Partida Rol por web

Pero todo era... tan... tan... tranquilo aquí... mucha paz... animales parlantes... paisajes de belleza escenica y de cuentos de hadas...

 Casi me vomito al ver todo eso...

Entonces dando un recorrido por ahí... me encontré y me tope con la mirada y la sonrisa más dulce que jamás conocí en mi vida... crucé miradas con ella... y de pronto solo sentí un repentino vuelco en mi frío y duro corazón... ¿Que era esa sensación tan repentina que solo de pronto me invadía de calidez en mi interior?... Es la primera vez que sentí algo así... me llevé las manos al pecho, al ver aquella niña tan hermosa... ¿Por que sentía ésto? No lo entendía. ¿Que era ésto que sentía en el pecho que no podía controlar? ¿Acaso estaba perdiendo la razón?... tanto fue aquella primera impresión que... de forma involuntaria... "sonreí por primera vez en mi vida"... y solo la vi pasar... y sin querer, comencé a caminar tras de ella...

Hacia otro hermoso dia en Hardak, todo era paz y serenidad, los moluscos flotaban y no habia nada de que preocuparse, ecepto de la hora ya que era mas de medio dia y habia Dragones y Dragonas que tenian que ir a trabajar. Una Dragona de baja estatura y de aspecto infantil subia las viejas escaleras de madera, se veia visiblemente molesta ya que tenia que despertar por enecima vez a su inquilina que tambien era su aprendiz que ademas era su hija adoptiva. Toco la puerta con suavidad y le dijó a la puerta:

-Dawn, son mas de las 12 y media ¿No vas a ir a trabajar?

Solo hubo como respuesta unos gruñidos indecifrables que Nori supo interpretar como "Vete al c*rajo, hoy falto", esto provoco que la adulta de aspecto infantiloide  rompiera la puerta de una patada y entrara a la habitación furiosa, iendo como poseida por la ira del Gran Dragón hacia una cama dura repleta de libros de todo tipo y gatos de peluche de la cual tiro todos los cobertores exponiendo a Cursed Dawn que roncaba como marino borracho en un muelle. Usando su magia Nori materializo un balde con agua helada (con hielos ademas) y con gesto indiferente lo vacio encima de la bella durmiente, esta brinco de la cama y empezó a correr por la habitación mientras gritaba:

-¡¡¡Fria, fria fria fria fria fria.................!!!

Twilight Nori sonrio con malicia y le dijó:

-¿Con que frio eh? Que tal esto.......

Acto seguido Nori chasqueo los dedos haciendo Cursed Dawn quedara prisionera en un bloque de hielo, se acerco a este y mientras lo golpeaba con los nudillos para probar su solidez le dijó:

-Deja flojear niña, hoy toca inspección de los aposentos de los reales así que debes esforzarte. -Hizo una pausa para decir lo siguiente con enfasis- La gran Sacerdotiza te escogio por algo Dawn, no la decepciones.

Del bloque solo vino como respuestas unos sonidos gutulares que Nori supo interpretar debido a la rutina, esta solo se masajeo la cienes y le dijó:

-No me importa si en una de tus peleas con Scarlet Light quemaste la plaza comercial y te sientes apenada OTRA VEZ. Ya te disculpaste ahora tienes que ir a trabajar.

Nuevamente Dawn respondió con mas sonidos gutulares, Nori soló nego con la cabeza y replicó:

-No, Ilify no te dio el dia, ya hable con el esta mañana en el mercado.

La dragona intento defender su caso de pereza pero su mentora solo le dió la espalda y le dijó:

-Apurate a asearte que ya esta el almuerzo, tienes 5 minutos.

Twilight Nori salio del cuarto rapidamente dejando una Dragona hecha paleta en medio de todo, pero no quedo así ya que del cubo empezo a emitirse una enorme cantidad de calor haciendo que el bloque empezara a derretirse, pero en vez de derretirse exploto dejando a una chica con sus pijamas encogidas por el secado rapido. Dawn se sono la nariz con un pañuelo desechable que vino a ella por medio de magia y musitó:

-Lagartija malvada y sin corazón, esta era mis ultimas piyamas buenas. Ya vera......

