Partida Rol por web

En un segundo plano, observándolo todo en silencio, Seryu esperó pacientemente a que Seryu cumpliese con su papel en aquella misión. De momento la misión parecía sucederse con naturalidad, y asintió con la cabeza cuando les comentó que sabía donde estaban, avanzando junto a él mientras trataba de mantener controlados los alrededores por si alguien quería acercarse a hacerles preguntas o disuadirles. 

Siguieron a T durante dos cuadras antes de girar a la derecha y llegar a una larga calle rodeada por locales cerrados, apartamentos viejos, luces de neon que pestañean, y varias farolas que alumbran la acera decentemente. No se detuvieron hasta quedar debajo de una farola cuya luz se encendía y apagaba constantemente, dejandolos a veces ocultos en las sombras con nada más que una banca vieja de madera a vuestro lado.

Fueron varios segundos de esperar que algo sucediese antes de que finalmente la farola terminase por apagarse. Quedaron a oscuras, y tras unos segundos empezaron a escuchar pasos hacia ustedes; Vuestros sentidos se activaron y llevaron sus manos a sus armas para estar preparados para sacarlas, y allí fue cuando la luz volvió a encender.

-¿Que necesitan? -dijo una seca voz al momento de que la luz se encendiese. Delante de ustedes se encontraba ahora vuestro objetivo, vistiendo esos trapos en los que seguramente ocultaba la mercancía que llevaba; Se cubría la cabeza con un pañuelo y una capucha, además de que toda su vestimenta emanaba un olor a alcohol y suciedad. - ¿Un implante? ¿Un chip? ¿Algo que los haga despegarse del suelo? ¿Que tal un arma? Tengo todo lo que necesiten.

Me extraña que a estas alturas nadie le haya metido un tiro con esos métodos de presentación.

Seiryu tenía un gesto completamente inexpresivo. No parecía intimidada o sorprendida, simplemente se mantenía con las manos puestas en sus pistolas por si aparecía alguien por los alrededores que pudiese estropear su misión. Lo importante era dejar a los especialistas que investigasen porque no sería la primera vez que alguien intenta matar a un contacto justo cuando han dado con él tras una breve investigación. 

Joder, casi le pego un skateazo en la boca pensé con el corazón a mil mientras el cuerpo se me relajaba de la tensión provocada por la presentación del individuo.

Al poco rato me di cuenta que era nuestro objetivo y ya estaba vendiéndonos todo lo que no llevaba encima. Podría preguntarle por el Yggdrasil, pero me reprimí, el trabajo de obtener la información debería ser de T, yo era una mera observadora en esta misión, si abría la boca la primera, lo más probable es que metiera la pata.

Desde luego, si quiere que la gente confíe en el no lo está haciendo muy bien, piensa Fairytale tras sobreponerse de la impresión que le ha causado el vendedor.

Cuando se tranquiliza se acerca al hombre, pero se mantiene en un segundo plano dejando hablar a T. Su habilidad con las palabras no es muy alta, así que mejor que otros se encarguen de eso, pero si el extraño decide mostrar algunas de sus mercancías entonces es cuando sus habilidades como mecánica van a ser útiles para demostrar si este "vendedor" es un simple contrabandista o algo más.

Un día vendrá alguien y le meterá una bala entre ceja y ceja por el susto. Pensé mientras me calmaba un poco y guardaba otra vez mi arma. Tome una bocanada de humo para después tirar el cigarro por alguna parte.- En verdad necesitamos algo más interesante.- Dije mientras expulsaba el humo.- ¿No tendrás algo de Ygdrassil? sabemos que puedes conseguir algo y estamos dispuestos a comprar un poco.- Le dije mientras sonreía un poco.

No creo que sea tan fácil hacer que hable pero no se pierde nada intentando, igual siempre se puede recurrir a la violencia para sacar información.

-Ooh, ¿compradores interesados en la mayor riqueza de EDEN? Jeje, vengan entonces...

