Partida Rol por web

 El día finalmente había llegado.

 Por la academia volaban y explotaban fuegos artificiales para celebrar el día. En la entrada había una multitud de periodistas y visitantes esperando poder entrar para asistir al festival, aunque bien que el registro tardaba más de lo normal debido al ataque de villanos recientes, siendo que algunas personas incluso criticaban la decisión de hacer el festival este año.

 Los caminos se encontraban ocupados por distintas tiendas, y eran recorridos por héroes de todo el país. Los alumnos tuvieron su tiempo para prepararse, asistiendo con sus uniformes para hacerlo justo para todos, y finalmente, en el estadio deportivo, la gran pantalla sobre las gradas se encendió.

¡HEY!

¡Presten atención, audiencia!

¡Prepárense, medios para las masas!

¡El rodeo de adolescencia de preparatoria que todos aman, el Festival Deportivo de la U.A., está a punto de empezar!

¡Todos, Are you ready?!

¡Es hora de que los estudiantes de primer año entren!

 La atención de todos en el público, así como la de las cámaras que transmitían el evento por todo el país, se enfocaban en aquel arco que conectaba con uno de los pasillos de estadio, desde el cual el grupo de estudiantes de la clase 1-A hacía su llegada.

...Y allí estaban.

Al final Eru no recordaba el momento exacto en que se durmió, pero sí el que en se despertó, de forma meticulosa y en silencio se vistió y comió sin hacer mucho aspaviento, intentando evitar que el bullicio le quitase la concentración.

Y es que estaba muy, muy concentrado, tanto que parecía que tenía que pedirle permiso a un pie para avanzar el otro.

-Espero que hayan dormido bien, no que me interese ni nada porque cási paso de largo.

Ehhh... Vamos en fila y los representantes encabezan la marcha, ¿No?.

Si alguna vez Eby ha temblado como una gelatina, hoy temblaba como una gelatina luego de cuatro bombardeos, un derrumbe y un terremoto de magnitud 11. Antes del inicio del festival se la veía completamente motivada, lanzando puñetazos al aire y dando ánimos inclusive a sus compañeros, pero cuando tocó la hora de enfrentarse a una multitud más grande de la que había visto en toda su limosa vida... Se congeló. Metafóricamente, claro, que con todo lo que estaba temblando decir "congelar" queda un poco basto. Es un milagro que logre caminar sin desarmarse, aunque sus pasitos resultan mucho más torpes y desarmados que de costumbre.

-E-E-E-E-E-Es m-m-mucha... Gen...- Y ahí se quedó, no terminó. Con todo lo que le temblaba la voz al hablar llegó el punto en que simplemente le convenía más quedarse callada, o estar dos horas tratando de concretar la misma frase. Definitivamente no parecía que la fuese a pasar nada bien en el torneo, en absoluto, pero es lo que le quedaba. Aquella chispita de resolución que aún permanecía con ella era lo único de lo que se sostenía para no renunciar, pero como no lograse recomponerse pronto igual y termina siendo lo mismo. La pobre se cubre el rostro con las manos, sin atreverse a dar un paso hacia el estadio de lleno y quedándose en el arco que los separaba de los camerinos. Si alguien quería dar el primer paso... Dios sabe que no va a ser ella.

Finalmente era el día. El día con el que había soñado desde niña. El día en que podríamos mostrar al mundo todo nuestro potencial.

Mantuve una sonrisa de oreja a oreja en mi cara desde el momento en que abrí los ojos. Había dormido estupendamente. Aunque, al mismo tiempo, mi cuerpo era un manojo de nervios. Debía dar todo de mí y no desaprovechar esta oportunidad.

En las calles el ambiente era espectacular. Miré a todos lados, intentando encontrar a mi hermano entre las multitudes. Pero no tuve suerte. No importaba, porque ya nos veríamos en el estadio.

Cuando llegó el momento en que debíamos entrar al estadio, mis nervios alcanzaron su culmen, hasta el punto de que temblaba como una hoja. Pero al mismo tiempo estaba feliz, lo cual era evidente debido a mi enorme sonrisa.

—Este es el día. ¡Demos lo mejor de nosotros, chicos! —exclamé, tratando de transmitir positividad al grupo—. Eby, no estés así. Todos están deseando ver lo que eres capaz de hacer. ¡No los decepciones! —Aunque quizás yo no era el mejor ejemplo de mantenerse tranquila.

