Partida Rol por web

Era el año 14 del nuevo calendario sáurico. Han pasado 15 años desde que los dinosaurios retomaron el control sobre el planeta. La especie humana, antaño dueña y señora, la especie dominante en la cadena alimentaria, ahora ha caido hacia abajo. Muchas especies de animales se han extinguido y otras se han adaptado a este gran cambio (animales como las jirafas, elefantes, osos polares,... y demás se han extinguido, mientras que otros se han adaptado). Las  junglas están ganando terrerno, todo el planeta está en un clima tropical (35º con un 70% de humedad en el ecuador, 15º con 50% humedad en los polos).

En Manhattan era una de las pocas grandes ciudades que todavía había algo de civilización. Los militares (o más bien lo que quedaban de ellos más voluntarios) intentaban mantener el orden, además de mantener los muros de hormigón que protegían a la ciudad, que la mantenía sitiada pero protegida de las amenazas exteriores. El puerto estaba constantemente bajo vigilancia, ya que hasta la fecha, todavía no había dinosaurios o reptiles gigantes que dominaran el agua, pero algunos decían que era cuestión de tiempo. Dicha ciudad estaba gobernada o se intentaba bajo el Dr. Alan Grant y su amigo Billy.

Las cosas en la ciudad eran normales, algún altercado por conseguir suministros, pero la comida, agua, medicinas, etc estaban controladas al máximo: solo se dispensaba lo necesario, no se permitía almacenar nada a la gente. Todas las personas estaban divididas en grupos, ya que todos los días, los grupos iban a pescar, cazar, recolectar, vigilar, hacer patrullas. Todos hacían un poco de todo.

Todas las mañanas había reuniones del líder militar con los grupos, para intentar dar ánimos (la moral sinceramente estaba bajo mínimos, ya que hacía varios años que no había contacto con el exterior) y dar esperanza a la gente, hacer control antirumores, responder preguntas,...

Son las 8:00AM, y os despertais todos para ir a la reunión matinal de siempre.

me levante con algo de dificultad, sin embargo la pierna ya no me dolia mucho y podria salir de alli cuando fuera necesario ... gracias a las atenciones del Doctor y la Hierbas habia conseguido no perder la pierna aunque la verdad depender de ellos no me ilusionaba mucho ... era mas un lobo solitario que otra cosa ... pero si no hubiera sido por ello mi pierna seria pasto de los gusanos ...

Con fuerzas renovadas recupere la movilidad de mi pierna, la cual habian eliminado las vendas y demas la noche anterior ... pues ya curado solo necesitava un poco de reposo y recuperar el tono muscular perdido en el reposo ..., para lo cual comence a hacer ejercicios para recuperarlo lo antes posible, ejercicios matutinos antes de la charla de los iluminados de este antro ...

terminado todo, y tras haber saciado mi sed ... no asi de comida, porque solo lo daban despues de la arenga motivacional, me dirigí hacia el lugar para escuchar sus animadas ... no se ni como definirlo ...

Asco de dinosaurios…

Asco de humanidad…

Asco de vida…

Cada mañana me levanto  preguntándome por qué sigo adelante, a fin de cuentas esto no es vida; es pura y dura supervivencia…

Ya no recuerdo esos tiempos en los que tener agua corriente, electricidad o internet era lo más normal del mundo, y que las únicas peleas sanguinolentas que podía presenciar eran las que la televisión proyectaba. Llevo más de media vida sobreviviendo así; estoy acostumbrada a beber de charcos cuando en la ciudad no me permiten saciar toda la sed que tengo dándome una puta botella de 250ml; a hacer trueques costosos por un puto trozo de carne que llevarme a la boca. Porque amigos… el concepto de ‘solidaridad’ ya no existe. En fin, estoy ya habituada a todas estas cosas pero no al miedo. Ya hace tiempo que aprendí a enfrentarme a él pero sigue acompañándome y oprimiéndome el pecho cada vez que salgo fuera de los muros de hormigón. Pero apuesto que ese temor no solo me sigue a mí, sino también al resto de integrantes de “mi grupo”.

