Partida Rol por web

John sonríe ante la última afirmación de Dane, no sabe por que pero se esperaba esa respuesta, Bueno de cualquier manera es tu decisión, sin embargo, nuevamente gracias por haberla ayudado...

Tras unos breves segundos de silencio John pregunta, Por que ellos actuaron como con repudio hacia ti? pienso que el mostrar los colmillos como ellos lo hicieron es algo amenazante pero no  entiendo! Que te hicieron o que les hiciste puesto que bien no se caen y eso salta a la vista.!

Dane asintió, pero en su rostro no se reflejó sin embargo expresión alguna. 

-¿Las Arpías? Sencillo: soy un lobo. ¿Nunca te han dicho las tres reglas de los hijos de Caín si te encuentras con un lobo? Es lo primero que tendría que haberte enseñado Lola... aunque supongo que su percepción es diferente porque me conoce a mí. Pero yo soy único, los demás garous... bueno, digamos que no conviene acercarse a ellos. Regla número uno: si ves un licántropo, corre. Corre todo lo rápido que puedan tus pies. Regla número dos: si ves dos licántropos, vuela, o estás muerto. Regla número tres: si ves tres licántropos, estás muerto. Esos dos me tienen miedo, simplemente... igual que la gran mayoría de los vástagos de esta sala. ¿Ves a esa jovencita tan guapa que está con tus amiguitos? 

En ese momento John se percató de que Verónica, Patrick y Rafa estaban hablando con la que los habían presentado como la Primogénita de los Ravnos; Isaac, por su parte, se encontraba un poco más apartado, en una susurrada conversación con los Malkavian. 

-Pues seguro que les está diciendo a tus amiguitos que no se acerquen a mí. Es la Primogénita de los Ravnos, si no recuerdo mal, y me teme. Un lobo mató a su compañero sentimental, el anterior Primogénito de su clan, un... novena generación, creo. Y ella lo contempló todo. No tuvo ninguna oportunidad de defenderse. Me temen y me odian a la vez, por el mero motivo de mi raza... malditos cainitas... no niego que no sienta deseos de mataros a todos a cada segundo que pasa. Pero son deseos controlables, al menos de momento... los de ellos... no lo sé. Quiero que esto acabe para poder irme de aquí cuanto antes ¿a qué demonios está jugando la Príncipe manteniéndonos a tantos tan dispares aquí tanto tiempo sin decirnos nada?

Tras la aclaración de Dane John responde, bueno si de algo sirve yo no siento deseos de matarte jajajaja. John dice esto a manera de broma aunque sabiendo que quizás Dane no le haga gracia debido a su carácter.

Yo no entiendo mucho de nada la verdad, pero por que huir? acaso aparte de odiarnos ustedes son más fuertes?

Dane esbozó una mordaz sonrisa, sin dejar de mirar al frente, con los brazos apoyados sobre las rodillas. 

-A mí se me empiezan a quitar también las ganas de matarte a ti, John. 

Entonces escuchó la siguiente pregunta y se volvió rápidamente hacia él, como si no pudiese creer lo que acababa de escuchar. Entonces se echó hacia atrás en el asiento y soltó una sonora carcajada, que hizo que algunos se volvieran a mirarlo con desconfianza. Luego se calló y volvió a fijar la vista en el neonato, con una expresión indescifrable en el rostro. Parecía estar pensando si merecía la pena o no responder seriamente a aquella pregunta. 

-Si quieres, podemos comprobarlo -retó al fin con una sonrisa, enseñando los caninos de nuevo.

Era la primera vez que John lo escuchaba gastar una broma. Y seguramente era el primero de entre la gran mayoría de los presentes en aquella sala que escuchaba aquello.

Tras sus gestos de Dane y la manera como este actuó John se imagino en ese momento como si la misma tierra entera lo señalara y se riera de él. 

Si bueno disculpa la pregunta, cambiemos de tema...

Patrick asintió ante la advertencia de Erika.

—Lo tendré en cuenta, pero ¿cómo sabremos cuando se trata de un garou?