Tras unos instantes, respiré hondo, me armé de valor y caminé hacia delante, entrando en el estadio.

Por más que fuese increíble, logré dormir la noche antes de este gran evento. El día anterior pasé por muchas cosas y creo que por eso caí como roca, pero en cuanto desperté mi corazón latía a una increíble velocidad por lo que pasaría. Me arreglé y aquí estamos, con mis amigos y compañero siendo bombardeados por fuegos artificiales y el sonido de las cámaras que tomaban fotografías. El sonido del barullo de los espectadores también era intimidante.

Respiraba hondo y me posicioné junto a Sora porque ahora nosotras éramos las representantes. Por fuera me veía tranquila o serena, pero por dentro era irónico por el calor que parecía que explotaría de un momento a otro. Cuando Koizuma habló salté un poco y voltee a verlo con mis ojos muy abiertos.

-¿Marcha? ¿Qué marcha? ¿Hay una manifestación?-pero me di cuenta que hablaba de nosotros como grupo y me ruboricé un poco-. C-claro. ¿V-vamos, Himeko-san?

Luego miré al resto de mis compañeros. Tragué saliva y en mi cabeza repasé un discurso que quería decirles para motivarlos. Respiré hondo y...

-D-demos lo mejor de nosotros... Sí-¿Eso era todo lo que diría? Me quedé callada recorriendo con mi mirada a los demás y cuando me topé con Ao...-. A-a-a-así que demostremos de lo que somos capaces y rompamos nuestros límites. Ganemos o perdamos, debemos aprender de todo lo que sucederá para cuando seamos héroes. Y no solo por eso, también por nuestros compañeros que ya no están con nosotros y para aquellos que nos apoyan aquí mismo o a través de una pantalla-imaginar que Makuro podría estar viéndome...-¡A-a-a-adelante, amigos!

Fui con Eby para darle ánimos. Quería abrazarla pero no sabía si le incomodaría y más por lo que implicaba su poder, así que dejando a un lado mis nervios le sonreí y asentí a las palabras de Koizumi. Ahora sí... a seguir caminando a nuestro destino.

-E-E-E-E-E-Es m-m-mucha... Gen...

-¡¡GENTE!! ¡MUCHA GENTE! -Sora apenas se aguantaba dentro de los límites del pasillo, esperando.  Se movía de un lado a otro en el umbral, y asomaba lo que podía tratando de ver si podía ver algún rostro conocido en las gradas. Cuando Saori le habló, finalmente se giró a encarar a la clase, con una enorme sonrisa y llevando los brazos a la cintura.

-¡Muy bien todos! Puede que mucha gente viendo sea aterrador para algunos, pero nada mas lejos que trabajar frente a otros cuando se gradúen. ¡Estar en el ojo público es parte de ser un héroe, incluso aquellos que quieran un bajo perfil! Así que asegúrense de mostrar todo lo que quieren que quieren que se vea de ustedes como héroes. ¡Este es el tiempo de lucirse, o cuanto menos, de pasarla bien!

Dicho esto, se posicionó cerca de la actual sub-delegada, poniendo parte de su fuerza mental en sujetar su propia correa para no salir demasiado atolondrada a la vista.

-¡Bien! ¡Adelante! -dio el primer paso afuera, respirando hondo y poniendo una buena postura, y paso firme. Conservaba la sonrisa, mientras su rostro escaneaba las gradas.

-¡Heeey...hay algunos héroes conocidos aquí y allá, pero la gran mayoría de los que vinieron son profesionales!

Me pasé quizás un poco de tarde trabajando en ese último proyecto de última hora en mi cuarto... pero eso no evitó que me pudiera despertar y preparar a la mañana siguiente para el gran día... ¡el gran evento de la academia, el Festival! Y sin duda, todo el ambiente, tanto de visitantes como de recursos utilizados para decorar y celebrar el espectáculo, demostraban la gran importancia que tenía... ¡Había héroes de todas partes del mundo, y las gradas estaban prácticamente llenas!

Vestido con el uniforme al igual que mis compañeros, esperaba nervioso en el lugar donde nos habían indicado preparando nuestras cosas... Por mi parte, ¡mi Disco de Duelo y mi mazo estaba listo para cualquier cosa que pueda aparecer!

