Partida Rol por web

Miré con una sonrisa sin humor y una mirada vacía a la sombra.

- ¿Estás intentando engañarme? - di un par de pasos lentos hacia la sombra que intentaba imitar a mi reina - sé muy bien que la Reina Andelivian no puede estar aquí, ella murió hace mucho tiempo, por vuestra culpa - mi sonrisa se transformó en un gesto de enojo y mis ojos despidieron chispas al mirar a la sombra - ¡no oses mancillar el recuerdo de mi Reina, burda imitación!

Dicho esto, aceleré mis pasos hasta echar a correr agitando mi hoz en el aire dispuesta a atacar a la sombra que intentaba engañar con la figura de mi Reina.

Nereida ya había lanzado su ataque cuando de pronto vio a la sombra transformarse nada menos que en la reina. El impacto fue tan grande que en un primer momento no se dio cuenta de que estaba siendo engañada

-Que?! Pero si es... su majestad! Oh, no! Que he hecho!!!

Tratas de usar tu poder espiritual para lograr discernir el origen de su energía, su poder, su forma, pero la oscuridad opaca tus sentidos y tu mente, impidiéndote descubrir algo por ti misma. Lo que ven tus ojos es todo lo que logras percibir.

Luego de que el factor sorpresa hubo pasado, Nereida notó algunos detalles que no encajaban.

Un momento, ella se ve demasiado oscura... y esa aura eléctrica... no es así como recuerdo a mi reina. Ella era hermosa! No provocaba una sensación de maldad como esta.

-Mmm... ya entiendo. Estas tratando de engañarme, verdad? Por un momento lo logras, pero me temo que aunque cambies tu apariencia nunca podrás reproducir la inmensa bondad que irradiaba mi reina. No eres más que una impostora!

La sombra sonríe al ver que has descubierto su fachada y abandona la forma de la reina.

Bien, podemos hacer esto todo el día, de todas maneras, cuando llegues con tus amigas, será demasiado tarde.

Caminaba entre los escombros sin alejarse o acercarse a ti, cambiando de forma.

Se torno en Arjimae, tu lo conocías como Kenta Kitsune, esta vez la imagen era a color, pero al hablar, su voz estaba distorsionada.

¿Matarías a tu maestro? -Kenta se reía de ti, todo era igual salvo esa voz.  Siempre fuiste la peor de todas, solo me acercaba a tí para no hacerte sentir mal.

Un sonido, la sombra 2 parecía impaciente, a lo que Kenta falso tomó una pose más relajada.

Mira Guerrera sin sexo, me subirán de nivel si te mato pero igual lo harán si consigo entretenerte. Si no quieres pelear solo actúa como si saco de boxeo. Como eres inferior te revelaré un pequeño secreto, entre más pases tiempo aquí, menos podrás ver sombras, tus enemigos serán tus amigos.

El Kenta falso empezó a crear un arma oscura con forma de guadaña.

Me dejaste morir chica de azul, a mi, lo hiciste a proposito, creo que es hora de que pagues mi muerte con tu vida.

La reina aplaudió tres veces, tras el último sonido su forma volvía a ser la de la sombra 1.

Bravo niña, veo que las guerreras son más listas de lo que pensé. Creo que eres capaz de usar esa pequeña cabeza hueca tuya.

Conforme veía su ataque venir, no parecía hacer más que sonreír.

Vacilaste antes, dime si lo haras ahora -su cuerpo volvió a cambiar, esta vez era la viva imagen de Arjimae, a quien conocías como Kenta Kitsune. ¿Te atreves a atacarme?

Su voz, todo salvo su voz era igual a él, el color de su cabello, sus ojos, la ropa y su pose, pero esa voz estaba distorsionada, como una mala imitación de su gentil tono.

Extendió los brazos el falso Kenta para recibir tu ataque.

Déjame decirte algo, me recompensará mi ama si te mato o si vives, solo debo detenerme y entre más pases tiempo aquí más deberás atacará a tus amigos.

El Kenta falso sonreía esperando tu ataque.

Ya me dejaste morir una vez Lighting ¿Me matarías una segunda vez?

Su voz seguía siendo la de la sombra, pero la ilusión esta vez era mas realista. Además, la sombra había mostrado sus cartas. Sólo trataba de hacerle perder el tiempo.

-Pues no te daré el gusto de retrasarme. Terminaré con esto lo antes posible. Maremoto de Poseidon!

Entrecerré los ojos de nuevo al ver la nueva forma adquirida por la sombra. En serio querían hacerme enfadar. Esta vez tomó la forma de Kenta, pero él ya estaba muerto. ¿Cómo se atrevían a mancillar su recuerdo de esa manera? La perdida era aún reciente y esto me hacía enojar en serio. Sin embargo, ¿qué era aquello de que cuanto más tiempo allí más atacaría a mis compañeras? Miré con desconfianza a la sombra.

