Partida Rol por web

La mesa en la que se encontraba el genasí empezaba a llenarse con los participantes de la feria. Ya había reconocido a varios de los que aparecían en el mensaje que había recibido, y la hermosa elfa que acababa de unirse a la conversación, precisamente por su destacada belleza y por el contexto de sus palabras enseguida se percató de que era otra de las mencionadas en dicho mensaje.

- Soy Tarkhan, hermanastro de Unwin Eldelvar. - Las palabras se le escaparon de su boca sin su habitual pausa meditativa, por lo que unos segundos después de haber abierto la boca se sonrojo, todo lo que se puede sonrojar alguien cuyo cuerpo parece un yermo de tierra, recordando que Unwin no llegó a cruzar palabra con ella, tan solo la describía en su mensaje. "Puede que tan siquiera se haya percatado del parecido..." Pensaba algo avergonzado tratando de rehuír la mirada de la elfa. Algo apurado al haber llamado la atención, intentó proseguir con sus palabras.

- Unwin me contó ciertos rumores sobre la fortaleza de Orcbone, y me pidió que acudiera a investigar en su nombre - Esta vez realizo sus habituales pausas mientras pensaba en la explicación para justificar su abrupta presentación. - Mi hermanastro mencionó que varios participantes también acudirían, por ese motivo he reconocido al señor Marcus y al señor Valinor - Recordó las presentaciones ostentosas de su hermanastro, y sintió una leve punzada de envidia recorriendo su espalda al escuchar sus limitadas palabras. Esta vez la pausa fue algo mas larga, puesto que en el mensaje no se mencionaba el nombre de la hermosa elfa, "puede que haya sido una conclusión precipitada, pero por el contexto de sus palabras y su belleza, afirmaría que se trata de ella..." pensaba el guerrero mientras mantenía expectantes a sus interlocutores, así que algo inseguro prosiguió con su aclaración - Deduzco que todos tenemos el mismo objetivo - El genasí se había percatado que tanto Valinor como Marcus, habían mostrado cierto interés en el reportaje de la fortaleza que mencionaba el periódico y si los demás participantes estaban por aquí, debían tener el mismo destino.

- Por ese motivo me he presentado, porque puede que los aquí presentes compartamos camino a partir de ahora - Acabo con una complacida sonrisa, orgulloso de haber podido explicarse con claridad. El haber compartido tantas aventuras con su hermano había tenido buenos frutos, y de vez en cuando era capaz de desenvolverse con la misma facilidad usando las palabras que su espada bastarda. Por lo menos, eso le gustaba pensar a él. Obviamente los timadores y charlatanes con los que se había tropezado no compartían la misma opinión...

Sin duda pensaba ir a ese lugar y infiltrarme en la fortaleza al ser posible y descubrir los planes y las acciones de lo que haya ahi.

Por cierto encatada, soy angie, no hable demasiado con el, por no decir nada, aunque tienes buen color de piel...muy interesante y bonito sin duda.

Finalmente Angie tomo asiento y prosiguio su comida, no disponia de mucha comida pero para ella era suficiente.

- Por todos los clavos, eso parece. Esperaba que más ganapanes se unieran a luchar ante tan viles noticias, pero no lo parece así. Mas ya decía mi maestro, mas vale una man agarrando la cinzalla que ciento el martillo. - Se incorporó, tirando el periódico en medio de la mesa para que cualquiera se sirviera del mismo. Era curioso que un hombre como él, no se retirara los guantes ni para comer, y que no mostrara su piel mas que de cara, y aun así a veces ni eso.

- Celebro entonces no una ni dos, si no hasta tres veces que tan valientes y osados guerreros y magos se unieran en la misma causa. Nuestra unión bien dará una lección de humildad a nuestros enemigos. Celebremos, y así bebamos y bebamos hasta que no nos conozcamos. - Tomó su jarra, alzandola hasta media altura y le dio un buen trago a la misma.

