Partida Rol por web

Aizawa se encontraba organizando unos archivos por correo cuando llegaste. Apenas y te miró antes de saludarte levemente con la mano y continuar con lo suyo mientras tu ibas a preparar la cena. Cuando fuiste a avisarle, asintió levemente y fue hasta el comedor para tomar su lugar en la mesa.

Shota agradeció la comida y comió algunos bocados mientras hablabas.

-Es bueno que pases tiempo con tus compañeros; con el tiempo tomarás confianza -fue lo único que dijo al respecto antes de comer otro bocado. -. La cena esta deliciosa, muy buena.

Tras terminar de comer, Shota asintió y fue a darse una ducha mientras tu terminabas de limpiar y guardar todo. Tras salir y vestirse mientras tu te bañabas, fue a continuar con lo que estaba haciendo. Luego de que salieses y te pusieses cómodo, Aizawa bajo la vista para verte y colocar una mano sobre tu cabeza suavemente.

-Claro... -luego de que tomases tu forma de gato, él te acariciaría desde la cabeza hasta el lomo suavemente mientras volvía a la laptop. No tardaste en dormite en sus piernas, siendo mimado por el resto del tiempo que el profesor trabajaba en organizar...

Takumi se alegró de que su propuesta fuese bien recibida - aunque luego modificada. Él habría preferido ir a las recreativas, pero al final lo importante era pasar algo más de tiempo con sus compañeros, conocerlos mejor.

Durante la tarde, Takumi habló un poco de todo. Sus mangas y videojuegos favoritos. Habló un poco de deporte, se preguntaba si en la UA se jugaría algo. Pidió un helado de limón, su sabor favorito, y contó algunas anécdotas divertidas sobre si singularidad.

Cuando era pequeño, sus padres se pensaban que su singularidad solo servía para deslizarse. Iba resbalando por toda la casa sin querer, rebotando contra las paredes. Al principio, ¡ni siquiera podía tenerse en pie! Muchas veces se caía al suelo, o se le resbalaban las cosas de las manos. Llegó al punto en que sus padres no le dejaban coger nada que se pudiese romper, ¡ni siquiera los platos de la comida! Una vez, tirándose desde un tobogán, cogió tanto impulso que cruzó el parque entero, deslizándose por el suelo, hasta que cayó de lleno en unos arbustos.

Takumi lo explicaba con cierta gracia, dándole un enfoque cómico a la historia. Incluso en cierto punto, la tarrina del helado se le resbaló de las manos, arrancando algunas risas.

En todo momento se mostró simpático, para nada nervioso. Bastante cómodo en general.

Al llegar el momento de irse, Eby propuso de ir juntos. Tras sonrojarse un poco y carraspear un tanto más, aceptó. ¡No podía dejar que el suceso de antes empañase su nueva amistad! Durante la vuelta a casa, Takumi se quitó los zapatos en cierto momento y comenzó a patinar por las calles de la ciudad, aunque sin adelantarse demasiado. Tenía la mirada fija en el suelo, distraída.

Finalmente se despidió con una sonrisa y la mano alzada.

- Nos vemos mañana en clase, buenas noches.

Una vez se hubo separado de sus compañeros, aceleró. Le gustaba sentir el viento contra el rostro, era agradable, liberador. Aunque también tenía que llegar cuanto antes a casa. Seguramente estaba llegando tarde a la cena. Sus padres querrían que les explicase todos los detalles. ¡Qué pesados!

Antes de dormir se quedó mirando la pantalla de su teléfono móvil. Decidió enviarle un mensaje a Takeshi.*

“¿Quedamos mañana de camino a la UA?” escribió.

Aunque se fue a dormir sin esperar a mirar la respuesta. Qué día más largo…

-¿Ya veo, entonces así es su día...?

Sora parecía tener mucha curiosidad por los estilos de vida de todos, y en general reaccionaba a todo con inusual interés como si le fuera un tanto desconocido. Sin embargo no pasó demasiado antes de que sonara un tono de llamada con una voz sospechosamente conocida, pero repitiéndose con insistencia de forma molestosa.

-¡Hola! ¡Estoy tardando porque hice amigos y estamos tomando un helado! No, nada está pasando en la ciudad...tardaré poco en volver. Si, mi día estuvo bien...¡no, no estoy lastimada...! Te daré todo el detalle cuando vuelva. ¿Eh? Pues estoy en (...)

Tras despedirse, rió levemente con un tanto de pena.

