Partida Rol por web

El combate continuaba y a pesar del agotamiento de la guerrera mágica, la guerrera corrupta no parecía tener intenciones de detenerse. Tomó su hoz con decisión y fuerza, y sin apresurarse demasiado, la atacó. La guerrera mágica vio el ataque aproximándose, pero no pudo hacer nada, el agotamiento le pasaba factura y su cuerpo era lento. Nereida puso sus manos para cubrir su rostro, pero no sirvió de mucho y la hoz destajó sus brazos, al igual que su torso. La guerrera mágica comenzaba a sentir el dolor de sus heridas y el peso del agotamiento.

Con la partida de Scarlet, la batalla se complica, pues había dejado a dos de sus sirvientes para pelear en su lugar y esto hacía que la balanza estuviera equilibrándose para el otro lado.

Las sirvientas de Scarlet, al escuchar a Storm, se rieron y la que tenía el látigo lo azotó contra el suelo para decir - Nosotras seguimos órdenes de Scarlet-sama - la otra rió igualmente.

- No te ofendas, lindura, pero no puedes darnos órdenes. Solo debemos protegerte - entonces, Animae comenzó sus ataques rápidamente y lanza una flecha que, en la mitad del aire, se convierte en una red y la lanza hacia la titánide de la lanza, pero esta logra verla a tiempo y salta esquivándola, aunque nada pudo preverla de lo que venía a continuación. Una segunda flecha impactó contra su pecho mientras caía y ella miró furiosa a Animae, a quien atacó apuntando su lanza hacia ella, pero no corrió hacia ella, sino que de la punta de esta estalló una luz de color naranja hacia ella. Justo antes de recibir el impacto, Animae agitó sus manos en un movimiento grácil y ágil para conjurar un escudo de aire que la cubriría contra ese ataque de lava, el cual vio caer pedazos al suelo, quemando aquello que tocaban. Storm se dio cuenta que era posible que Animae ganara, así que decidió ayudar a la titánide que sí le atacaba. Storm concentró toda su fuerza en ese ataque, pero no tuvo éxito. La electricidad no desplegó. Tal vez Scarlet la había dejado un poco distraída, debía volver a concentrarse.

Por su parte, la titánide del látigo miraba a Platinium. Esta notó esta mirada y colocó su arma fuertemente sobre la tierra, un símbolo de color púrpura se expandió e hizo que ocho figuras pequeñas y un tanto adorables aparecieran frente a ella, arremetiendo de inmediato contra la titánide del látigo. A pesar de eso, la titánide era más rápida y lanzó un ataque contra Platinium, un ataque que no podría evitar. Dos de sus minions saltaron tan fuerte como pudieron para detener este ataque y ante la fuerza de este, perecieron. Se desvanecieron en un parpadeo, dejando solo algunos destellos de luz como rastro de su existencia. Los demás cargaron contra la titánide, golpeándola con sus pequeñas armas y sin que la titánide pudiera evitarlo.

Daba la impresión de que Aberrant no deseaba luchar, pues no parecía esforzarse. Un muy enojado Ilify decidió no atacar con sus magias, sino con sus garras. Corrió hacia la titánide y atacó una vez, bloqueando el ataque que ella le había dirigido. Atacó otra vez, pero Aberrant parecía haber reaccionado y atacó también. Ilify enterró sus garras en la piel de la mujer con tanta ira que parecía encontrar bajo esa piel algo más que una coraza vacía.

Ilify dudó solo un momento mientras pensaba en Zmiy. ¿Ella desaparecería si elimina a Aberrant? Seguro no. Entonces, Aberrant notó la pequeña duda, esa duda que producían los corazones latentes y atacó una última vez con su hoz, logrando vengarse por el daño recibido y cortando la mejilla del dragón. Tal vez no era una herida muy profunda, pero lo fue lo suficiente para hacer al dragón sangrar. Ilify no se quedaría atrás y con rapidez, enterró sus garras en el vientre de Aberrant y sintió cómo la sangre de la titánide bañaba sus dedos. Aberrant no pudo o tal vez no quizo esquivarlo y recibió el golpe, pero su cuerpo no mostraba dolor ni angustia, solo estaba dispuesta a luchar hasta la muerte.

