Partida Rol por web

Blancanieves y sus pupilos

Capítulo I: Una por la pena, Dos por la alegría

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04/06/2018, 02:24
Narración

El interior de la casa, allí desde el vestíbulo, se ve amplio. Podéis sentir la magia del Ensueño en sus paredes y en el aire, y hay un toque dulce y místico en el interior cálido y aromático, una mezcla de ecos de ideas y risas y ecos de voces de niños pequeños que de inmediato os contagia de cierta alegría. Y estos sonidos, caóticos como son, parecen llegar con cierto ritmo curioso, que por instantes parece seguir una invisible partitura y responder a una invisible canción. El lugar es acogedor y cómodo, similar a como os sentís en el apartamento de vuestro mentor, salvo que este feudo parece tener una fuente de Glamour mucho más poderosa.

El suelo es de madera, y las paredes blancas. El vestíbulo es amplio e iluminado, y está abierto a cada lado. Hay además una escalera sube al segundo piso, hacia un balcón desde donde se ven las habitaciones. Frente a vosotros, sin subir la escalera, hay una puerta en la pared del fondo, de madera y decorada, con un pequeño vitral que dice:

Mrs. White
Directora

No tenéis demasiado tiempo para curiosear alrededor y pasando por las entradas laterales, podéis ver espacios grandes con maletas, loncheras y abrigos, mesas y sillas, de colores vivos y diferentes, aunque ningún niño. Sus voces llegan a vosotros desde otros lugares, pero allí estáis en relativa tranquilidad. El hombre se apresura y antes de que podáis entrar por la puerta de la directora, toca la puerta y os anuncia con un -Milady, Lord D'Orsigny y sus acompañantes están aquí- y sin entrar él, os permite pasar.

Entráis entonces a la oficina. Este lugar se siente muy diferente. Es más frío que el resto de la casa, mucho más frío, y la luz parece más bien la de un sol invernal. Las sombras son más profundas y el aire parece brillar sutilmente con cientos de motas de escarcha flotando. La habitación es alargada, de tonos marrones oscuros y termina junto a una ventana cuyas cortinas opacas están cerradas, y cuyos cristales parecen tener pequeños fragmentos de hielo solidificados en los bordes. Cerca a vosotros, hay un círculo de piedra grisácea y lisa que contiene la hoguera del Feudo, su fuego crepitando con cierta lentitud, y sus llamas se sientan frías aunque agradables, como un trago de agua fresca tras una tarde sofocante.

Hay algunos cuadros en esta habitación, todos con motivos silvestres, selvas, bosques, cargados de verde, con varios animales, y cuyos sonidos parecen venir de forma apenas notable, como si tuviesen que atravesar una ventisca para llegar a vuestros oídos. Hay una biblioteca alta y en madera, que contiene no sólo libros, sino carpetas con documentos que juzgáis tienen que ver con aquella institución. Y frente a ella, hay una estantería en vidrio, grueso como láminas de hielo, con varias figuras de cerámica, de cristal y de arcilla, que representan animales, bailarinas, e incluso figuras que os recuerdan a vuestros primos de varios linajes.

Cerca al fuego descansan varios muebles, sobre una alfombra de colores azules, blancos y grises. Y hacia el fondo, junto a las ventanas, hay un enorme escritorio, que para los mortales sería de caoba finamente tallada, amplio e imponente, pero para vosotros parece hecho de hielo, transparente y finamente construido, y en el frente, un blasón con un árbol con follaje dividido a la mitad, una de las mitades del árbol es verde sobre el fondo transparente, y la otra es transparente sobre un fondo verde*. Este motivo es el mismo que estaba en el sello de la carta.

Y allí, de espaldas a vosotros y mirando hacia la ventana, está ella. Se gira lentamente, con gracia, y podéis ver entonces a Lady Bán. Es una Sidhe otoñal, sí, pero no por eso su belleza es menos increíble o impactante que la de sus arcádicos familiares. Su piel es blanca como la nieve, su rostro el delgado, su cabello es negro como una noche sin luna. Sus labios son rojos como un atardecer veraniego, y sus ojos... sus ojos tienen un tono claro que no parece ser de uno u otro color, y están enmarcados en dos lentes redondos. Lleva un vestido largo que llega hasta el suelo, y amplio, de colores traslúcidos y blancos, en donde cada pliegue parece un largo fragmento de hielo, como un iceberg, y de no ser porque la tela se movía con fluidez marcando su figura a la altura de la cintura, podríais pensar que en realidad aquella hermosa Hada estaba atrapada en un gélido carámbano. Sus hombros están cubiertos con un chal de plumas blancas y su cabeza está coronada por una tiara plateada. Todo en ella era hermoso, elegante y noble, rodeada de un aire de realeza inhumana que parece traer a vuestras mentes los recuerdos de mediodías silenciosos invernales, en donde sólo sopla un viento que hace bailar a los copos de nieve. Y sin embargo, había algo también profundamente humano en ella.