-Mi madre no está muy feliz de que haya tomado el curso de héroes, e hizo todo lo posible para  que no pudiera asistir. Pero ahora que está hecho, no para de preocuparse. Espero que pueda calmarse un poco con el correr de los días, heh...

Sora eligió una copa de helado con sabor a fambuesa, chantilly y frutillas como decoración, mencionando que adoraba la combinación entre estos dos últimos elementos. Luego de la llamada le quedó poco tiempo para hablar antes de que las despedidas comenzaran, pero en general habló de que había entrenado desde hacía años para calificar para los exámenes de la UA...aunque como al final le recomendaron para entrar, se preguntaba si no lo había hecho de más. De una u otra forma, estar dentro de la institución era la línea de partida para todos sin importar su experiencia o como entraron en la academia. Cuando pensaba hablar un poco más luego de pasar la tarjeta para pagar, sonó una bocina cerca, de un auto elegante y de vidrios reflejantes que reconoció.

-Vaya, envió a alguien por mí...tendré que disculparme por no poder caminar con ustedes! Trataré de que en los próximos días podamos hacerlo, pero ya saben...¡disgustar a una madre no es bueno! ¡Hasta mañana! -y con esto, ingreso al automóvil para que le condujeran a su hogar.

Ya era hora de separarse y todos comenzaron a irse por su cuenta, excepto Eby, la cual terminó por preguntar si alguien quería ir al menos hasta la mitad del camino. Takeshi después de despedirse de los demás con bastante formalidad la miró con tranquilidad.-Mi hermana y yo podemos acompañarte, no nos molesta.-Susurró con tranquilidad, es más, miró a su hermana y esperó que ella le diera su aprobación.

Pero lo más gracioso de todo, era cuando por la noche recibió un mensaje en su teléfono móvil…bueno, más bien era el teléfono de Tamaki, ambos lo compartían, principalmente porque sus dedos eran demasiado gordos para usarlo, pero no tardó en pedir a su hermana que escribiera una respuesta al respecto, podrían ir los tres juntos, sería interesante y divertido.

Tuve bastante suerte ya que la idea cuajó en el grupo. No siempre podía tomar helado y pensaba aprovechar cada oportunidad, ¡Más aún si podía compartir un momento con mis nuevos amigos! Yo pedí un cucurucho de vainilla con virutas de chocolate y algunos dulces por encima. No solía ser muy golosa, pero tampoco pude contenerme.

Estuvimos hablando de nuestras habilidades y ambiciones, yo intentaba participar y sin embargo hacía más de espectadora curiosa. Con tanta conversación se nos pasó el tiempo volando y Ciel fue quien nos avisó de que teníamos que irnos. Al principio me puse algo triste, pero tendríamos opción a quedar otro día. Lo que sí me preocupó fue el comentario de Sora sobre su madre. Cuando vino el coche a recogerla me acerqué para despedirme de ella.

- ¡Hasta mañana, Himeko-chan! ¡Muchas gracias por el helado! - Si tenía tarjeta propia y chófer seguro que su familia era adinerada. Era una suerte, y encima se había portado muy bien con nosotros.

Eru también se fue solo, parecía un chico muy callado y responsable. Me despedí de él con la mano y me decidí a acompañar a Eby y al resto camino a casa. No me importaba tomar un desvío y llegar un poco más tarde. Ya más tarde les contaría a mis padres como había ido mi primer día de clase y cómo eran los amigos que había hecho allí.

Tras dejar a Eby en su casa me despedí del resto deseándoles buenas noches y me marché a mi hogar con muchas ganas de que llegase el día siguiente. ¡A saber qué haríamos en la escuela!

Llegué a casa llena de ilusión. Los nervios que me habían atormentado por la mañana antes de clase y durante las pruebas se habían desvanecido completamente. Fui a toda prisa con mis padres adoptivos a contarles emocionada los sucesos del día mientras tomaba una cena ligerita.

No hubo tiempo a explicarlo todo, pero quería hacerles saber que me había encantado aquel lugar, y que les agradecía mucho la oportunidad que me brindaban. Luego fui a la ducha y me cambié al pijama para dormir, pensaba que me costaría mucho conciliar el sueño, pero tantas emociones en un mismo día hicieron que cayese rendida en apenas unos minutos.

Todos partieron a sus casas y pasaron el resto de la noche en sus casas, logrando conciliar luego el sueño para estar listos para el día siguiente, sin estar seguros de que cosas emocionantes tendría preparado para ustedes...