Apenas lanzo la amenaza cuando de la nada aparecieron docenas de camisones de todos colores encima de la quejosa y le cayeron encima, Dawn miro esas prendas de dormir pasadas de moda con una mueca de asco y le dijó:

-Ya te dije que no me gustan los camisones para dormir, se me mete el aire entre la piernas. Ademas......

No termino la frase ya que un reloj Cu-cu venido de la nada le cayo encima de la cabeza dejandola aturdida, el pajarito empezo a salir del reloj dando la hora, la 1:00. Dawn bajo la cabeza derrotada y dijo con lagrimitas en los ojos:

-Ya entendi, ya voy.

Admitida la derrota ante Dawn aparecio un panquecito recien horneado en un platito. Mientras Dawn se alistaba no podia dejar de mirar el postre con cierto recelo, ese postre que daba Nori como premio cuando Dawn se portaba bien -Santo Padre Dragón, ya tengo mas de 7 327 años ¿Cuando entendera que ya no soy una niña?, mientras pensaba en estas cosas la Dragona ya estaba lista para ir a tomar el almuerzo. Salio sintiendo todavia el relojazo en su cabeza, este era visible ya que habia dejado un modesto chichon que no dejaba de palpitarle, se sento en la mesa que tenia no menos que un banquete de decenas de platos, era normal ya que los dragones comian mucho y necesitaban proteinas, Cursed solo comió 2 ollas de sopa y 7 barras de pan ya que no tenia mucho apetito.

Terminado el almuerzo Cursed Dawn tomo sus llaves y mientras se disponia a salir encontro una nota de Nori que decia:

-"Estare en la Biblioteca Maestra de Aldelivian dando un par de conferencias acerca de los reactivos en la magia de luz, volvere en unos dias. La mesa esta hechizada así que pide lo que quieras, solo no te empaches con los pudines otras vez.

Carinos Twilight Nori

Ps: HABLO EN SERIO SOBRE LOS PUDINES"

Dawn solo meneo la cabeza, su mentora podia saber de Pe a Pa todo lo concerniente acerca de la magia del crepusculo pero a veces se le olvidaba ponerse bien su ropa interior, lo veia ahora mientras sostenia las prendas de su mentora que parece se le habian caido por un efecto colateral de un hechizo de teletransporte. Dejo la pieza indecente junto a la nota y salio a reportarse con la Suma Sacerdotisa, la iba a regañar, seguro, pero como Dawn siempre decia "Es mejor llegar tarde a no llegar".

Parecía ser un día como cualquier otro. Nereida había salido a caminar. El aire fresco proveniente de la playa la reconfortaba. De pronto, algo llamo su atención.

Quien es esa niña? Nunca antes la había visto por aquí. Que hermosa es! Y también... no lo se, hay algo en ella... una especie de misterio... Ay, pero que me pasa! No es común que una niña me llame tanto la atención y ni siquiera sepa porque! mmm... estaré incubando alguna gripe o algo por el estilo? De pronto sentí un poco de calor. Tendré fiebre?

Y mientras pensaba en todas estas cosas, sin darse cuenta, se quedó mirándola mientras caminaba en dirección hacia ella. Cuando paso junto a ella se dio cuenta de lo rara de su actitud y se sintió avergonzada.

Hay, pero que acabo de hacer? Debe pensar que estoy loca. Un momento... acaso... me esta siguiendo? Que significa esto? Se habrá enojado porque me quede mirándola como una tonta? Espero no haberme metido en problemas.

Cuando se sintió rodeada por el ala de Ilify, Animae percibió un calosfrío en su espalda que recorrió toda su espina dorsal y, aunque trató de disimularlo estaba agradecida que el guerrero le estuviese dando la espalda para que no mirase su reacción. Caminaba con cautela, incluso queriendo ser sigilosa para no ser escuchada por ninguna otra criatura o ser viviente bajo la idea de que no quería que alguien los interrumpieran mientras caminaban. No le molestaba que se tratasen de sus compañeras o de los otros dragones, pero esperaba que nadie llegara.