Me quedo sentada en mi “cama” destartalada  un rato antes de levantarme e ir al barreño que tengo en frente para lavarme la cara. El agua lleva ahí desde hace tres días… No soy escrupulosa, ya no, los escrúpulos frenan tu supervivencia. Así que si hay que lavarse o beber agua estancada que así sea. La primera, segunda o la tercera vez puedes coger una buena infección, pero poco a poco tu cuerpo se va habituando y se hace inmune.

Miro de reojo a algunos de mis compañeros que siguen durmiendo, lo hago con desconfianza y cierto desdén. No puedo dejar de pensar que algún día intenten dañarme de alguna manera como ya lo hicieron en el pasado, por eso tengo varios ases en mi manga por si tengo que jugarlas… otra vez más. Salgo, cierro la agrietada puerta tras de mi y voy hacia donde se va a celebrar la reunión.

Vincenzo se acercaba al lugar flanqueado por dos guardias de seguridad. Había pasado la noche siendo 'evaluado' tras haber huido con un destacamento de saqueadores de una carnicería a varios kilómetros de la ciudad hacía dos días.

Él se encontraba refugiado en un edificio en ruinas cuando presenció el ataque de un carnotauro sobre un grupo de personas que peinaban el lugar en busca de suministros. Hubiera sido una masacre de no haber intervenido él.

Vincenzo no se entrometia en los acontecimientos si ello ponía en peligro su vida, pero en aquel momento, mientras el carnotauro se cebaba sobre dos de los miembros de aquella unidad, Vincenzo consideró seguro dejar su escondite para ayudar a los tres supervivientes a sobrevivir a su desafortunado encuentro.

Así, escondidos bajo tierra en un pequeño túnel de mantenimiento semiderruido y camuflados por el hedor de varios cadáveres y deshechos, el Carnotauro terminó su festín y se marchó. A la mañana siguiente, los que conformaban el grupo le sugirieron que los acompañase de vuelta a su campamento, y en aquel momento le pareció una buena idea.

Al llegar había sido 'retenido' mientras se le interrogaba, aduciendo a razones como seguridad y supervivencia. Pareció haberla superado satisfactoriamente, y decidieron llevarlo a una reunión para decidir finalmente qué hacer con él.

Un ruido me apartó de los brazos de Morfeo y con sorpresa vi que el sol ya brillaba en lo alto del cielo y que algunas personas ya se habían despertado ¡La reunión! Normalmente me levantaba antes de que saliera el sol, entre la edad, las pesadillas y la preocupación de que algo suceda, no podía dormir mucho. Pero este día había sido diferente, por primera vez en mucho tiempo la pesadilla recurrente que me atormentaba cada noche no se presentó, en su lugar aparecieron Carly y Noah. Yo siempre pensaba en ellos, pero por alguna extraña razón no podía soñar con ellos... vivos. Por eso, cuando aparecieron, sonriendo y llenos de vida quedé maravillado. Sabía que era un sueño, pero aquel era uno del que no quería despertar. Al verlos traté de abrazarlos, aunque sin éxito, ya que una barrera invisible no me lo permitía. Ella sonrío y me dijo que todavía no era momento y antes de desaparecer me recordó la promesa que hice hace algunos años, debía ayudar. 

No me di cuenta de que había estado meditabundo durante algún tiempo, despierto pero todavía absorto en mis pensamientos. Tomé un poco de agua de una vieja cantimplora que había encontrado un par de años después de que todo estalló. La cantimplora era muy especial para mi, no solo por ayudarme a guardar agua -que es muy importante- sino porque allí Noah había hecho varios dibujos, era lo último que me quedaba de él. Traté de asearme, dentro de lo que las circunstancias me permitían, pues sabía que la higiene no era algo que descuidar si se quería sobrevivir, algo que recalcaba siempre que podía pero que a muchos parecía no importarles, aunque por suerte con el tiempo la nariz se acostumbraba a los diferentes olores. 