Sin muchas complicaciones, el vendedor se dio la vuelta y camino lentamente hacia uno de los callejones oscuros cercanos. Luego de pararse junto a un bote de basura lleno de piezas mecánicas, saco de sus trapos una linterna con la cual alumbró su interior. Entre la gran cantidad de piezas en el bote se podía ver en el fondo un tipo de metal purpura que brillaba con la luz.

-Solo tengo tres lingotes de momento. Pueden tenerlos a cien mil Bityens cada uno, aunque acepto ofertas que puedan interesarme...

Definitivamente, el color que irradiaba el metal al fondo del bote parecía ser del mineral conocido como Ygdrassil.

Antes de que pudieran dar una respuesta sobre la oferta, el sonido de un helicóptero interrumpió la venta. Aquel vehículo paso volando sobre el callejón a una gran distancia, alumbrando con un foco blanco a la dirección en la que se dirigía; por suerte, no llego a alumbrar el callejón donde se encontraban.

-Como verán, en esta ciudad las cosas con algo... moviditas... Por lo que deberían dar su respuesta antes de que alguien decida asomarse a husmear donde no debe. ¿No creen?

Aquel tío no tenía problemas en decir abiertamente con lo que trabajaba, me parecía más un insensato con suerte que alguien que sabía lo que se hacía. Sin duda era difícil hacerse a la idea que nadie le hubiera pegado un tiro todavía.

Nos condujo hasta un callejón donde nos mostró la mercancía, que tenía escondida al fondo de un bote lleno de desperdicios de metal.

- ¿Tres lingotes nada más? - pregunté con hastío - Nos habían dicho que tenías mucho más, ¿quién más te compra? Pensábamos que eramos los únicos que querríamos comprar esto de forma ilegal - dije después de que pasase el helicóptero.

-No se sientan especiales: no los he visto antes por aquí, y el Ygdrassil es un material muy preciado. No puedo ir mostrando toda la mercancía así como así. Ya tengo otros apartados, pero... si están interesados en comprar más de tres lingotes, podríamos llegar a un acuerdo; si tienen conque pagar, claro -tras terminar de responder, se pudo escuchar a través del pañuelo del traficante una risa interesada.

-Quizás deberíamos concertar una segunda cita, ya saben, para que él pueda reunir sin problemas el material y nosotros el dinero. Es razonable que no lleve toda su mercancía encima.

Fairytale se dirige hacia sus compañeros, pero en un tono lo suficientemente alto como para que el vendedor pueda oir de lo que están hablando.

- No me parece mala idea - le dije a Fairytale cuando se dirigió a nosotros.

Miré por encima del hombro de mi compañera hacia el vendedor.

- ¿Te encargas tú de hacerle la oferta? - le pregunté a T.

Tome una bocanada de humo.- No creo que sea bueno hacer un trato ahora.- Dije mientras expulsaba el humo y tomaba otra bocanada y la expulsaba.- A mi no me parece que sea verdadero Ygdrassil, hoy en día es muy fácil estafar.- Necesitaba provocar al vendedor rápido, si lograba hacer que caiga podríamos sacarle de donde obtuvo el Ygdrassil.

-Oh, son compradores cuidadosos -admitió con una leve y seca risa bajo su pañuelo. -. Supongo que necesitan una garantía.

Entonces, el vendedor se acerco al bote de basura y empezó a apartar piezas hasta dejar un buen espacio para meter el brazo y sacar algo del fondo, teniendo que casi meterse para poder hacerlo. Al final, saco del basurero de piezas un lingote metálico con un brillo purpura. Con la facilidad con la que lo sujetaba el hombre se podía saber que era un metal ligero.

-Ygdrassil autentico; con solo este lingote pueden alimentar casi todo un edificio por horas, o dar más potencia a un arma... -dijo para después arrojar el lingote a T, esperando que lo atrapé. -. Puedes comprobarlo tu mismo; ningún otro metal tiene ese color, ligereza y brillo natural. Si lo que les preocupa es la situación en la que están, podemos acordar un lugar de reunión a vuestra preferencia; soy bueno para moverme, puedo llegar a casi cualquier parte con el Ygdrassil sin ser encontrado.