Sentí las garras de Ilify... me sujeté el vientre... y me apreté la herida con una mano, para evitar el sangrado...

Luego levanté mi arma con mi mano libre... y volví a atacar...

Oír esa respuesta por parte de las sirvientes me fastidiaba... por lo que decidí pasar... 

Y mejor concentrarme a lo que estaba haciendo...

Dado los movimientos de Animae, pensé en hacer otra cosa para mandarla la infierno... entonces me quedé parada tranquilamente y comencé a acumular energía eléctrica... sin llegar a liberarla aún... y recitando frases blasfemas y maldiciones en lenguajes desconocidos... comencé a acumular mi oscuro poder... -Tormenta diabólica, de los sagrados abismos, yo te conjuro... que el poder devastador natural de los infiernos, venga a mi...-

La ira norelucía contra la titánides, si no contra quienes la controlaban, sus garras podrían determinar hasta que punto herir a aquella inocente. La liberaría y protegería quisiera o no. Y para ello debía ser cruel, atacar sin miramiento y protegerse lo posible.

Las disculpas vendrían otro día.

Nereida estaba herida, pero tenia que continuar. Sacando fuerzas de flaqueza lanzó un nuevo ataque. Pero el dolor y el agotamiento no le ayudaban en nada.

Mientras sus sirvientes luchaban Platinium mira a los demás combatientes, estaba claro que la más peligrosa era Storm y el hecho de que se estuviera preparando no le gustaba nada, por el momento la Titanide contra la que luchaba estaba entretenida con 6 de sus sirvientes lo que le daría algo más de tiempo, por lo que no lo duda y se concentra, concentra su magia y lanza su conjuro de plumas negras en un ataque contra Storm que parecía estar distraída peleando contra Animae

Escuchando el discurso de Storm, Animae no hacía más que fruncir el ceño y maldiciendo en su interior otra ideología de "solo Blanco o Negro", situación que le molestaba bastante porque era creyente ferviente de que el gris existía. Claro, nadie es perfecto y la balanza suele inclinarse a un solo lado, pero puede haber equilibrio; y las personas pueden cometer actos atroces, pero siempre, siempre, habrá una persona que llora por ello y es de ahí que parte su lucha por la paz, no la utopía. Pero sus ojos azules se volvería fríos con la mención de Scarlet Light y lo que supuestamente le hizo. ¿De verdad fue traidora o ocurrió lo mismo como con Platinium?

La acción del combate no se hizo esperar y cuando los movimientos del enemigo terminaron, percibió cierta tristeza en su alter humano y se contuvo un poco. 

-Mi pelea no es contra ti, Storm-concentrándose en el aire a su alrededor y se podía apreciar cómo se arremolinaban en distintos puntos del campo de batalla y de pronto y, mientras tanto, apuntó con su arco a las enemigas invocadas por Scarlett Bat para atraparlas con sus flechas que liberaban una red mágica y al disparar, el viento contenido estallaba en ráfagas de viento y magia liberando golpes hacia las titánides que se encontraban atacándola a ella y a Platinium.

A la misma velocidad, tomó precaución invocando de nuevo su escudo para protegerse y también a Platinium por si algo pasaba.

Relámpago oscuro sigue arrastrando su hoz con lentitud hasta llevarla a la guerrera mágica y con un agite perfecto, entierra la hoz en el hombro de la guerrera, mientras esta trata de responder el ataque, pero este certero golpe lo interrumpió, lo cual la llevó a encontrarse en una condición crítica.

El combate seguía y los combatientes no se detenían, fieros y firmes para alcanzar su cometido. Aberrant atacaba sin piedad mientras Ilify se logró defender de uno de sus golpes, aunque recibió los otros dos. Con profundos cortes en sus brazos, Ilify arremetió contra esa titánide, aunque en su rostro era palpable su poco deseo de atacar.