Una vez listo salí del refugio, miré al cielo y respiré profundamente, nunca se sabía cuando un respiro sería el último así que había hecho de ese primer respiro diario un hábito. Revisé por última vez que no olvidara nada, cerré la puerta y comencé a caminar hacia el lugar de la reunión. ¿Habría alguna novedad importante? 

Despierto en el nuevo dìa que se me estaba regalando,la parte buena aunque no del todo era saber que mis hijos y mi ex se encontraban en algùn lugar sanos y salvos.

Luego de lavarme la cara y los dientes con lo mejor que se podìa conseguir,recordé que tenìa que ir a la reuniòn.

Dado que luego de la misma siempre era solicitado para mediar entre una negociaciòn de trueque para que ambos lados salieran favorecidos con el trato.

Esto sin embargo era mas fàcil decirlo que llevarlo a concretar en la realidad,dado que no siempre podìa conseguir el objetivo pero intentaba que al menos una de las partes no perdiera mas de lo que perdìa en el intercambio.

Mi manera de sobrevivir habìa sido asì hasta el momento,definitivamente deberìa aprender a usar armas de fuego,y aunque la municiòn era costosa tambièn deberìa de aprender a pelear.

El antiguo ¨caballerismo¨ que podìa usar en las cortes dejo de existir vaya a saber uno cuanto tiempo ya.

Solo esperaba seguir viviendo,dado que mantenìa la esperanza de volver a encontrarme con mi familia algun dìa.

No soy la primera en llegar, en la sala se encuentra Edge; aquel tipo solitario que nos debe la vida a mi y a Oswald como nosotros a él. Posiblemente oculte con esfuerzo y orgullo su cojera para no mostrar debilidad y seguir demostrando cuan tipo duro es. No sé si el líder de los militares nos va a enviar a recolectar o cazar algo, pero espero que Edge esté en plenas condiciones para esa tarea. Si tengo tiempo después de la reunión intentaré hablar con este tipo, me gustaría saber si a través de la radio se relacionan con otras ciudades, esta no puede ser la única que quede en pie… En alguna otra deben estar mis padres, o eso deseo creer con todas mis fuerzas.

— ¿Vas a poder llevar a cabo la tarea que nos encomienden? — Pregunto con un claro deje de escepticismo.

Me vuelvo hacia atrás cuando escucho a otros llegar, entre ellos el chico ese, Vincenzo. Como es lógico tampoco me fio mucho de él, mucho menos teniendo en cuenta las circunstancias que provocan que venga acompañado por dos guardias. Con él lo tenía claro, mantenerme alejada y abrazada a mis propiedades personales…

Al poco llega el doctor al cual saludo con un escueto asentimiento de cabeza. Tampoco es que crea que sea el único que se salve de mi desconfianza, pero al menos me proporciona conocimiento y cierta seguridad. Creo, y repito… CREO, que es de los pocos que conozco con honor y civismo en el grupo. Fue quien decidió tratarle la pierna a Edge después de lo que sucedió, si fuese por mi ya lo habría dejado atrás… y eso me demostró que aún hay esperanza para la humanidad; que aún hay gente buena.

Por último el tipo del bigote. De él no se mucho más de que se le da bien negociar y servir de mediador. Solo falta que llegue el ingeniero y comenzará la reunión. Más le vale no tardar mucho, no me gusta esperar a nadie demasiado tiempo.

Llegue a la zona y habia bastante gente ... eso no me gustaba ... cuantos mas ... mas riesgo y peligor en cualquier actividad, aunque eso si ... mas probabilidad de escapar de un ataque dinosaurios ... sin embargo esa solucion nunca me gustaba ... era una vision de presa y yo era un cazador ...
 