Las palabras de Marcus hacían eco en la cabeza de Tarkhan. Estaba acostumbrado a oír la elocuente verborrea de su hermano, pero la épica narrativa del pistolero le dejaba perplejo con un rostro que reflejaba la creciente admiración y respeto que procesaba hacia aquel hombre.

En su habitual silencio reflexivo, recorrió con la mirada a sus tres nuevos compañeros. "Sin duda será un camino interesante... Angie, Marcus, Valinor... y vete a saber con quien más toparemos..." Perdido en sus propios pensamientos, acabo mostrando una sonrisa, totalmente involuntaria y sin que llegara a percatarse del ella, hecho evidente de su entusiasmo o tal vez fuera su subconsciente, instruido por su hermanastro, tomando el control de sus facciones y procurando mostrar su beneplácito con la idea de enfrentarse a los numerosos peligros de la fortaleza.

Bien, dado que estoy entre amigos creo que es hora de ponerse serio. - digo con expresión serena al tiempo que observo meditativamente el periódico. ¿Alguno de Ustedes tiene alguna idea de qué es lo que nos espera allí y cómo vamos a infiltrarnos en ese lugar? Pues en mi opinión las noticias aunque son desalentadoras, también son bastante escuetas. - digo levantando la mirada del diario mientras apoyo mis manos sobre la mesa.

Vaya, sinceramente no pensaba tener otra gente que infiltrarse, asi que mi idea era ser uno de ellos y infiltrarme como un saqueador mas.

Hace una revision a todos los componentes y suspira Aunque creo que esto con algunos sera complicado.

- Diantres, no te falta razón. - Golpeó la mesa con el dedo índice, señalando el periódico. - Es momento de dejarnos de gallifaradas y encañonar al problema como hombres y mujeres de estandarte. Observad. - Giró el periódico. - No me seais Gallifaros y prestad atención. - Señaló el primer párrafo. Después fue señalando con el dedo los distintos anunciados sobre los problemas que había.

- Fijaos ¡Fijaos! ¡Maldito circo! ¡Orcos y saqueadores! ¡Trolls y minotauros! Válgame los clavos de mi ataud ¡y no pelearon entre ellos a pesar de entrar por el mismo sitio! Me juego no una, si no tres cervezas a que todos tienen relación, manejados por una mano tan oscura como el alma de un demonio. De ser cierto, marchar al más sencillo -al menos en apariencia- podría ayudarnos. Los asaltos. Bien faciles de seguir, bien fáciles de cazar. Mas lal ucha pueda ser intensa, ayudar a gente y salvar sus pertenencias podríamos. Y si tenemos un poco de buenaventura, quizás encontremos algo de fortuna. Creo que deberíamos comenzar por aquí. Marchar, observar y perseguir. Golepar cuando no se lo esperen, imitandolos. No lo esperarán, facil caerán. -

Es bien sabido que los orcos y trolls no son muy ingeniosos. Sin embargo, los minotauros aunque temperamentales no suelen ser tan cortos de cesera como los otros dos, pero de dónde yo vengo los drows que veneran a la araña infame suelen usar a unos y otros como esclavos y vanguardia de sus tropas para hacer su trabajo sucio sin perder a sus verdaderos soldados. - digo intentando sin éxito esconder mi desagrado por tales practicas con poco éxito.

Si hay algún maestro de armas o noble drow involucrado en esto nos va a ser imposible infiltrarnos, pues si en algo son buenos esos bastardos es en proteger sus posiciones yo creo que tenemos más posibilidades si emboscamos a un pequeño grupo y capturamos a 1 o 2 de ellos para obtener información, ya sea por las buenas o las malas. - digo bastante serio.

El grupo casi ya como expertos soldados , o como pronto lo seran, se unen en vitores y arengas maridadas con cerveza a raudales, para un pacto de caballeros con acabar contra los enemigos del archiduque dueño de la fortaleza y de sus peligros que en esas lejanas tierras pudieran tener contra los miembros de su reino

A la mañana siguiente todos se reunen en el mismo sitio y mesa de la cena anterior , listos para desayunar fuerte y caliente, antes de volver a partir esta vez no como personas individuales ,sino como miembros de un mismo grupo , con un objetivo comun defender la fortaleza como buenos soldados 

Tras terminar mi desayuno en compañía de mis nuevos amigos digo - ¿Qué opinan de mi plan? ¿Creen que tendremos oportunidad de ponerlo en marcha? - pregunto con calma mientras me recuesto sobre el respaldar de la silla.