En clase había muchos nervios... lo cual era lo más normal del mundo... ¡pero había que animarse! En principio, traté de acariciar suavemente a Eby en la cabeza para que se relajara, que era de las más nerviosas, además de mirar a Saori y sonreír para que se animase y relajara, antes de hablar a todos en general -¡Vamos compañeros, que los nervios no sirven de nada! ¡Esta es nuestra gran oportunidad, y da igual el resultado, que mientras estemos juntos y trabajemos, tendremos asegurados el que lo haremos bien! ¡Vamos 1-A!- terminé diciendo.

No sabía seguro si nos permitirían alguna exhibición previa cuando entrásemos... ¡Pero yo por si acaso tenía una carta de bengalas y fuegos artificiales para hacer nuestra entrada más espectacular! Si es que esta permitido claro, si tenemos que entrar todos de forma normal para que sea justo para todas las clases entonces nada, jeje.

 Si bien habían algunos claramente invadidos por el nerviosismo, otros estaban dispuestos a darlo todo por animarlos, y aunque no todos lo demostrasen en el interior compartían una gran motivación por darlo todo en aquel festival, abandonand finalmente aquel pasillo para ser recibidos por los gritos y aplausos de la multitud...

¡Y allí llegan nuestros participantes!

  Present Mic demostraría sus dotes como narrador al hacer una espectacular presentación no solo de ustedes, sino también de las demás clases, entre las cuales aquellos que llevaban desde los comienzos de las clases podrían percatarse que habían nuevas caras...

 El departamento de héroes, estudios generales, apoyo, negocios... Todas las clases de primero reunidas en aquel estadio entre gritos del público, con las cámaras apuntando y grabando todo.

 -¡Aquí tenemos a los futuros prometedores! ¡Ahora quiero un fuerte aplauso para nuestra presentadora, Midnight!

  Subiendo entonces al escenario que estaba preparado en el interior del estadio, aquella mujer de traje ajustado se hizo visible con su característico látigo y larga melena.

 -Ver a tantos jovenes reunidos, dispuestos a darlo todo por destacar el día de hoy... ¡Qué emocionante! -se removió entonces la profesora mientras se abrazaba a si misma, provocando distintas reacciones entre los espectadores y en algunos estudiantes. -. Ejem... Daremos comienzo al festival con el discurso dado por el estudiante con mayor puntuación en los examenes de admisión -anunció a través del microfono, dejando de lado sus emociones para poner en marcha el festival como es debido. -. ¡De la clase de héroes 1-B: Shimaoka Shunmyo!

 Tan pronto como fue llamado, un chico que casi toda la clase conocía subió al escenario, arreglándose rápidamente el cabello con las manos y mostrando una agradable sonrisa una vez tuvo la atención de todos.

 -Mira que ponerlo a él a dar un discurso... No empezaremos nunca -opinó por lo bajo otro chico de la clase 1-B, Nogunaba.

 -Bueno, se lo merece, si ha sacado la mejor puntuación... -opinó otro de la misma clase, un pelirrojo que algunos conocían: otros no tanto.

 -¡De la clase de héroes...! -le corrigió entonces una chica al fondo, perteneciente a otro de los departamentos. Aquellos que eran capaces de leer el ambiente podían darse cuenta de que aquellos de estudios generales tenían miradas bastante... penetrantes.

 -Cof, cof... -se aclaró la garganta el chico al microfono. -. Primero quiero agradecer a todos los que están aquí, y en los televisores, viéndonos y apoyándonos. Puedo habla en nombre de todas las clases cuando digo que lo daremos todo en este festival para que sea inolvidable. ¡Superemos nuestros límites! -fue el discurso dado por el chico peliverde, siendo que aquella última declaración fue acompañada por gritos de la audiencia y la mayoría de estudiantes.

 -Ah, pues acabó bastante rápido -rectificó el zombie.

 Luego de que Shimaoka regresase a su lugar entre los estudiantes, Midnight podría dar comienzo al festival señalando una gran pantalla detrás de ella.

 -Como todos los años, usaremos un formato de ruleta para los dos primeros juegos -anunció para quienes no estuviesen al tanto de las costumbres del festival. -. El primer juego será...

¡Carrera de Obstaculos!

