Partida Rol por web

Vince puede correr detrás de Ross si lo desea, (e incluso superarla si acierta una tirada de Atletismo), pero los demás no podrán continuar, porque Tales se agazapa en el tubo muerto de miedo; "¡Ha dicho que nos va a disparar si vamos!, ¡No me moveré de aquí!, ¡Vamos a moriiiiiir!".

Aunque es fácil pasar junto a Ross por el estrecho tubo, (ella es muy delgada), es bastante imposible hacerlo sorteando el cuerpo gordo y barrigudo de Tales. Si Vince desea superar a Ross, puede hacerlo sin tirar, (aunque tendrá que acertar una tirada de atletismo para cogerla). Pero si cualquiera quiere sortear el masivo cuerpo de Tales, tendrá que tirar por la mitad de su puntuación de "Reflejos", redondeando hacia arriba. (Los únicos que pueden hacer ésto son Lisa y Freeman, que están detrás de él).

(Sigue...)

Mientras tanto, Richard tiene que volver a subir; está claro que desde donde está ya no puede ver mucho más. Necesitará pasar una tirada de "Atletismo" para subir sin caerse, que se verá bonificada en un +2 por cada persona que, desde arriba, le eche un cable.

Evidentemente, si Lisa y Freeman intentan superar a Tales no podrán dedicar sus esfuerzos a ayudarle a subir. Sin embargo, si alguno de ellos consigue superar al gordo, el agente Smile está dispuesto a ayudar a alzarle desde el agujero. Si Lisa y Freeman intentan superar a Tales y no lo consiguen, entonces tampoco podrán ayudar a Richard a subir, ya que se apelotonarán en el conducto.

Por último, aquellos que ayudan a subir a Richard deben saber que un fallo supondrá que el corpulento campeón del botox los arrastrará en su caída, lo cual puede ser desastroso.

¿Qué es lo que haréis?. ¿Seguirá Vince a Ross?. ¿La alcanzará?. ¿La superará?. ¿La agarrará para que no siga?. ¿Intentarán superar a Tales Freeman y Lisa?. ¿No lo harán?. ¡CHUN CHUN CHUN CHUN!

Abrio su boca para contar lo que sabia, que era bastante poco teniendo en cuenta que su memoria y la tension le estaba pasando una mala factura, cuando se escucha un disparo. En un principio penso que era Richard quien estaba muy cercado por los zombis, pero en realidad era alguien mas. Quizas ese alguien estaba justo frente a ellos. Escucho la voz y su advertencia. Es por eso que cuando Ross comenzo a gatear con rapidez tras el desconocido, Vince trato de seguirla, ya habia tenido una mala experiencia con las armas, si alguien te dice que te disparara si haces algo, es mejor no hacerlo.

-Espera no seas tonta, ve con mas cuidado que ese tipo te metera una bala asi porque si- decia mientras hacia grandes esfuerzos por alcanzarla-. Siempre podemos seguirlo y asi encontrar la salida, es mejor a que nos dispare al salir de un tubo...

Esperaba que su sentido comun se contagie con la aguerrida doctora.

Con su gordo...¿?dije gordo?....digo...con su robusto y musculoso brazo extendido hacia la balconada, Richard sostenía el arma de Lisa apuntando hacia la cabina desde donde los locutores habían relatado el experimento con la rata...
En eso, el levemente corrupto y fuertemente mediático empresario, vio una sombra alejándose del vidrio y abrió fuego!
O eso fue lo que intentó hacer, pues el arma de la estilizada joven con demasiada moral y demasiado spinning se negó a disparar!

¿Pero que mier? Rumió el ricachón, dándose cuenta demasiado tarde que en la culata parecía estar puesto el seguro...
Para cuando lo quitó, un disparo contra los controles retumbó en la gran cámara, haciendo que todos pensaran, incluso él mismo, que se le había escapado un tiro...
El maldito causante de poner el tren en marcha, salió corriendo y Richard no pudo siquiera intentar tirarle!

Ya una buena cantidad de infectados comenzaban a subir a las gradas, lenta pero inexorablemente, en busca de un sazonado botox-bocado...
Richard maldijo entre dientes el haber perdido tiempo y olvidándose del todo el cadáver de guardia y la posibilidad de conseguir un chaleco, un casco, una macana, y vaya uno a saber cuantas otras cosas de valor como granadas de humo y municiones, se acercó nuevamente al hueco del tubo dispuesto a huir.

Hey! A ver si se mueven de ahí, o me dan una mano!...o al menos disparen contra esos locos infectados!

