Partida Rol por web

Mientras regresa Andrew, me acerco a los despachos de los compañeros que están por aquí, para hablar sobre el caso de la mujer.

- Andrew y yo vamos a acercarnos por casa de la difunta Sarah Meyers, quizá demos con algo. ¿Hablasteis con los vecinos, por si vieron algo extraño?

De eso se encargaron Lloyd y la sargento Tesla, creo recordar... dice Douglas y añade con una sonrisa Mis clientes hablan conmigo de una forma un tanto distinta

Asiento a las palabras de Doug.

- Bien, iremos a inspeccionar la casa. Quizá llame a la sargento Tesla una vez estemos allí para saber a qué vecinos interrogaron y lo que les dijeron... A ver si hay suerte y arrojamos un poco más de luz sobre todo esto.

Le doy un buen trago al café, que ya ha adquirido una temperatura potable... aunque su sabor deja mucho que desear, como casi todos los cafés de máquina de oficina, que parece que estén hechos más para combatir el estreñimiento que el sueño. Me miro el vaso con cara de no acabar de gustarme lo que bebo.

- En fin... - Digo, mientras comienzo a deambular por la oficina, pensativo, esperando que Andrew haga acto de presencia.

- Bien.

Fue la sencilla respuesta del teniente. No daba la impresión de que estuviese especialmente ocupado, ni tampoco haciendo algo urgente. Pero al menos su tono no fue ni agrio, ni desagradable, ni furibundo. Sencillamente no pareció darle importancia al asunto.

- George... cuando quieras. De camino llamaré a Tesla y le contaré toooooda la historia con el chino, el chaval, su madre, la navaja, la consola y la madre que los parió a todos.

Ciertamente estaba liberado de aquella losa. Encerrar durante una década a un chaval de trece años en su primer día de trabajo como detective no era una buena carta de presentación y ahora que todo se encarrilaba se volvía a permitir el lujo de gastar alguna broma.

- En marcha... conduces tú.

- ¡Perfecto! Vaaaamonos. - Exclamo, agarrando la chaqueta y dirigiéndome al ascensor después de despedirme de los presentes con un gesto de la mano.

Bajamos con el ascensor hasta el párquing y nos montamos en uno de los coches. Ponemos dirección a casa de la difunta.

Llegais a la casa de Sarah Meyers en poco mas de veinte minutos. Se trata de una vivienda de ladrillo rojo, en Calle Montrose, nº 26 - Somerville. La puerta esta cruzada por precinto policial, y en las casa de alrededor veis algunos vecinos, cuidando del jardin o paseando al perro.

Conforme bajo del coche miro alrededor. Me fijo sobretodo si me cruzo con la mirada de la típica vecina cotilla. En tal caso le sonrío y me dirijo a la entrada de la casa. Me coloco los guantes de látex. Aunque el escenario ya ha sido peinado, prefiero hacerlo así siempre que estoy en una escena de un crimen.

Entro en la vivienda y observo toda la estancia con detenimiento, intentando dilucidar lo que últimamente ha acontecido en la casa. Evidentemente, lo último ha sido los movimientos de los CSIs y demás unidades, pero deberé filtrar esos movimientos si pretendo sacar algo en claro de lo que pasó la noche de los hechos.

Diane miró a Darrell cuando entraron en la comisaría.

- ¿Interrogamos a Dickon o le dejamos que pase un tiempo en el calabozo mientras vamos a la casa de Jared?

Mientras estais hablando sobre interrogar a Dickon, se acerca el teniente Hoyt con una amigable sonrisa.

- Vaya, menudo dia llevais ¿no? dice a Darrell y Diane. Un explosivo en un autobus, y ahora un forzudo en su casa. Un tema de violencia domestica ¿no?

- Si, espero que no todos sean o tendremos que pensar en ampliar la plantilla dice sonriendo Darrell. El señor Dickon nos recibió con un comentario del tipo"yo no sé nada de ningún robo" y estábamos pensando presionarle un poco para ver de qué habla.

- ¿Robo? Bueno, uno de mis equipos ha estado con varios robos en las ultimas semanas. Hagamos una cosa, ¿que os parece si me pasais el caso? Asi si tiene relacion con alguno de los que yo llevo, seremos mas eficientes, y si no, pues os quito el marron de encima, que despues de todo es vuestro primero dia.

Algo despertó las alarmas en el cerebro de Darrell, él nunca buscaba medallas pero tampoco librarse de sus obligaciones a la primera de cambio.

- Si le parece le vamos a interrogar por los malos tratos y de paso ver qué le sacamos del robo, si está relacionado con los que llevan su equipo le transferimos el caso.

Hoyt vuelve a sonreir.

- Bien, como prefieras. Yo solo queria ahorrarte papeleo.

- Gracias por el ofrecimiento de todas formas, responde educadamente Darrell

Cuando Hoyt se va le dice a Diane: Este trama algo, quizá no tenían ninguna pista de los robos y le vamos a reventar el caso. Mejor vamos a interrogarlo, la casa de Whitten no se va a ir a ningún sitio.

Douglas se cruza un instante con Darrell tras que termine de hablar con Hoyt y le dice Cuando tengas un momento, me gustaría que le dieras un vistazo a las cuentaqs de nuestra pareja... por si hubiera algún movimiento de dinero raro...