 -Todos los estudiantes, dirigánse a la salida y esperen a la señal -indicó finalmente, siendo que todos empezaron a movilizarse.

 El punto de inicio de la prueba no era otro que una de las salidas del estadio, tratándose de un profundo pasillo en forma de arco que acababa dando con unos caminos limitados por barreras de seguridad, siendo que todo apuntaba a que le tendrían que dar la vuelta a la estructura.

 Todos se habían posicionado de manera básicamente aleatoria, y Present Mic seria quién hiciese los honores.

 -¡Todos nuestros estudiantes están listos! -anunció. -. ¡Qué comience está carrera de obstaculos! -añadió, antes de que todo el público empezase a contar con él. -. ¡3...! ¡2...! ¡1...! -y finalmente... -. ¡GO!

Eby temblequeaba bastante y daba la impresión de que en cualquier momento la tensión que llevaba encima finalmente le cortaría y le llevaría a desarmarse. Las palabras de sus compañeros, sin embargo, le llevaron poco a poco a levantar la vista de ese tunel oscuro en el que se había metido a sí misma. Las palabras de Koizumi, Himeko, Muto y Saori fueron increíblemente reconfortantes para la pobre limo que apenas era capaz de poder consigo misma y, aunque el nerviosismo seguía ahí presente, de a poquito iba haciendo un esfuerzo por respirar y controlarlo.  Tampoco se le pasó por alto lo nerviosa que estaba Saori, pero si ella era capaz de sonreír y darle ánimos entonces lo mínimo era que Eby también tratase de hacer lo mismo. Así que eso hizo, sonrió a Saori y a sus compañeros. Una sonrisita tímida y nerviosa, pero aún así más de lo que parecía ser capaz de lograr hace unos segundos. Habría que conformarse con eso.

-Arigato Himeko-chan, Koizumi-chan, Muto-kun, Saori-chan...- Diría agradecida de sus compañeros, haciendo una pequeña reverencia. Pronto se atrevería a salir con todos, retomando algo de su previo nerviosismo al verse, ahora sí, enfrentada a una multitud de miradas que aún no era capaz de dimensionar en su cabeza. Esta vez, sin embargo, trataría de pelear contra ese nerviosismo en lugar de sumergirse en este, ¡Incluso mira hacia la multitud de vez en cuando!... Sí, definitivamente parece estar tratando de buscar a alguien allí, sin mucho éxito.

-¿Quién es él Saori-chan?- Preguntaría Eby confundida al ver al chico del discurso. ¡Pero si ellos eran la clase 1-A y estaba segura de no haberlo visto nunca! ¿Tanta cabeza de pollo tenía como para que se le pasase por alto un compañero? Casi que se pueden notar los espirales en sus ojos, esta vez de confusión. Por suerte no podía estar más agradecida de que la profesora Midnight estuviese dando las indicaciones adecuadas pues eso despejó un poco su mente y simplemente se dedicó a seguirlas. 

Ya en la línea de salida y poco antes de que diesen el vamos, Eby juntó valor y... -¡M-Mucha suerte y ánimo a todos!- Exclamaría en voz alta, tanto para animar a sus compañeros como para liberar su propia tensión. ¡Sirve! Y cuando por fin les dicen de empezar, ella... Corre. Simplemente corre. Nadie le dijo que podrían usarse los quirks en la competencia, así que derechamente asume que no se puede. 

-Es una pena que solo permitan el uniforme deportivo, pero es lo que hay. ¡¡Yay!!

En los breves segundos que duró el conteo, Sora parecía apenas contener su ímpetu, cambiando de postura o amargando movimiento en cada número. Con la señal de partida, salió impulsada en el aire con un deslizamiento de tierra elevando la misma...no, más bien, era una pequeña casilla, o quizá un cobertizo antiguo. Muy estrecho, y sin los detalles como vidrios y puertas, solo el esqueleto para acelerar la construcción, y con el impulso salió despedida ganando aceleración inmediata y por supuesto, movimiento. No deshizo la casilla, dejándola ahí para rodear o atravesar, haciendo el pasillo algo más estrecho a la salida. Estaba hecha de forma enclenque de forma intencional, como la torre de pizza, justamente para darle dirección a su impulso. Estaba usándolos de pistones improvisados, esencialmente.

-¡HA...ha! -repitió el proceso un par de veces para darse ventaja, elevándose para saltar por encima de obstáculos en lo que hacía nuevos planes sobre la marcha.