Sus ojos se abren al veros entrar, y sin poderlo evitar exclama -¡Orsi...!- sin acabar la frase, su rostro refleja congoja, sorpresa y alivio, todo a la vez. Su voz, con tan sólo esa palabra, se os antoja melodiosa, musical. La mujer se mueve con agilidad hacia vosotros, aunque sólo observa al Boggan, mientras su vestido parece flotar con ella, pero antes de que pueda llegar, vuestro mentor pone su rodilla en tierra y hace una venia, quitándose el sombrero con gracia y respeto.

-Excelentísima señora, estamos a vuestro servicio- dice mirando al suelo. Luego, os mira de reojo y carraspea su garganta con un sonoro "Ejem" para pediros que reaccionéis.

Notas de juego

Una tirada de Inteligencia+Gremayre a dif. 7 os puede dar información al respecto del blasón. Si tenéis el trasfondo Recuerdo, podéis sumar su puntuación a esta tirada. (hacedla en oculto por favor). Si no tenéis puntos en Gremayre, no podéis lanzar nada.

Leed la descripción de la habitación con la música que os he puesto. Os va a encantar ;D. Como dato curioso, esa canción fue tocada con instrumentos hechos de hielo :O.

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04/06/2018, 03:16
Kyran Ó Conaill
- Tiradas (1)
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05/06/2018, 14:55
Neakail
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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05/06/2018, 20:21
Neakail

Asintió a Orsi, aunque albergaba la duda de que aquellas criaturas conservaran recuerdos suyos. Había pasado casi una década. Ese lapso de tiempo se había alargado en su cabeza, cual alambre maleable, dándole una sensación temporal distinta a la que realmente se había dado. Pese a todo, los osos quiméricos parecían tenerle presente... Eso o la presentación de la carta que hace Orsi. En cualquier caso, el grupo acaba pasando sin altercado y Neakail siente alivio.  

Tragó saliva al encontrarse frente a la puerta principal, preguntándose cómo reaccionaría Lady Ban al verle tras tanto tiempo. Por su cabeza pasan toda una serie de escenas ficticias y estúpidas que le hacen sentir como un completo idiota. Sacude la cabeza, mientras aquel hombre (del que no se acordaba) abría la puerta y les recibía.  

Las cosas dentro de la casa también habían cambiado, aunque no las sensaciones al estar en ella. Nuevos sonidos y olores, pero todo se sentía cogedor e invitaba a quedarse. Paseó la mirada por el lugar, pero no tuvo mucho más tiempo para mirar con detenimiento. Pronto se vio dentro del despacho de Lady Ban, donde les recibió una atmósfera gélida. 

No la recordaba con esa indumentaria, juraría que no. Quizá su memoria le estuviera pasando una mala pasada, pero no la recordaba así. Se sintió como un flan en ese momento, aunque ella parece reparar solo en Orsi. Es por esa razón que se siente un poco decepcionado. ¿Estaría enfadada por algo? ¿o tanto había cambiado? Aunque habían mantenido un contacto, en los últimos tiempos este había sido cada vez menos frecuente.  

El carraspeo de Orsi le saca de sus negras ideas, sintiéndose avergonzado y procediendo a hincar también su rodilla. 

- Así es, baronesa – musita. 

Era consciente del contraste de sus ropas con las de ella. Su mono era bastante burdo y estaba marcados por pequeñas manchas de colores que oscilaban y cambiaban de lugar a gusto. Pero le daba igual, no es que eso le avergonzara. 

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07/06/2018, 22:50
Leonore Walsh

Guardias que se podían sobornar con manzanas me parecía una idea excelente, la verdad. A mí me podrían sobornar con tarta y dejaría pasar a cualquiera. Bueno, quizás a cualquiera no, no sabría decidirme en ese momento.

Palpo el paquetito con galletas de mi bolsillo antes de seguir a Orsi cuando nos dan paso. Temía que aquellos guardianes las olieran y me las quitaran. Las galletitas eran para las pupilas perdidas, no para ellos. Casi paso reteniendo el aliento para no ser pillada con tan delicioso manjar. Una vez asegurada de que todo está en su sitio, respiro con tranquilidad.