Al entrar al bosque fue como si arribara a un mundo nuevo: colores, fragancias, sonidos.... una tranquilidad tal que le quitó el aliento por unos segundos. Andelivian era hermoso, pero Hardak poseía su propia belleza que no podía negar. Respiró hondo y dejó que el aire la rodeara en todo su ser: las brisas acariciaban su piel de manera suave y salvaje al mismo tiempo, su traje se meneaba dando paso al elemento que no intentaba rasgar la tela; y respiró para que invadiera su interior. El olor era tan característico, tan único, tan propio y con tal deleite que abrió su boca un poco para percibirlo también con sus labios. No puedo evitar cerrar los ojos.

-Es hermoso, Ilify...-dijo en tono suave, como si el propio viento fuese parte de ella-... Se siente bien estar aquí. Se percibe mucha calma y un equilibrio. El frío no perturba, el viento no rasga la piel... Susurra entre las hojas. Su canto es bello.

Abrió sus ojos y Animae buscó a Ilify para sonreírle agradecida. Su mirada brillaba de emoción por haber sentido algo nuevo y diferente.

-Gracias por traerme... ya se por qué te gusta tanto estar aquí.

Animae había llegado nerviosa. Aunque era su sueño estar en ese sitio le imponía estar rodeada de personas con el mismo potencial y que su hermano no estuviera  a su lado. Su cabello negro se movía bastante indicando nervios y debido a ello buscaba hacer migas para no llevarla tan mal en esa estadía.

La joven sonreía amigable, mirando con atención el recinto y admirando la estructura cuando una chica de cabellos azules llegó. Notando que podría ser nueva también se le acercó a paso tranquilo.

-Hola... ¿También es tu primer día? Soy Animae-se presentó alegre con un brillo afable en sus ojos.

Ilify mantenía una leve mueca de orgullo mientras escuchaba a la guerrera, aunque él no notaba mucho el aire, no dudaba que fuera como ella decía, desde el despertar de su poder gélido, sabía del aire por el ondear de la tela, pues sus alas eran incapaces de acogerlo.

Alzó su mano tocando el follaje de una rama un poco más baja, y olió el aroma dejado en su mano, el olor siempre era fresco y eso le relajaba. Pronto llegarían al pequeño lago que mencionó, y podría notar el helor húmedo del mismo que provocaba él al pisar la acuosa masa y helar la con cada paso a sus pies. Acostumbraba el a caminar por el centro del lago, cosa que en este caso no haría, por tal de no dejar atrás a la guerrera.

El olor dulce de los nenúfar dragón ya alcanzaba sus fosas nasales, y al abandonar los últimos arboles se dejaban ver. Un lago de aproximadamente cien metros de ancho y unos ciento cincuenta de largo, de color de plata semejante al tono pulido de un espejo, y adornado por algunos nenúfares escasos de hoja roja y flor violeta de gran tamaño, un aroma dulzón y un helor húmedo leve. Casi por instinto o costumbre, el dragón pisó el agua que helándose a sus pies adoptó un tono blanco.

Miró a sus pies abrió sus brazos y tomó aire con fuerza, acogiendo el embriagador helor aromático que tanto apreciaba. Después retrocedió ese paso y el agua volvió a acoger el plateado aspecto de antes. Casi podría decirse que parecía tóxica y aun así, el dragón se agachó a beber con su mano un poco. Millones de puntos plateados te daban la bienvenida a un acuático universo.

- se dice que si no se abusa de este agua, te da la fuerza y la longevidad de las estrellas.

El brillo plateado del lago se reflejó en los ojos azules de Animae, adquiriendo un tono gris azulado que no paraba de mirar aquella masa de agua. La guerrera prefirió quedarse en la orilla mirando a Ilify sin evitar sonreír, admirando que hubiesen otras personas que amaban su hogar tanto como ella.

-¿La fuerza y longevidad de las estrellas? Eso sería demasiado...-se agachó para tocar la superficie del lago, y el frío comenzó a invadirle. No le molestaba y lo evidenció sonriendo-... aunque en ocasiones eso sí sería conveniente.

