Partida Rol por web

Onírica ni siquiera hizo el amago de desobedecer al Rey, cuando este la sostuvo por el brazo ella sonrió y asintió con suavidad, aquello ya era algo que no les incumbía a ellos, por eso simplemente tomó con delicadeza la mano de Alioth y la apretó durante unos segundos, como si eso fuese a aliviar la angustia que sentía al ver coml la Reina de Cristal empezaba a hablar, aunque para sorpresa de Onírica estaba lejos de lo que ella pensó que pasaría, y eso la hizo sonreír aliviada. La mano de ella aflojó un poco el agarre en ese instante, pero no rompió el contacto y pese a que su mirada estaba fija en lo que ocurría a su alrededor, no dejaba de estar pendiente de la salud de Alioth y si este se sentía bien.

La suave melodía llamó su atención,  la sensación que te dejaba era triste y eso a Onírica le encogió el corazón,  pero más  lo hizo al ver lo que sucedía, aún así creía que demasiado había tardado en ocurrir despues de todo lo que había hecho Jaceey. Buscó con la mirada a Katherine para darle ánimos desde la distancia, y después miró a la Sacerdotisa. Verlas tan tristes a las dos y no poder hacer nada... Pero él  había decidido su destino y el resto debíamos aceptarlo.-No todos los finales pueden ser felices...

Cuando Shado empezó a alejarse, la peliazul se levantó de dónde estaba, pero no fue a ningún sitio, pues la llegada de Katherine y sus preguntas la hicieron sonreír con tristeza al hacerla recordar el desenlace de Umthil.-  Aquel pequeño que conocisteis dentro del árbol Umthil, era el propio Umthil. Si él fue capaz de liberarse, fue porque Notah tocó aquella rama. Al igual que vosotros estabais cautivos dentro de él, él estaba esclavo de si mismo al estar bajo el dominio de Heleth y después de Scarlet.-Miró a Alioth con ternura, pero después volvió a mirar a Katherine a la par que invocaba su lanza. Apenas tardó unas milésimas de segundo en materializar el arma.- Nuestras armas son una extensión de nosotros. Algo que nos representa y a través del cuál podemos usar nuestro poder. Es posible que a eso se refiriese cuando os contó eso... -Sonrió y alzó la mirada hacia el cielo.- Umthil es pureza e inocencia. Es dónde todo einar termina cuando su vida termina. Umthil nos acoge en él. Umthil es cómo si fuésemos todos

En ese momento sus ojos se tornaron ligeramente tristes.-Fue él quien os devolvió aquello que se os había arrebatado. Puede sonar raro, pero es cómo si llevaseis un pedacito de él dentro de vosotros.-Sonrió y se aproximó hasta ella para abrazarla con cierta fuerza.- Siento no haber podido ayudarte..."Te ataqué... Fui quien ayudó a matarte..." Se separó sonriendo y miró a Shado.- Perdóname... Debo hacer algo antes de que sea tarde. Pero Alioth resolverá cualquier duda...

Son un gesto indicó al rey y Heracles qie iba a hablar con Shado. Corrió hasta alcanzarlo y lo sujetó por el brazo con decisión.- ¿Te irás otra vez? Sabes que no tienes porqué hacerlo... Puedes volver con nosotros... -Soltó su brazo con suavidad.- Tan solo, no huyas una vez más...

La chica te miró ligeramente divertida ante tu preocupación y rió - ¿De qué habla, Jaycee-sama? Crecí en las calles. Por supuesto que no me preocupa, y no es como si no me hubieran contratado – se veía jovial, tal vez divertida.

- ¡ZUYA! – resonó la voz del mayordomo desde la planta baja mientras la chica se sobresaltaba.

- Supongo que ya notó mi ausencia. Solo dígalo, Jaycee-sama, y lo despertaré todos los días. Iré a decirles que preparen su desayuno – te guiñó el ojo antes de hacerte una reverencia y salir de la habitación.

Al bajar y reunirte con todos, uno de tus hombres te contó que Zuya había sido rescatada de un grupo de explotadores. Ella llevaba esclavizada mucho tiempo en una familia adinerada de por allí, así que fue rescatada de encubierto. Sabían que lo aprobarías, así que solo informaron a tu mayordomo. Ella rogó que se le permitiera quedarse y trabajar con ellos, pero parecía demasiado entusiasta para ser una recién llegada. En verdad parecía divertirse allí.

Tu mayordomo la estaba entrenando, así que se la pasó ocupado la mayor parte del día, por lo cual te designó a algunas sirvientas para que cubrieran tus necesidades y pedidos. Era mucho el trabajo por hacer, pero por fortuna todas eran experimentadas.

Después de todas las actualizaciones, notaste que muchos de los temas te eran ajenos, como si debieras saberlos todos, pero sus imágenes eran algo difusas. Sabías que habías ordenado muchas de esas cosas, pero no podías recordar los detalles. Se sentía ajeno… aunque aquella sensación fue desapareciendo a lo largo de los días. Si no era aquello, ¿qué habías estado haciendo hasta ahora?

La Reina de cristal sonrió ligeramente ante la respuesta de Katherine y se giró para ir con la Sacerdotisa y su guardiana suprema. Era el momento de hacer lo que había venido a hacer. Miró a Mariko, quien le hizo una reverencia con una sonrisa de satisfacción, y luego al portal. Al parecer, dejaría que todos cruzaran primero que ella.

Al Katherine separarse de su hermano, Aimi asintió a sus palabras y Edward aún confundido decidió confiar – De acuerdo, pero yo cocino – fue una advertencia para su hermana, claro.