Sonrío al ver al mortal y hago una pequeña reverencia, cogiendo la punta del dobladillo de mi vestido e inclinándome ligeramente. Mortal o no, debía tener un saludo apropiado. Luego me pierdo mirando aquella casa que por dentro es enoooorme. Mucho más grande que la mía. Miro hasta los techos con la boca abierta, pero no nos da tiempo a cotillear más porque enseguida estamos frente a una puerta.

El sitio es frío, aunque no tanto como salir al patio trasero cuando ha nevado y Sarah no quiere entrar en casa porque hace la croqueta fuera. De inmediato las figuritas de la estantería llaman mi atención. Voy rápido a mirarlas más detenidamente. Tiro de toda mi voluntad para no tocar ninguna, aunque son tan bonitas que dan ganas de cogerlas para poder observarlas mejor. Luego abro los ojos cuando caigo en Lady Bán.

-Que vestido tan bonito…- digo al ver lo exquisito de los pliegues, las plumas e incluso la corona que reposa sobre su cabeza. Desde luego la elegancia era una virtud que la baronesa tenía, aunque no la hubiera conocido nunca antes, estaba segura de ello.

Otra reverencia, inclinándome más para la baronesa.

-A su servicio, baronesa. Mi nombre es Leonore Walsh- me presento porque es lo mínimo de las normas de educación.

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10/06/2018, 23:38
Deanna O'Connor

Deanna contuvo el aire, hasta haber atravesado aquella barrera no definida que suponían sendos osos. Suspirando disimuladamente, con un alivio poco disimulable, antes de erguirse, y caminar acto seguido como si aquello no hubiese suscitado en ella un temor más que razonable, alzando el rostro ligeramente, en una pose imbuida de cierta altivez que se vio pronunciada tras las palabras de Orsi- Pues claro que no había nada que temer. Ya dije que no temía a esos bichos.-aclaró, sin mirar a ninguno de los presentes a la cara, mientras seguía al mortal encantado, al que dedicaba un guiño breve al saberse, al igual que los demás, momentáneamente observada por él. 

Traspasó, junto a sus compañeros, las puertas del despacho de "Mrs.White", y de pronto sintió un escalofrío. Un escalofrío que recorrió su espina dorsal, frío como un carámbano de hielo. Y un pinchazo. En el corazón, y en su ojo más claro. La voz de Bella, de nana, parecía aflorar en alguna parte de su mente, al acercarse su cuerpo sobrecogido a aquella hoguera que no calentaba, a aquella mujer que se erigía cual efigie regia, vestida en glaciares. Rodeada por los tesoros de sus fríos dominios. Cautivando, con su perfecta y helada perfección, los sentidos de quienes quizá, tras aquel encuentro, se convertirían en seres incapaces de encontrar absolutamente nada más digno de elogio. Nada, salvo la perfección del hielo. De los fragmentos de escarcha cristalizados en cada vitrina, con sus aristas impolutas, sus formas geométricas, su brillo apagado bajo la luz de un invierno encapsulado. 

Un hondo suspiro entrecortado, del cual emanaba humo blanco, escapó de entre los labios de la pooka, que absorta, se había quedado atrás, parpadeando, a medida que aquellas palabras narradas frente al hogar se difuminaban. Parpadeaba, adelantándose de manera un tanto apresurada, al contemplar cómo aquella mujer se aproximaba, y tanto Orsi, como Neakail y Leonore, mostraban sus respetos, hinchando la rodilla en el suelo, reverenciando a aquella suerte de Reina de las Nieves. Una reina helada, que sin embargo parecía sentir, se dijo. Una reina que conservaba un corazón caliente, bajo toda aquella escarcha. 

Deanna se inclinó, imitando el gesto de su compañera, agachando las orejas pardas junto a su cuerpo, respetuosa- Es... - comenzó, interrumpiéndose repentinamente, apretando ligeramente los labios, para finalmente callar lo que sea que tuviese intención de decir, mirando al suelo, completando su postura respetuosa con cierto apuro- Podéis llamarme Lady Deanna, si así lo deseáis, señora baronesa. 

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11/06/2018, 00:14
Kyran Ó Conaill

Durante el viaje en taxi Kyran se mantuvo callado, respetando así el silencio taciturno de Neakail, aunque no lo hizo por eso. Con esa misma media sonrisa satisfecha con que había llegado a casa de Orsi se dedicó a comerse la manzana que se había llevado de allí, jugosa y dulce como salida del mismo Ensueño. 