Aun ahora, Richard se resistía a llamarle Zombies a los zombies, al menos no a gritos.

John oye la conmocion mas adelante en el tunel y espera que Ross y Vince puedan agarrar al cabron que ha soltado el tren. Se gira hacia Lisa y le da su pistola de dos balas.

Lisa, trata de ayudarles a coger a ese desgraciado. Necesitamos la informacion que tenga!

Despues, vuelve a acercarse al agujero

Richard, parece que el que ha puesto en marcha el tren esta por aqui arriba. Sube! - John le tiende una mano, consciente de que nunca se deja atras a un compañero... Especialmente si es el que lleva las armas.

Al ver el espacio dejado por Lisa dice

Smile, ayudeme a sacarle de ahi abajo. Los infectados se estan acercando

La verdad es que me preocupa mucho más coger mi arma que no ir detrás de Ross y Vince, pero dado que Freeman me da una pistola y pide taaaan amablemente que vaya a por ellos, accedo no sin antes decirle al viejo que la pistola que empuña Richard es mía.

Intento pasar por un ínfimo hueco que hay entre las lorzas de Tales, pero el muy inútil en vez de quedarse quieto comienza a removerse y a chillar como un cerdo, taponando el túnel e impidiéndome mover con libertad. Me guardo la pistola en el cinturón (donde debería estar la mía) y comienzo a empujar a Tales.

- ¡Va, gordo de mierda, muévete! -Despotrico. ¿Se puede ser más inútil y molesto? -¡Comienza a moverte o te meto yo el tiro! -Intento también darle un par de puñetazos, pero el túnel no es lo suficientemente grande como para pegar con comodidad y sumado a su grasa, hace que éso y nada haya sido lo mismo. Desenfundo de nuevo la pistola y le apunto-. Tales. Te lo juro. Te mato. APARTA. YA.

Cita:

Mujeres - Piensa John - Nos estamos jugando la vida pero ahi la tienes, preocupada conque si esto o aquello le pertenece. Menos mal que nunca me he casado

De repente, le asalta otra idea

Joder, que buena! Podriamos crear una gama de pistolas para mujeres. "Defiende lo que es tuyo". "Lucha por tus derechos". "Acaba con el machismo". - John sonrie con el brazo fuera del tubo para que lo agarre Richard - Tengo que ponerme en mas situaciones limite. Agiliza la mente. Y claro podriamos dise...

En ese momento los gritos entre Lisa y Tales le hacen perder la siguiente idea genial. Se vuelve hacia ellos visiblemente enfadado y saca su lado mas militar. Es la unica forma de conseguir que el gordo no les mate a todos.

Tales, soy el Coronel John O. Freeman y esto se ha convertido en una situacion militar de defensa de los Estados Unidos asi que estoy oficialmente al mando. A partir de ahora únicamente hablaras cuando se te hable. Y la primera y la última palabra que saldrá de tu sucio pico será señor. ¡¿Me entiende bien, capullo?! - deja unos segundos para que Tales entienda que esta pasando.

No me gusta lo de Tales. - continua - Sólo los maricones y los matematicos se llaman Tales. Desde ahora serás el recluta Patoso. Recluta Patoso, te doy 3 segundos. Exactamente 3 puñeteros segundos para que borres esa estúpida mueca de miedo de tu cara y te apartes, si no quieres que te saque los ojos y empiece a correrme en tu mollera. UNO. DOS...

Aun molesto por no haber podido disparar al idiota que activo los trenes, Richard deja la pistola en el tubo, y con ambas manos se levanta en una sencilla flexión de brazos.
Su grueso corpachón entra por el orificio, y el empresario se empieza a reír a carcajadas, tentado ante las amenazas que grita John....
JAJAJAJAJa JAJAJA!...

La risa, le hace perder fuerzas, y el hombretón queda con medio cuerpo afuera, colgando como racimo de chorizos hacia los zombies, pero en un supremo esfuerzo de voluntad logra dejar de reír y se termina de trepar al tubo a los gritos.

Ya! Muévanse que necesito espacio! Tengo una veintena de infectados tratando de morderme el culo!...-Humm, no puedo decir que no lo he hecho antes-...piensa ayudado por la risa aun latente.

Una vez arriba, le ofrece el arma de Lisa a John, mientras dice.
Ten cuidado, John, que acabo de quitarle el seguro...Ese maldito destrozó los controles del tren...no pude dispararle a tiempo. Masculla mientras mira hacia abajo, a los zombies que ya casi estan por alcanzar la cima de las gradas.

Tras recuperar las armas, pero sin haberse quedado con ninguna, Richard respira hondo y se dispone a tirar de las piernas del gordo para desatorarlo.

