Partida Rol por web

Tras un primer intento fallido, no te desesperas y vuelves a intentar abrir la puerta, esta vez con éxito.

La puerta esta ahora abierta.

Steve tragó saliva y sonrió a la chica con algo de nerviosismo Bien hecho... pensaba darle una patada, pero tú idea ha sido más útil. Mantente detrás, de acuerdo? Steve entró con suma precaución en el local, apuntando con su arma a todos los rincones

Me incorporé y volví a agarrar con fuerza mi navaja, no sabía si me sería de utilidad pero hacía que me sintiera más segura, eso sí no hacía que dejara de mirar a todas partes. Me puse detrás de Steve y mi mano viajó de nuevo hasta su camisa. Deseé que esa manía no fuer casi involuntaria...Tragué saliva repetidamente mientras observaba la oscura tienda

Al abrir la puerta, comprobasteis como una ola de polvo se levantó del suelo a la vez que la puerta se movía hasta su tope.

El lugar estaba bastante oscuro, ya que las ventanas estaban cubiertas de más polvo y no dejaban traspasar demasiada luz, además de que con la extraña niebla en el pueblo no habia mucha luz precisamente.

El lugar resultó ser una pequeña cafetería, con sus mesas y su mostrador. Detrás del mostrador había una cristalera, o lo que quedaba de ella, ya que parece ser que debido a algo se rompió y solo quedaban pequeños pedazos en los bordes.

Unos murmullos parecían provenir de detrás del mostrador, pero eran tan leves que apenas se podía saber con claridad lo que se estaba hablando en esos murmullos.

Steve señaló a la chica que le siguiera y le cubriera por si sucedía algo, todo con gestos de su mano, lo más claro posible para no llamar la atención demasiado. Una gota de sudor recorría la sien de Steve mientras avanzaba bordeando el mostrador, sin quitar un ojo de encima al otro lado, de donde provenían los murmullos. 

Vi las señales que me hacía Steve y me arrodillé en el suelo mientras le miraba avanzar. Me llevé el dedo índice a los labios indicando silencio, no se si para mi misma o si era para él pero el gesto estaba ahí y no podía dejar de temblar <Vamos Mo, haz pasado por cosas peores que esta... seguro>pensaba mientras no dejaba de mirar a Steve.

Steve volvió la mirada y vio que ella se agachó y se detuvo. -Vamos, vamos, ven conmigo. -susurró lo más bajo posible, lo suficiente para no llamar la atención y que ella escuchará sus palabras.

Había malinterpretado las señales de Steve y me sentí tonta, gateé sigilosamente hasta donde él se encontraba, antes de llegar me percaté de que mi camisa no era la más adecuada para esa posición y algo avergonzada me puse la mano en el pecho y llegué a donde él estaba. Sin mirarle alcé mi navaja y no medié palabra alguna

Tras pasar muy lentamente por la pequeña cafeteria y llegar al mostrador, ambos visteis una figura que se encontraba agazapada en un rincón detrás de éste. La figura temblaba, debido al nerviosismo tal vez. Cuando estábais lo suficientemente cerca comprobasteis que se trataba de un hombre. Llevaba puesto un mono naranja.

Los restos de la cristalera se esparcían por todo el suelo, y el hombre tenía sus brazos llenos de cortes, algunos bastantes profundos.

Pese a todo aquel hombre no dejaba de seguir balbuceando...

Ambos miramos a aquel hombre agazapado en el suelo pero algo no andaba bien, estaba herido y asustado y no sabíamos la razón. Algo me olía a chamusquina y decidí observarlo con más detalle...

Steve no se sorprendió demasiado al ver al hombre, sospechaba que aquel pueblo solo era fantasma en parte, aun parecía albergar personas. Descendió el cañón aun frío de su arma apuntando al suelo, activando el seguro para no disparar por accidente, cualquier precaución era poca. La chica se dedicó a observar mejor al hombre guardando las distancias. Tenía un mono naranja y Steve no lograba averiguar a que pertenecía. -¿Has conseguido sacar algo? ¿Que balbucea? 

Con todo el nerviosismo que ténia aquel hombre, no lograba formar bien todas las palabras que salían por su boca, pero de entre todo lo que decía podíais distinguir lo siguiente:

-Es... esp... espejos... L... lo... los esp... pejos son... m... mal...malos... U... una... en....entr...ada... y una... sa... sali...da.

Mientras tanto seguía agazapado mientras se abrazaba a sí mismo balanzeandose hacia atrás y hacia delante.

-Espejos? ¿Que dice de los espejos? Steve miró la cristalera que estaba hecha añicos, pensó que quizás no era un simple cristal, si no que era un espejo y ese traumatizado hombre la rompió. Luego devolvió la mirada a su compañera, para saber que pensaba ella, o si podía darle asistencia médica al hombre herido.