Al llegar contempló el lugar con curiosidad, en especial a los osos que custodiaban las puertas. Traspasó el umbral con cuidado, con un poco de desconfianza, vigilando a las dos quimeras tanto como se sentía vigilado por ellas. Pero una vez al otro lado, se colgó el pulgar de la trabilla del pantalón con cierta indolencia. Saludó al mortal que los recibió con una inclinación de cabeza y una mirada curiosa que parecía esconder algunas preguntas que no iba a poner en voz alta. 

Sentía también una pizca de envidia anidar en su pecho, envidia por los niños que serían educados allí durante su Crisálida, que recibirían respuestas que él no tuvo hasta que conoció a Orsi. 

Así, llegó un paso por detrás de los otros al despacho de la baronesa y cuando lo hizo creyó por un instante que todos sus sentidos habían sido saturados por la gélida belleza del lugar. Sus ojos ambarinos brillaron cuando en su recorrido por la sala cayeron sobre la mujer que los recibía, tan hermosa como el cristal. Un pensamiento travieso atravesó su mente cuando se planteó si sería en todas las situaciones tan fría como parecía.

Hincó la rodilla al notar el carraspeo de su mentor, imitándolo, pero no bajó la mirada que siguió contemplando a esa sidhe cautivadora con algo de descaro. 

Kyran Ó Conaill, para serviros en lo que deseéis, baronesa. —Y no era difícil notar que había un tanto de picardía en aquel ofrecimiento. 

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11/06/2018, 01:30
Deanna O'Connor
Sólo para el director
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11/06/2018, 01:33
Narración

Aquel blasón grabado en el escritorio, el mismo que tiene Lady Bán en un anillo dorado en su mano derecha, corresponde a uno de los blasones de las casas nobles Sidhe. Y dado que Orsi te había hecho estudiar algo de la historia y las tradiciones de los Kithain, ciertamente recuerdas dicho blasón como el perteneciente a la casa Daireann; una de las casas de la Corte Oscura.

Un considerable número de Sidhe de esta casa se habían quedado en el mundo Otoñal en lugar de regresar a Arcadia, y sus miembros son estimados entre otros Linajes Changeling, debido a su honor y su hospitalidad, cosa que no necesariamente se encuentra entre los pertenecientes a la Corte Oscura. Son famosos por sus conocimientos en hierbas, medicinas y venenos... y es bien sabido que aunque los Daireann siempre abren las puertas a los que lo necesitan, son especialmente vengativos si llegasen a considerar que se ha abusado de su hospitalidad...

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11/06/2018, 01:34
Narración

Aquel blasón grabado en el escritorio, el mismo que tiene Lady Bán en un anillo dorado en su mano derecha, corresponde a uno de los blasones de las casas nobles Sidhe. Y dado que Orsi te había hecho estudiar algo de la historia y las tradiciones de los Kithain, ciertamente recuerdas dicho blasón como el perteneciente a la casa Daireann; una de las casas de la Corte Oscura.

Un considerable número de Sidhe de esta casa se habían quedado en el mundo Otoñal en lugar de regresar a Arcadia, y sus miembros son estimados entre otros Linajes Changeling, debido a su honor y su hospitalidad, cosa que no necesariamente se encuentra entre los pertenecientes a la Corte Oscura. Son famosos por sus conocimientos en hierbas, medicinas y venenos... y es bien sabido que aunque los Daireann siempre abren las puertas a los que lo necesitan, son especialmente vengativos si llegasen a considerar que se ha abusado de su hospitalidad...

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11/06/2018, 01:34
Narración

Aquel blasón grabado en el escritorio, el mismo que tiene Lady Bán en un anillo dorado en su mano derecha, corresponde a uno de los blasones de las casas nobles Sidhe. Y dado que Orsi te había hecho estudiar algo de la historia y las tradiciones de los Kithain, ciertamente recuerdas dicho blasón como el perteneciente a la casa Daireann; una de las casas de la Corte Oscura.

No obstante, no recuerdas demasiado al respecto. Seguro era algo aburrido y poco entretenido, o quizás no era importante. Apenas si recuerdas que eran buenos herbolarios, probablemente, pero no estabas seguro de mucho más con relación a esta noble casa.

