré mi cabeza para atrás, la sensación de tu mano tocándome era muy rica, no se podía decir que con una mano bastara para acariciar tal cosa, peor lo haces de una manera demasiado rica. Finalmente baje la cabeza y estaba por alguna razón por pedirte perdón por las agujetas que te dejaba con esa tremenda cosa... pero había algo también me hacía sentir orgulloso sobre aquello. -oye yo...- me interrumpes con las bragas en la boca, no me quejo... eran mis favoritas. Especialmente por que luego te arrodillabas frente a mi y lamias la cabeza de mi sexo. Sabía que debía tener aquellas bragas en la boca, sino jadearía y hablaría de más, así que me las dejé ahí.

Mis manos fueron a desabotonar mi camisa, no tanto para enseñar mis abdominales, sino para estar más cómodo, luego tome tu cabeza y acaricié tu mejilla, mientras te miraba lamer "la mejor hermanastra de todas..." pensé, sosteniéndote la mirada, antes de que otra lamida, me llenara de tanto placer que tuviera que tirar la cabeza para atrás. Mientras mi pene se ponía cada vez más duro con cada lamida, iba estirando la piel y marcando las venas en aquel sexo tan rosado; pedía cada vez más caricias y mimos.

Al mencionar aquel día, veo su expresión y vuelvo a sonreirle- No será la última vez, solo la primera de muchas, al menos, eso me gustaría... -digo- Esperar a que coincidamos puede hacerse eterno, y recuerda que yo tengo mi apartamento para mi sola -susurro esas palabras del final, esperando que capte la invitación. Entonces comienzo a desvestirme, y a dejar la ropa sudada aparte, con mis cosas, antes de ir hacia las duchas- Si supiera algo te lo contaría, pero nada que no sepas tú, de momento -veo que quizas vaya hacia las duchas, así que la espero- Aunque acepto encantada ¿Has dicho que invitabas a tomar algo? -le guiño un ojo, esperando por su reacción.

- Si, algún dia me lo tienes que enseñar. Dijo refiriéndose al apartamento de Aoki. Se desvistió completamente y se cubrió ligeramente con la toalla. Al pasar junto a ella que la esperaba en los baños le dió un pequeño cachete en la nalga derecha.

- Vamos, a la ducha, y es una orden. Dijo guiñándola un ojo y sacando la lengua.

" Si pudiera le haría otra cosa con la lengua.." Dejó el agua caer y se metió debajo de la cascada caliente. - Invito sin problemas. Dijo tragando algo del agua que le caía por encima.

Pasandome la mano por la nalga, con una sonrisa algo tonta, voy hasta la ducha, alguna contigua a Aya, y me pongo bajo el agua. Me tomo mi tiempo para quitarme todo el sudor de encima, y lavarme el pelo. De vez en cuando la miro de reojo, también a mi alrededor, y aunque lo deseo, se que no vamos a quedarnos a solas, siempre habrá alguien, hacer cualquier cosa sería arriesgado- Podrían entrar y descubrirnos y, ni siquiera se si ella querría -me relajo bajo el agua, dejando que se lleve mis pensamientos calenturientos, y al final, voy tras ella, tomo la toalla y me seco el cuerpo y el cabello. Me dejo la toalla puesta, y le tiendo un cepillo a Aya- ¿Me harías el favor? -y me dejo ayudar, o lo hago yo misma, dependiendo de su respuesta. Me ofrezco a lo mismo para ella, si quiere- ...y, ¿A donde has dicho que me llevas a cenar? -pregunto algo pícara, intentando subir mis apuestas- Quizas es tentar a la suerte pero, no creo que vaya a ofenderse...

Por el momento dejo el asunto, para no aumentar el cotilléo y los rumores. Le agradezo a la chica que me responde, y terminada la clase, espero hasta que se marchen todos los alumnos, y me dirijo hacia la sala de profesores- Ahora, dos horas libres, menudo aburrimiento... -voy pensando, mientras abandono el gimnasio. En cuanto llegue a la sala de profesores, o si me cruzo antes con él, hablaré con Kambara-san sobre lo ocurrido con Dao-san, y si averiguó algo nuevo.