¿Vas a poder llevar a cabo la tarea que nos encomienden? 

Escucho como la hierba de dirigia a mi de forma inesperada ... creo que se llamaba Evolet ... pero en un mundo en que morir era lo mas facil preferia usar motes sobre lo que hacia o algo caracteristico y usar mi memoria para lo realmente importante ...
 

- Claro ... estoy perfectamente ... - digo algo ofuscado por pensar que no estuviera en condiciones - Tras vuestra ayuda ... use Athelas, tambien llamada Hoja de Reyes ... muy util y ya esto en perfectas condiciones - la hierbas y el Doctor me habian ayudado ... la infeccion habia sido mas grave de lo esperado tras salvarles ... y aunque salvarlos fue causa de la infección, si no fuera por ellos posiblemente habria sido cojo ... o mejor dicho .. comida de dinosaurio, asi que algo de respeto les guardaba ... - Agradezco tu preocupacion ... pero ya no tendre que ser su paciente, y espero que por mucho tiempo, siempre y cuando no se metan en lios - tras esta frase bajo la capucha se intuia una picara sonrisa.

Vincenzo llegó junto a su escolta a un lugar donde los esperaban un buen puñado de personas. Parecía que algunas se conocían, otras se evitaban... e inclsuo parecía que unos pocos ya habían oído hablar de su llegada.

Vincenzo observó curioso al variopinto grupo y sus acciones. Nunca había terminado de entender a los humanos. Si bien Vincezno se encontraba más a gusto estando sólo en sus escondrijos, no le terminaba de molestar verse rodeado de gente de vez en cuando. Es más, los encontraba... fascinantes. Fascinantes y molestas a partes iguales.

Sea como fuere, la comitiva se detuvo en un rincón del lugar, y Vincenzo se limitó a examinar a la gente.

La hembra lo había mirado de manera extraña. Claro que también parecía mirar del mismo modo a otras personas. Se preguntó por qué esa mujer sentía miedo, si parecía estar ahí por voluntad propia. No había dinosaurios cerca, parecía un ejemplar sano de su especie, y sin duda formaba parte de ese asentamiento.

Había también un macho con una ligera cojera y dándose aires de autosuficiencia, como si se sintiese infravalorado o tuviese una carga sobre sus hombros. Tras un intercambio de palabras con la hembra, se cubrió el rostro con una capucha, algo que provocó la curiosidad de Vincenzo.

los demás parecían estar algo inquietos, y a la espera de que sucediese algo. Mientras esperaban, Vincenzo observaría a los individuos, intentando encontrar sentido a su comportamiento.

Llegué con una sonrisa al lugar acordado para la reunión, era una mañana agradable que ojalá traería con ella buenas noticias. Como imaginé ya algunas personas se encontraban allí. Evolet la chica a quien en gran parte le debía el que pudiese seguir salvando vidas, ya que sin las hierbas que ella me entregaba sería muy complicado. Además, se podría decir que era mi alumna, no eran tan secillo enseñarle debido a su fuerte carácter pero confiaba en ella y sabía que debía ser paciente. También estaba Edge, el hombre al que salvé de perder la pierna. Su individualismo no era algo que compartía, pero tenía la esperanza de hacerle entender la importancia del grupo. Había alguien a quien no conocía, un chico joven que pasaba sus ojos de uno a otro. Ya tendría oportunidad de presentarme luego. 

-Buenos días. Dije respondiendo al saludo de Evolet y en general a los demás presentes. En ese momento llegó Arturo a quien, conociendo de su gusto por los buenos modales, saludé de forma cortés extendiéndole la mano. -Buenos días Arturo. ¿Cómo amanaces? 