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11/06/2018, 01:34
Narración

Aquel blasón grabado en el escritorio, el mismo que tiene Lady Bán en un anillo dorado en su mano derecha, el mismo que habías visto muchos años atrás, corresponde a uno de los blasones de las casas nobles Sidhe. Y dado que Orsi te había hecho estudiar algo de la historia y las tradiciones de los Kithain, ciertamente recuerdas dicho blasón como el perteneciente a la casa Daireann; una de las casas de la Corte Oscura. Eso, sumado a aquel recuerdo de Lady Bán, hacían que todo lo que habías leído sobre ellos estuviese fresco en tu memoria.

Un considerable número de Sidhe de esta casa se habían quedado en el mundo Otoñal en lugar de regresar a Arcadia, y sus miembros son estimados entre otros Linajes Changeling, debido a su honor y su hospitalidad, cosa que no necesariamente se encuentra entre los pertenecientes a la Corte Oscura. Su historia es una de tragedia: la fundadora de la casa era una Sidhe admirada y respetada por su hospitalidad, sus puertas nunca estaban cerradas a aquellos en necesidad, y sus miembros siempre estaban dispuestos a ayudar a otros Kithain. Pero durante el regreso a Arcadia, el hijo de Daireann decidió asegurarse que todos los suyos y los que estaban bajo su protección pudiesen escapar, pero en medio del caos y el miedo, las puertas de Arcadia se cerraron, dejando por fuera al noble hijo de Daireann, y a varios de los valerosos miembros de su casa. Desde aquel momento, la noble Sidhe juró vengarse de todos aquellos que se habían aprovechado de la hospitalidad de los suyos y le habían hecho perder a su hijo.

Es por esto que sus principios son Honor, Hospitalidad y Venganza. Los Daireann siempre ayudarán a quien busque refugio y protección, pero si estos llegase a pagar mal dicha ayuda, o a aprovecharse para mal de su hospitalidad, se verán rápidamente como víctimas de la ira, la venganza y probablemente los venenos que bien conocen y preparan los Kithain que pertencen a esta casa.

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11/06/2018, 01:34
Baronesa Bán

-Oh por favor, no- responde la Sidhe, quien sólo parece fijarse en principio en vuestro mentor -Gui, no es necesario tanta formalidad ni tanta etiqueta, en especial tratándose de ti y de tus pupilos- dice y por primera vez os observa. Sonríe, pero hay tristeza en su mirada. La hermosa hada flexiona sus rodillas hasta quedar al mismo nivel de Orsi, toma sus manos y lo levanta, mirándole fijamente. -Sois amigos en mi feudo siempre, no son necesarias venias, ni títulos. Sólo lamento que esta ocasión no sea la más festiva- dice mientras da un cálido abrazo al Boggan, y podéis notar como sus mejillas enrojecen, mientras no está seguro de qué hacer.

-Siempre es un placer, Milady- responde vuestro mentor, con las palabras en la garganta, y bastante sonriente.

Luego la mujer os observa, uno a uno. -Es un placer conoceros finalmente. Gui me ha hablado de vosotros en varias ocasiones...- dice mientras comienza con la Sluagh. Toma sus manos, que son frías, y la observa con sus ojos. Sonríe, y aún a pesar de que intenta ser amable, hay preocupación en sus gestos -Encantada de conocerte Leonore Walsh. Eres bienvenida en mi feudo y en nuestra biblioteca- dice amablemente. Luego pasa a Deanna. Toma sus manos con la misma suavidad y delicadeza, y la mira a los ojos. -Lady Deanna, me complace darte la bienvenida a mi feudo. No temas hablar bajo mi techo- dice mientras luego camina hacia el sátiro. Toma sus manos -Kyran Ó Conaill. Eres bienvenido en mi baronía. Aquí también hallarás refugio cuando lo necesitéis- dice amablemente y finalmente Neakail. Esta vez en una ruptura de protocolo, la mujer sonríe, reacia en principio a hablar.

-Neakail... qué grande estás- dice y antes de que el Nocker pudiese responder, la mujer le rodea con sus brazos con ternura maternal -Grande es mi alegría al verte de nuevo, cariño. Sólo siento que las circunstancias sean tan adversas- dice mientras le sonríe y toma de nuevo distancia. Todos sus movimientos, todos sus gestos, todas sus intervenciones son elegantes, delicadas y a la vez, frías.

