Partida Rol por web

Irisu estaba decidida, pero no tenia equipo para nieve, normalmente llegada la temporada, buscaría junto con sus papás neumáticos para el carro familiar que fuesen para invierno, sin embargo, esas compras aún no se habían hecho, pero...

Corrió dentro de la casa y buscando cuerdas trato de improvisar, amarrándolas a las llantas quería hacer lo mismo que hacían en EUA, solo que en vez de cadenas, cuerdas. Llantas antiderrapantes caseras.

-Es hora de probar…

Dijo una vez que termino, estaba desarreglada y sucia, pero aun así tomo rumbo a XXX-XXX

Ya vi… ¿Están todos bien? Voy en camino a ver a alguien, surgió algo.

Si tardo en contestar es por eso.

Marcando la ruta de su aplicación mientras comenzaba a anadar en la moto, paso su hubicación a notah

Mis dedos se movieron respondiendo al último mensaje de Katherine.

¡Hunter! Es verdad, casi me había olvidado. Sí, está en mi mochila. ¿Me mandas tu ubicación en tiempo real? ¿Voy con vosotros? Quizá recoja de paso a Mamoru, si es necesario.

Y acto seguido a Mamoru.

¿Me mandas tu ubicación en tiempo real? Es posible que hayan problemas y tenga que pasarme a recogerte con Hunter y bueno, hayan problemas.

La nieve se hizo más fuerte cual señal de mal augurio y mi firme andar comenzó a ralentizarse. Con dificultad, traté de mantener el paso e incluso de acelerar pero no resultaba sencillo, mi visión disminuía por momentos y cada vez hacía más frío. Me puse la mano delante de los ojos y miré al camino.

- Esto no tiene buena pinta - susurré más para mi que para cualquiera que pudiera estar cerca pues el viento se llevaba mis palabras.

Entonces, Hook ladró y me abrió un camino entre la nieve. Retirando la mano observé al adorable perrito algo sorprendida.

- Buen trabajo, Hook - sonreí alegre y seguí caminando - sí, está genial, no sabía que podías hacerlo. A ver si podemos llegar cuanto antes y no perdernos. No te alejes mucho de mi.

Ya vi… ¿Están todos bien? Voy en camino a ver a alguien, surgió algo.

Si tardo en contestar es por eso.

¡Hunter! Es verdad, casi me había olvidado. Sí, está en mi mochila. ¿Me mandas tu ubicación en tiempo real? ¿Voy con vosotros? Quizá recoja de paso a Mamoru, si es necesario.

¿Me mandas tu ubicación en tiempo real? Es posible que hayan problemas y tenga que pasarme a recogerte con Hunter y bueno, hayan problemas.

Koichi sonaba aún preocupado.

- De acuerdo. Si puedes rastrearlo, ahórrate energías. Te enviaré la dirección en un mensaje de texto - y mientras decía aquello, sentiste la alerta. Seguro era la dirección enviada por Koichi -. Irisu-san va hacia allá. Cualquier ayuda me será útil. Gracias, Notah-kun. Debo... Debo irme ya - incluso siendo él sonaba bastante ansioso.

Tal y como le dijiste a Katherine, buscaste a Hunter en tu mochila, pero el pequeño conejito no estaba allí. De hecho, no parecía estar en la casa. 

El gato regordete resopló - Claro que iré. Eres incapaz de hacer cualquier cosa sin mí - y miró a Hunter, quien negó con la cabeza.

- No creo que sea buena idea. Solo dese prisa - y cuando sonó tu teléfono, suspiró -. Seguro que Noah no sabe me he ido. Por eso insisto en que debe apresurarse - y las palabras del conejo hicieron que la mirada de Ñyankuro se volviera bastante intensa. Al parecer, tenía la firme intención de apoyarlo. Tal vez lo mejor era que comieras rápidamente para salir de allí pronto.   

Mamoru había dejado de responder a Notah para enfocarse en comer, viendo el par de mensajes sin contestarle aún. Notah parecía bastante desesperado, y el segundo de los mensajes le confirmó lo que Hunter ya le andaba explicando desde hacía unos momentos.