Lo que más agradeció Marcus fue el barreño de agua que encontró en su habitación. No era muy grande, pero le sirvió bien en el objeto de lavarse y asearse de buena mañana. Dentro de lo que él consideraba, este tipo de lujos eran escasos y placenteros, así que cuando uno tenía la oportunida de comer caliente, asearse y dormir en una cama de paja mullida, debía hacer uso de él cuantas más veces mejor, cuanto más recreo mejor.

Así, habiendose calzado y vestido, aseado y arreglado, el hombre bajó por las escaleras con la tranquilidad de un Rey o un Ministro hasta la taberna, donde se acercó a aquella mesa donde Valinor ya había tomado posición. - Buenos días. Muchos palos merecías en tus costillas y no en las mías. - Dijo del tirón, como si de un refranero o frase prehecha se tratara, y no de una amenaza por si misma.

Además, esto último quedaba patente en la tranquilidad, modales y formas. Sonrió de forma afable, dejando la gabardina sobre la silla y tomó asiento, esperando un desayuno caliente.

Por que los lujos, había que disfrutarlos.

- Drows. ¡Malnacidos! Bastardos de duro corazon y aun más oscura alma. Sin duda, pocas veces asoman la cabeza lo suficiente como para perderla. Quizás tengamos una oportunidad con tu método, pero es peligroso ¡muy peligroso! Peligro es mi segundo nombre. El tercero, en realidad. Bien, creo que podríamos tener una oportunidad. - Acabó por asentir con la cabeza, confirmando que él aceptaba tal plan.

Aqui hay cosas mas raciales que logicas, no hay ningun indicio que indique que hay drows por medio. Dijo con aire de suficiencia. Aunque si quereis asaltar algun grupo para conseguir informacion no me opondre pero hay el riesgo que sin su retorno levantemos la liebre y sea mas dificil infiltrarnos.

Según recuerdo nuestra misión es cerrar las brechas en la frontera norte y detener las intrusiones enemigas, creo que si capturamos a uno o dos de ellos y eliminamos al resto no levantaremos sospechas, pero si uno solo escapa, entonces las cosas sí se iriían al diablo. Así que el éxito del plan depende de que ningún enemigo escape con vida. - digo intentando disipar las dudas de Angie.

- Bien sería buena idea marchar primero a la fortaleza, hablar con los responsables, informarnos, saber. Y después marchar hacia el frente, capturar a uno de esos gallifaros. No teneis que temer, yo me encargaré de que ninguno de esos mal nacidos consiga huir. - Afirmó asintiendo con la cabeza mientras se ponía en pie.

- Marchar, mas no tenemos tiempo que perder. -

Confío en tu buena puntería amigo mío y en la potencia de tu peculiar arma. Que por cierto me gustaría saber ¿Cómo se llama? Pues difícilmente puedo referirme a ella como una ballesta dado que no cuenta con arco alguno. - digo con genuina curiosidad mientras me pongo de pie.

Bueno Angie, Tarkhan, creo que es hora de ponernos en marcha, pero antes de ello quiero que sepan que a partir de hoy y hasta que mi alma sea llamada a Arvandor a servir a la doncella de la luna y Corellon Larethian reconozco en ustedes cuatro a mis hermanos de armas y juro dar lo mejor de mi para proteger sus vidas o morir en el intento. - digo en tono solemne mientas pongo mi mano derecha sobre mi corazón.

Yo ayudare con todo lo que este en mis capacidades siempre que vuestra actitud hacia el mundo que nos rodea sea el adecuado. Angie parecia tranquila como si no le preocupara para nada el viaje.

Asi que si quereis podemos partir de inmediato. Tengo ganas de estirar las 4 patas.