Ya dentro del estadio, no tardamos en encontrarnos con los estudiantes del resto de clases. Entre ellos estaba mi hermano Kenzo, por supuesto. En cuanto lo vi, lo saludé con la mano, con una amplia sonrisa. Me habría gustado darle un abrazo, pero con tanta gente y siendo una situación tan formal, pensé que no sería lo más apropiado.

También estaban sus compañeros de la clase 1-B, algunos de los cuales ya conocía. Los saludé también, cortésmente. Por lo que había visto aquel día, iban a ser rivales muy difíciles. Pero no debía preocuparme por eso. Debía dar lo mejor de mí y conseguir uno de los primeros puestos. Y esperaba que Kenzo lo consiguiese también, por supuesto.

No tardaron en anunciar la que sería la primera prueba: una carrera de obstáculos. No sonaba difícil, en principio, aunque me preguntaba qué clase de obstáculos habría…

Me dirigí, nerviosa pero decidida a la línea de salida. Estaba bastante claro cuál era mi mejor estrategia a seguir: invocar uno de mis sueños y cabalgarlo para moverme a toda velocidad. El mejor sería Yuto, que además podía volar.

Mirando hacia Kenzo, me pregunté si podía invitarlo a ir conmigo en el corcel… No, probablemente no estaría bien: Esto no era una prueba de equipos. Tendría que confiar en que lo hiciese bien el solo.

—¡Buena suerte, onii-chan! —exclamé sonriente, antes de empezar—. ¡Buena suerte, chicos y chicas! —Por supuesto, a mis compañeros también debía desearles suerte.

Con el ceño ligeramente fruncido y una mirada de concentración, aguardé a que diesen la señal de salida, y entonces invoqué a Yuto y me monté en él, para que inmediatamente después se alzase en el aire y me llevase a toda velocidad.

Eru se había quedado tanto tiempo pasmado tratando de pensar en salir en el momento en que dieran la salida y procesando la presencia de tanta gente que simplemente vio a todo mundo largarse a correr sin entender si lo hacían porque ya había empezado el evento o no.

¡Hey! ¡sí! ¡tú, Eru!

¿Eh?

La meta es para allá... (Parece que le dijo finalmente la voz de su conciencia señalándole que debía correr).

-¡Oh si! - ligeramente avergonzado mientras todos estaban corriendo y algunos incluso chocaban con él Koizuma finalmente regresó a la tierra y empezó su carrera en la competencia.

Se enfiló a la salida del túnel con un grupo grande de estudiantes que eran una mezcla de todos los cursos.

El entusiasmo de mis compañeros contagió mi humor y parte, solo una chiquita, de mis nervios se esfumó para soltar una enorme sonrisa de júbilo por iniciar el evento deportivo. La sonrisa de Muto, Eby y de los demás me dio las energías necesarias para salir al festival y ver al público. Por supuesto, cuando vi a toda la gente reunida con el vitoreo de fondo no pude evitar abrir mis ojos sorprendida y engrandar mi sonrisa porque sabía que alguien especial me observaba a través de una pantalla, por lo que de reojo miré a alguna cámara e imaginé que Makuro estaba ahí para brindarle la esperanza que él necesitaba.

También observé a los demás alumnos  y apenas escuché el discurso de Shimaoka, pues aunque sabía que le diría algo para levantar los ánimos, me quedé mirando todo lo que había alrededor con una gran sonrisa, como una niña pequeña en una tienda de juguetes. La voz de Midnight me hizo aterrizar y cuando escuché de qué sería la primera prueba...

-¿Eh? ¿En serio?-dije, pues parecía ser que nos querían cansar al principio del festival.

Aún así, mis ánimos y nervios no menguaron y junto al resto de mis amigos y compañeros me dirigí al punto de inicio de la carrera... y fue ahí que caí en cuenta de algo mientras me acercaba a Eby.

-... Eeeeh... de otra clase, supongo-me encogí de hombros y miré a mi amiga con una sonrisa tímida- Perdón por tardar en responder, es que... casi no lo escuché.

Saqué levemente mi lengua admitiendo mi culpa y me quede cerca de ella cuando nos posicionamos para la carrera. 