-He dado aviso a todos los feudos de Glasgow. Sois vosotros los primeros en llegar y os lo agradezco de todo corazón. La situación es terrible. Cómo sabéis, mi feudo hace las veces de instituto para varios pequeños. Algunos de ellos, prospectos de Changelings. Mis maestros y yo los protegemos, daríamos nuestras vidas por ellos. Y sin embargo, no nos explicamos como... una pequeña niña, próxima a entrar en su Crisálida... ha...- os da la espalda y camina hacia el escritorio. -Ha desaparecido. Sin más. Vino esta mañana y tras la primera hora de clases ya no estaba. De por sí ya es preocupante, pero...- dice sin voltear a miraros nuevamente. -...Hoy tenemos un evento especial en la tarde. Invitamos a todos los padres, para que los niños compartan con sus familias actuales y posibles futuras familias. Si no encontramos a la pequeña antes de que sus padres lleguen, el escándalo podría arruinar el instituto. Perderíamos la licencia de operación, y los chicos que estudian aquí, los chicos que viven aquí, tendrían que ir a otras escuelas o regresar a los orfelinatos de la ciudad...- aunque había tristeza en su voz, también seguía existiendo esa distancia, esa frialdad llena de congoja que ha sido constante en sus intervenciones.

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12/06/2018, 19:27
Leonore Walsh

Inclino ligeramente la cabeza, mirando el blasón de Lady Bán. Me pierdo durante unos segundos en mis pensamientos.

Es el blasón de su casa, de la Corte Oscura… y algunas cosas más que Orsi me explicó aquella tarde que hizo tortitas con trocitos de chocolate dentro. Que ricas estaban, el chocolate no se había derretido y crujía al morderlo. Sin duda Orsi tiene una maestría haciendo tortitas con chips de chocolate. ¿Las galletas le saldrán igual? Creo que no las probé nunca si hizo. Cuando encontremos a las pupilas y les demos de comer, le preguntaré a Orsi. Mejor que sea un día que le visite, las galletas recién horneadas son las mejores.

Mientras han pasado cosas a mi alrededor, al menos se han dicho cosas. No estoy segura, así que sonrío aunque sin mostrar mis encías. Eso solía funcionar, la gente reaccionaba de forma calmada a una sonrisa y unas palabras amables. Como si no pudiesen gritar a alguien que les trata mostrando emociones y que les presta su atención.

Me toma de sorpresa que Lady Bán tome mis manos para hablarme de forma tan directa. Desde luego sus palabras caldean mi corazón y hacen que mi sonrisa acabe siendo genuina, al tiempo que un brillo en mis ojos se enciende.

-¿Vuestra biblioteca? Agradezco profundamente vuestro ofrecimiento- digo en un tono de estar soñando ya despierta. Libros… Muchos libros…

Muchos libros...

Muchos libros...

Muchos libros...

 

Vuelvo de nuevo de mi segunda ensoñación cuando dice que solo una niña se ha perdido y que es pequeña. Quizás eché demasiadas galletas en el paquete, solo espero que la pupila quiera compartirlas conmigo.

-¿Dónde la vieron por última vez? ¿Tomó su merienda antes de salir?- levanto un dedo con suspicacia.

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12/06/2018, 21:07
Neakail

Empezaba a pensar que se había olvidado de él. Su lado lógico le decía que no era posible, pero la contraparte menos razonable le torturaba con las más disparatadas posibilidades. Mientras tanto, Lady Ban se funde en un abrazo con el anonadado Orsi, hasta que este se ruboriza como un quinceañero. No era la primera vez que le veía en esa tesitura.

Pronto la preocupación queda disipada, cuando Lady Ban deposita su mirada por primera vez en ellos y hace un tour de saludos y agradecimientos.  Por momentos, el nocker se prepara para un recibimiento similar al de sus compañeros. Es por eso que el abrazo de la Shide le pilla tan de imprevisto que por momentos se ve incapaz de corresponder. Sin embargo lo hace, cargado de alivio, aunque sin devolver a aquella sonrisa. Su carácter había cambiado, aunque el cariño y alegría que le inspiraba Lady Ban estaba bien reflejado en sus ojos. 

Neakail le frota un poco la espalda y asiente cuando por fin se separa de él.

Siempre estaré cuando lo necesitéis, sin importar lo adversas o no que sean las circunstancias. - dice de forma solemne. Poniendo de pie y rompiendo el protocolo ya roto, aunque se pone bien recto.