Turno 14. Integrantes del grupo: John, Lisa, Richard, Vince, Ray Blind, Tales, Ross y el Agente Smile.

Lisa se encuentra en una de las situaciones más horripilantes de su existencia; el tubo en sí ya es bastante estrecho, pero tener que intentar sortear la sudorosa y untuosa bola de carne que es Tales resulta bastante desagradable. Primero, la guardia intenta aprovechar el espacio que hay entre la espalda del gimoteante hombre y la parte superior del tubo, y comienza a arrastrarse sobre él hasta que descubre que no hay espacio suficiente; atorada entre un homoplato y unas costillas, y la superficie metálica del tubo, extiende un brazo para apartar la grasa que le impide el paso a puñetazos. Desgraciadamente no hay espacio, y su brazo queda engullido por el costado y la barriga del sudoroso empleado, mientras las fosas nasales de la joven se ven inundadas por un olor dulzón de perfume combinado con un agrio olor a sudor y a fluídos corporales.

- ¡Va, gordo de mierda, muévete!, comienza a moverte o te meto yo el tiro!, Tales. Te lo juro. Te mato. APARTA. YA -.

(Sigue...)

Presa del pánico, el hombre no consigue reaccionar a las amenazas de la joven, "Vamos a moriiiiir", grita fuera de control, revolviéndose y arrastrando a Lisa a un frenético contacto de lorzas desnudas cuando la camisa de Tales se enguruña alrededor de las mangas. Con la cabeza metida entre los pliegues grasientos del gordezuelo, Lisa se pregunta si se ha encontrado en alguna ocasión en una situación más asquerosa que aquella.

(Sigue...)

Mientras, más adelante, Vince intenta llegar hasta Ross, cuyo trasero musculoso va dando tumbos en la oscuridad. El técnico no consigue cogerla, pero tampoco se separa de ella, así que al final intenta apelar a su sentido común;

-Espera no seas tonta, ve con mas cuidado que ese tipo te metera una bala asi porque si, siempre podemos seguirlo y asi encontrar la salida, es mejor a que nos dispare al salir de un tubo...-

Las palabras de Mazzaro parecen tener éxito, porque en la profunda oscuridad, sólo rota por la iluminación de la grieta que se encuentra detrás de ellos, puede ver cómo la mujer frena y se gira un momento hacia él; "¿¿Que no sea tonta??, ¡oye!, ¿cómo te atreves?, ¿es que te crees que porque sea mujer puedes insultarme así?, ¡podría haberlo cogido, no creo que pudiera apuntar muy bien aquí dentro!", resopla, sentándose en mitad del tubo, "Es la típica supremacía masculina, ¿sabes?", dice toda digna. Sin embargo, no sigue adelante.

(Sigue...)

Richard, mientras tanto, observa cómo los zombies están arrastrándose, gimiendo y golpeándose con los escalones de las gradas. Ya están a medio camino, y el próximo asalto estarán casi en su posición. Tras explicar sus acciones allá abajo, finalmente se decide a saltar, y con un impulso alza los brazos y agarra fuertemente a Jonh Freeman y al agente Smile, que parece muy interesado en recuperar las armas que porta el musculoso bigotudo.

(Sigue...)

"Vamos, maldita sea... una de ésas es mi arma reglamentaria, y quizás la necesitemos para salir de aquí", exclama mientras jala con fuerza del enorme brazo.

(Sigue...)

A pesar del enorme peso corporal del grandullón, Freeman y Smile consiguen arrastrarlo hacia arriba, y sus poderosas y corpulentas piernas terminan subiendo por la grieta practicada en el tubo de ventilación sin más problemas. Abajo, los zombies se arremolinan donde se encontraba él, y empiezan a realizar movimientos espasmódicos con sus brazos hacia arriba intentando sin ningún éxito alcanzar el tubo. Algunos de los zombies pierden pie, y el trío que se encuentra asomado a la grieta puede ver cómo caen por el extremo de las gradas y estallan como piñatas de carne mórbida al llegar al suelo, que hubiera sido el destino de los valientes supervivientes si no hubieran conseguido alzar a su amigo.

(Sigue...)