-¡Mucho éxito!-grité a todos y me agaché, colocando una mano sobre el piso concentrando el hielo debajo de mí. Sería la primera vez que mostraría esta habilidad luego de tanto entrenarlo... espero que salga como planeo.

Me alegré y sonreí a mis compañeros de vuelta cuando me agradecieron las palabras de ánimo, preparándome luego para cuando nos dieran la señal para salir Al ser presentados y al aparecer... ¡el recinto estaba lleno al tope! Estaban todas las clases de la academia, alumnos, profesores... hasta si me centraba en algunas zonas podría reconocer a antiguos compañeros de Estudios Generales cuando estaba con ellos. Es por eso que yo quise saludar a todos a mi alrededor ondeando mi mano hacia todos mientras avanzábamos. También reconocí a los de la clase del 1-B, y también les saludé obviamente.

Después del discurso de Shimaoka, y de seguramente todos los chicos ponernos un pelín nerviosos con el gesto de abrazarse a si misma de la presentadora Midnight... ¡Empezaría uno de los eventos, la Carrera de Obstáculos! -Vamos chicos, ¡a ganar la clase 1-A!- dije con alegría a mis compañeros. Empezaría desplegando mi disco de duelo, además de ver el pasillo por el que tendríamos que pasar... Se veía bastante profundo, pero no sabía seguro si vendría bien usar de primeras una de mis invocaciones para montarme, pues no eran precisamente pequeñas... De momento sería mejor empezar colocando una carta boca abajo, por si las moscas... y luego... ¡A CORRER!

 El disparo dio comienzo al festival: todos llenos de energía y motivados salieron disparados de una u otra forma por aquel pasillo, destacando entre algunos aquellos que volarían desde el punto de salida dejando rápidamente detrás a la multitud de estudiantes que básicamente se peleaban por salir, siendo todos de la clase 1-A.

 Sobrevolando a varios metros del suelo sobre su pony alado, Yume saldría encabezando desde el aire a los primeros en salir y adelantar al resto, siendo que justo debajo se encontraba ya Dai que, de alguna manera, logró salir tan rápido como ella simplemente corriendo, aunque varios ni siquiera le habrían visto salir, simplemente apareció adelante... En un punto medio de altura, Ra se impulsaba con unas llamas que desprendía ferozmente de sus manos, y junto a este grupo venía velozmente Ciel, visiblemente motivado mientras se cubría del sol con su sombrilla improvisada: Hisa.

 -¡Oye! ¡No puedes agarrar así a alguien sin su permiso! -se quejó la chica, en cuya expresión se podía notar que no se esperaba aquel acto por parte de su compañero que le sujetaba como una tabla encima de él para cubrirle del sol.

 -¡Tenía que improvisar! -se excusó el vampiro, quién a pesar de todo de vez en cuando era alcanzado por algún rayo de sol que, inmediatamente, le sacaba un quejido, después de todo Ciel no contaba aquella vez con su sombrilla. [1]

 Si bien no se habían lucido con una salida fantástica que los pondría por delante del resto, muchos de los estudiantes empezaban a salir uno tras otro, algunos como Saori y Sora que usaron sus quirks para darse un pequeño empujón, o como Eby que simplemente empezó a correr pensando que no podía usar su quirk, ignorando el hecho de que ella en sí misma era su quirk... En todo caso, se pudieron ver distintos grupos avanzando a su manera: había un chico de cabello rosado que iba en una patineta invisible, que obviamente no podía ver nadie, pero que por la manera en la que uno de sus pies permanecía quieto mientras el otro lo utilizaba para impulsarse y moverse era al menos una excelente mímica de usar el "vehículo". Shimaoka, así como el chico zombie y dos pelirrojos que le seguían no hicieron mucho más que correr, al igual que aquel pelinegro que igualaba a un chico de cabello rubiocon mechones anaranjados. Si había un par que, a diferencia de Eby, aprovechanel don que lesdio la naturaleza los quirks, claramente eran aquella chica murciélago que cortaba camino volando con susalas, y un chico serpiente que básicamente se arrastraba velozmente esquivando a quién se pusiese en medio. También estaba Hideki dando largos pasos con sus resortes, y una chica de cabello rosado que utilizaba unas extrañas botas que parecían propulsarla, sin mencionar un extraño chaleco que llevaba encima que hacía juego con las gafas que utilizaba sobre la cabeza, siendo que aquellos más informados sabrían que se debía tratar de una estudiante de Apoyo, al igual que otros que también usaban distintas tecnologías para intentar darse una ventaja. Y bueno, un poco más de lo mismo con los demás: Ao corriendo propulsándose ligeramente con sus llamas, Chika corriendo, Hitoshi propulsándose con sus motores, Hiroshima corriendo con una amplia sonrisa, un peliverde de la clase 1-B que básicamente se deslizaba a centímetros del suelo con una corriente de aire, una chica que, visiblemente agitada por nada más correr, hacía lo posible por seguir al grupo, y ya detrás de ellos una albina que se reía mientras su manera de correr era... desordenada, como quién iba perder el equilibrio en cualquier momento, aunque parecía tenerlo controlado, algo que no le parecía extraño al pelirrojo que corría cerca de ella por mera casualidad.