Isaac había oído el comentario de Erika. Por los libros leídos ya sabía que los hombres lobo ("garou") eran enemigos mortales de los vampiros. Le había extrañado que hubiera uno de ellos en la reunión, eso solo podía significar que esta reunión era algo muy fuera de lo corriente. De todas maneras y viendo como había reaccionado frente a John, tenía claro que no era bueno meterse con él.

Por otra parte Erika era ravnos, "gitana". La memoria eidética de Isaac funcionaba como un reloj. Dulce y peligrosa. Obviamente, el peligro de los ravnos era en cierto modo jugar con sus otros compañeros de sangre, peligrosa. Por otra parte, la amistad de un ravnos lo es para siempre, claro que no es algo que los ravnos den alegremente y un desliz podría ser fatal. También se indican que son nómadas, no suelen estar mucho tiempo en un mismo sitio. De nuevo una reunión fuera de lo normal.

Angela y Rafael habían sido muy amables en tranquilizarme y les estaba robando demasiado de su tiempo.

- Muchas gracias a los dos. Seré paciente y estaré al tanto de lo que deseen anunciarnos.

Me despido de ellos y me vuelvo al grupo de Verónica, Patrick y Rafael.

Isaac de despide cortésmente de Angela y Rafael y vuelve al grupo con Verónica, Patrick y Rafael.

- Gracias por la advertencia, Erika. Os he escuchado mientras hablaba con Angela y Rafael. Es muy complicado para nosotros poder desenvolvernos entre tanto primogénito, es difícil no cometer errores. Además, personalmente estoy preocupado por Linda, espero que llegue pronto.

Cambiando de tema

- Eres ravnos, ¿verdad? Se comenta que sois grandes viajeros. Seguro que has visto muchos otros lugares, ¿en todas partes es igual?

- Eso era precisamente lo que iba a preguntar. ¿Qué demonios es un garou? no recuerdo haberlo oido. No es otro de los clanes... creo. ¿Y qué les hace tan peligrosos? ¿son más fuertes que el resto?

Verónica encontraba muy interesante lo que estaba explicando Erika pero ella desde que había escuchado a Alex decir que había humanos en la sala no hacía otra cosa que preguntarse qué tipo de personas eran, así que se decidió a hablar con Sröedinger y Briggit. En cuanto los tiene cerca les dice Hola soy Verónica, perdonad la intrusión pero me han dicho que habían personas en la sala y que erais magos y me gustaría saber como habeis llegado aquí? Tenía ganas de saber que tipo de magía hacían y si eran muy poderosos pero no quería parecer muy preguntona en la primera impresión con ellos ya que no sabía como reaccionarían...sobretodo después de escuchar como han contestado a algunos de sus compañeros.

-Sólo para que quede claro... ningún chupóptero me cae bien. No os trago -dio el tema por zanjado Dane-, pero a los cabrones que están destrozado el bosque... esos Sabbat, los trago menos aún. 

Acto seguido se cruzó de brazos y se echó hacia atrás, reclinándose en el sofá y contemplando la sala con una indescifrable expresión en el rostro. 

-Míralo -cuando señaló hacia él con la cabeza, el garou que se dio cuenta esbozó una sonrisa que daba miedo y los miró fijamente, pero Erika no se inmutó-, no todo el mundo es capaz de reconocerlo... -dijo la primogénita cuando Patrick le preguntó- a veces es una sensación, a veces un olor, tu sexto sentido... los Malkavian saben reconocerlos muy bien, muchos son capaces de ver el aura de todo ser y esto les permite reconocerlos. 

Ante la pregunta de Rafa, ella sólo lo miró fijamente. 

-Licántropos. Hombres lobo -dijo escuetamente-. Y sí, son más fuertes, no tienes ni la más remota idea... Si ves uno que no sea él, corre. 

Entonces llegó Isaac, preguntando más cosas. Erika sonrió ante sus palabras. 