Aquel pobre hombre lleno de heridas parecía traumatizado, hablaba de espejos y de una entrada y una salida, o era la misma... Steve me miraba como preguntando mi opinión al respecto pero yo solo me agaché a lado del hombre herido -Tranquilo, no estás solo- dije intentando tocarle el hombro con la mano, pero a último momento me detuve pues sabía bien como se sufría un trauma y en ese momento seguro que lo último que quería el hombre era que le tocaran. Me levanté y me coloqué al lado de Steve sin dejar de mirar al hombre del mono naranja. -Debió de haber visto o sentido algo demasiado fuerte, su estado mental es bastante crítico-digo cruzando los brazos -Ha dicho algo de los espejos y de una entrada y una salida...pero no se muy bien que quiere decir- dije mirando a Steve a los ojos en al pronunciar esa última frase. -Una entrada y una salida- repetí en voz baja...-De pequeña, en donde me crié solían haber pasadizos secretos detrás de armarios o espejos... ¿quizás se refiere a algo de eso?- dije intentando hacer conjeturas intentando no pensar en cosas peores. <¿Los espejos son malos?>repetía mi mente mientras miraba los cristales rotos del suelo.

De repente parecía que aquel hombre se habia percatado de la presencia de ambos y comenzó a balbucear otras cosas:

-Y...yo s...soy m...much...o m...ás l...lis...sto q...que el...los...

-Ca...casi t...tod...os est... muer...tos...p...pero y...o h...e con....seg...uid...do esc....cap...par.

-Ah...hora estoy a...salv...vo...

-¿La gente se traumatiza por puertas y pasadizos secretos? ¿Se traumatiza a tan grave nivel por algo así? No, debe haber algo más, ¿no te parece? Voy a echar un vistazo, no me alejaré demasiado. Steve se alejó de ella tan solo unos metros, su naturaleza curiosa y protectora le hacía equilibrar la balanza entre la exploración y salvaguardar la seguridad de Monique y el extraño hombre traumatizado. 

Cuando Steve escuchó esas palabras del hombre comenzó a encuadrar piezas. Era un preso y tenía compañeros, pero todos acabaron muertos de alguna manera. Pero debía ser alguna manera espantosa para que estuviera así de traumatizado. Steve miró a la chica para ver como reaccionaba ella.

Al escuchar las palabras del hombre algo dentro de mi se partió, sabía muy bien lo que es estar atrapada, sin escapatoria, en un lugar que detestas y pasarlo mal pero no se me podía pasar por la cabeza que cosa tan horrible debía de haber pasado ese pobre hombre. Entonces Steve se alejó de mi, una mala sensación me rondó la mente cuando até cabos. -¡No! ¡espera!- grité yendo hacia donde él estaba -Mira como está el hombre, ¿y si hay algún policía maníaco raro por aquí?, parece un preso pero dice que todos están muertos ¿qué pudo haber pasado y que demonios tiene que ver con los espejos?- pregunté nerviosa, de nuevo me sorprendí agarrando con fuerza su brazo y avergonzada volví a soltarle <Si en el fondo solo eres una niña asustada>decía una voz en mi cabeza, una voz que no era mía, un recuerdo desagradable me azotaba la mente y solo pude sacudir la cabeza a los lados para intentar sacármela de dentro, sabía que volvería, como siempre estaba ahí la sensación de que me observaban, volví a mirar insistente mente a mi espalda y luego miré al hombre en el suelo. -Te acompaño a donde quieras, no me vas a dejar sola- esa última frase la dije mirando a Steve, me había tratado bien y la idea de que pudiera pasarle lo mismo que a aquel hombre no me permitía dejarle ir solo, <Eso...debe...ser... simpatía ¿no?>me dije a mi misma.

Steve se sorprendió cuando aquella chica se agarró momentaneamente. Por un momento le recordó a los tiernos momentos que vivía con su chica, la cual no estaba allí ya. Fue un segundo placentero, el calor de aquella chica tan mona en un lugar tan siniestro y lúgubre como aquel, con los gemidos y lamentos de aquel pobre recluso. Pero solo fue un segundo, el amor por la mujer le seguía bloqueando su mente, sus nuevos y antiguos romances. Solo había uno. Tranquila, no dejaré que te pase nada. Tenemos que pensar que hacer, y que hacer con este hombre... Steve se acercó de nuevo al hombre y se agachó para mirarle más de cerca, para analizar sus heridas.

Steve comprueba más de cerca sus heridas, y observa que algunas han sido producidas por los cristales rotos, ya que son más precisas, sin embargo hay otras heridas más profundas y hechas con algo punzante o penetrante.

-Mira Monique, le atacaron con algo punzante y muy penetrante. Sin duda debe ir preparado y debe ser peligroso. Steve intentó hablar más con él hombre mientras le hacia un gesto a la chica para que se acercara y le ayudara a sonsacarle información. Cuéntenos que sucedió, peor relájese.