 Sus capacidades físicas, las limitaciones de sus quirks, sus malas tiradas o simplemente que al guion le convenía: fuese lo que fuese, entre los últimos se encontraban aquellos que no tuvieron una buena salida, siendo que la mayoría se habría llevado uno o dos golpes nada más empezar por la cantidad de gente moviéndose en el pequeño y estrecho túnel, aunque eso no les impediría reunirse con el resto más adelante, perosin llegar a formar parte de ese grupo que realmente se quedó estancando en el túnel...

 [2]

 Unos más pronto que otros, los estudiantes acabarían alcanzando la que sería el primer obstáculo de aquella carrera, uno que bien hizo parar a más de uno en cuanto lo tuvieron en frente...

 Bloqueando el paso se ubicaban un grupo de cuatro Executors, los robots de "0 puntos" de la prueba de admisión.

 -¡Y los estudiantes se topan con su primer obstáculo! ¡Los robo-villanos más poderosos de las pruebas de admisión, modelo Executor! -anunció Present Mic. -. Durante las pruebas no hubo quién quisiese enfrentarse a uno de ellos, ¡por lo que vienen con ganas de ver que tanto han progresado los estudiantes desde su primer encuentro!

Sora no usó demasiadas construcciones de momento para evitar cansarse demasiado, pero viendo lo que había más adelante, se tuvo confianza. Había escuchado de esta clase de robots, pero en su lado del exámen no había visto uno.

No se detuvo a contemplarlos o pensar estrategias porque ya tenía una: enfiló directo hacia uno de los Excecutor. Estuvo observando atentamente sus movimientos, y cuando notó que estaba en línea de fuego de que le cayera un guantazo gigante, creo un único y sólido poste magnetizado tras de sí, que hizo que el puño de desviará y aplastara el mismo en lugar de a ella.

-¡Ha...es mucho peso! ¡Pero mover peso es mi especialidad!

Imitó esta estrategia con cada golpe que venía en su dirección, avanzando sin detenerse, un paso a la vez.

Eby avanza. No iba excesivamente bien, pero tampoco mal. Regular y simple, sin atraer atención innecesaria y sin ser de las que daban un desempeño más pobre tampoco. Algunos podrían considerarlo tal vez una forma de ser algo cobarde, poco competitiva... Y lo era, pero así estaba cómoda y luego de su pánico inicial era lo que mejor se podía esperar de ella.

Pronto perdió la vista de sus compañeros entre la multitud, salvo de Saori, de quien trató de mantenerse lo más cerca posible. No para conversar ni buscar apoyo, sino simplemente por el mero hecho de tener a su amiga cerca. Muy de vez en cuando trataba de decirle algo eso sí, pero ver a alguno que otro adelantarle la hacía callar de inmediato. No quería distraerse de la carrera y mucho menos distraer a Saori.

Lo que sí cambió por completo su planteamiento fue aquel sombrío pronóstico que trajeron consigo aquellos robots enormes. Los recuerda, claro que los recuerda... Y le intimidan mucho, al punto en que se queda quieta de golpe y pierde por completo el aliento, quedándose estática durante un rato más o menos largo. Parecía que no iba a moverse más, pero la repentina expansión de su cuerpo indicaba lo contrario.

Poco a poco la chica limo se fue expandiendo, inflándose. Ya había visto a los demás usar su quirk, ¡Así que también lo hace! Se infla como un globo y pronto acaba desprendiéndose del suelo, alzándose por los aires. Claro estaba que no era ni de lejos la más rápida ni efectiva entre los que podían volar, pero con algo de suerte sí que se adelantaría a los que no.