Lejos de hacerle caso a Hunter, miró a Ñyankuro y se encogió de hombros, empezando a tomarse su cereal sin tomarse la molestia de agarrar una cuchara. En esto se tardó apenas unos pocos segundos, sintiendo las miradas de Hunter y Ñyankuro. Puso el plato sobre la mesa y suspiró. Entendía que era urgente, no hacía falta que lo siguieran mirando así.

―Está bien ―se quitó la sábana de encima y la tiró por allí. Si tanta prisa tenían, iría en pijama―. Vamos. Espero que no sea un inconveniente salir así... Espero no resfriarme.

Entonces, tomó el teléfono y mensajeó al apurado Notah.

Te digo que ya estoy en camino. Espérame.

Tal vez por la prisa o la preocupación, Isabella dejó la puerta abierta, lo cual podría resultar algo conveniente en esta situación. Encontrados los dos, entraron al apartamento donde Alioth se encontraba y fue entonces que Mike pudo escuchar los gruñidos de dolor del rey. Sea lo que fuere que le estuviera pasando, afectaba al rey fuertemente. Era extraño, teniendo en cuenta la resistencia que este poseía.

Legolas, el búho guardián de Irisu, habló - Irisu está yendo con el campeón de la Tierra. Al parecer, le pasó algo - pero poca atención podían prestarle, ya que el rey seguía luchando. Trataron de abrir la puerta, pero era como si alguien estuviera sosteniéndola desde adentro, haciendo de abrirla una tarea titánica. Tal vez solo Heracles podría. Y así fue. Con aparecer sus guanteletes y darle un fuerte puñetazo, la puerta salió disparada hacia el otro lado de la habitación. Tal vez exageró un poco, pero eso no era lo importante.

Cuando vieron al rey, notaron que se encontraba en su disfraz humano, pero que el anillo esmeralda, la funda de la Esmeralda, parecía brillar con intensidad, pero de un rojo carmesí que parecía estar quemando al rey. El rey sostenía su muñeca derecha tratando de diezmar el dolor, pero no podía. Había algo muy mal allí, y es que con dar un paso dentro de la habitación lo notaron.

La vibración de la energía de la Espada sagrada no era armónica como siempre, sino que transmitía un intenso dolor. Era una mezcla entre enojo, soledad, tristeza, oscuridad y... Muy en el fondo, podían sentir un profundo grito de ayuda. Alguien o algo estaba sufriendo. 

La pregunta sobre Aimi y la ropa de invierno le sorprendió. Rió divertido - Claro que la tiene. Ella lleva más tiempo que tú y yo viviendo aquí. ¿Por qué no tendría? - se divirtió.

A pesar de que pasaron unos minutos, Hunter no aparecía. ¿Estaría ocupado Notah? Schmella reaccionó - Estaré bien si me escondo debajo de tu cabello - dijo con su usual y dulce voz. Entonces, hubo algo que llamó tu atención, al igual que la de Edward. Una presencia poderosa pero oscura estaba fuera de su casa. No cabía duda que les estaba esperando, pero tampoco se movía. Sin intención de entrar, solo esperó.

- ¿La reconoces? Espera... No - y salió apresurado Edward. Schmella trató de decirle que no se fuera, pero el antiguo comandante hizo caso omiso y salió así. ¿Quién podría ser?

Al menos la broma había caído bien, cosa que provocó en Katherine una leve risa mientras parecía esperar que respondiesen un mensaje que no había llegado de momento. ¿Estarían bien? Además, en la espera aprovechó para alzar su cabello y que Schmella se refugiase ahí para que no se viese afectada ya sea por el viaje si debían ir por su cuenta o teletransportarse si Hunter les ayudaba. 

Sin embargo, la repentina presencia hizo que se levantara bruscamente mirando a la fuente como si pudiese ver a través de las paredes , cosa fútil porque la inglesa no detectaba en esos momentos quién podría ser. Ya no le contestó a Notah, guardado el aparato mientras pensaba si transformarse o no pues desconocía quién era el desconocido.