La guerra se acercaba y era un acontecimiento que Animae no esperaba con emoción. Ella hubiese querido llegar a un acuerdo menos violento y con equilibrio entre las tres facciones, pues Kal'Ahd siempre había querido corromper a Andelivian y ahora que Hardak había llegado a un acuerdo con su nación, la Reina Oscura era respaldada por el odio y la venganza. La joven no pudo evitar suspirar de tristeza y el brillo en sus ojos se apagó. La paz del bosque era un pequeño abrigo que no quería quitarse, por lo que se abrazó a sí misma quedándose sentada en la orilla del lago.

-Me gustaría que solo fueran rumores...-su voz estaba un poco apagada, no quería entrar en detalles aunque esperaba que Ilify entiendese de qué hablaba.

Cuando ella camina hacia a mi, me pongo muy nerviosa, empiezo a temblar, y sin querer, hasta me sonrojo (la primera vez que me sonrojaba)... (O//-//O) mi corazón saltaba como loco a cada paso suyo... -((..."Ahí viene"... ¿que-que me pasa?... ¿que es esto que siento?... eh derrotado a cientos de guerreros... pero ella, me deja completamente paralizada... no puedo ni hablar...))- y solo la veo pasar al lado mio... pero la contemplaba... y no podía dejar de verla...

y cuando se da cuenta de que la estoy siguiendo... me digo... -((siento que... que me muero de la verguenza...))- (>////<) 

Pero no podía dejar de verla... y cuando ella está mirandome directamente... lo único que se me ocurre hacer es, levantar la mano... y tratar de decir una palabra muy desarticulada... -((Ho-ho... hola... yo soy Aberrante... "No digo que", mi nombre es Aberrante... no que, qui-quiero decir que, así es como me llamo, Aberrante... yo... Hola..))- y solo bajo la cabeza avergonzada...    

La escuela de Guerreras era todo bullicio. Chicas yendo de un lado hacia otro. Maestros dando indicaciones. Era bastante ruidoso, pero también, rebosante de vitalidad.

Debe ser el caos del primer día de clase -pensó Nereida- Las estudiantes deben estar como locas buscando sus salones. Me imagino que con el tiempo estará mas calmado.

De pronto se le acerco una chica con una sonrisa que parecía iluminar todo el lugar y comenzó a hablarle.

Genial! Una posible amiga!

-Hola, como estas? Me llamo Nereida. -devolviéndole la sonrisa- Encantada de conocerte. Sí, es mi primer día. Estoy muy contenta por la beca que me dieron. Oye, piensas hacer alguna actividad extracurricular? Yo pienso unirme al curso de canto para mejorar mis habilidades. Quiero ser la mejor cantante de todo Andelivian!

Ante las palabras de la guerrera, el dragón respondió - bueno, en realidad la frase hace referencia a crecer sano y vivir algo más de la media, pero es una frase bien buscada - luego miró "a ningún sitio", su vista se perdía entre verde que respirar y plata que sentir, de nada servía lamentar lo que no había ocurrido, y de poco serviría una vez ocurriera.

- lo que pase será obra del destino, tal vez ese destino se aburre y necesita molestar a quienes viven en él para distraerse, cruel o sensato, al final acabaremos haciendo lo que nos ordenen, y es mejor disfrutar el tiempo que se nos otorgue y ser pacientes ante lo que venga, se solvente bien o no, la furia oscura jamás lograra lo que sea que desee, porque las luchas llevadas por codicia o envidia, se llevan a cabo por la incapacidad de conocer los deseos y metas propios.

Un presentimiento saltó del corazón de Animae y de nuevo suspiró. Se dejó caer sobre el pasto y miró a Ilify haciendo un ademán con la mano para que hiciera lo mismo. Ya dependería de él si lo hacía o no.

-Me gustaría pensar que nosotros somos los que estamos sobre el Destino y no que ella nos rija-sonrió un poco triste y miró hacia el cielo-... pero no deberíamos estar hablando de esto, me trajiste para disfrutar esto. Disculpa si saqué a colación ciertas inseguridades personales.

Ni siquiera había tocado con Scarlet ese tema y se frustró un poco, decepcionándose de que el joven guerrero pensara así. Pero... así era: distintas culturas, otras visiones de ver la vida, modos de confrontar lo que viene... Eso era lo bueno y malo de conocer a otras personas. Sin embargo, aún había algo que le llamaba la atención: se había abierto con él en ese tipo de temas y no lo había compartido con sus compañeras de momento.