-Me halagas -respondió cuando él habló- pero no te presentes así ante otros primogénitos. De hecho, ninguno lo hagáis como lo habéis hecho conmigo -rió-. Otros son mucho más... estirados que yo. Y respecto a si es igual en todas partes... ¿el qué? ¿a qué te refieres?

La mujer se giró al punto, con un agilidad casi felina, y se quedó mirando a Verónica, sin decir palabra.

-¿Cómo o por qué, froilain? -preguntó a su vez el hombre con marcado acento alemán- hay que hacer las preguntas correctas. El cómo es fácil, caminando. El por qué... eso ya es otra historia...

-Déjate de rollos -lo cortó ella; su acento era menos marcado, pero también se notaba que provenía del mismo país, entonces se dirigió a Verónica-, mi nombre es Briggit y él es Schröedinger. No me hace mucha gracia que los chupópteros vayan diciendo por ahí que somos magos así, sin más... no tienen miedo de la Paradoja pero... en fin, supongo que entre vosotros da igual, ya estáis curados de espanto en cuanto a cosas sobrenaturales...

John definitivamente era amante de la competencia pero no era el momento. No pelearía contigo a muerte por ser amigo de Lola, no temo a la muerte o algún enemigo quizás algún día no muy lejano podamos practicar unos toques y ver que tanta suerte puedo tener, estoy seguro que esos colmillos pueden hacer daño pero se que desde que soy vampiro tengo mayor poder y habilidad que cuando era un simple humano.

Cuando Dane menciona lo del Sabbat y de como destruyen los bosques John coloca un gesto de desagrado, el sentía respeto por la vida y aunque ya estuviera muerto durante el tiempo que estuvo vivo respeto bastante de estas formas de vida. Bueno estoy seguro que aquí se decidirá algo con respecto a ello y bueno algo me dice que de alguna manera terminaremos trabajando contra el mismo enemigo lo cual en cierta forma nos hace hermanos de guerra.

Hay más de ustedes?

-¡Jajajajaja! -la risotada del garou se escuchó por toda la sala. 

Varias cabezas se giraron en su dirección; todos, daba igual los años que llevaran caminando sobre la tierra, era la primera vez que veían a aquel hombre lobo reírse de aquella manera. Es más, era la primera vez que lo veían reírse. De hecho, era la primera vez que veían a un hombre lobo reír, en general. 

-No tienes ni idea, ¿verdad? -después de la risotada, Dane comenzó a hablar bajo de nuevo- sí, por supuesto que eres más fuerte que antes, de eso no hay duda. Sin embargo... bueno, digamos que una araña es muchísimo más fuerte que el mosquito de cuya sangre se alimenta, sin lugar a dudas, pero sigue siendo pisoteada por los humanos sin problemas al fin y al cabo... ¿no? No te recomiendo que... practiques... conmigo. Y no te equivoques. No soy amigo de Lola. Sólo nos respetamos mutuamente. Como tampoco seré tu hermano de guerra. Ni ahora ni nunca... sin embargo, he de decir que, salvando a Lola, de todos los chupópteros que hay hoy en esta ciudad, eres quizá el único que está logrando dejar de desagradarme... aunque sea un poquitín... -hizo un gesto con los dedos índice y pulgar de la mano izquierda. 

A John ya le quedaba clara la posición de Dane con respecto a alguna amistad posible, simplemente no sería viable por el momento y bueno quizás estaba bien así dentro de todo, sin duda alguna ya el simple hecho de que no le considerará un enemigo en la sala era la proeza diplomática más alta que podía lograr aquella noche y no intentaría llegar mas lejos de ello, no ahora. 

Tras el gesto de la mano de Dane, John muestra una leve sonrisa y lo devuelve igual.

Bueno ya me quedo claro entonces, dice en un tono bajo, no molesto más, iré por Lola y gracias por una amena conversación, sin duda el sujeto le había caído bien y bueno eso era más que suficiente por el momento.

John se levanta del asiento y se dispone a ir a la biblioteca con Lola, sin embargo, de camino ve a Verónica con los magos y no puede evitar hacerle una escala...