El dragón fue feroz y logró acrecentar las heridas de la titánide con una en su rostro, una en su cuello y una en su pecho. Aberrant comenzaba a verse en apuros.

El dragón aun suplicaba en su interior que la inocente aberrant, dejara de atacar, deseaba con todas sus fuerzas no tener que matarla, no tener que causarle más daños. Ni siquiera sentía su propio dolor, ya que lo interpretaba como el daño que su karma le otorgaba por traicionarse a si mismo. Pero no había vuelta atrás, sabía desde siempre que la realidad nunca le había apoyado. Contra más quería proteger, más perdía, su gélido corazón hacía resonar la voz de quienes fallecieron cerca de él, ya fuera por su culpa o no, pues después de todo no supo protegerlos.

Entre ataques ofreció las últimas palabras que creyó que podría dedicar a la muchacha, tal vez mencionadas desde su interior por Jaycee, puesto que la voz rota por las lágrimas de Ilify no le prmitirían hablar, el humano que no tenía posesión del cuerpo solo podía apoyar a su alter ego de ese modo, puesto que ningún consuelo haría que el draconiano se sintiera mejor.

La voz era la de Ilify, y por ello era un misterio saber cual de los dos hablaba, quizás ambos después de todo, con la clara ayuda del jefe Yamamoto, lo sabía, lo estaba descubriendo por las malas, ese era el camino que había escogido, mejorar el mundo con palabras parecía imposible, y pese a su congoja, vio que debería acabar con lo que amenazaba a los inocentes con poder y fuerza, y se preguntó si sería capaz de diferenciarse de un mafioso común más, ¿podría ver la gente sus motivos? ¿Lograría ayudar a alguien? - Aberrante, nunca fuiste una aberración para nosotros, si te queda una pizca de tu inocencia, apartarte y descansa, bastará con que no te entrometías en nuestro camino,... Si decides seguir atacándome, te dedicaré algún día un monumento con un epitafio personalizado que dirá "Aberrant, no fue una aberración por cruel o maligna, murió creyendo que había defraudado a todos, sin darse cuenta por su inocencia, que nunca decepcionó a nadie, se llevó con ella la verdad, «estaba por encima de los demás, y fue ella la única que tenía derecho a decir que todos le habían defraudado a ella»".

Así era, era el dragón quien le iba a decepcionar, pore ser incapaz de salvarla como dijo, sería un yugo más en el alma torturada del ahora muchacho Ilify, ni los siglos, ni los milenios te preparan para soportar tanta culpa, por un instante se preguntó si la reina se quitó el corazón para evitar esa presión sangrante, pero el tenía una determinación, congelaría su corazón para mermar tanto daño, dejándole latir lo mínimo, para recordar lo débil que era.

Sus ataques no tenían duda en esta ocasión, iban a ser desgarradores, hasta el punto de herir su propio ego, algo que ya no necesitaba, porque había escogido ser la parca, y la muerte no merece perdón de nadie.

Pues con el ataque crítico ya murió Aberrant ¿No?

Supongo yo que con el ataque crítico, hasta aquí llego Aberrant ¿Cierto?

No te preocupes lindo, solo estaba preguntando, igual que ahí quede, no pasa nada... c;?

Las titánides continúan defendiendo a Storm de muchos ataques, recibiéndolos ellas mismas. Animae no se detiene y arroja dos flechas, las cuales alcanzan sus objetivos y las inmovilizan lo suficiente como para recibir un segundo ataque, el viento generó una explosión alrededor de sus enemigas y estas se vieron bastante malheridas. A pesar de esto, nos e daban por vencidas. La titánide con el látigo lanza su látigo hacia la dragona, mientras que la titánide de la lanza la carga una vez más para dejar salir su rayo láser por ella. Platinium trata de esquivarlo, pero no es lo suficientemente rápida. Momento en el cual Animae invoca su defensa y las protege de ambos ataques.