La situación era bastante dramática, desde luego. Ya no solo por la desaparición, sino por las consecuencias que el desprestigio podría causar a su institución. Por eso le molestó que Leonore siguiera pensando en tonterías. Es por eso que la acaba mirando mal:

Perdona a Leonore, tiene un transtorno alimentario y a veces le impide pensardico, disculpándose por la insolencia - Pero si ¿donde estaba cuando la vieron por última vez? ¿y con quien? - añade, al a pregunta ya expresada - Porque es extraño que nadie haya podido entrar aquí, están los osos guardianes. Solo dejan entrar a conocidos o invitados...

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14/06/2018, 01:19
Kyran Ó Conaill

La sonrisa de Kyran se afiló al notar cómo el anciano se sonrojaba entre los brazos de la sidhe y sin duda en otro lugar y con otras circunstancias habría hecho algún comentario socarrón. Pero si alguno pasó por su mente, se lo guardó para sí. Cuando llegó su turno se puso en pie para recibir las manos y el saludo de la sidhe, al que respondió con una inclinación de cabeza. 

Agradezco vuestra hospitalidad, baronesa —dijo, con esa mezcla entre la mirada descarada que solía vestir y la forma arcaica de hablar a la que se había acostumbrado gracias a Orsi. 

Después alzó un poquito las cejas al ver la confianza entre Neakail y la baronesa y su sonrisa se ladeó un poco más, aunque tampoco sobre eso llegó a decir nada en voz alta. Se tomaba en serio lo sucedido, pero seguía teniendo ese poso de buen humor con el que había amanecido esa mañana. 

Así que escuchó con atención todo lo que la baronesa decía y luego se quedó pensativo un momento, hasta que llegaron las preguntas de Leonore y Neakail, tras las que asintió despacio como para sí mismo. 

Quizá no se la llevaron y fue ella la que salió del recinto. ¿Los guardianes impedirían la salida de los niños? —preguntó, hacia la baronesa—. ¿Hay alguna puerta al Ensueño en este lugar que la niña pueda haber atravesado por su cuenta? —Hizo una breve pausa, pero se notaba que no había terminado y enseguida añadió un par de preguntas más—. Decís que llegó esta mañana, ¿la niña no vive aquí normalmente? En caso de que viva aquí tal vez podríamos echar un vistazo en su dormitorio a ver si encontramos algún indicio. 

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17/06/2018, 03:19
Baronesa Bán

La baronesa no parecía tomarse a mal los comentarios de Leonore. Con calma responde las preguntas volviéndose hacia vosotros. -Hace menos de una hora. Estaba con los chicos de su curso en una actividad en el jardín trasero, acompañada de uno de nuestros maestros. El profesor tuvo que ayudar a un pequeño al baño y en el instante en el que estuvieron sin supervisión la pequeña desapareció. Los chicos no saben tampoco que sucedió, ni siquiera el mejor amigo de Alice- dice mientras hace una pausa y explica -Alice Paddington es el nombre de la pequeña- aclara.

-Lo único que dicen los chicos es que cuando el maestro se fue, un dragón sobrevoló el patio...- hace una pausa, mirando preocupada hacia la ventana. La existencia de dragones quiméricos no es ningún secreto para vosotros, lo verdaderamente curioso es que fuesen vistos en el mundo otoñal. -...Pero ningún otro maestro vio algo similar, y los dragones no se aventuran tan lejos del Ensueño Profundo... incluso nuestros Feudos son demasiado banales para ellos.- parecía hablar consigo mismo, y tenéis la impresión de que no es la primera vez que se repite esta frase. 

Cuando Neakail pregunta, ella asiente. -Estaba con sus compañeros. Y es verdad, nadie que no haya sido invitado a mi feudo puede pasar por la entrada principal... pero los guardianes no cubren todo el perímetro. Esa es su mayor limitación, es por eso que cultivamos buenas relaciones con otras quimeras en el Ensueño cercano, para que nos ayuden a vigilar y a cuidar a los niños- expone, estando todavía de espaldas. Podéis ver como su mano aparta la cortina un poco y sus ojos miran hacia el cielo.

-Los guardianes no actúan en contra de quienes son mis invitados. Eso incluye a todos los niños en el feudo... luego, es posible que haya podido salir por su cuenta... pero tendría que haber pasado por la casa y nadie cree haberla visto- dice girándose de nuevo mirando a Kyran. Asiente ante su segunda pregunta. -Sí, el acceso al Ensueño del Feudo se hace por una puerta en el jardín trasero. Pero la puerta está siempre cerrada y asegurada durante la jornada de estudios, y tenemos a un par de quimeras del otro lado que vigilan el acceso. Ellas tampoco han visto a la niña salir por allí- explica gravemente.