En esa semana que llevabamos juntos habia aprendido muchas cosas gracias a todas esas practicas que se habiams hecho. Yo no sabia mucho en el arte de amar y de como dar placer a un hombre. De la primera vez que estaba muy dudosa y nerviosa ante lo desconocido, hasta ahora habiamos tenido mucho tiempo de deliciosas practicas. Le habia cogido el gusto a darte mimos en tu enorme verga, pues me encantaba las caras que ponias y los sonidos que emitias. No podia negar que me encantaba darte placer, aunque al principio me daba miedo pensar que esa cosa entraria en mi. Una vez pasada esa no tan terrible experiencia me habia hecho adicta.

Habia empezado a juguetear con mi lengua en aquel glande rosado, mientras que lo sujetaba con una mano el resto de tu enorme aparato. Me encantaba mirarte mientras pasaba mi lengua por todo tu aparato, desde los enormes testiculos que parecian pelotas de tenias, pasando por el tronco que era tan largo como un bate de beisbol, aunque lleno de venas. Hasta volver a jugar en el casco rosado de tu glande.- Mmmmm que sabrosa y dura.... me encanta- Sonrei traviesa mirandote y no pude evitar pasar una mano por aquellos abdominales. Tras aquello mi boca empezo a atrapar la punta de tu miembro, mientras mi lengua no dejaba de moverse en circulos. Notaba mi saliba escaparse por la comisura de los labios y era el momento de empezar a mover la cabeza e ir metiendome mas tu enorme pene. Me estaba poniendo muy cachonda haciendote aquella mamada de compensacion, que hace por el puro placer de hacerlo. Mientras comenzaba a subir y bajar mi cabeza lentamente comence a desabrocharme la blusa y me baje el sujetador para luego despues colocar mi enorme busto entre tu entrepierna. No deje mi boca quieta mientras te miraba a los ojos para ver tus reacciones.

Tan pronto, lamias más mi cuerpo iba aumentando su temperatura y claro mi sexo estaba que ardía. Cuando dices aquellas cosas bajo la cabeza y te miro, sin embargo de nuevo el placer me obliga a tirar para atrás la cabeza, mientras me concentro para no jadear mucho. Mis manos se van a ambos lados del baño, pues comenzaba a sentir que mis piernas temblaban ante el enorme placer que sentí cuando te metiste la cabeza a la boca; ya se comenzaban a escuchar algunos gemidos ahogados.

Cuando deje de sentir tus manos acariciándome el falo, bajé la mirada preocupado, pero luego entendí lo que ibas a hacer; sonreír con las bragas en la boca, mientras asentía con la cabeza, ojos brillosos, mis mejillas y parte de mi torso se había enrojecido ante la excitación y una pequeña hilera de saliva desbordándose de mi boca se podía notar.

Finalmente apresaste mi miembro entre tus enormes senos, eran tan cálidos y suaves, no pude contenerme de poner mis manos sobre ellos y apretar más mi pene, pero como tu ya los sostenías pellizqué tus pezones y comencé a acariciarlos con malicia. Mi pene sobresalía de entre tus senos, probablemente ningún otro podía. acaricié tus pezones y luego moví mis caderas... intente decir algo -mhmm hm mhmmm- con tanto placer había olvidado que tenía las bragas en la boca; rápidamente me las quito de la boca con una mano y las guardo en mi bolsillo. -me encanta follarte las tetas... ah ah....- Luego de lo dicho, devolví mi mano a apresar tus pechos y moverme un poco más, con cuidado pues aun tenías mi glande apresado entre tu boca, lo que era una sensación excelente. 

Poco a poco fui follándome tus pechos aumentando el ritmo y sosteniéndolos por mi cuenta, permitiéndote así tocarte mientras te comenzaba a violar los pechos cada vez con más fuerza e ímpetu.

-Solo 10 minutos?- dije sorprendido- vaya que pasa el tiempo cuándo te diviertes, no lo se...supongo que cualquier cosa, no falta casi nada para que suene el timbre, al menos ya estamos en el salón-

- Vaya asi que ahora es una cena eh? Rie mientras le cepilla el pelo a Aoki. - Me parece bien. Pues...déjame sorprenderte. Podemos dar un pequeño paseo por las calles del centro antes. Estan las tiendas abiertas y hay mucho ambiente.

Aya se acabó de arreglar y esperó que hiciera lo mismo. El Gimnasio estaba bien situado y no hizo falta coger el coche. Un tranquilo paseo por las calles donde la iluminación de las farolas empezó a acompañarles a medida que oscurecia. Aya se paraba de vez en cuando en algún escaparate pero no hacía intención de entrar. solo surioseaba, estaba a gusto paseando.