Hay mucha gente, pero debo sobreponer mis nervios y salir adelante. Es una competencia donde más que ganas hay que demostrar de lo que somos capaces con nuestras habilidades y capacidades tanto físicas como mentales; si somos héroes debemos acostumbrarnos... ¡Ah! Un disparo, ¿quién lo hizo...? Oh, ¡OH!

Invoqué el pilar y me di un pequeño empujón. ¡Por estar distraída no salí a tiempo! Creo... Pero no importa. ¡Hay que mantenerse constantes! Aprovecho el impulso para ver a los demás y saber en qué posición están, alegrándome genuinamente por Koizumi por haberse adelantado. ¡Bien! Luego me enfoqué en los demás tratando de no perder mi ritmo y miré a Eby, le sonreí y con ganas de decirle algo para animarla,  pero mi concentración debía seguir en la carrera; aún así no la descuidé, mirándola de tanto en tanto  para ver que siguiera en esto y no se quedara atrás. 

Sin embargo, cuando vi a aquellos robots sentí un pequeño escalofrío que me dejó helada por un momento pensando en qué podía hacer para pelear... No, es un obstáculo, no hay que combatir. Así que concentré un camino de hielo por el cual podría deslizarme mucho más rápido para irles esquivando, no puedo quedarme atrás.

Ciertamente estar tan agolpado entre la gente hacía que Koizuma se sintiese cohibido de usar sus habilidades, le molestaba ya que no podía hacerse felino por miedo a terminar aplastado y apenas podía aguantar el impulso de abrirse paso a arañazos, así que continuó corriendo, finalmente algunos se estaban adelantando y otros se retrasaban, fragmentos de conversaciones le llegaban de aquí y allá aunque algo se le hacía raro al ver que algunos estudiantes titubeaban.

Vino entonces la voz de Present Mic que explicó el motivo y en especial, las colosales figuras de los robots que les habían explicado en el examen de admisión, en ese momento Koizuma pensaba que eran demasiados problemas para obtener ningún punto, pero en ésta ocasión no tenía el mismo privilegio.

Empezó a caminar agachado un poco, un poco más, hasta que estaba andando con manos y piernas a saltos largos directamente contra el Executor mas próximo a obstruir su camino, vio la palma bajar, más cerca... más cerca... más cerca...

Hasta que arrancó una porción de tierra como si fuese una excavadora, pero Eru no estaba allí.

Aferrado a la parte interna de la muñeca del coloso con sus garras apenas había logrado esquivar el terminar atrapado entre las manos del robot y los sedimentos.

Apenas... pero será suficiente.

Su próximo paso era esperar lo alto que le levantaba y cómo por medio de sus habilidades naturales saltaría de un punto a otro, de éste enemigo a aquél hasta superar éste obstáculo.

Era algo arriesgado, pero sus instintos salvajes le decían que eran una alternativa viable para el segmento de la carrera.

Observé al resto de los estudiantes que corrían tras de mí. ¡Iba entre los primeros! ¡Mi salida había sido triunfal! Era el comienzo perfecto del festival… O lo habría sido si no fuera porque a Kenzo no le iba tan bien. Era una pena, pero todavía tenía posibilidades de ponerse en cabeza si se esforzaba.

Sentía el viento en mi cara y mi pelo ondeando. Me encantaba volar, y era aún mejor sabiendo que estaba logrando algo grande. Mi sueño estaba cada vez más cerca de ser cumplido.

Sin embargo, me esperaba una desagradable sorpresa: Unos robots como aquel gigante del examen de entrada. Pero esta vez había varios. ¡Y estaban en el camino! Esos debían de ser los obstáculos a los que se referían. En el examen, no me había acercado a ese robot, pero esta vez no parecía haber más remedio que enfrentarlos o esquivarlos.

Podría usar mi arco para dispararlos desde lejos e intentar derrotarlos, pero sería muy difícil. La opción más lógica era sortearlos.

—¡Yuto! ¡Elévate todo lo que puedas y estate atento por si nos atacan! —exclamé, espoleándolo con todas mis energías.

Con gran agilidad, mi corcel tomó aún más altura y se lanzó, esquivando los temibles ataques de los robots.