-La niña vive con sus padres. Su mejor amigo es uno de las chicos huérfanas que viven con nosotros, pero ella llegó esta mañana con sus padres. Estaba emocionada de poder traerlos a la fogata que haremos esta tarde...- dice con gesto preocupado. 

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17/06/2018, 03:40
D'Orsigny

-Ejem, milady, ¿qué os ha hecho sospechas de Thallains? En vuestra misiva parecíais temer que se tratase de un incidente que involucra a los sirvientes de los fomorianos, qué un mal rayo les parta- dice vuestro mentor poniéndose de nuevo el sombrero y recuperando la voz y el color ante la gravedad del asunto.

-¿Queréis que hagamos una búsqueda en los alrededores? ¿Que revisemos el Ensueño? Estamos a vuestra disposición y bien estoy convencido de que vuestros maestros estarán también en la búsqueda de la pequeña. Entre más seamos...- comienza a decir Orsi.

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17/06/2018, 03:45
Baronesa Bán

-Hay rumores de Thallain en los alrededores, mi buen Gui- responde con una suavidad más pronunciada la baronesa -En los últimos meses hemos recibido reportes inconexos de incidentes que parecían aislados. En principio parecían quimeras inestables, pero los más recientes hablan de un Spriggan y otros mencionan a un Sevartal. Y ahora que Alice ha desparecido... francamente no sé como habrían podido burlar nuestra seguridad... o si de verdad cuentan con un dragón- dice preocupada.

-De hecho, hemos dividido a los chicos en cuatro grupos, y todos los maestros están con ellos cuidándolos. Temo que si hubiésemos decidido ir a buscarle, más niños podrían desaparecer. Por eso he pedido ayuda a otros feudos, porque no podemos buscar a la pequeña y cuidar a nuestros demás niños. No quiero ni pensar lo que pasaría si más desapareciesen...- su voz se quiebra, y esa debilidad parece como la de un témpano agrietándose.

-Gui, es por eso que quería pedirte que tomases el liderazgo de la búsqueda y coordinases con los otros changelings que lleguen. Tu mente es más estratégica y tu experiencia increíblemente valiosa, y todos los changelings de la ciudad reconocen tu autoridad y te respetan. He convocado incluso a quienes me consideran una rival o un enemigo. Y si ellos han tenido algo que ver con la desaparición, para mancillar mi nombre y mi labor, al menos se lo pensarán mejor contigo a cargo...- dice mirando fijamente al Boggan, quien, a todas luces, no parece ser capaz de negarse a ninguna petición por parte de la baronesa.

Notas de juego

Spriggans y Sevartals, tirada de Int+Gremayre a dif. 8.

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17/06/2018, 18:40
Deanna O'Connor

Deanna volvió a erguirse, sonrojada ante el contacto frío de las manos de Lady Bán. Emitió un leve suspiro cargado de alivio, y escuchó, a unos y a otros, moviendo la cola, con cierto nerviosismo- Un dragón...musitó, recordando en el acto una de las primeras preguntas que le había formulado a Orsi, tras tener lugar su Crisálida- Seguro que estaba tranquilo, dándose un paseo casual. Vamos, ni se me ocurriría pensar que alguien quisiera molestar o manipular a un dragón para que saliese del Ensueño Profundo y armase un poco de revuelo en un internado lleno de tiernos niños influenciables... Y menos con Thallain supuestamente metidos en el ajo.-comentó, llevándose la mano a la mejilla, acariciándosela distraídamente, sintiendo la suavidad de su pelaje blanco mientras se acercaba a Orsi y apoyaba una mano sobre su hombro, como si quisiera con ello infundirle ánimos.

Es... No había manera de saber qué clase de kithain iba a manifestarse en esa pequeña tras tener lugar su Crisálida, ¿no? -preguntó, posando sus pupilas rasgadas sobre la mirada ambiguamente cálida y gélida de la baronesa- Claro que cualquier pérdida es igual de importante... Pero... Bueno quizá sea relevante saberlo. -indicó, encogiéndose levemente de hombros, mordiéndose durante un instante el labio inferior, quedando visible momentáneamente uno de sus filosos y pequeños caninos- ¿Hay alguna pertenencia de Alice a mano? Yo... Bueno... Supongo que los gatos tenemos el olfato sólo un poquito mejor que quienes tienen unas narices corrientes y mundanas... Pero por intentar, puedo intentar rastrearla. 

- Tiradas (1)