Luego de escuchar a Arturo me acerqué hacia Evolet y Edge, justo a tiempo para escuchar que el hombre había mejorado. -Me alegra saber que te encuentras mejor Edge. Dije para incluirme en la conversación. -Espero que hayas considerado quedarte con el grupo más tiempo, nos vendría muy bien tu ayuda.  Evolet y yo estábamos de acuerdo en que la actitud de Edge no era la mejor, pero sus habilidades podrían ser un aporte importante al grupo. 

- Saludos Doctor ... - digo desde el interior de mi capucha ... sin mucha ilusión porque sabia que en cualquier momento comenzaria a increparme y echarme la bronca ... como si fuera un chiquillo, algo que posiblemente pasaria en el mundo pasado, pero hoy dia NO , sobrevivir ya era un grado ... y mas si ademas les habia salvado la vida a ambos de esos dinosaurios que estaban a punto de devorarlos ..., la mala suerte es que ese mierda de dinosaurio consiguiera escupirme en la pierna generandome ese dolor y horrible infección ... asi que tuve que cobrar mi ayuda con la cura de la pierna ... algo que ni yo era capaz de hacer con mis conocimientos de hierbas del bosque.
 

-Me alegra saber que te encuentras mejor Edge. Dije para incluirme en la conversación. -Espero que hayas considerado quedarte con el grupo más tiempo, nos vendría muy bien tu ayuda.

- Doctor ... ya sabe que siempre he sido un lobo solitario ... soy del bosque ... aunque sea peligroso es mi ligar no ... detras de estos muros ... todo se fue a la mierda al confiar en este tipos de cosas - vuelvo a ocultarme mas debajo de  mi capucha - sin embargo ... no me fio de que no se metan en lios de nuevos ... son muy descuidados usted y la hierbas cuando se ponen a buscar hierbas ... -

¿Está perfectamente o quien habla es su orgullo?

Me hago esa pregunta sin perder de vista su mirada. Mi semblante se encara con el suyo con seriedad pero su último comentario me produce gracia, por lo que inevitablemente mis labios se estiran en una ligera sonrisa ladeada. Yo no lo llamaría ‘preocupación’ en el pleno sentido de la palabra.

— A ver si el que se mete en líos eres tú, Lobito. — No me hace mucha gracia que me llame ‘La hierbas’, suena fatal, así que se lo devuelvo con ese apelativo. Sí, lo sé, es un poco infantil pero no lo puedo evitar.

No pasa desapercibido el escaneo de Vin… bueno… llamémosle ‘Enzo’. Nos mira fijamente, como si estuviera analizándonos de pies a cabeza, y de paso leyéndonos los labios. No lo admitiré en voz alta pero me causa escalofríos. Me entran  ganas de dar varias zancadas hacia él para acortar distancias y preguntarle qué es lo que mira tanto, pero debo controlar mi genio, no me conviene meterme en problemas.

Oswald se acerca a nosotros para integrarse, y lo hace verbalizando lo que le alegra ver a Edge mejor. Él siempre tan atento y preocupado por los demás. No sé mucho de él, de su pasado mucho menos porque yo tampoco he querido cruzar esa línea que separa lo personal de lo “profesional”, pero tiene actitud de padre. Puede que lo sea o lo haya sido… Más de una vez he podido fijarme en la decoración de su cantimplora sin comentar nada sobre ello, así que apenas me quedan dudas.

Escucho con atención la respuesta que le da Edge, la cual me hace arquear una ceja y esbozar una sonrisa burlona. — ¿Siempre? Habla con sentido: desde el año 0.  No creo que fueses una especie de ‘Mowgli’ de los bosques antes de todo esto. — Suelto algo de aire por la nariz a causa de la gracia que me hace imaginarme a un joven Edge en taparrabos. — Y oye, ¿qué tal si empiezas a llamarme por mi nombre?:  E-V-O-L-E-T .