Y mientras sucede todo ésto, sin saber muy bien por qué, Lisa ha terminado completamente atorada contra el corpachón de Tales, ahogada por la masa barriguil del corpulento gordinflón, que parece no prestar atención a nada de lo que sucede a su alrededor hasta que escucha las voces intimidatorias de Freeman;

Tales, soy el Coronel John O. Freeman y esto se ha convertido en una situacion militar de defensa de los Estados Unidos asi que estoy oficialmente al mando. A partir de ahora únicamente hablaras cuando se te hable. Y la primera y la última palabra que saldrá de tu sucio pico será señor. ¡¿Me entiende bien, capullo?!, no me gusta lo de Tales, sólo los maricones y los matematicos se llaman Tales. Desde ahora serás el recluta Patoso. Recluta Patoso, te doy 3 segundos. Exactamente 3 puñeteros segundos para que borres esa estúpida mueca de miedo de tu cara y te apartes, si no quieres que te saque los ojos y empiece a correrme en tu mollera. UNO. DOS...

Inexplicablemente, la marcial voz de varítono de Jonh consigue atravesar la capa de autocompasión y de histeria que rodea las orejas del gordo, y llorando fuera de control comienza a moverse para dejar pasar a Lisa. "Sí capitán", gime el pobre Tales patéticamente, "Sí sargento, no me dispare, no me dispare".

Lisa consigue salir al otro lado, boqueando medio ahogada, pringada de sudor y de pelos de Tales, y con tres botones menos en su blusa, lo que implica una sugerente vista de su sostén. Gatea por inercia al otro lado del gordo hasta llegar a la posición de Vince, que se encuentra junto a Ross, sentada y cruzada de brazos.

(Sigue...)

Más atrás, Blind, en última posición, espera pacientemente en silencio. Ahora tenéis tres nuevas armas; tres pistolas con doce balas cada una, (daño 2d4), que tendréis que repartir. (El agente Smile exige una de ellas). Tras la perorata de Freeman, parece que el recluta patoso ha recuperado el dominio de sí mismo y podéis seguir adelante. Sin embargo, fuera quien fuera el que se había incorporado al tráfico del tubo ya no está allí, y se ha marchado hacia adelante.

¿Cómo repartiréis las armas de las que disponéis?. ¿Seguiréis adelante rápido para intentar alcanzar al huído?. ¡Es vuestro turno!.

Al fin la doctora parece entrar en razon y detiene su alocada marcha. Vince no podia creer como esos pantaloncitos que tenia aguantaban tanta carne, pero no pudo pensar en eso pues ella no estaba precisamente feliz:

"¿¿Que no sea tonta??, ¡oye!, ¿cómo te atreves?, ¿es que te crees que porque sea mujer puedes insultarme así?, ¡podría haberlo cogido, no creo que pudiera apuntar muy bien aquí dentro! Es la típica supremacía masculina, ¿sabes?"

-Escucha- dijo Vince harto de todo eso-. Eres puro fuego y caracter. Me encantas. Pero ya vi morir a una chica igual, asi que no quiero que te pase lo mismo. No me mal interpretes, adoro tu forma de ser- mira hacia donde se fue el sujeto desconocido-. Podemos seguir al tipo, el lugar esta sucio y sera facil seguir las huellas.

En ese instante aparece Lisa, su ropa estaba mojada y su cabello enmarañado. Incluso se veia su ropa interior, pero toda la hermosura que pudiera proyectar quedaba opacada por el hedor que despedia. Era una mezcla entre queso y cebolla bastante feo.

-Buff- murmuro-. Emmm, debemos seguir al otro tipo, pero esta armado y no dudara en dispararnos.

Le informa a Lisa ignorando su estado.

¡AH! ¡Qué asco! Cada movimiento que el gordo hace es como si aplastara mi cabeza contra su sobaco y aspirase con fuerza su peculiar aroma, me empiezan a llorar los ojos y siento fuertes náuseas. ¡Está humedoo! ¡Qué asco! Cuando al fin se aparta y logro pasar, no puedo evitar pensar que me siento sucia, violada y que no hay argumento en contra lo suficientemente válido para que no le pegue un tiro a Tales aquí y ahora. Se lo merece y todos nos sentiríamos de puta madre.

- Necesito una buena ducha -Me lamento, al punto de la muerte súbita al ver la expresión de asco de Vince. ¡Si al menos me perteneciese a mí...! Oigo lo que me dice, pero es entonces que veo rular las pistolas y yo quiero recuperar la MÍA, a la mierda la de Freeman. 

Me giro hacia Vince: - No es momento de pararnos en discusiones: que Freeman tenga una, Smile otra y yo la mía. La de dos balas se la damos a Ross o a ti. Asegúrate de coger la mía y dármela, por favor.

Me dirijo tras el tipo armado con una maldita pistola de dos balas. Sólo espero que el tipo no sepa disparar y/o contar y que la caballería no se duerma en los laureles.