- Bueno, este es el sitio, espero que te guste. Un moderno restaurante italiano era la elección de la joven.

(Se quedó un poco silenciada)-Si, Mahiru estaba con la oreja pegada a la puerta y justo antes de que salieras Kaito e ha tirado del brazo, ahi les he pillado, esta claro que el dicho es cierto, Dios los cria y ellos se juntan...

" Mahiru espiandome...¿ Porqué lo haría? Y parece tener bastante buena relación con ese Kaito."

- Emma, ¿que te parece si te vienes conmigo y vamos a hablar con Tokuro? Me gustaría preguntarle por ese incidente que tuvo con Kaito. Vente y así te lo presento. La sonrie y le guiña un ojo ya que ha percibido que ese chico le gusta a Emma.

- Mira, le mandaré un mensaje para que se venga a tomar algo al salir de clase..No puedes fallarme ahora ¿ok?

sms: Hola tokuro, voy a tomar algo con una amiga en la cafeteria Pia tras salir de clase, anímate y vente, te esperamos ^_^"

Sms:Por supuesto Aya, esperaba tu mensaje con impaciencia, esperaba estar a solas contigo XP, pero por ti merece la pena, allí estaré, estoy deseando verte (L).

- ¿Ves Emma? Ya hemos quedado con el. Dijo tras leer el mensaje de Tokuro.

- Acompáñame, he de recoger unas cosas de la oficina del periódico y nos vamos. Tardo nada. La pequeña oficina cedida al periódico escolar no estaba muy lejos, en la planta alta del edificio cerca de los archivos, un lugar bastante retirado de las aulas. No trabajaba mucha gente, apenas unos pocos compañeros colaboradores y el profesor de literatura que llevaba la dirección del mismo. Aya tenía llaves así que abrió la puerta, no sabía si quedaba gente trabajando.

Después de recoger unos apuntes y una grabadora de bolsillo se dispuso a ir junto a Emma a su cita con el chico a la cafetería.

Entro en el restaurante y echo un vistazo- No suelo venir a sitios así... solo espero que la carta este en japones -le digo sonriente- Claro que si, estos restaurantes son estupendos, cuando tienes alguien agradable con quien ir... y en mi caso, eso pasa pocas veces -busco con la mirada, por falta de costumbre no se si tenemos que esperar a que vengan a darnos mesa, o podemos sentarnos donde queramos- Si no sabes que hacer, deja a los que saben -y así hago, dejo que Aya lleve esto desde aquí, y espero a que estemos sentadas- Gracias por invitarme, Aya, no sabía si estaba pasandome con la picardía...

- No seas tonta, a mi me ha gustado que vengas de cena conmigo. Sonrie y posa sus manos con las de ella mientras esperan en la puerta hasta que llega un camarero.

- Ha ser posible junto a la ventana. Le dice Aya y ambas le siguen a través del restaurante hasta su mesa. Desde ese sitio tienen una bonita vista de la ciudad durmiente iluminada de luces de neón.

La chica juguetea con un crostini de pan, mordisqueandolo,uno de esos que suelen dejar como aperitivo previo ( Un bastoncito tostado alargado) mientras husmea la carta.

- Mira, si no te va la pasta y pizza también tiene algo de carne. ¿ Que te apetece comer? La mira sonriente. Bajo el largo mantel no se apreciaba que se habia descalzado.Con su pie enfundado en una larga media oscura rozo la pierna de Aoki subiendo un poco hasta casi el muslo. Entonces le sacó la lengua y dejó su juego, no quería incomodarla.

(A falta de 10 minutos para que tocase, llegaste a la puerta de tu aula y la puerta estaba cerrada por dentro).

(Tras la escenita de Emma y la salida de Aya de la enfermería, Kaito se acerca a ti)-Vamos a por la enfermera, ya me ocupare de esa pesada en otro momento no te preocupes...

"que carajo..." reviso mi reloj por si acaso, pero aun llego a tiempo, no voy a quedarme sin entrar ahí. apara empezar porque está mi cartera con mis libros y mis cosas

De modo que empiezo a golpear la puerta con el puño

-eh, abre la puerta, se que hay alguien dentro de clase-

Porque como sino iba a estar cerrada por dentro, si esta claro