La niebla comenzaba a disiparse de a poco y, no muy lejos de allí, pudiste ver a Lety tendida en el suelo inconsciente. Parecía que aún no reaccionaba.

Su respiración era normal, su pulso también, no parecía herida tampoco. Físicamente al menos, estaba bien.

La niebla por fin se despejaba y aunque era un alivio poder ver los alrededores una vez más, el panorama era un tanto triste. Muchos otros huéspedes se encontraban malheridos en el suelo, tratando de moverse, pero con trozos de hielo aún pegados a su piel. Partes del hotel habían sido congeladas, pero la infraestructura no había sido dañada. Afortunadamente.

Algunos de sus compañeros se encontraban en buen estado, otros no tanto. Koichi se encontraba sosteniendo entre sus brazos a un malherido Masaru, el cual parecía haber ido en auxilio del rubio. Masaru tenía quemaduras de hielo en sus piernas y pecho, además de una marca de mordisco en su hombro, mientras que Koichi parecía intacto. Mariko jadeaba sentada en el suelo con múltiples señales de cortes en su piel y aunque no parecían heridas graves, se le dificultaba moverse. Shiro Kuroryuu estaba junto a ella y aunque su cuerpo no presentaba heridas físicas, parecía que le costaba mantenerse en pie.

Un poco más lejos de allí, una Chidori preocupada sostenía entre sus brazos a Lety, mientras esta parecía recuperar la consciencia apenas y, no muy lejos de allí, una Ruka sollozaba al tratar de hacer reaccionar a Mamoru, quien permanecía aún inconsciente. Lo sacudía con fuerza, pero este parecía no responder a ninguna de las plegarias de su novia. Cerca de allí, Aimi estaba de rodillas al lado de Edward, el cual reposaba extendido en el suelo con los ojos abiertos y visiblemente confundido. La rubia parecía estar herida, pero esa no parecía su mayor preocupación. Lloraba sin cesar mientras miraba a Edward fijamente.

Haruka estaba extendido en el suelo igualmente, pero parecía sufrir de un fuerte dolor de cabeza que le impedía abrir los ojos. Usui-sensei se había acercado a este, tratando de auxiliarle. Le miró con temor, pero no se opuso a su ayuda. La mujer le ayudó a levantarse para que pudiera caminar a alguna parte. Le gustaría poder asistirlos a todos, pero solo era una y sus estudiantes muchos. Los otros integrantes de los Red Stones: Takeshi, Ono y Tenma se acercaron a la profesora y comenzaron a auxiliar a quienes necesitaran ayuda: Takeshi fue con Edward, Ono con Mamoru y Ruka y Tenma se acercó a Ren, el cual tenía su camisa destrozada y unas marcas de rasguños en el pecho. Parecía estar bien, pero su piel estaba manchada de sangre, al igual que su despedazada camisa. Isabella parecía estar sollozando mientras se acercaba al pelinegro.

Shiro Kasumi e Irisu se encontraban detrás de una de las casetas donde, minutos antes, estaba servida la comida del Luau y aunque parecían estar bien, se veían un poco mareadas. Eiren se encontraba en una situación similar cerca de ellas, pero estaba más apartada, mirando alrededor confundida y con lágrimas en sus ojos.

Jaycee parecía bajar por el hotel, alegando que buscaba personas heridas dentro y aunque se veía un poco sucio, no tenía heridas mayores. Se acercó a Katherine, la cual parecía angustiada buscando a alguien; a su lado estaba Hikari, quien tenía marcas de mordiscos en sus brazos y aunque se le veía así, parecía estar bien, al menos en términos generales.

Las unidades médicas no tardaron mucho el llegar. Al parecer, Usui-sensei las había llamado apenas vio el alboroto, así que los heridos fueron tratados con eficiencia, incluso aquellos que no hacían parte de la excursión. Con algunos vendajes y curaciones, casi todos los heridos fueron dados de alta, excepto uno: Mamoru. El chico no respondía, no parecía reaccionar y aunque su cuerpo no estaba herido y sus funciones vitales eran normales, el rubio simplemente no abría los ojos. Una desconsolada Ruka esperaba a su lado a que el chico despertara, pero este no parecía reaccionar a absolutamente nada.

Yuuki-sensei los miraba con la serenidad que le caracterizaba, pero actuaba con diligencia y perfección, típico de ella.

- Yo me encargaré de Tsukaima-san. Mientras tanto, ustedes regresen a sus habitaciones. Deben descansar después de tantas cosas que pasaron. Les haré saber cualquier cosa que me digan. Irisu-san, quedas a cargo hasta mi regreso. Si sientes que necesitas ayuda, puedes designar a alguno o algunos de los menos lastimados para asistir a los demás - solo algunos pudieron notar que, por primera vez en su pulcro aspecto, había algunas manchas de sangre en su ropa y que tendía a hacer una leve mueca de dolor al apoyar el pie izquierdo. Además, cubría con ahínco la parte izquierda de su cintura.

Dicho esto, la profesora se marchó en la ambulancia que se llevaba a Mamoru junto a Ruka. Ruka era lo más cercano a una familia que el chico tenía, así que le permitieron acompañarle. Todos regresaron a sus habitaciones por esa noche, dispuestos a descansar para seguir disfrutando de las instalaciones.