Storm seguía concentrada en ese ataque, un ataque que desplegaría todo su poder muy pronto. Los minions de Platinium saltaron a atacar a la titánide del látigo, aprovechando que se encontraba en el suelo. Con sus lanzas y demás armas, le dieron fin a la sirviente, dejándola inmóvil e inerte en el suelo. La titánide de la lanza vio eso con desprecio, era increible que su compañera hubiera sido derrotada de semejante manera. Entonces, se acercó a ella y comenzó a devorar su piel.

El acto canibalístico tomó menos de lo pensado, pero era algo realmente desagradable para ustedes. Veían cómo arrancaba su piel, su sangre bordeaba sus labios y todas las partes del cuerpo de su antigua compañera se veían reducidas hasta desaparecer. Los ojos de la titánide se pusieron completamente blancos y un aura negra la rodeó. De un estallido, estuvo a punto de arrojarlas al suelo. Al verla, pudieron ver una criatura completamente nueva. Un monstruo con cuatro brazos y de alrededor de dos metros, con una cola de escorpión y un color completamente oscuro en su piel. Podían sentir el poder de ese ser y su oscuridad.

Aquella escena era realmente dantesca, el ver como en apenas unos segundos devoraba de aquella forma a su compañera sin duda hizo que Platinium pusiera una cara de asco. Aquello no era normal y no estaba bien, la dragona realmente empezaba a estar cansada de todo eso y dice:

Storm acaso crees que eso está bien… maldita sea… vamos chicos acabemos con esa monstruosidad.

Aquello ya era demasiado, aquel ser era un ser oscuro y asqueroso, alguien que sin duda debía ser eliminado, y eso trataría de hacer, en esta ocasión no usaría su magia, sino que la atacaría con ataques físicos, por lo que se acercó a la criatura para golpearla con fuerza

Sigo cargando energía, ya va al triple de poder... soy una Señora de las Tormentas que controla el aire y el poder del rayo... y con los ventarrones de Animae, solo alimento mi poder...

-Mi pelea no es contra ti, Storm-

Miro a Commutatus Animae... -Animae... Katherine... entiendo tus sentimientos para conmigo, y en verdad tus palabras me llenan... porque aun eres mi amiga... por desgracia, éste asunto es cósmico... y estamos destinadas a hacerlo por toda la eternidad... en otra vida quizas nos veremos de nuevo, y volveremos a hacer lo mismo... yo no le temo a la muerte, el universo es cíclico... te escogí como mi rival a muerte por la siguiente razón... si yo te mato, no me guardes rencor... y si tú me matas, bueno, dice el sabio dicho que... "si alguien te va a matar, mejor que lo haga una amiga ¿No?" hahahahaha...-

Storm acaso crees que eso está bien… maldita sea… vamos chicos acabemos con esa monstruosidad.

Usando el viento del ambiente... yo camino sutil, como flotando en el aire, sin tocar el piso... y me acerco sin pudor a Platinum... hasta quedar de frente a ella y me encojo de hombros... -Querida Platinum... yo no he dicho que esté bien, de hecho creo que es asqueroso... pero como ves, yo no controlo las acciones de esas Titanides, ellas solo cumplen con sus ordenes, y sus ordenes son protegerme hasta yo que pueda matar a Animae...-

-Ya te dije que contigo no tengo problemas Platinum... de hecho te confieso que, "Me Gustas Mucho" no miento, en Verdad Me Gustas... por eso fue que ahora sigues viva... intercedí ante Scarlet-Bat por ti... le entregué mi Alma, a cambio de que tú vivieras, por eso estas aquí... y yo, lo volvería hacer por ti con gusto... y estoy contenta con eso... yo no me arrepiento de mis decisiones....... ¿O dime?... (=? ¿Acaso ese golpe que me diste hace rato, fue porque sentiste celos de que me viste besar a Scarlet-Bat?... (=? son solo negocios querida........ la verdad es que tú me interesas mucho, y de mi por lo menos, no tienes que temer Platinum...-