-Que venga lo que tenga que venir, ¿no?-lucharía hasta al final, de eso no había duda-... Gracias por escucharme. Y no he oído el rugido que me dijiste antes de venir que según hacia el viento-su sonrisa de nuevo adquirió alegría recordando que ese chiste le había hecho reír antes de irse con él a solas.

El dragón no hizo caso en esta ocasión de la chica en vez de eso, camino sobre el lago un momento y cerca del centro del mismo gritó - ¡GROOOAAAAOOORGGGGHHHH! - su grito sonó por todo el lago encerrado por árboles, y volvió de nuevo con la muchacha - ves, como si que grita, dentro de poco debería grit... - el eco de su grito regreso con misma claridad pero algo más tenue - GROOOAAAAOOORGGGGHHHH - - ...ar de nuevo, ¿ves? Ya te dije que gritaba - sonrió esperando algo, y... - Groooaaaaooorgggghhhh - como si el grito diera vueltas alrededor de la orilla el sonido de aquel rugido parecía encerrado por algún extraño motivo.

El dragón esta vez si, se tumbó - grooaaoorrgghh - río tenuemente al escuchar de nuevo su rugido - aun sonara 4 o cinco veces más - aclaró - al gritar en el centro del lago y su forma ovalada, rebota el sonido en los árboles en dos frecuencias diferentes y estas suenas hasta que todas ellas se reúnen.

No solo eran diferentes culturas, incluso algunas normas de la propia ciencia eran diferentes en diferentes mundos, eso daba tantas cosas que explorar,... en clase le dijeron cuando aun era estudiante, que ese eco que llamaban "eco enjaulado" era un suceso único en hardak, así que le pareció algo especial que mostrar.

Sin duda le gustaría conocer cosas de otros mundos, y estudiar diferentes peculiaridades. Se lo estuvo diciendo a la guerrera, de que pese a ser guardián, le gustaría tener ocasión de buscar esos acontecimientos peculiares de cada etnia, y crear con esfuerzo lugares en los tres mundos en los que poder disfrutar de esas extrañas reacciones, para que todos los mundos pudieran disfrutar de ellos.

Desde el arco iris esférico de Andelivian, hasta la sombra danzante de Kal'Ahd, dijo varias peculiaridades más de los tres mundos, sin duda se notaba que esos eventos poco comunes le encantaban. También se limitó a no decir lo obvio, la imposibilidad de lograr ese extraño sueño si se producía la guerra, pues sacar un tema nuevo, buscaba distraer la mente de la chica.

Tal como dijo, mientras hablaba sonaron otros cuatro rugidos cada vez más tenues, hasta que el quinto, capaz de asustar a cualquiera que no estuviera acostumbrado, sonó, al dragón se le olvidó decir, que el último, con todas sus frecuencias aunadas por fin, sonaba en todo su potencial - ¡GROOOAAAAOOORGGGGHHHH! - el dragón ni se inmutó, después de todo no era la primera vez que lo hacía, solo quedó mirando al cielo sonriendo.[/u][/b]

No le gustaba salir, no le gustaba interactuar y no le gustaba el ser vista por los demás. Aquello era un hecho pero su abuela había insistido una y otra vez que el poder de controlar a la gente era el saber como se movían, como pensaban y como interactuaban en ellos. Aun ahora su arte era considerado menor, nunca se habían molestado en perfeccionar el arte de la manipulación de títeres y eso pesaba mucho a la conciencia de la Titiritera. Como era costumbre en su familia no tenia nombre, aquel era su oficio y así seria por lo que heredo ese nombre, sin apellido alguno.

Se encontraba en una plaza cubierta por las sombras de un árbol, con un peluche entre sus piernas, inofensivo, inanimado, esperaba algún día poder insuflarle vida pero no sabia si seria capaz, no le habían enseñado nunca nada y no parecía que quisieran hacerlo por el momento. Ella quería servir, aleccionar a la gente, pero no podía si por el momento la dejaban en segundo plano. Por lo que esperaba y observaba continuamente con los ojos fijos en todo aquel que pasara por delante de ella, a veces ignorando, a veces fijándose en los detalles.