El traficante parecía bastante confiado en la venta, y aunque no pareciese haber nadie alrededor, otro helicóptero no tardo en sobrevolar el callejón en la misma dirección que le anterior.

Con el vuelo del segundo helicóptero sobre el callejón, tu comunicador empezó a emitir un sonido de haber recibido una señal.

-Tenemos tu comunicador en nuestra línea -esa voz robotica ya se te hacía inconfundible. -. Ha sucedido un cambio de planes: deben regresar ahora, trayendo al objetivo con ustedes. Usen los métodos que sean necesarios, pero deben estar en el auto con el conductor en menos de cinco minutos.

Fairytale escucha atentamente el comunicador, pero no dice nada. Un cambio de planes tan repentino es peligroso y sabe que no es buena mintiendo, con lo que si intenta de repente poner una excusa el vendedor va a darse cuenta inmediatamente de lo que está pasando. Decide esperar a ver que hacen sus compañeros para ver si se presenta una mejor oportunidad.

Un tío confiado el vendedor, muy ruidoso pero confiado. Me dediqué a esperar que los cerebros mercantiles de la operación jugasen al Monopoly con el para acordar un nuevo lugar de reunión. Comencé a juguetear con mi skate en los pies.

El problema es que aunque tenían el Yggdrassil no tenían el dato importante, la lista de vendedores que era aquello que les habían solicitado. Observó a sus compañeros en silencio mientras analizaba aquella situación, de momento habían dado un paso adelante pero ahora era cuestión de terminar de rematar la misión, que era lo mas difícil.

Se cruzó de brazos mientras observaba como se movilizaban los helicópteros con cierta curiosidad, viendo si aquel despliegue tenía algo que ver con ellos.

Definitivamente este vendedor lleva años haciendo esto por lo que sabe perfectamente lo que hace.- Pues no tengo ningún problema en vernos en otra parte pero sucede de que no soy alguien que pasa muy seguido por estos lados así que, ¿Qué tal si decides tú donde reunirnos? Y de paso nos traes más lingotes de Ygdrassil, ¿Te parece?.- Dije mientras tomaba la ultima bocanada de humo que le quedaba al cigarro y tiraba la colilla.

-Muy bien... Nos veremos en el almacén sur de la ciudad en ocho horas. Normalmente nadie lo utiliza, así que guardo allí una parte de la mercancía que les puede llegar a interesar -aclaró antes de tomar el lingote que había entregado a T para guardarlo en el bote, cerrando y colocando luego un candado de alta tecnología con panel y clave. -. Ahora, me retiraré a un lugar más tranquilo. Ustedes deberían hacer lo mismo: en esta ciudad hay muchos que suelen acosar a aquellos que buscan Ygdrassil...

Tras lo cual, el mercader se dio la vuelta y se fue del callejón por el camino contrarió. Quedaron solos, pero antes de poder tomar una decisión sobre cual seria el próximo paso, una explosión retumbo desde el centro de la ciudad. Al poco tiempo, un helicóptero en llamas paso volando sobre el callejón hasta perderse y estrellarse contra algo.

A los pocos segundos, se empezó a escuchar una muchedumbre acercandose a paso rápido.

-¡Los he visto! ¡Estan por aquí! -gritaba un hombre.

-¡No los dejaremos ir esta vez! -gritó otro.

Entre los incontables pasos también se podían escuchar ladridos, maquinas, y armas siendo recargadas. Aquellas personas venían del centro de la ciudad, y no tardarían en llegar a donde estaban.

— Bien, hora de irse y de esconder la cabeza hasta horas mejores. ¡Vamos!

No les dio tiempo a reaccionar y fue en ese momento cuando ella llamó la atención del grupo mientras llevó la mano a su espalda. No les dio tiempo a protestar sino que empezó a avanzar mientras vigilaba de reojo que estuviesen bien pegados a ella. Era el momento de mantenerse cohesionados y moverse rápido para que aquello no les salpicase.