Mire con atención todo lo que sucedía y las distintas personas que fueron llegando,lo que mas me sorprendio fue:

Cita:

Por lo que luego de escuchar eso pensé ¨que bueno que alguien en esta situación pueda citar alguna frase del gran Tolkien,ahora lo único que faltaría es que también fuese capaz de hablar Elfico¨. Luego cuando llego el doctor lo mire y le respondí: -Buenos días a usted también doctor,amaneci de lo mas tranquilo,más allá de esta situación se podría decir que estoy bien,viviendo el día a día y adaptándome. Dado que si bien no era como otros dado que mi fuerte nunca fue la supervivencia en los bosques o la actividad física eso no significaba que no tuviera instinto básico de supervivencia y que haya leído la teoría de la evolución de Darwin para defender en aquellas épocas doradas donde aún existía civilización un caso de Religión vs Ciencia,donde se trataba dicho libro. Luego espere a ver que mas ocurriría dado que quería que empezara la reunión para continuar con la labor del día que me tocase para ganarme la comida del día.

Todo el mundo estaba hablando del día a día, que diría el jefe de seguridad, algunos quejándose,... Aunque en ese momento, sale del edificio un hombre algo mayor, pero que se nota que tiene experiencia en supervivencia.

- Hola a todos. Otro día en el que seguimos vivos, y llevamos ya dos semanas en el que nadie ha resultado herido. No es muy alentador, pero es mejor que nada. Bien, hoy no será diferente. El mundo ahora es muy hostil para con nosotros. Todos cumplimos una labor, si uno falla, caeremos todos, y eso me incluye. (os mira apesadumbrado) He escuchado algunos rumores, y voy a responderos con sinceridad. Se rumorea que somos el último bastión de la humanidad: no es cierto. Aun quedan algunos reductos como esta ciudad, antaño hermosa. El grupo que salió el mes pasado ha llegado a Ridgefield sin sufrir daños. Esa ciudad, aunque no tan fortificada, ha resistido. No ha habido presencia de grandes carnívoros, aunque si algún que otro de los pequeños. (su cara se ilumina) Tambien hoy nuestra familia ha aumentado (mira a Vincenzo) Este hombre, ha sobrevivido durante meses ahí fuera en la jungla, eso es algo que hay que reconocer. No es un suertudo, ni un aficionado no; es un superviviente como nosotros, pero de los buenos. Esperaremos grandes cosas de él. (mira con la mirada a todos los militares y el equipo de seguridad) También me indican que podríamos aumentar nuestras raciones de comida si la investigación de esta semana sale bien (eso os alegra un poco) Sé que muchos están descontentos por el control de la comida: os seré sincero, a mi tampoco me gusta, pero de eso a que se agote y muera la mitad de la población, prefiero el control. Sin embargo, la investigación de Billy va muy bien, y si sale como él piensa, este fin de semana podríamos darle la vuelta a la situación.

Muchos sabeis que el general Samuel es un hombre de honor, que prefiere salvar a todos los posibles sacrificando un poco, que salvar a uno y sacrificar a todos. Que os comunicara eso, era una gran noticia, y eran contadas las noticias de esta índole.

- Hoy los grupos de recolección irán al mar, los de reparación iran con ellos, a ver si podemos utilizar el sonar. Pero lo más importante: un grupo saldrá a los campos que tenemos fuera para asegurar la integridad de las vallas, la cosecha está cerca y si ellos consideran que corre peligro, se recogerá de inmediato: no podemos permitirnos perderla. (se lleva la mano a la cabeza y luego os mira fijamente) Espero que hoy haya tambien un buen día para todos, os mantendré informados de lo que ocurra.

Despues del discurso, se introduce de nuevo al edificio, y la gente va al lugar a recibir su asignación diaria de comida y agua, además de sus tareas. A vosotros, se os acerca uno del equipo de seguridad, era el segundo al mando, y a la mayoría de la gente, le caía mejor que el general: era más abierto y más comprensivo, aunque entendíais el comportamiento de Samuel.