La realidad era que estaba esperando a que el tiempo de estar fuera de su casa se agotara, no era un toque de queda, mas bien al contrario. Aun le faltaban horas para que la dejaran volver, no la dejaban estar encerrada y eso para algunos era libertad, para ella era molestia. Pero eso si, su sonrisa no abandonaba su rostro, una sonrisa enigmática que podía significar todo y nada a su vez.

Ibamos a un pequeño bar local... no sé como luzcan en ese mundo pero, me imagino que algo así mas o menos... 

Me serví una cerveza a mi colega la Titiritera... y luego me serví un trago yo... y brindaba con ella... -((Todo marcha de acuerdo a lo planeado... ni siquiera sospechan de nuestra presencia... muy pronto todo Andelivian caerá ante la gloria de nuestra gran Reyna... este mundo arderá, sus días están contados...))-

Sin embargo, yo miraba hacia la mesa... y me mostraba algo pensativa... yo necesitaba hablar con alguien sobre lo que me estaba pasando... -((Titi... somos amigas desde hace muchos años, crecimos en el mismo ambiente y hemos estado en muchas batallas... eres la unica guerrera de todo Kal'Ahd con quien compartiría mi trinchera... y ahora, te necesito como mi amiga...))-

-((quiero contarte algo, es algo muy personal... porque temo que no puedo contarselo a nadie de los nuestros sin que me meta en algún problema... ¿Puedo contartelo amiga?...))-

Nereida estaba sorprendida.

Como dijo que se llamaba? Aberrante? Que nombre tan raro! Además... parece un poco tímida. Que raro! Antes se veía como una chica muy misteriosa... Bueno, tal vez... es ambas cosas... que persona tan multifacética!

Sin darse cuenta, Nereida comenzó a sentirse cada vez más fascinada.

-M... mucho gusto. -atinó a decir- Mi nombre es Nereida.

La sonrisa de Animae parecía no quererse ir de su rostro mientras abría sus ojos admirando el fenómeno auditivo que acontecía a su alrededor. El brillo regresó a su mirada alegre e incluso titilando como si fuesen un par de estrellas que parecían llegar para no irse. Pensó en su madre, la cual admiraría ese evento debido a su afinidad con el sonido y que su padre sí estaría un tanto inquieto, él no estaba acostumbrado a los poderes ni a la magia por su vida alejada de los Guerreros de Andelivian. Es por ello que ella tenía otro punto de vista, pues su progenitor le hacía ver que incluso había belleza en la oscuridad.

-Esto es maravilloso, Ilify. Es un fenómeno bastante peculiar y hermoso al mismo tiempo...-se estaba sentando cuando llegó el último eco a gran volumen, provocando que saltase un poco de su sitio por la sorpresa. No esperaba que aquello ocurriese y soltó una risa nerviosa-¡No me dijiste!

Como estaba sentada al lado del dragón, río suave para sacudirse los nervios y retuvo el impulso de darle un pequeño golpe en su hombro a modo de camadería aunque quedó su palma extendida y la bajó de poco a poco para apoyarse sin percatarse que sus dedos estaban muy cerca del cuerpo del guerrero.

-Definitivamente debes ir a Andelivian cuando puedas. Ya he ido a Kal'Ahd debido al oficio de mi padre y aunque no nos quedábamos mucho tiempo, me agradaba ir a ese sitio... conocer a los clientes de papá y darme cuenta por mí misma de sus cosas únicas... -si los rumores eran ciertos, entonces los habitantes de Kal'Ahd envidiaban a los de Andelivian. Eso era algo triste en cierta medida... si hubiera de verdad un equilibrio tanto su mundo como el otro podrían coexistir bien-... Incluso el aleteo de una mariposa tiene su propia belleza aunque para otros sea algo mundano, al igual que el frío que nos rodea , la luz que nos ilumina o las sombras que proyectamos.

Le sonrió al guerrero, aunque este gesto ya era un poco diferente. Era una sonrisa confidente, pues no es que pudiese hablar de ese tema con cualquiera.