El genasí había pasado una noche tranquila y apacible, por ese motivo se despertó lleno de energías y con cierta impaciencia por emprender la aventura que se presentaba ante él. Cuando bajo a desayunar y se sentó en la mesa junto a los mismos compañeros con los que compartió palabras la noche anterior de manera tan natural y casi sin darse cuenta, se percató de la rápida cohesión que se había formado en el pequeño grupo.

Recordó vagamente los desayunos multirraciales de su numerosa familia. Se sentía cómodo entre aquellas personas, los elfos Valinor y Angie, el humano Marcus y hasta él mismo, un genasí de tierra, era tratado como un igual... Un rápido pensamiento recorrió su mente al recordar a sus hermanastros, era sorprendente imaginar hasta que punto podía ser desinhibido su querido padre. "No estoy seguro si se puede considerar un buen ejemplo a seguir, pero me considero afortunado de permanecer a la familia Eldelvar". El guerrero liberó un placido suspiro, pues se sentía como en casa entre estos nuevos compañeros.

Algo absorto en sus pensamientos, Tarkhan no consiguió elaborar estrategia alguna, y mucho menos, la manera de expresarla adecuadamente a sus compañeros. Las ideas que se habían aportado hasta ahora le parecían igual de bien, al fin y al cabo, su labor siempre había sido interponerse ante los enemigos, como un enorme muro de piedra con el que alguna vez lo habían comparado, como un duro escudo que resiste incansable las embestidas del acero. 

Tanto Valinor como Marcus coincidían en algo, para tomar buenas decisiones se requeriría información. Y un hecho que les preocupaba a todos era la posibilidad de alertar de la llegada del grupo a las filas enemigas. El guerrero dirigió una seria mirada a sus compañeros, no tenía ningún miedo, y estaba dispuesto a seguir cualquier plan, por descabellado que pudiera llegar a parecer. Aquellos valerosos aventureros de los que estaba rodeado le inspiraban una fuerte confianza, quizás debido a la atmósfera de seguridad que todos ellos irradiaban.

Mientras Tarkhan los miraba pudo presenciar desde el principio, como uno a uno se ponían en pie, y con palabras alentadoras se disponían a empezar con la misteriosa aventura que les aguardaba. Cuando la hermosa elfa Angie, mencionó el hecho de estirar las cuatro patas, el genasí recordó el carruaje con el que había llegado hasta la acogedora posada. Nuevamente se concentró en las palabras que se disponía a expresar, al tiempo que se incorporaba inspirado por sus compañeros...

- Dispongo de un carruaje empujado por dos valientes corceles de guerra, - tras su escueta pausa, y por si la invitación no había quedado excesivamente clara, añadió recorriendo nuevamente su mirada por los presentes - el cual estaría encantado de compartir con vosotros. 

Pues gustoso acepto tu gentil invitación Tarkhan, así que si tienes a bien indicarnos el camino gustosos te seguiremos. - respondo sonriendo.

-El carruaje es mas lento que andando, aunque asi no nos cansaremos.

- Esta se llama Eugenne. - Abrió la gabardina, mostrando la pistola en su cadera izquierda, enfundada en una extraña funda de cuero. - Y esta, Evangeline. - Dijo, mostrando al otro lado un arma exactamente igual. - Pero supongo que no quieres saber sus nombres, si no el arma que es. - Acabó por decirle a Valinor. - Cuando era joven como un mozo trabajaba construyendolas hasta que la furia de la guerra lo arrasó todo. Y me convertí en pistolero, porque pistolas son las que me acompañan. - Acabó por decirle a Valinor, ya en pie.

Entonces llegó la excelente, o mas que excelente noticia por parte de genasí. Un carruaje. - ¡Por las barbas del gran armero! Esa es una buena noticia, y no otra. Bien los pies descansaran, mientras tales animales cargan y caminan. Para compensar, bien prometo hablaros de historias de alla donde vengo. Eventos pasados olvidados en el tiempo, ahora compartidos entre hermanos. Marchemos, ahora como uno. Pero mas os vale no dejarme las riendas del animal, pues poco entendimiento tengo con lo salvaje. -