Una vez, traté de determinar qué era aquella sombra sin ningún éxito. Maldije para mi, en los momentos más necesarios me tenía que fallar, maldita fuera mi suerte. No tenía elección, ¿sería posible que nos estuvieran enfrentando entre nosotros? Aunque la posibilidad había pasado por mi mente, no pensé en la posibilidad de que pudieran enmascarar a mis compañeros de mi Reina o de Kenta, ¿sería posible? 

No podía arriesgarme antes de saberlo, sin embargo, mis poderes me habían fallado. Siendo así, sólo me quedaba una opción. La sombra no parecía que fuera a atacarme, por lo tanto lo atacaría de una manera diferente. Guardé mi hoz y decidí arriesgarme. Con lod brazos extendidos corrí hacia la ilusión de Arjimae con la intención de inmovilizarlo.

La sombra se abalanzó en un intento de atraparte, aun con la forma de Arjimae te logró inmovilizar.

Dime… ¿Quieres bailar?

Ya se, creo que así te sentiras mas comoda.

Aunque sabías que era el enemigo, su olor te era familiar.

Incluso el tacto, no era frío, era cálido, igual que la anterior sensación, era familiar.

¿Más cómoda?

Arjimae sonreía, salvo su voz, una imitación barata de su cándido tono, todo lo demás no inspiraba en ti peligro alguno. Simplemente Arjimae te abrazaba.

El olor, su cálido tacto te eran muy familiares, alguien a quien conocías.

…

La forma de Arjimae se volvio a descomponer, una sombra 1 vaga que empezaba a tomar forma, una compañera, empezaba a tomar la forma de una compañera tuya.

En un movimiento lograste apresar a Arjimae, con éxito habías interrumpido un ataque en el proceso, salvo su reacción inicial, Arjimae sonrió.

Dime… ¿Quieres bailar?

Ya se, creo que así te sentiras mas comoda.

Atrapado entre tus brazos pudiste sentir su aroma, era algo familiar, su tacto era cálido casi conocido.

¿Más cómoda?

Aunque relajado, hacía fuerza para liberar tu abrazo.

Salvo su falsa voz, copia barata de la voz de Arjimae, su tacto y su olor te eran indiscutiblemente familiares.

Entonces en medio de tus brazos, comenzó a descomponer su forma nuevamente, la sombra 1 estaba descaradamente transformándose enfrente tuyo, su transformación era lenta pero poco a poco, color, olor y tacto empiezas a distinguir a una compañera tuya.

No hice mucho más que quedarme abrazada a Arjimae. Sabía que no era real, pero no me estaba haciendo daño, por lo que seguí agarrada a él. Me resultaba familiar y quería saber porqué.

- Bailemos pues - dije observándolo perspicaz sin hacer nada más.

Entonces, comenzó a cambiar de nuevo. ¿Y ahora qué? Una de mis compañeras comenzó a aparecer ante mis ojos, y me pregunté si en esta ocasión sería real o no. Ya no estaba segura de nada.

La sombra se debatía salvajemente por zafarse de tu abrazo, su sonrisa cada vez era más forzada al darse cuenta de la situación en la que estaba.

Su forma, una masa negra, se coloreo en una de tus compañeras, de color azul su cabello, su tacto era similar, incluso su aroma era idéntico, una réplica en todo sentido de la palabra, al hablar incluso el tono era idéntico al de Nereida.

Veamos si aguantas mi baile….

Seguía intentando con más fuerza debatirse de tus brazos y fallando de igual manera.

Entonces cuando su sonrisa se borró, una mueca que Nereida nunca mostraría apareció en su rostro.

¡Suéltame! O Nereida pagará las consecuencias.

En su desesperación Nereida miraba a la sombra 2, como dudando si pedir su ayuda. Sus pensamientos eran demasiado claros, casi pintados en agua se podía leer, estaba contenta de retenerte, eso ya lo había dicho, pero la humillación era algo que no podía tolerar.

El agarre de la sombra era férreo, sus brazos eran una prisión férrea que te privaba de la libertad.

Pegas como una niña, nuestra maestra nos dijo que a las mujeres, los hombres no las deben golpear, entonces solo otra chica te debe golpear.

Aunque te mantenía sujeta, se notaba que estaba ejerciendo mucha de su fuerza en el simple esfuerzo del abrazo.

Dime ¿Alguna vez pensaste en estar del lado ganador?

Mientras decía esas palabras, su forma cambió, su cabello se pintó en amarillo, su aroma era el de una de tus amigas, su voz era una gota de agua, idéntica al de Lightning, inclusos su abrazo se sentía igual a ella.

Te lo dije, matarte es un premio secundario, pero…

La expresión de Lightning, era un gesto que ella nunca pondría.

...si te nos unes estarás del bando ganador, y, antes de que me rechaces, mirame bien ¿Quieres verme sufrir?

Lightning dirigió una mirada significativa a la sombra 2, como si quisiera pedirle algo.