- Bien chicos, vosotros iréis a donde los campos. Aquí teneis (os entrega un par de mochilas) En esta están las raciones y el agua, y en esta teneis lo necesario para asegurar las vallas. Ya habéis oido a Samuel: si todo va bien, aumentaremos nuestras reservas de comida. Vincenzo, tu irás con ellos, serás su vigía. Al menor movimiento, les avisas. Incluso los Compis son peligrosos en grupo, no quiero que nada se mueva allá fuera sin que ellos estén informados. (de la mochila saca un frasco) Si hay peligro, untaros con esto, alejara a los pequeños. (vuelve a meter el bote en la mochila) Alguna pregunta?

Vincenzo examinaba al numeroso grupo y al teniente.

Entonces tengo que avisar si veo movimiento. ¿Y no será un grupo bastante numeroso y bullicioso? ¿Este hombre dice señalando al de la capucha está en condiciones de correr? ¿No sería mejor que se quedase aquí cocinando?

El joven siguió observando al grupo, divertido. La verdad es que pocos de ellos, si no ninguno, parecían supervivientes. Le ponía nervioso tener que viajar en grupo de nuevo, pero admitía que tenía ciertas ventajas.

Como de costumbre, Kevin llegó tarde a la reunión programada. Había estado trasteando con un fragmento de máquina oxidado intentando desarmarla para obtener algún material útil y el tiempo voló.

Cuando llegó al lugar indicado par ala reunión, el general Samuel ya estaba terminando de hablar y de explicar el reparto de tareas del día.

- Perdón por el retraso - comenzó a decir, aunque dejó la frase a medias tras el gruñido del general.

Finalmente salieron del edificio y se dispusieron a prepararse para sus tareas. momento que Kevin aprovechó para preguntarles a sus compañeros ¿Qué ha dicho el general?

Entonces tengo que avisar si veo movimiento. ¿Y no será un grupo bastante numeroso y bullicioso? ¿Este hombre dice señalando al de la capucha está en condiciones de correr? ¿No sería mejor que se quedase aquí cocinando?

Ni me digne a responder a las palabras del necio Chulito ..., haciendo un sonido de desprecio desde debajo de mi capucha, sin hacer mucho mas caso de el, segui escuchando al capitan y respondi a Kevin Masters ... no tenia mucha intención de quedarme en la ciudad por mucho tiempo ... ya que las ciudades eran mas peligrosos que el campo abierto... , sin embargo durante mi convalecencia me habian acogido sin preguntas y con buena voluntad ... asi que por un tiempo intentaria ayudarles ... a pesar de que parecia que alli dentro habia mas inutiles y presentuosos que otra cosa ...

-Señor Kevin ... no se preocupe, ... solo andan repartiendo trabajos ... asi que no se ha perdido mucho ..., salvo las palabras de un bocazas que no tiene ni idea de lo que habla ... - en ese momento alce la mirada, mirando al chulito, mirandolo de forma analitica y desafiante.

Cuando el que parecía tullido habló de un bocazas, Vincenzo buscó en todas direcciones, pero no parecía haber nadie con la boca grande. Entonces el encapuchado le miró fijamente, como si se sintiese molesto o vulnerable.

Ah, ya entiendo. Se siente acorralado. Realmente los humanos no son tan diferentes de las bestias.

Vincenzo siguió mirándole, y preguntándose si era inteligente que alguien con una lesión en la pierna fuese en una misión a las afueras.

¿Por qué te molesta lo obvio? Está claro que sufres de una cojera, si tienes que huir de un raptor, no durarás mucho. ¿O te envían como carnaza? He visto en otros grupos que hay gente que se queda atrás en caso de ataque para servir de distracción y que el resto pueda escapar. Lo cierto es que no entiendo cómo una persona puede estar de acuerdo en eso, pero bueno...

Zanjada su reflexión, se dedicó a seguir observando a los demás.