-Edward, vayamos con calma y...-pero su hermano ignoró sus palabras y las de Schmella, corriendo detrás de él para evitar que se arriesgara demasiado. En el trayecto intentó averiguar quién podría ser intentando sentir mejor su presencia, pero preparada por si debía transformarse. Además, el miedo de que le ocurriese algo seguía latente y no quería que se desarrollase tal escenario, de ahí que se lanzara tras él sin pensarlo mucho.

-Schmella, si es necesario prepárate por si puedes protegerlo con tu escudo, no sabemos a qué podríamos enfrentarnos-si estaban ahí obviamente podría ser un enviado de Heleth por conocer dónde vivían los hermanos y si era un plan como la vez anterior, sería un enemigo que podría darles problemas tanto marciales como mentales para que batallasen en enfrentarse a quien estuviese afuera... ¿O si era un mensajero?

Muchas conjeturas, pero seguía desconociendo qué pasaba en verdad.

Gracias, Koichi. Nos vemos.

Rápidamente mis dedos empezaron a mandar mensajes.

A Katherine:

No, Hunter no está. Qué raro. Quizá... no sé. Voy a buscarlo por la casa. Por cierto, parece que esto está afectando al Rey de la Tierra. Voy a investigar, cuando terminéis, si quieres, avisa.

A Irisu:

Refuerzos: Hay dos dragones dispuestos a morder cabezas, quizá incluso alguien más. ¿Te vale?

A Mamoru:

Esto está afectando al Rey de la Tierra. Nos han dado una nueva dirección. ¿Estás cerca de mi casa ya o te mando la nueva dirección? También puedo pasarme a por tí. Ya sabes que soy rápido.

A Isabella:

¿Estás bien? La cosa está dura. ¿Necesitas algo?

Mientras me respondían, buscaba a mi compañero por casa, usando chocolate de cebo si era necesario. Sólo que, si mis padres se habían marchado, en lugar de yo, mi cuerpo se transformó para usar el anillo para estar alerta de la oscuridad. Si no se habían marchado, lo haría como Notah.

Dentro de lo angustiado e impotente que se sentía, Mike no escuchó apenas lo que el búho guardián les dijo. No es que no le pareciera importante, pero sentía que era apremiante llegar al rey cuanto antes. Tanto era así, que al no poder abrir la puerta, le asestó un señor puñetazo, sin importarle si se había pasado en su gesto o no.

Nada más poner un pie en el cuarto, notó presión en el pecho, angustia. Esa no era la sensación que le embargaba cuando iba a ver a su rey. Eso no estaba bien. Avanzó hasta él y comenzó a hacer lo que creía que sería lo mejor: quitarle ese anillo. -Vamos, Alioth- imploró con los dientes apretados. No saber lo que ocurría le generaba un dolor indescriptible.

Ñyankuro te miró con cierto enojo por ese comentario que según su expresión, le parecía bastante ridículo - Ni siquiera lo pienses - y disparando viento de su boca, te cubrió completo, obligándote a cerrar los ojos. Al cesar esto, abriste los ojos y te viste vestido con ropa de invierno y mucho más decente que días anteriores.

- Pudiste haberlo hecho antes, Ñyankuro - dijo Hunter algo hastiado -. Bueno, no hay tiempo que perder. Síganme - y tras dar un golpecito en el suelo con su para derecha, un círculo luminoso se dibujo frente a sí. Era justo de tu tamaño, así que ni tendrías que agacharte para poder entrar, solo dos pasos y listo.

- Iremos por Noah primero. Es posible que este apenas haya notado que no estoy - y entonces Ñyankuro entró. Hunter lo haría después de ti, claro. 

No, Hunter no está. Qué raro. Quizá... no sé. Voy a buscarlo por la casa. Por cierto, parece que esto está afectando al Rey de la Tierra. Voy a investigar, cuando terminéis, si quieres, avisa.

Refuerzos: Hay dos dragones dispuestos a morder cabezas, quizá incluso alguien más. ¿Te vale?

Esto está afectando al Rey de la Tierra. Nos han dado una nueva dirección. ¿Estás cerca de mi casa ya o te mando la nueva dirección? También puedo pasarme a por tí. Ya sabes que soy rápido.

¿Estás bien? La cosa está dura. ¿Necesitas algo?