La delicada mariposa de color blanco aleteó – No tienes que disculparte. Yo no pude protegerte. He sido yo quien te ha fallado – dijo con su delicada voz, fresca como la suave brisa de la mañana.

Koichi agitó una mano para saludar a Katherine mientras le sonreía amablemente, aunque claro, lo ocuparon rápidamente, por lo cual no se acercó a ella, aunque tenía pensado hacerlo luego.

Alioth escuchó lo que Katherine decía y miró a Onírica mientras era ella quien respondía. Asintió – No podría haberlo dicho mejor – apretó ligeramente su mano mientras la escuchaba hablar -. Ese hombre que viste con el arpa es la forma que toma Umhti cuando un nuevo rey es nombrado, pero solo los reyes pueden verla. Umhti nunca se materializa frente a nadie, pues su forma es la de un árbol. El pequeño niño era el Umhti falso. Después de todo, tenía solo unos cuantos meses de haber nacido, ¿verdad? Era el mismo, pero de joven. Además, los einar somos más longevos que los humanos… como lo son los árboles. Y nosotros volvemos a nuestro estado original al morir. Nuestros cuerpos desaparecen y quedan nuestras almas, representadas por nuestras armas – y observó cómo Onírica se marchaba con Shado.

El einar se iba alejando silenciosamente hasta que sintió cómo Onírica tomaba su brazo y se giró para verla con sorpresa. Sonrió socarronamente para responderle tras un suspiro – Parece que no lo entiendes o eres testaruda – se cruzó de brazos -. Quiero recorrer, conocer otros lugares. Esas son cosas que no puedo hacer si me quedo aquí o si regreso a Sonoe. Quiero ser libre y no cumplir un deber. Además, soy un traidor y no planeo enfrentar el juicio. Sabes bien que Alioth tendrá que hacerlo, quiera o no. Prometo visitarte alguna vez – y soltó su mano. Mientras tanto, Heracles cargaba a Alioth para ayudarlo a cruzar el portal. Poco después, empezó a llorar ante las palabras de Shado mientras Alioth se reía un tanto incómodo tratando de consolar al grandullón.

El regordete gato voló como un enorme globo redondo hasta Mamoru y aterrizó en las manos de este recuperando su volumen normal. Ante las palabras de Mamoru, suspiró – Ella me agrada. Tú, por el contrario, eres un tonto – Ruka miró un momento a Ñyankuro con sus ojos tristes, buscando fortaleza para hablarle, pero aún con la mirada gacha. La pelirrosa se dejó abrazar de Mamoru mientras lo escuchaba y solo tuvo fuerza para asentir con la cabeza. Después solo le dijo – No… finjas conmigo, Mamo-kun – sonaba a modo de protesta.

Notah se acercó a Hunter y le dio un chocolate. El conejo lo miró con interés y cuando este se lo ofreció, lo tomó sin pensarlo demasiado, mas agitó sus bigotes confundido – No creas que te has librado de mí. Notah-kun. Me quedaré contigo -.

Koichi sonrió ante lo dicho por el conejo, aunque había algo de emoción al verlo. Sin poder resistirlo más, gritó de emoción y se agachó a verlo - ¡Es increíble! ¡Y come chocolate! –, pero las palabras del peligris lo sacaron de su sorpresa y el rubio lo miró de nuevo irguiéndose. Hunter agradeció en silencio y suspiró aliviado. La reacción de Koichi lo había asustado. Shiro tomó la mano de Notah con delicadeza y algo de timidez para luego ver sus mejillas ligeramente sonrosadas. Koichi los miró y escuchó las palabras de Notah mientras su frente se arrugaba ligeramente. Sus ojos se vieron derrotados por un momento y retiró la mirada un momento para luego decir – N-no hay por qué darlas. Yo no hice nada – agitó las manos para quitarle importancia a la situación y luego dejó de mirarlos -. L-lo mejor es que regresemos. Tenma-sama sigue en peligro -.

Mariko estaba junto a la reina y no se esperaba el abrazo de Notah, quien era seguido por las dos pequeñas hadas. La peliazul le sonrió – No tienes que disculparte. Fui yo quien eligió protegerte a ti y a Onírica. Lo importante es que lo lograste – y luego miró a las haditas -. Hola – con una sonrisa, aunque alzó una ceja -. Suenan familiares… ¿Por qué? – sonreía traviesa mientras miraba a Riko -. Riko me agrada – y el hadita se cruzó de brazos quitando la mirada y fingiendo desinterés.

La Reina de cristal habló una vez más al ver que todos parecían ya haberse saludado – El guardián de la Tierra tiene razón. El campeón nos espera -  y les indicó que cruzaran. Uno por uno, fueron haciéndolo hasta que quedaron frente a la casa de Tenma. Irisu la reconoció y entonces, el proceso comenzó.

Kuroryuu explicó que para poder regresar, ella tuvo que entregar gran parte de su poder a Umhti en el concierto. Eso lo fortalecería temporalmente, pero también haría más sencillo su despertar. A su vez, lo guardaría para cuando ella lo reclamara. Sin embargo, Umhti no solo tenía su poder, sino parte del poder de Tenma, así que lo que harían sería devolverle ese poder para que pudiera curarse y así despertar. Si él despertaba, podrían sanar la Tierra.

Poco después de que Kuoryuu pusiera sus manos sobre Tenma, la nieve comenzó a derretirse y la energía del planeta a regresar. Cuando el daño fue arreglado, el pelirrojo abrió los ojos para ser abrazado por una llorosa Irisu. Poco después, la Reina aclaró – Los humanos despertarán mañana, pensando que no habrá pasado un día. Es lo mejor – y con una sonrisa, cada quien se dirigió a casa.